La jaula

La jaula
por la emancipación de los pueblos

lundi 30 mars 2020

¡Cuídate de los Idus de Marzo! La maldición del coronavirus.



2.000 años después el coronavirus clava una puñalada trapera en el corazón del imperio capitalista.

En el calendario romano el comienzo de todo estaba consagrado al dios Marte (de la guerra) y corresponde a la primera luna llena del año nuevo. La popular fiesta del buen augurio de marzo se celebraba en honor de Anna Perenna (para que el circulo del año pueda contemplarse felizmente) donde la plebe se entregaban las orgías y bacanales. Según el escritor griego Plutarco en ese año del 44AC Julio César había sido advertido por el oráculo y los nigromantes de que su vida corría peligro. “la sangre correrá a borbotones” Precisamente en esas jornadas de buenos augurios poca credibilidad podía tener este siniestro anuncio. Hasta su propia esposa Calpurnia tuvo un terrible sueño premonitorio que también ignoró. El arrogante dictador descartó el riesgo ¡si los dioses estaban protegiéndolo! ¿solo se debe temer al miedo! ¿Tal vez se creía un ser más divino que humano? Cuando Julio César se dirigía al Senado como solía hacerlo a diario en su camino se encontró con el vidente ciego del oráculo y él le dijo desafiante: “los Idus de Marzo han llegado”. A lo que el vidente le contestó “Si, pero aún no han acabado”

Resulta que a sus espaldas se estaba forjando una conspiración por parte de sus más estrechos colaboradores Bruto (su hijo adoptivo) y Casio, ambos republicanos por naturaleza, que aprovechando una urgente convocatoria en el Senado lo cosieron a puñaladas. “Tú también Bruto, hijo mío” – fue su postrer despedida antes de expirar.  Este acto criminal provocó la guerra civil que sembró de muerte y destrucción en el Estado. El asesinato del dictador (había sido nombrado dictador perpetuo) está considerada un punto de inflexión en la historia de la Antigua Roma pues marcó la transición de la República al Imperio. A partir de ese luctuoso evento el Idus de Marzo se convirtió a un maleficio. ¿El azar y la casualidad? ¿una extraña alineación planetaria? No sabemos porque la razón se ve sobrepasada por lo sobrenatural.

El asesinato anunciado de Julio César acaecido hace 2.000 años puede aplicarse perfectamente a la crisis del coronavirus. No se tomaron en serio la amenaza de la pandemia y se cumplieron los presagios más nefastos. El escritor y filósofo griego (de etnia romana) Plutarco, experto en lo misterioso y lo dramático, narra que Julio César había sido advertido de la conspiración por los videntes, pero no les hizo caso “¡Si marzo es el mes de la primavera, los campos floridos y el amor libre!”

Los jefes de estado de Europa, Norteamérica o Latinoamérica despreciaron la amenaza del virus “¡pero ¡cómo podemos tenerle miedo a un insignificante virus chino!”  y como Nerón siguieron tocando la lira mientras ardía Roma. Acaso no sabían que estamos en un mundo globalizado y que China ya hace parte del vecindario. No se cerraron las fronteras y continuo el incesante tráfico de aviones, trenes, barcos, o autobuses que propiciaron la expansión exponencial del coronavirus por los cinco continentes.  No se tomaron en serio las advertencias ya no de los magos y videntes sino de los médicos y expertos epidemiólogos de reconocido prestigio. El coronavirus era algo lejano surgido en la remota provincia de Wuhan en China. Igual que Julio César ignoraron el peligro ¡cómo vamos a alarmar a la ciudadanía y detener la recuperación económica mundial.  Pero 2.000 años después los Idus de Marzo vuelven a apuñalar por la espalda a los arrogantes y prepotentes líderes y mandatarios que no supieron adelantarse a la catástrofe condenado a muerte a miles y miles de sus ciudadanos inocentes. De nada valieron los grandes avances tecnológicos que se supone iban a neutralizar cualquier amenaza que pusiera en peligro la especie humana.   

Ahora en este recién comenzado siglo XXI la historia va a tener que dividirse en dos; antes y después del coronavirus. Tal y como aconteció en la época del imperio romano será otro punto de inflexión por el demoledor impacto que tendrá tamaña crisis a nivel planetario. No sabemos el futuro que le deparará a la humanidad después de esta devastadora pandemia pero sin duda el mundo no va a ser el mismo a nivel político, económico o social; se entrará en recesión, millones de personas perderán el empleo, se irá a pique la economía, se paralizarán la industria, el sistema de producción, los mercados bursátiles, las inversiones. Esta trama perfectamente podría ser el guion de una novela de suspenso y terror, pero lo cierto es que la realidad vuelve a superar la ficción.

Carlos de Urabá 2020

samedi 28 mars 2020

Crisis de coronavirus en España: ¡Nuestros ancianos a los hornos crematorios!



El poeta rumano e hispanista Darie Novaceanu fue invitado en el año 1985 para dar una conferencia sobre su obra ante el público español en el Instituto de Cooperación Iberoamericana. En esa ocasión recitó un dramático poema titulado “Vejez de Europa” en el que con todo el realismo describía como los cuadros de los niños que se colgaban en la sala de la casa envejecían prematuramente; les salían canas, se les arrugaba la piel, se les caía el pelo, esas bocas desdentadas y los cuerpos encorvados mientras las manos huesudas y callosas sostenían un desgastado bastón.  En ese ambiente frío y mortecino a través de la ventana un espectro miraba su propio cortejo fúnebre. Al escuchar este poema recitado teatralmente por su autor me quedé anonadado, me iluminé al darme cuenta de cuál sería nuestro futuro.  Estas estrofas me rompieron el alma hasta tal punto que le rogué a Darie que me lo regalara, a lo que él estampando su firma, amablemente me lo entregó.  

Décadas después inesperadamente estalla la crisis del coronavirus en el que un 80% de las víctimas son ancianos que superan los setenta años, es decir, los más vulnerables y débiles. El gobierno español no supo prevenir lo que se venía encima y esta estúpida decisión ha desencadenado un verdadero holocausto. No se cerraron loa aeropuertos, los puertos, ni las fronteras y se siguieron celebrando manifestaciones y eventos deportivos en una actitud suicida difícil de comprender. Hubieran podido seguir el ejemplo de Japón, Singapur o Corea del Sur, pero se durmieron en los laureles. Es la clásica soberbia de nuestros prepotentes líderes: ¡Como le va a pasar esto a España, un país europeo del primer mundo! Reacción lenta y torpe que ha tenido unas catastróficas consecuencias. El 31 de enero del 2020 la OMS ya había declarado la emergencia sanitaria global por el coronavirus.

A causa de la agenda diaria del trabajo tan vertiginosa y trepidante no hay tiempo para atender a los ancianos. Estamos agotados y el estrés nos vence, llegan los recibos de las deudas, los préstamos o los créditos o los problemas familiares y casi ni se puede disfrutar del tiempo de ocio. Situaciones embarazosas que apenas dejan unos cuantos minutos para llamar a los padres y abuelos por los teléfonos celulares y mandarles un saludo de cumplido.  Esos “viejos decrépitos” deben recluirse en sus residencias o asilos para que no molesten ya que muchos tienen problemas de salud (enfermedades crónicas terminales, demencia senil o alzheimer) Son dependientes y necesitan ayudas de enfermeros o asistentes.  Quien sobrepase los 60 años de edad ya puede considerarse un cacharro inservible que se esconde en el desván. Los viejos ya han cumplido ejemplarmente su cometido en la cadena de producción, han dado los mejores años de su vida contribuyendo al crecimiento de la sociedad del bienestar y gracias a sus cotizaciones a la seguridad social gozan de una merecida jubilación.

Para no ser tan duros y despectivos a los ancianos en términos eufemísticos se les llama “la tercera edad”, “edad avanzada”, “la edad de oro”, “adultos mayores”.  Son equiparados con menores de edad porque han visto mermadas sus capacidades físicas y mentales. No son más que un estorbo y voluntariamente o por decisión de sus familias, deben ser confinados en esos parkings en que se han convertido las residencias o asilos. En eso guetos podrán relacionarse con otros viejos y darse consuelo y cariño. No les queda otra que matar el tiempo sentados en la sala de televisión contemplando películas, partidos de futbol, o jugar a los naipes o el domino antes de iniciar su viaje definitivo al más allá. 
La senilidad que debería ser una etapa armónica y equilibrada, el descanso del guerrero, para la civilización tecnológica industrial representa una maldición. Es el principio del fin pues se atrofian el cuerpo, se pierden a la visión, la audición, se anula la sexualidad y el placer se convierte en dolor o depresión. Solo se vislumbra en el horizonte el invierno gélido que precede a la muerte.
A raíz de la pandemia del coronavirus muchos ancianos han sido condenados a una infernal agonía; están muriendo a solas, abandonados sin ningún contacto con sus familiares. Se les considera un peligroso foco de infección y nadie puede acercarse a ellos sino se cuenta con un sofisticado equipo de aislamiento EPI. ¡Vaya tragedia más espantosa! ¡No se les puede ni tocar!

Los iconos de la sociedad hedonista y narcisista imperante son los jóvenes; hombres y mujeres bellos o bellas, sanos musculosos o de cuerpos sensuales y atractivos. Este es el ideal supremo que transmite la propaganda de la sociedad de consumo capitalista. Hay pánico a envejecer porque el mundo le pertenece a los más fuertes ya que el sistema exige eficiencia y productividad.  El fascismo neoliberal desprecia y humilla a esos ancianos decadentes y estériles que no son más que un cero a la izquierda. El dilema que han planteado algunos políticos como Donald Trump es el de “¿qué es mejor: que se mueran unos cuantos ancianos o que se vaya a pique la economía?” Al final se aplicará el método de la inmunidad de la manada y que caiga quien caiga.

La Europa contemporánea atraviesa una desgarradora crisis demográfica a causa de la baja natalidad. El envejecimiento de la población es un fenómeno que impactará muy gravemente en un futuro no muy lejano.  Las parejas ya no quieren tener hijos sino perros, mascotas o animales de compañía pues prevalece el egoísmo y el individualismo. Los ancianos crean problemas y son muy fastidiosos así que lo mejor es que se retiren al “cementerio de elefantes”

En la época antigua de Grecia o Roma el anciano representaba la sabiduría y la experiencia imprescindible para tomar decisiones en todos los ámbitos del poder y por lo tanto el estado asumía su protección; eran reverenciados y se les rendía un gran respeto.   Como sucede igualmente entre los países musulmanes donde ocupan el centro de la familia nuclear y encarnan la sapiencia y la autoridad. Por el contrario, la sociedad capitalista occidental los ancianos son confinados en asilos pues no tiene compasión de los seres “inútiles e improductivos”. O sea, se les trata como objetos desechables.

En el Tercer Reich los viejos eran considerados un obstáculo para el desarrollo del estado nacional-socialista.  Por eso no es de extrañar que el Reichstag diera la orden a los médicos de deshacerse de los ancianos inútiles, enfermos, minusválidos o retrasados mentales con “métodos apropiados” (inyección de “ascensión” para enviarlos al cielo) La eutanasia hitleriana tenía la finalidad de ahorrar costos, comida y medicamentos tan escasos durante la II Guerra Mundial. Este fue el cruel destino de los 70.000 internos en los establecimientos psiquiátricos alemanes eliminados por el decreto supremo (secreto) del Estado Nazi (compadecidos por su sufrimiento) Sus familiares lo aceptaron resignados pues no podían contradecir las patrióticas directrices del fuhrer. El ideal supremo del Tercer Reich era la eugenesia, es decir, la creación de una raza pura aria, sana, joven y poderosa que se supone dominaría el mundo con su vigor y fuerza sobrenaturales.
Estamos viviendo en una sociedad brutalmente materialista, las personas mayores viven solas y no se les dirige la palabra porque los ciudadanos están más preocupados por las comunicaciones cibernéticas a través de sus teléfonos celulares, iPod, SmartPhone, computadores o tablets; abducidos por completo por la realidad virtual de Instagram Telegram o Twitter o Facebook.  Enviciados por el virus neurótico del ego supertecnológico que castra por completo las relaciones sociales.  

Esos viejos ingresados en los hospitales y residencias hacen parte de la generación que construyó este país destruido por la guerra civil, una generación que hizo frente al hambre y la ruina de la posguerra y, para colmo, también a la represión de la dictadura franquista. Y estamos dejando morir a quienes trabajaron 14 horas diarias para levantar a este país. Si el paciente está muy grave a causa del coronavirus y tiene más de 75 años, se le deshecha, ya no interesa cuidarlos y les dejan morir. Porque “la medicina tiene que escoger quién tiene una vida útil por delante”. Son las leyes no escritas del darwinismo social donde los seres humanos no son más que números de las estadísticas. “Están muriendo como moscas nuestros ancianos y desde el gobierno se repite hasta la extenuación que tenemos una Seguridad Social increíble, la mejor del mundo, pero muchas veces el personal sanitario no tiene ni guantes que ponerse".

A las personas muertas por el coronavirus se les introduce en un sudario especial, un saco de color crema con un aislamiento externo que impide cualquier fuga. La cremallera se sella con un pegante especial de manera que jamás pueda abrirse de nuevo. Una vez metido el cadáver en el ataúd este se higieniza con una solución de agua y lejía para eliminar cualquier resto del virus. Está prohibido hacer autopsias o recoger muestras del cuerpo. El féretro se apila en cámaras frigoríficas hasta que sea trasladado a los hornos crematorios. Aunque existe una larga lista de espera y este proceso puede durar varios días pues hay que cumplir cierto papeleo administrativo de rigor. Los familiares no los pueden velar o, quizás, por clemencia, se permite a algún miembro de la familia -vestido con un traje especial- que les ponga una corona de flores. No vale la pena enterrarlos así que la mejor alternativa es cremarlos (contradiciendo incluso la voluntad del fallecido) pues pueden ser foco de expansión del coronavirus. Con todo el dolor del alma hay que desaparecer todo rastro del “apestado” sobre la faz de la tierra. Los sepultureros no dan abasto, el negocio de las funerarias es el más favorecido con la pandemia y los muy usureros y especuladores aprovechan la tragedia y llegan a cobrar más de 4.000 euros por encima del precio normal. Ante el colapso a los servicios funerarios el ayuntamiento de Madrid- foco principal de la pandemia en España- ha tenido que habilitar el Palacio de Hielo como morgue improvisada.

A los causantes de esta pandemia anunciada se les debe exigir tanto responsabilidades políticas como penales. Porque existen unos culpables que cobardemente no quieren dar la cara y evaden cualquier pregunta capciosa. No han sabido velar por la salud del pueblo como reza en la Constitución monárquica.  La coalición gobernante PSOE-Unidas Podemos intentan infructuosamente desentenderse de este holocausto que hasta el momento ha causado casi 6.000 muertos- aduciendo que “los virus no conocen de fronteras”.  Pero da la casualidad que los expertos epidemiológicos, que debieron anticiparse a su propagación del coronavirus, fueron nombrados por ellos mismos.

Este virus desenmascara toda la miseria moral de quienes ostentan el poder de decisión que se inhibieron, prevaricaron por proteger sus propios intereses tanto partidistas como económicos. En España el sector turístico recibe anualmente más de 80.000.000 visitantes del mundo entero que dejan 92.200 millones de euros. ¡Cómo iban a alarmar  a los turistas con insignificante virus! Ahora las consecuencias no solo van a ser los miles de muertos sino también el colapso del sistema de salud y la ruina económica que será aún más terrible que la propia pandemia.

Carlos de Urabá 2020

mardi 17 mars 2020

El COLONAVIRUS, la mayor pandemia sufrida en la historia de la humanidad



El mundo entero se encuentra en estado de emergencia a causa del coronavirus, se viven escenas de histeria colectiva y en muchos países (China, Norteamérica o Europa) han decretado el estado de sitio para combatir la pandemia ¡que nadie salga a la calle! Es la consigna en un desesperado intento por remitir los contagios y contener la propagación del virus. ¡Estamos en guerra contra un virus! que avanza imparable y amenaza extenderse a nivel global sino se toman las medidas sanitarias de choque. Caronte el barquero con su guadaña se prepara a guiar a los miles de difuntos al otro lado del río Aqueronte. Como en la edad Media el terror se apodera de la estirpe humana.

Desde tiempos inmemoriales se han producido otras pandemias apocalípticas o bíblicas, pero quizás la más diabólica haya sido la que se produjo a raíz del descubrimiento y conquista de América. 

Cristóbal Colón fue el pionero de la guerra bacteriológica pues junto a sus secuaces alienígenas introdujeron en el Nuevo Mundo un mortífero cóctel de virus, bacilos o microbios que a corto y a largo plazo exterminaron a millones de indígenas. El Nuevo Mundo se encontraba completamente aislado y sin contacto con Europa, Asia o África.  La virginidad inmunológica y una falta de respuesta defensiva por parte de los nativos provocaron la hecatombe.

En un plazo de 20 años las guerras, la esclavitud y las enfermedades prácticamente diezmaron un 90% de las tribus indígenas del Caribe. Mas tarde la mortal plaga alienígena se fue expandiendo por todo el continente durante el periodo de conquista y colonización.

Las enfermedades se transmitían por vía respiratoria (gripe, y múltiples cepas de la influenza, tuberculosis) por contacto directo (viruela, lepra, el cólera, sarampión, rubeola, tosferina) por picaduras de piojos (tifus exantemático) por las ratas (la peste bubónica) por vías digestivas (diarrea, fiebre tifoidea, salmonella) por contacto sexual (sífilis, gonorrea) picaduras de mosquito (malaria o fiebre amarilla)

¿Cómo es posible que un puñado de conquistadores vencieran a naciones poderosas como los Aztecas o los Incas?  Simplemente porque la guerra bacteriológica propició la demoledora y fácil victoria de los conquistadores españoles. Igual pasó en Norteamérica con los ingleses, holandeses y franceses que igualmente contagiaron a cientos de tribus indígenas eliminándolas casi por completo. Es inconcebible, pero sin ningún remordimiento se llevaron a cabo estos perversos planes para apoderarse de sus tierras y proclamarse los nuevos amos.

Por ejemplo, una gripe desconocida llamada la “gripe suina” o “gripe del cerdo” llegó en el segundo viaje de Colón y se extendió con inmensa facilidad por todo el Caribe -como sucede hoy con el COVID-19. Otro elemento a tener en cuenta fue la llegada de nuevos animales: caballos, burros, vacas, aves de corral, cerdos y que junto a las condiciones higiénicas deplorables de los propios conquistadores fueron el mejor caldo de cultivo para virus y bacterias mutantes. (ya que pasaban de los animales a los seres humanos) Con todo el descaro se intentó culpar a los indígenas de la sífilis que era una enfermedad venérea que ya existía en Europa desde hacía siglos. La propagación de la sífilis se da por la promiscuidad, los abusos sexuales y las violaciones a que fueron sometidas las mujeres indígenas por parte de los conquistadores o colonizadores. La plaga mortal provenía de Occidente, no eran dioses sino espectros infernales.

El COLONAVIRUS sin duda alguna ha sido la pandemia más poderosa conocida sobre el planeta tierra. Para que nos hagamos una idea de lo que supuso esa catástrofe ahora estamos experimentando en carne propia tan solo una ínfima proporción. Y encima en ese entonces los enfermos ni contaban siquiera con hospitales, medicinas o tratamientos. Imagínense la lenta agonía de los aborígenes con sus cuerpos abrasados por la fiebre mientras agonizaban lanzando horribles gemidos suplicando piedad. ¡Qué más da si un caballo pura sangre valía más que cien de ellos!
Nadie les prestó ayuda, perecieron en silencio, sin hacer ruido víctimas de ese holocausto apocalíptico. En todo caso son los “daños colaterales” tan propios de las invasiones y guerras y que debemos asumir con resignación cristiana tal y como ha acontecido en otras ocasiones en la historia de la humanidad” -aducen los intelectuales españolistas. “solo los más fuertes sobreviven” o sea, es la “selección natural”, como lo afirma la teoría de Darwin.

El expansionismo imperial europeo no conocía limites pues lo único que ambicionaba era apoderarse de tierras y riquezas. Esta plaga arrasó con todo lo que se encontraba a su paso, nada podía interponerse en su camino.

¿Acaso la intención de los conquistadores era matar a todos los indígenas en sus ofensivas militares? Evidentemente que no. Sería una táctica estúpida pues solo aniquilaron a los rebeldes que se resistían- Ellos necesitaban mano de obra esclava, ellos necesitaban siervos para poner en marcha el sistema de explotación extractiva: encomiendas, mitas y resguardos. Especialmente en las minas para sacar a destajo el oro, la plata, las piedras preciosas, y en las plantaciones de caña o de cacao o los campos agrícolas.  Además, la misión de la iglesia católica era la de redimir indios o gentiles siguiendo las órdenes que dio Cristo a sus discípulos: “Id por el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” Por lo tanto entre mayor número de indígenas, más almas para engrosar las filas de la santa madre iglesia católica, apostólica y romana.

Por eso la actual crisis planetaria del coronavirus es el mejor ejemplo para comprender el drama que aconteció durante el descubrimiento y conquista de América. Occidente involuntaria o voluntariamente transmitió a los aborígenes virus, bacilos y bacterias desconocidas y altamente letales.  Según reputados investigadores pudo matar a unos 60.000.000 indígenas en el plazo de un siglo. Algo que niegan algunos historiadores españolistas que lo atribuyen a “causas naturales” Las consecuencias de este “genocidio involuntario” fue un desastre demográfico que desocupó extensos territorios y eliminó culturas y civilizaciones.  Aparte de propiciar el colapso de los ecosistemas, la ruina económica, el abandono de la agricultura y el surgimiento de otra pandemia llamada hambre y pobreza. La población de México disminuyó de 25 millones en 1519 a 700.000 personas en 1623.

A ningún descubridor, adelantado conquistador o funcionario real le interesaba velar por la salud de la población originaria.  Como buenos sepultureros ordenaron enterrar los cadáveres con cal viva y que en paz descansen. A esas razas inferiores o salvajes paganos sin alma se les culpó de su desgracia porque si se contagiaban de tan crueles enfermedades era por su condición de pecadores, estaban poseídos por el demonio y merecían un castigo ejemplar. Los cadáveres se arrojaban a los ríos, a las lagunas, al mar, o se quemaban en piras funerarias, o eran devorados por los perros, los animales salvajes, caimanes o tiburones.  Pocas veces la historiografía moderna menciona estos macabros acontecimientos que los “expertos” prefieren esconder bajo un tupido velo. Parece que para muchos es algo normal que casi 60.000.000 millones de almas hayan sido literalmente fumigadas. Y ahora resulta que estamos conmocionados porque el coronavirus ha causado unos 7.000 muertos a nivel global (especialmente en China Irán, Italia o España)

Solo algunos frailes y misioneros como fray Bartolomé de las Casas, fray Antonio de Montesinos, Francisco de Vitoria o Motolinía levantaron sus voces y denunciaron este terrible holocausto.    El Consejo de Indias, ante las quejas de estos “santos varones”, aprobó en 1542 las Leyes Nuevas “para la gobernación de las indias y el buen tratamiento y conservación de los indios” Dichas leyes ordenaban castigar a los españoles que “injuriasen u ofendiesen a los indígenas” pero que a la larga no fueron más que letra muerta o proclamas estériles para lavar sus conciencias porque como de costumbre: “las leyes se acatan, pero no se cumplen”

Los biólogos, ecólogos, antropólogos, arqueólogos han estudiado los cementerios indígenas de la época (México o Perú) donde los análisis genéticos revelan fehacientemente lo que sucedió a partir del estallido de la bomba biológica introducida por los alienígenas (invasores). Una tragedia desgarradora que refleja con toda su crudeza el Códice Florentino donde aparecen espeluznantes imágenes de las víctimas del genocidio vírico.

La Cocolitzli o “salmonella entérica”, según la crónica de Francisco Hernández, fechada en 1576, causaba: “fiebres contagiosas y abrasadoras del todo pestilentes, lengua seca y negra, sed intensa, orinas de color verde marino y negro, pulso frecuente y rápido, y otras veces imperceptible,  los ojos y todo el cuerpo amarillentos, delirios y convulsiones, dolor de corazón y pecho, gran angustia y disenterías, hasta que el enfermo vomitaba sangre y moría entre horribles contracciones” Esta bacteria llevada por los conquistadores españoles a México y Guatemala fue la culpable de que en un periodo de 5 años pasara la población de 20 millones de habitantes a tan solo dos millones.
No se tiene en consideración lo que supuso aniquilación masiva de millones de indígenas, un drama angustioso que se intenta borrar de nuestra memoria colectiva con el argumento de que fue “algo natural” o que es “el precio que se ha tenido que pagar en este glorioso proceso civilizatorio”. “¡un parto doloroso pero necesario que nos ha conducido a la forja del hombre nuevo!”

Desde tiempos inmemoriales las potencias dominantes utilizaron la guerra bacteriológica como arma de destrucción masiva para rendir y subyugar a sus enemigos. Muchas veces se infiltraban leprosos para contagiar a poblaciones enteras, otras veces, lanzaron en las ciudades sitiadas objetos, prendas o alimentos contaminados con la peste bubónica o la peste negra.

Solo a raíz del drama del coronavirus nos hemos dado cuenta de lo que ha significado la masacre bacteriológica que arrasó el continente americano. ¿Alguien es capaz de reivindicar a las víctimas o siquiera reconocer el espantoso genocidio? Me temo que jamás lo reconocerán porque la soberbia imperialista se limita a pasar página y culpar a las víctimas.

Carlos de Urabá 2020

mercredi 4 mars 2020

¡El juicio final ya comenzó!



El área metropolitana de Guadalajara (México) es el mejor ejemplo para comprender la magnitud del drama medioambiental que atraviesa América Latina.

Cualquier persona que se levanta por la mañana lo primero que hace es ir al baño a hacer sus necesidades fisiológicas, después  tira de la cadena del inodoro, luego se ducha con mucho jabón o shampoo, mínimo 10 minutos; se cepilla los dientes, escupe, tira otra vez de la cadena del inodoro; se acicala, se peina,  si son mujeres se maquillan con diversos productos de cosmética, cremas, lociones, perfumes, el fijador, el acondicionador, la brillantina, la laca, la gomina o  el desodorante, acto seguido se van a la cocina a preparase el desayuno; se sirven el café con leche, el pan con mantequilla y mermelada. Se acabó la leche y tiran el envase a la basura, se acabó el café y tiran el tarro a la basura; se toman un yogurt y tiran el envase a la basura. Producimos desperdicios y aguas residuales que es necesario evacuar de las zonas residenciales puesto que de lo contrario provocarían terribles epidemias y pandemias. No importa pues para eso se pagan impuestos y luego vendrán los servicios municipales de limpieza a recogerla para trasportarla a unos de los 12 botaderos de basura que existen en Guadalajara.  Cada individuo de una familia normal y corriente (4,1 personas) produce en residuos sólidos (materia orgánica e inorgánica) un kilo y medio diario, o sea, media tonelada anuales. Entre los que sobresale especialmente: plástico, papel, cartón, vidrio, latas, etc. la pregunta es: ¿adónde van a parar todos esos deshechos que producimos empezando por el agua del inodoro, la bañera, el lavaplatos, o la lavadora? pues a los desagües que conducen a los tubos que se encuentran enterrados en la calle y que están unidos a los canales del alcantarillado que lo distribuyen a la red unitaria que a su vez los  lleva a un colector o una  fosa séptica que en teoría lo descarga a una planta de tratamiento de aguas residuales. Ojalá sea así, pero lo cierto es que el 50% de las plantas de tratamiento están fuera de operación y tan solo el 2% es purificada según lo reflejan las estadísticas del CIATEJ.  Lo que significa que casi siempre todas estas aguas negras acaban en los ríos, lagos, el mar o se filtran en los mantos freáticos.

Los ciudadanos pertenecen a un medio urbano antinatural y artificial y poco les importa lo que ocurra con el medio ambiente.  Pero en todo caso sus casas están bien limpias e inmaculadas; las barren a fondo, las trapean con lejía, y la perfuman con ambientadores.  Según las necesidades meten la ropa sucia en la lavadora, le echan detergentes y suavizantes, y claro más químicos y venenos que van a parar a los desagües.  Este es en general el comportamiento de los ciudadanos de las grandes urbes no solo de Latinoamérica sino en todo el mundo. Por supuesto que estamos hablando de aquellos que poseen una casa y una red de distribución de agua potable. Según el INEGI 10.500.000 habitantes no tienen suministro diario de agua, lo que representa una población de más de 44 millones de mexicanos. Sin duda el crecimiento desordenado de la población y la explosión demográfica ha acrecentado aún más esta tragedia social.

En el área metropolitana de Guadalajara de 8.000.000 de habitantes existen 12 basureros que generan 5.500 toneladas de basura diarias, mientras los vertederos ciudad de México producen 13.000 toneladas de basura diarias y en todo el país 37.5 millones de toneladas de basura anuales.  Es tal la cantidad de residuos sólidos que desechan los millones de habitantes de una ciudad que ya no queda espacio en los basureros a cielo abierto o de relleno sanitario.

Capítulo aparte es el de las pilas que están compuestas por elementos altamente contaminantes y que se arrojan en cualquier lugar sin tomar las mínimas precauciones. ¿Cuánto contamina una pila de litio de las que se utilizan en los componentes electrónicos como computadores, tabletas o teléfonos celulares? Una sola pila la de litio puede contaminar 600.000 litros de agua, una alcalina 167.000 litros de agua, ¿y una pila de mercurio o de plomo? el ácido de las baterías de plomo es lo más peligroso; el mercurio es cancerígeno y bioacumulable, la alta exposición a este mineral puede dañar el cerebro, los riñones o el feto y si entra en contacto con el agua de los ríos puede fijarse en los tejidos de los peces. El plomo que también es un componente básico en las pilas afecta gravemente el sistema nervioso, los riñones y el aparato reproductivo. El litio es neurotóxico y es nocivo para el riñón, la intoxicación por litio produce fallas respiratorias depresión del miocardio, edema pulmonar y estupor profundo. Y en casos graves daña el sistema nervioso hasta provocar estado de coma e incluso la muerte.  El litio puede lixiviarse fácilmente y llegar a los mantos acuíferos. Su efecto puede alargarse por siglos. Las botellas de vidrio tardan 4.000 años en desaparecer, las bolsas y envases de plástico un plazo de 150 años y una botella de PET 1.000 años, tetrabrik 30 años en degradarse, latas de refresco de aluminio 10 años en degradarse.

La cuenca del Lerma-Santiago y el lago Chapala ocupa una superficie de 132.000 kilómetros cuadrados y se extiende por varios estados del país (México, Querétaro, Guanajuato, Michoacán y Nayarit) Estamos en la cuenca hidrográfica más contaminada de México y quizás también del mundo. Aquí van a parar las aguas negras, los desechos de metales pesados o los lodos tóxicos, compuestos orgánicos e inorgánicos volátiles, materia fecal, papel, cartón, plásticos, chatarra, artilugios tecnológicos, también los desperdicios de los mataderos, ladrilleras, la agroindustria, factorías agrícolas como granjas de pollos, cerdos, ovinos, caprinos, las tequileras (Casa Cuervo), cerveceras (Modelo) industria cárnica, alimenticia (Nestlé, Hershey), textilerías, maquiladoras, ensambladoras (Honda y ZF) industria química (Quimikao), fábricas de alimentación animal (Virbac) restaurantes, hospitales, hoteles. Y de ahí la gran incidencia en graves enfermedades como la insuficiencia renal crónica y el cáncer. Hasta los años cincuentas era el hábitat de agricultores y pescadores, un paraje de ensueño que inspiraba a los músicos y poetas, pero hoy no es más que una infecta letrina donde proliferan las bandadas de zopilotes y cuervos o las plagas de ratas, zancudos y cucarachas. En el año 2008 el niño Miguel Ángel López Rocha cayó accidentalmente a un ramal del río Santiago y tras agonizar dos semanas en el hospital falleció intoxicado por el arsénico que había absorbido su cuerpo.  El resultado de las Investigaciones de los científicos de la Universidad Autónoma de San Luis de Potosí informa sobre el alto grado de contaminación en la cuenca Santiago-Lerma-Chapala. Dictamen que las autoridades ocultaron para no crear alarma social y desentenderse de sus responsabilidades. La empresa que registra los mayores niveles de polución es la compañía estadounidense Zoltec, especializada en la comercialización de fibra de carbono. A finales del 2019 el Gobierno de Jalisco anunció la apertura de un nuevo parque industrial en el Salto con una inversión de 110 millones de dólares.

Este es uno de los más importantes corredores industriales de México y por tal motivo desde hace décadas se encuentra seriamente afectado por la  contaminación ambiental (pues no solo recibe las descargas industriales sino también las aguas negras de las zonas urbanas) Entre las sustancias toxicas reportadas en los análisis del instituto CIATEJ caben destacar: flúor, cloro, arsénico, plomo, cadmio, mercurio, aguarrás, benceno, lindano, benzinas, ácido sulfúrico, fibra de vidrio, polímeros sintéticos, monómeros, polietileno, poliestireno, PVC, ácido sulfhídrico, corrosivos, disolventes, desengrasantes, derivados del petróleo, las dioxinas o COP (contaminantes orgánicos persistentes) coliformes fecales, residuos de DDT, glifosatos, agroquímicos, insecticidas, pesticidas,  fertilizantes, herbicidas, fungicidas que pueden provocar a largo plazo cáncer, leucemia, enfermedades cardiovasculares, alteraciones del sistema nervioso, esterilidad, afectaciones de las vías respiratorias y de la piel ¡Atención! Son más de 1.000 sustancias tóxicas.  Residuos peligrosos como el nonifenol son prácticamente imposibles de eliminar incluso aplicando la más avanzada tecnología. Un gran porcentaje de estas sustancias anteriormente expuestas se descargan directamente a los ríos, las lagunas, los humedales, los estuarios, los manglares y por último al mar.

Muchos de estos compuestos reaccionan unos con las otros y son capaces de provocar explosiones, combustión espontánea o nubes tóxicas.  Estamos ante un escenario más propio de la guerra química y bacteriológica como queda plasmado en las catástrofes San Juanico (México) en 1984 y del 22 de abril de 1992 en Guadalajara que dejaron miles de muertos y cientos de desaparecidos. No olvidemos que la Ley de la Conservación de la Materia afirma que la materia no se crea ni se destruye, se transforma.

Entre los desechos tóxicos industriales hay que reseñar los derivados del poliglicol, refrigerantes, disolventes, varsol, el aceite de los carros, el aceite de uso doméstico que se desechan en el alcantarillado o los vertederos y que se filtran en el subsuelo y los cursos de agua. Florecen por doquier los basureros de llantas viejas que se venden a las cementeras para quemarlas en los hornos produciendo el polvo residual llamado Clinker que marca niveles altísimos de plomo, arsénico cadmio, mercurio, selenio, etc. Son 19 metales pesados que expulsa a la atmósfera como el dióxido de carbono y monóxido de carbono que son gases que potencian el efecto invernadero.  

Los niveles de ozono y partículas nocivas supera hasta por tres veces lo establecido en los protocolos de salubridad.  Las víctimas son seres invisibles que no se recogen en las estadísticas, hay miles de afectados y cientos de muertos anuales. En las horas punta el caótico tráfico automovilístico no deja más que una voraz humareda cargada de partículas nocivas que superan hasta por tres veces lo establecido por la legislación ambiental (muchos días alcanza los 90 puntos Imeca que se traduce de regular a malo en la calidad del aire)

¿Qué se necesita para descontaminar el río Santiago y Lerma y el lago Chapala? supone una misión casi imposible de afrontar pues se requieren inversiones millonarias en infraestructuras que por el momento están en fase preliminar -Según las palabras del gobernador de Jalisco Enrique Alfaro- “se va a aplicar una estrategia integral para la recuperación del río Santiago” Aunque a ciencia cierta dichos proyectos requerirán varias décadas para materializarse.  Pero los especialistas siguen obviando el problema más urgente que es el de los vertidos industriales. Hay que atacar a fondo la polución de las fuentes hídricas en el origen, es decir, desde el estado de México (distante a unos 480 kilómetros) Para que el plan sea exitoso los municipios tienen que responsabilizarse del saneamiento, y las fábricas e industrias tratar con urgencia los desechos tóxicos construyendo plantas depuradoras. Las inspecciones deben realizarse con asiduidad por parte de la CONAGUA y ordenar el cierre por vía judicial de aquellos que incumplan las normas. Pero como de costumbre las prácticas corruptas y los sobornos impiden que se hagan efectivos dichos controles de vigilancia. Las afectaciones a las poblaciones ribereñas deben ser consideradas un crimen de lesa humanidad como lo refiere categóricamente el informe presentado por el sistema de datos renales de EEUU. El municipio de San Pedro Itzicán (en el lago Chapala) contabiliza el mayor número de enfermos renales a nivel mundial.

En el año 2012 fue inaugurada por el propio presidente Felipe Calderón la planta de tratamiento de aguas residuales y lodos industriales del Ahogado que junto a la de Agua Prieta (ambos proyectos realizados por la empresa española Renova Atlatec y que se consideran un fiasco.  Ambos fueron diseñados para sanear el 85% de las aguas negras de Guadalajara (pero hoy apenas procesan el 40%) Las autoridades prometieron que para el 2030 todas las aguas residuales municipales captadas en los sistemas de alcantarillado de Guadalajara contarán con plantas de tratamiento de basuras, arenas y lodos.

Aunque México firmó el Acuerdo de Paris para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero el gobierno de la Cuarta Transformación de Morena ha apostado por incrementar la producción de los combustibles fósiles (monopolio petrolífero de carácter nacionalista) dejando a un lado los proyectos de energías renovables. Han preferido aplicar una estrategia retrograda más propia del siglo XX inyectando recursos a la construcción de refinerías, reparación de las antiguas y la exploración de nuevos campos petrolíferos y gasíferos. Igualmente, no se ha detenido la explotación a destajo de las minas de carbón para abastecer las centrales carboeléctricas que producen el 9% de la energía del país. Hay más de 1.000 millones de toneladas de mineral en el subsuelo y los tecnócratas sostienen que es necesario aprovecharlas al máximo-. La descarbonización de la economía se aplaza indefinidamente.  El presidente López Obrador está empeñado en resucitar PEMEX que es la empresa más grande y endeudada de México inyectándole 114.000.000 de pesos (7.400 millones de dólares) Porque PEMEX debe convertirse en el motor del “crecimiento de la patria” y “garante de la soberanía” En la actualidad el 80% de la gasolina que consume México procede mayoritariamente de las refinerías de EEUU y de otros 39 países.

Para rematar existe un fenómeno que muy pocas veces se menciona y es el de la lluvia ácida que se propaga gracias a la humedad del aire y que es capaz de extenderse por cientos de kilómetros impulsada por los vientos y las tormentas. La lluvia ácida es un cóctel venenoso compuesto por dióxido de azufre, trióxido de azufre y óxidos de nitrógeno procedentes de los derivados del petróleo, del carbón, deshechos de incineradoras, centrales eléctricas, humos de fábricas, vehículos o aeronaves.  Sus efectos son muy perniciosos pues marchita la vegetación, empobrece el suelo, enferma la fauna silvestre, flora, insectos o microorganismos. El salto de Juanacatlán, llamado en su día el “Niágara mexicano”, es el mejor ejemplo de lo que significa la aspersión de partículas volátiles tipo aerosol que respiran los seres vivos en cantidades ingentes de monóxido de carbono, óxido de azufre, óxido de nitrógeno y plomo. Muchas sustancias radioactivas permanecerán latentes por los siglos de los siglos. Los biólogos han demostrado que la acción mutagénica de agentes físicos, químicos o biológicos alteran o cambian la información genética del ADN de los organismos. Mutaciones que a menudo producen cáncer y enfermedades de la piel y cardiovasculares. Los pobladores de la cuenca desesperados organizan manifestaciones de protesta y exigen a los organismos oficiales que ponga fin a este cruel genocidio. Hasta la misma SEMARNAT (Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales) está de acuerdo en que se declare de una vez por todas la emergencia sanitaria.

En 2015 durante la Conferencia de París sobre el Clima (COP21) 195 países firmaron el primer acuerdo para combatir el cambio climático. El Acuerdo de París establece compromisos vinculantes para mantener la temperatura global en este siglo muy por debajo de los 2 grados centígrados. El gobierno mexicano ratificó el Acuerdo de Paris el día 22 de abril del 2016, el cual debe entrar en vigor a partir del 2020, comprometiéndose a disminuir progresivamente las emisiones de efecto invernadero en un 25% de GEI y contaminantes climáticos 22% de GFI y 51% de carbono negro, además de reducir las emisiones del sector industrial generando un 35% de energía limpia en el 2024 y 43% en 2030 (donde tiene que ser eliminados el 87 % de los precursores que genera ozono y alto contenido de azufre) El efecto invernadero es corrosivo y daña la vida terrestre, acuática y aérea.

3.000.000 vehículos de motor circulan diariamente en el área metropolitana de Guadalajara; mientras en la ciudad de México ya son 5 millones de automotores. El estrés oxidativo provocado por las altas cantidades de ozono liberado a la atmósfera influye negativamente en el medio ambiente. Los niveles de ozono y partículas nocivas supera hasta por tres veces lo establecido por las normas internacionales y si no se toman las medidas oportunas podría aumentar en un 20% en los próximos 10 años. Pero las pretensiones de la industria automovilística a corto y largo plazo es multiplicar a la enésima potencia la producción de vehículos pues las ventas están en números rojos.  De lo contrario se perderían miles de puestos de trabajo y la economía entrarían en recesión. Algo que resulta un sinsentido cuando la promesa del nuevo gobierno es elevar el bienestar y el poder adquisitivo de los ciudadanos. México por sus características geográficas es uno de los países más amenazados de los efectos hidrometereológicos que influyen en el desequilibrio ecológico: sequías, inundaciones, heladas y tormentas, destrucción del hábitat y perdida de la biodiversidad. De 8.000.000 de kilómetros cuadrados de selvas tropicales hoy tan solo quedan 1.000.000 de kilómetros. Ecosistemas tan frágiles necesitan siglos en regenerarse.

En el corredor industrial de Guadalajara-Ocotlán el Salto-el Ahogado están asentadas unas 10.000 industrias, empresas multinacionales y factorías, además se localiza el Silicón Valley mexicano donde se desarrolla la floreciente industria del software con unas exportaciones de 148.000 millones de pesos y que genera empleo a más de 100.000 personas. Existen 600 empresas de alta tecnología lo que la sitúa en la quinta ciudad de América Latina con el mayor nivel de digitalización. Sobresalen 15 grandes corporativos, principalmente de origen USA. Guadalajara es la tierra de promisión, pero también el infierno de la contaminación electromagnética, rayos gamma, rayos X, radiación ultravioleta y microondas con serias incidencias en los tumores cerebrales. Jalisco ocupa el segundo puesto en contaminación a nivel nacional, pero aporta un 7.0% del PIB mexicano. Hay que elegir entre los pajaritos y las florecitas o los altos réditos de la bonanza económica.

La medición del el PH como una variable química maestra nos indica cuan alta es la concentración de iones de hidrógeno que nos revela la acidez o alcalinidad del agua que es la mejor forma de comprobar su mayor o menor grado de pureza. En este caso el PH de dicha cuenca hidrográfica es incompatible para la vida acuática. Si se hace un recorrido a pie por ese entorno opresivo es imprescindible usar mascarilla para contrarrestar los malos olores y las emanaciones químicas que en algunos casos provocan asfixia, náuseas, vómitos o diarrea. Aquí el coronavirus se llama dengue hemorrágico que en el año 2019 ha ocasionado casi 200 muertos. 

La fábrica de cerveza del grupo Modelo necesita de millones de litros de agua para asegurar que su producción siempre esté en alza- se requieren tres litros de agua para obtener uno de cerveza. Anualmente consumen 51.3 millones de hectolitros de agua o, mejor dicho, 16.6 billones de litros de agua.  Con estas reservas se podrían abastecer a 11.000.000 de mexicanos que no tienen acceso al agua potable. El agua escasea cada vez más, hay desabasto en las colonias y poblaciones marginales donde es racionada o se suministra mediante pipetas. En un futuro no muy lejano se desertificará muchas regiones que hoy son fértiles valles o vergeles.

Y encima las cerveceras contaminan con sustancias tóxicas tanto los cauces fluviales como la atmósfera. México ocupa el cuarto lugar en producción de cerveza en el mundo, y es el primer exportador a nivel global.

Las áreas urbanas se han extendido más allá del horizonte, no conocen limites ya que las municipalidades han permitido edificar en las zonas verdes y reservas naturales. Nadie es capaz de detener el ecocidio promovido desde las altas esferas del poder. ¿Cómo salvar los bosques, humedales, lagunas, campos de cultivo que han sido sepultados bajo una pesada losa de cemento y asfalto?  Hace unos 40 años el municipio de Zapopan era conocido como la “despensa del bajío” pero en la actualidad por culpa de la especulación inmobiliaria no es ni sombra de lo que fue. Se acabó ese edén de ensueño para dar paso a las autopistas, rascacielos, colonias, condominios, y gigantescos centros comerciales.  Según los gurús del neoliberalismo el crecimiento económico tiene que mantener su curva ascendente. Infinidad de empresas multinacionales se han instalado en la zona de Zapopan aprovechando las grandes facilidades que ofrece la municipalidad con bajos impuestos, energía barata y una normativa tolerante con la contaminación medioambiental. Sobre la mesa hay nuevos macroproyectos -claves para atraer capitales-como termoeléctricas, gasoductos, hidroeléctricas o plantas geotérmicas.

Cada día que pasa los recursos hídricos se agotan y por más que se construyan represas y se sobreexploten los acuíferos en muchísimos pueblos, barrios y colonias se raciona el agua o deben ser abastecidos por carrotanques.  Como el agua del grifo “no es recomendable beberla” ya que es un riesgo para la salud -como lo acreditaron los especialistas del instituto de ciencias químicas ambientales- la ciudadanía se ha visto obligada a beber el agua embotellada favoreciendo el multimillonario negocio que dominan compañías multinacionales como Danone, Nestlé, Dasani, Coca Cola y PepsiCo (que facturan 67.000 millones de dólares anuales) Aunque los gobiernos municipales están obligados por la Constitución mexicana a suministrar agua potable a sus ciudadanos (para beber, bañarse, uso doméstico, además de dotar a los barrios y colonias de drenaje, alcantarillado, y tratamiento de aguas residuales) El agua  es un derecho humano de primer orden reconocido explícitamente por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Sin el agua no existiría vida sobre el planeta tierra.

La sociedad civil se ha movilizado empecinada en salvar la cuenca del Lerma-Santiago-Chapala. Valerosos han asumido el papel de escudos humanos, de guerreros indómitos que a pecho descubierto enfrentan a un insaciable monstruo casi invencible. Sin su compromiso y entrega solidaria seguramente hoy la tragedia sería pavorosa. Esta es la oposición que fiscaliza al poder establecido y entabla demandas y amparos judiciales que paraliza esos planes desarrollistas de carácter megalómano. Bajo el lema: “el infierno ambiental en el paraíso industrial” se encuentran en pie de lucha la Asociación del Foro Socio-Ambiental de Guadalajara presidida por Enrique Lira, la Asociación Un Salto de Vida dirigida por Enrique Encizo, la Fundación Cuenca Lerma-Lago Chapala-Santiago cuyo presidente es Manuel Villagómez asesorado por el veterano activista Elías Rodríguez, también don Raúl Muñoz Delgadillo Defensor de los Derechos Humanos del Salto y el colectivo Pueblos en Resistencia de la Barranca.  

Ante tamaña actitud suicida se necesita urgentemente un cambio del modelo de vida más próximo a la deconstrucción, o sea, desmontar la diabólica maquinaria que rige el sistema capitalista empezando por el abandono del desarrollismo extremo. Promover una vuelta al campo y a ser autosuficientes estimulando la producción de productos orgánicos libres de contaminantes. (muchos cultivos se riegan con aguas inmundas y pestilentes) Un sacrificio que por el momento los ciudadanos no están dispuesto a asumir ya que no quieren renunciar a los privilegios que les brinda la modernidad.

El presidente Donald Trump se niega a reconocer que exista cambio climático y ha decidido retirar a EEUU del Acuerdo de Paris. “no hay pruebas contundentes y más bien parece que hace parte de la misma evolución del planeta” – El soberbio mandatario desprecia las investigaciones de biólogos y ambientalistas que nos alertan de la grave crisis ambiental que nos aguarda en un futuro no muy lejano. Para él lo más importante es que la bolsa de valores de Wall Street se mantenga al alza. De nada vale sembrar árboles pues lo más rentable es recoger la cosecha de dólares. Está comprobado científicamente que el calentamiento global es el causante del aumento de las temperaturas, la subida del nivel del mar, el deshielo de los casquetes polares, las sequías extremas, las inundaciones o los incendios de las selvas tropicales.

Por ese camino transita también el gobierno de la Cuarta Transformación pues México, como tantos otros países del Tercer Mundo, aduce que tiene todo el derecho a alcanzar el alto nivel de desarrollo de las grandes potencias.

¿Es posible remediar la catástrofe a estas alturas del siglo XXI? ¿Como desactivar este peligro letal que amenaza a la humanidad? ¿Aparecerá algún redentor divino o humano? Pero por más que se construyan depuradoras de aguas residuales o plantas de reciclaje de basuras los ríos, los lagos, los mares parece que están condenados a ser unas inmundas cloacas.

Tal y como anuncian los predicadores de las sectas: “el juicio final ya comenzó” y lo repiten hasta la extenuación: “estamos a las puertas del apocalipsis” Mientras los fieles temerosos se arrodillan implorando clemencia. El paraíso está en el cielo y no en la tierra, entonces lo mejor es dedicarse a orar en las iglesias por la salvación de las almas.

Hoy la lucha por la preservación del medio ambiente es una labor que llevan a cabo organismos institucionales como ministerios, secretarias, también las ONG, las asociaciones, las fundaciones e incluso hasta el Rotary Club se aprovecha de la coyuntura para lanzar campaña de “redención universal”. La ecología está de moda y todos los partidos políticos la incluyen en sus programas pues saben muy bien que es un factor imprescindible para captar el mayor número de votantes. ¿quizás promueven una revolución verde?  Solo se trata de una estrategia publicitaria más que solo sirve para imprimir bellísimas revistas y folletos cuyo destino no es otro que ser desechados en los basureros.
Los pueblos que quieran ser protagonistas de su propia historia deben optar por un compromiso colectivo obviando el individualismo imperante, mejor dicho, toda la sociedad debe implicarse en la lucha por la preservación del medio ambiente.  Si en muchos países del Primer Mundo se toman las medidas urgentes para frenar el cambio climático y el calentamiento global, en el Tercer Mundo, por el contrario, no hay una conciencia crítica y prefieren seguir alienados por la realidad virtual que castra cualquier relación con la tierra. ¡alerta, alerta! suenan las sirenas mientras los ciudadanos ávidos siguen devorando el orgiástico banquete capitalista.

Carlos de Urabá 2020