La jaula

La jaula
por la emancipación de los pueblos

samedi 25 mai 2013

Trípoli, Líbano, primera línea de fuego.

Duros enfrentamientos entre las milicias alauíes y suníes a causa de la guerra civil que se libra en Siria.

La cosa esta que arde aquí en Trípoli, Líbano. Me encuentro en el campamento palestino de Al Badawi junto al médico Al Khatib, graduado en Cuba, quien me ha invitado para que retrate la desquiciada realidad que vienen soportando desde hace 65 años. La mayoría de los refugiados procede del norte de Palestina expulsados tras la primera guerra árabe-israelí. Así que ustedes ya se pueden imaginar la situación de emergencia y desamparo en que se encuentran. l

Justo a unos cientos de metros se halla el barrio alauita de Jabel al Mohsen donde los enfrentamientos con los paramilitares sunitas del barrio Al Tabbaneh se han recrudecido en la última semana. El continuo traqueteo de las ametralladoras y el estallido de los morteros y obuses marcan la rutina diaria. El Ejército Libanés ha montado infinidad de retenes para intentar separar a los contrincantes, pero todo ha resultado inútil porque no hay nada que hacer contra los francotiradores que se han especializado en eliminar a sus enemigos con precisión matemática. A veces hay unas horas de tregua pero eso no quiere decir nada ya que en el momento menos pensado se reanuda la balacera. Los suníes también atacan a las tropas del Ejército Líbanés que patrullan en tanquetas las calles de Trípoli pues les acusan de plegarse a las órdenes de Hezbollah. Existe al menos una docena de grupos suníes como los salafistas radicales que no obedecen el mando unificado. Aunque todos ellos respetan la autoridad del jeque Shadi Jebara que es el único capaz de controlarlos. Las paredes de los edificios, igual que en la mayor parte del Líbano, se encuentran impactadas por el plomo y la metralla. Además los edificios situados en primera línea de fuego están completamente quemados y derruidos. Los soldados a gritos advierten a los transeúntes que deben abandonar el área del zoco pues no se hacen responsables de lo que pueda suceder. En esta diabólica ruleta desde el pasado domingo 15 personas han muerto y otras 100 han resultado heridas a causa de los duros combates.

El Líbano poco a poco se ha ido contagiado de la guerra civil que se libra en Siria. La última ofensiva en el enclave estratégico de Al Qusayr que contó con el apoyo de los milicianos de Hezbollah, ha exacerbado los ánimos de los suníes. Los alauíes, aunque son minoría, están muy bien organizados y cuentan con la ventaja de vivir en lo alto de una colina que domina toda la ciudad. En las calles los vecinos han puesto grandes fotos de Hafez Al Assad, su hijo Bachar y el jeque Nasrala colgadas de las farolas o los balcones.

Los palestinos del campo de Badawi permanecen atrincherados en su territorio ajenos a los combates aunque no hay que confiarse pues en cualquier momento, como ha sucedido en otras ocasiones, la circunstancia más nimia puede encender la mecha de la conflagración. Los libaneses achacan a los palestinos el ser la causa de todos sus males. Las continuas intervenciones militares de Israel son una prueba de ello. Aquí todo el mundo tiene armas escondidas en sus casas, ya sea debajo del colchón o la almohada sale un kalashnikov, sin que falten pistolas, granadas o machetes,

En el Líbano el gran negocio siempre ha sido la venta de armas y municiones. El país tiene la fama de albergar infinidad de contrabandistas y traficantes de armas que se han hecho multimillonarios abasteciendo los arsenales de los combatientes.

Estamos a unos cuarenta kilómetros de la frontera Siria y por tal motivo Trípoli es un enclave muy importante pues se ha convertido en la retaguardia de los milicianos del ESL (ejército sirio libre). Y tierra de asilo para los refugiados. Los países del golfo y Arabia Saudita financian la Organización Islámica de Ayuda Internacional que administra un hospital para los heridos de guerra. El llamamamiento a la yihad estimula el reclutamiento de voluntarios que desean unirse a las filas de los insurrectos. Por todas partes se izan banderas negras con el juramento de la shahada que nos advierten del ineludible deber de solidarizarse con sus hermanos sirios.

Mientras paseo por el mercado en un recoveco veo una familia suní armada hasta los dientes. Todos sus hijos, muchos menores de edad, exhiben orgullosos sus ametralladoras y fusiles dispuestos también a entrar en combate. Al parecer este es un ritual iniciático que deben pasar los chicos para convertirse en mayores. En las calles del barrio ondean altivas las banderas del Ejército Sirio Libre con sus respectivas tres estrellas rojas. Las fotos de los mártires copan las fachadas de los cochambrosos edificios. En estos instantes el máximo peligro son los francotiradores y por eso lo mejor es cobijarse detras de los gruesos muros de la medina. Cerca de una antigua mezquita encuentro a dos niños, hijos de un mártir, según me contaron, que se entretienen a estrangulando pajarillos. Este juego tan cruel me provoca náuseas y aún más cuando uno de ellos tiene los labios ensangrentados pues a dentelladas degolló un gorrioncillo. Bueno, al parecer estos « juegos » no desentonan con el tétrico ambiente que nos rodea y no nos queda más que callarnos. La gente me mira con asombro pues seguro les parece mentira que un extranjero este merodenado por una zona prohibida donde a cada paso acecha el peligro. Los atractivos turísticos de Tripoli son más bélicos que recreacionales. En todo caso es mejor marcharse lo más pronto posible ya que el Dr. Al Khatib me había advertido que algunos grupos incontrolados están secuestrando personas para pedir a cambio la liberación de presos o algún tipo de rescate.


Los graves enfrentamientos de Trípoli lo más seguro es que causen una reacción en cadena y se extiendan a otros ciudades del Líbano. La estabilidad política y étnico-religiosa es muy frágil y las distintas facciones: cristianos maronitas, católicos romanos, ismailitas, drusos, chiíes, sirianos, armenios, palestinos, sunitas arrastran viejas rencillas prácticamente irreconciliables. Lo cierto es que nadie desea revivir la catastrófica guerra civil que asoló el país entre 1975 y 1990 que dejó miles de muertos y cuyas heridas todavía no han cicatrizado.

Carlos de Urabá 2013
Trípoli-Líbano

lundi 20 mai 2013

Estos niños iniciaron la revolución Siria.

Entrevista exclusiva con Ali X, uno de los niños de Deraa, refugiados en le campo de Zaatari-Jordania.

Desde hace meses que vengo preguntando en los campos de refugiados de Zaatari, Ramtha o Mafraq en Jordania por si alguien conoce el paradero de estos valerosos muchachos que se atrevieron a escribir en las paredes de las calles de Deraa frases como: « el pueblo quiere la caída de Bachar al Assad » o « libertad para Siria  »

Muchos analistas creyeron ver en la rebelión Siria una conspiración de fuerzas oscuras patrocinadas por el Mossad, los jeques árabes sunnitas, la CIA o la OTAN. Pero en realidad las cosas son más sencillas de lo que parece. La férrea dictadura siria de partido único encabezada por Bachar Al Assad jamas imaginó que un pueblo manso y sumiso pudiera sublevarse (desde el año 1963 Siria se encuentra bajo « estado de emergencia ») y menos en la provincia agrícola de Deraa tan fiel a los postulados gubernamentales, situada en la frontera jordana.

Los niños de Deraa no eran conscientes de lo que estaban realizando, se trataba de un juego más, de una travesura al escribir en las paredes las consignas que transmitía la televisión de Al Jazeera en las revueltas populares de Túnez y Egipto. Un verdadero terremoto removía las conciencias de los pueblos de Oriente Medio al contemplar esos millones de personas que tomaban las calles vociferando frases subversivas jamás escuchadas.
El pueblo sirio con gran valentía protagoniza una de las páginas más memorables de su historia. Porque exigir democracia y libertad es un delito imperdonable que se paga muy caro. Quien haya conocido la sociedad Siria anterior al levantamiento del 15 de marzo del 2011 comprenderá perfectamente mis precisiones.

Las pintadas de los niños de Deraa no pasaron desapercibidas a los servicios secretos del Mujabarat que de inmediato los detuvieron. Los 15 niños entre 11 y 16 años fueron confinados en los calabozos de la comisaría de Deraa. Se les acusó de terroristas al servicio de una potencia extranjera, peligrosos elementos que ponían en peligro la seguridad nacional. Cómo se atrevían a semejante desfachatez de agraviar el honor del rais Bachar Al Assad, el padre de la patria. Por lo tanto merecían un castigo ejemplar. La mayoría sufrieron pavorosas torturas: les aplicaron picana, les arrancaron las uñas, los utilizaron de ceniceros para apagar sus cigarros, los castraron, los violaron. Es dificil imaginar el por qué estas bestias cometieron tales monstruosidades. Al parecer todo se justifica en aras de velar por la paz y el orden, un sagrado deber que exige los más altos sacrificios. ¡Qué más da! si son niños pobres a los que se les califica despectivamente de ratas o perros callejeros. Y lo más paradójico carentes de cualquier ideología política. Porque en Siria los únicos partidos legales son los duelos futbolísticos entre el Real Madrid y el Barcelona.

En la guerra civil Siria han sido asesinados más 8000 niños. Una cifra escalofriante que nos da una idea de la magnitud de este holocausto cuyos directos responsables son al Ejército sirio, el Mujabarat y la Shabbiha a órdenes del supremo rais Bachar Al Assad. La comunidad internacional se limita a emitir uno que otro comunicado de condena para lavar sus conciencias. La guerra se ha ensañado cobardemente contra los más inocentes: niños, mujeres o ancianos. Claro, la táctica es aterrorizar a la población civil y escarmentar a los « forajidos » para que entiendan que quien se atreva a levantarse contra el glorioso gobierno sirio merecen el más cruel de los castigos. Aquí no valen los derechos humanos, ni la convención de Ginebra o las invocaciones a Allah ¿Cómo es posible descuartizar un bebe, violar a su madre y luego volarle la tapa de los sesos? Talvez estos « héroes » lo consideren una magnífica hazaña.

Pero poco a poco vamos desentrañando la verdad pues existen personas que nos narran las espeluznantes historias de las que han sido testigos. Hace unos meses que le hice el encargo al señor Mohamed Manzur Mohamed, ciudadano sirio, refugiado junto a su familia en Zaatari (Jordania) de investigar si alguno de estos niños de Deraa se encontraban en el campamento. Por fin la larga búsqueda ha dado sus frutos pues localizó a uno de ellos a quien llamaremos con el nombre ficticio de Ali X. Tuve la oportunidad de hablar con él gracias a la ayuda del traductor argelino Si Ziad Meraked. Alí X de 12 años nacido en Deraa fue uno de los autores de las pintadas. Nos aclaró que ellos no entendían el sentido de las frases que escribieron en las paredes. En la escuela jamás le enseñaron lo que significaba la palabra libertad ni menos justicia o democracia. Qué iban a saber si son palabras prohibidas que inducen a desarrollar un carácter contestatario. Lo mejor es que se dediquen a recitar los versos del Corán o aprenderse de memoria la tabla de multiplicar. Ellos al igual que todos los chicos de su edad se divertían jugando al fútbol ansiosos por emular a sus jugadores favoritos Cristiano Ronaldo o Messi. Alí X pudo escapar de la redada de la temible Shabbiha escondiéndose en la población de Elnaymah, próxima a Deraa, donde viven sus tíos paternos.

Cuando los padres de los niños de Deraa fueron a preguntar a la comisaría por la suerte de sus hijos al jefe local de la seguridad política Atef Najib, primo de Bachar Al Assad, les respondió: « olvídense de los niños y váyanse a parir otros con sus mujeres  » Esta diabólica afrenta les llenó de ira. No podían dar crédito a semejante atropello si a ellos les enseñaron que la amada patria siria protegía a la niñez, ellos juraron fidelidad al partido Baaz y por eso confiaban en la clemencia del venerado rais y su esposa Asma. Pero se equivocaban.

Ese viernes una multitud de fieles al concluir el salat yuma iniciaron las manifestaciones pacíficas frente a la saraya o Palacio de Justicia exigiendo la liberación de los pequeños.-que poco a poco se extendieron por todo el país- Entonces desde Damasco llegaron enn helicópteros las unidades antiterroristas que los reprimieron a balazos. Así comenzó esta dinámica macabra de muertos, heridos, torturados, desparecidos que con el paso de los meses desembocó en el estallido de la guerra civil. A estas alturas ya se contabiliza más de 80.000 muertos y se calcula que si no se consigue impooner un alto el fuego a fin de año podrían alcanzarse los 150.000 muertos. La espiral de violencia es casi imposible detenerla pues los sentimientos de venganza prevalecen sobre los del diálogo y la razón.

La internacionalización del conflicto es un hecho irrefutable porque el enfrentamiento sectario es el que prevalece. En el campo de batalla se baten los yihadistas suníes, el ELS, Al-Qaeda, los milicianos de Hezbollah, los guardianes de la revolución iraníes, los drusos, los kurdos, los cristianos, los alawitas, los asesores rusos, iraníes por un lado y por el otro bando, los americanos, británicos, franceses, sauditas, qataries. Hasta Israel interviene atacando los arsenales de armas químicas y misiles estratégicos que amenazan su seguridad. Cada cual defendiendo sus colores, su bandera, sus intereses. Mientras tanto la población civil no tiene otra opción que escapar hacia los países fronterizos en un desesperado intento por poner a salvo sus vidas. En vez de leche o medicinas realmente lo que necesitan es que les envien ataúdes y mortajas. El tráfico de armas se ha convertido en el negocio más florecientes de la región pues es necesario abastecer a los combatientes. Desde el Golfo Pérsico, Árabia Saudita, Rusia, Irán, China o Turquía les van surtiendo de material bélico y pertrechos.

Ali X lleva la bandera del Ejército Libre Sirio anudada al cuello. A la fuerza ha comprendido lo que significa la palabra libertad, revolución, dignidad. ¡Cuánto dolor ha costado aprenderlo! Su mirada ausente transmite tristeza y desolación. Lógico, el hace parte de ese infame destierro que los condena a la miseria y el abandono. A sus doce años ha perdido el alma de niño para convertirse prematuramente en mayor. Pero no se deja intimidar y nos anima a que le hagamos fotos. Cuando le damos un pañuelo para que se cubra la cara lo rechaza pues dice que no es un delicuente y hace con su mano la v de la victoria. La tragedia de los niños sirios es particularmente espantosa y desde luego que tardarán varias generaciones en curar sus heridas. Le interrogué sobre si conocía el paradero de sus amigos que fueron detenidos por las pintadas en Deraa a lo que me contestó cerrando los ojos y moviendo la cabeza en sentido negativo No sabían donde estaban, todos desaparecieron para siempre.

Carlos de Urabá 2013
Zaatari-Jordania.

samedi 18 mai 2013

Viaje en bicicleta por Jordania 2013 (III parte)

Salam Aleikum!
A continuación les dejo con una serie de fotos de mi viaje en bicicleta por Jordania. Ruta: Amman-Salt-Ashuna en el valle del Jordan.



















mercredi 15 mai 2013

Viaje por Jordania en bicicleta 2013 (II parte)

¡Salam Aleikum!

Después de treinta años sigo con las mismas ilusiones del primer día empeñado continuar eternamente  esta aventura que para mi apenas comienza.

Jordania en bicicleta tiene el fin de denunciar la miseria, la explotación y la decadencia del pueblo beduino que abandonado a su suerte cava su propia tumba ante la feroz agresión de la sociedad de consumo capitalista. Sin olvidarnos del turismo voraz que los ha reducido a la condición de siervos y esclavos.











































Viaje por Jordania en bicicleta 2013 (I parte)

¡Salam Aleikum!
Les saludo desde Jordania para compartir con todos ustedes las fotos de mi última aventura. He emprendido este viaje en bicicleta de 500 kilómetros como homenaje al gran viajero andalusí Ibn Battuta del siglo XIV. En mi propósito de recorrer el mundo en bicicleta he dado un paso más que  conducirá en el futuro en dirección al Asia central buscando la Ruta de la Seda.