La jaula

La jaula
por la emancipación de los pueblos

samedi 24 novembre 2012

Terremoto del Perú 2007: el negocio de la mafia humanitaria

El gobierno de Alan García es el responsable de la “desaparición” de más de la mitad de los cien millones de euros que los EEUU, Europa y Japón enviaron de ayuda para paliar los estragos del terremoto de Pisco, Ica y Chincha en el año 2007. Al día de hoy sólo un 27% de las viviendas se han podido reconstruir y cientos de miles de supervivientes siguen sumidos en el más absoluto desamparo.

Reyna Condori jamás olvidará ese día en que el presidente de la República en persona visitó la barriada el Porvenir de Pisco. El Dr. Alan García Pérez junto al Premier Jorge del Castillo y un séquito de edecanes y guardaespaldas saludaba a los habitantes y ponían esa cara risueña igualita a los carteles de las elecciones. La comitiva acompañada de obispos y embajadores vino a traer la ayuda humanitaria para los damnificados del movimiento telúrico. A su lado la primera dama doña Pilar Nores acariciaba a los niños desvalidos mientras les ofrecía galletas y caramelos. Las cámaras de televisión y los fotógrafos se peleaban por eternizar las imágenes más impactantes como la de aquella viejecita que apenas podía caminar y extendía la mano suplicando una limosna. El presidente Alan García en tono grandilocuente se dirigió a las víctimas: "Queridos compatriotas, mi gobierno se compromete a reconstruir Pisco en un tiempo record y devolverle su esplendor perdido …" Tras media hora de discurso pidió un minuto de silencio en homenaje a los muertos. Acto seguido comenzó a repartir mercados entre los supervivientes que formados en fila india iban pasando por el improvisado escenario. Cuando le tocó el turno a Reyna Condori el presidente la estrechó entre sus brazos y le dijo: -"Reyna, la patria está en deuda con ustedes" y recibió de sus propias manos una caja con leche en polvo, una libra de arroz, tres paquetes de pasta y unas latas de sardinas.

A Reyna Condori se le vinieron las lágrimas de la emoción, el mismísimo presidente de la república se había dignado pronunciar su nombre. Allí estaba su excelencia tan alto y gordote enfundado en su terno negro, y ella a su lado tan escuálida que más bien parecía la enanita de un circo. Qué grotesca escena en que el primer mandatario de 130 kilos de peso consolaba a una tribu de cholos famélicos. Reyna Condori ahora al menos tenía algo para echarse al buche y olvidar la pena que la afligía pues a su familia se la tragó la tierra y ella quedó sumida en la más completa orfandad.

El remezón fue tan violento que casi todas las casas de adobes y bahareque se vinieron abajo igual que se desbarata un castillo de naipes. La gente gritaba desesperada y la tierra se zarandeaba de un lado a otro como un barco que se va a pique en lo más profundo del océano. Sólo bastaron unos pocos segundos para que la tragedia se consumara. Luego el polvo, los cascotes, los hierros retorcidos, las quejas, el llanto y el dolor de los sobrevivientes. Muchos de éstos cubiertos de polvo deambulaban cual espectros sin rumbo fijo en busca de alguien que los socorriera. Reyna Condori desconocía la suerte de los suyos pues sus padres y hermanos habían desaparecido entre los escombros de su casa. Ella se salvó de puro milagro porque antes de que empezara el terremoto su madre la envió a un mandado a la tienda de la esquina. Ahora le tocaba lo peor: a tan tierna edad soportar ese amargo duelo en medio de la soledad y el silencio. No se merecía ese duro golpe que le infringió el destino pues en apenas unos segundos su vida quedó completamente rota.

Reyna Condori vendía mazorcas de maíz junto a su madre Faustina en el mercado de Pisco, al tiempo que Segundo, su progenitor, trabajaba de lustrabotas en la Plaza de Armas. Y lo más cruel, sus dos hermanitos Wilmer de 7 y Fredy de 9 años que estudiaban 4 y 5 grado de primaria en el colegio Andrés Avelino Cáceres ya no volverán a jugar con ella en el parque distrital. Aunque su familia era pobre nunca les faltó en su mesa un pedazo de pan o un plato de sopa. Pero ahora la cosa se había puesto bien fregada ya que la mayor parte de la ciudad de Pisco ese fatídico día 15 de agosto del 2007 quedó prácticamente demolida tras el terremoto de 7,9 grados en la escala de Reitcher que asoló la región. Sin lugar a dudas parecía que hubiera estallado una bomba atómica borrándola de la faz de la tierra.

Hambrientos y sedientos los damnificados tenían que armarse de paciencia y esperar a que la tan mentada ayuda humanitaria viniera a salvarlos. Por la radio las noticias afirmaban que de todas partes del mundo estaban enviando víveres, mantas, ropas y medicinas para las víctimas de la catástrofe. Pero ellos no habían visto ni un pedazo de pan o una botella de agua. Tal vez como suele ocurrir en estos casos otros estarían haciendo negocio con su tragedia, pensaron. Encima las autoridades les advirtieron que no podían bajar la guardia pues lo más probable es que se presentaran réplicas del terremoto. De veras que a muchos les hubiera gustado correr la misma suerte de sus seres queridos pues ahora este castigo era peor que la propia muerte.

De inmediato la gente entró en pánico y abandonó las pocas casas que habían quedado en pie. Por las calles los perros aullaban mientras los miembros de la Cruz Roja colocaban en la Plaza de Armas los cientos de muertos para identificarlos. Lo más tétrico fue contemplar la agonía de los que quedaron sepultados vivos bajo los escombros. Desde el fondo de la tierra se escuchaban sus voces implorando auxilio. ¡Qué impotencia! Sacarlos de allí era imposible pues estaban enterrados debajo de toneladas de cascotes y piedras que les habían caído encima. Nadie iba a arriesgarse a ayudarlos cuando las paredes que aún permanecían en pie amenazaban en cualquier momento con derrumbarse. Tuvieron que esperar la llegada de los bomberos que guiados por sus perros escarbaban con picos y palas entre las ruinas en un vano intento por sacar a esas pobres criaturas del infierno. A pesar del peligro latente muchas personas prefirieron quedarse en sus casas salvaguardando sus pertenencias;un televisor, una lavadora o la nevera. Porque desde el mismo día de la tragedia bandadas de gallinazos en el cielo y hordas de saqueadores en la tierra invadieron Pisco; unos revoloteaban en busca de carroña y otros de cualquier objeto de valor. Algunos pobladores armados con pistolas empezaron a disparar contra cualquier sospechoso que estuviera merodeando la zona del desastre ya fueran de la policía o los mismos rescatistas .

Menos mal que a las pocas horas el ejército hizo acto de presencia o sino la anarquía se hubiera apoderado de la devastada ciudad. Los soldados levantaron en la cancha de fútbol del barrio el Porvenir un campamento con tiendas de campaña para cobijar a los supervivientes. Gracias a Dios ya no dormirían al raso aguantando ese frío atroz que hace por la noche en la costa del Pacífico peruano mientras en el día los rayos del sol achicharraban hasta las piedras. Allí los instalaron mientras conseguían reubicarlos en un sitio definitivo, según las promesas que les hicieron las autoridades para subirles los ánimos. Sin agua, sin luz sin esperanza alguna ahora les tocaba cumplir con las ratas, los mosquitos y las alimañas esta injusta condena.

A la mañana siguiente una caravana de jeeps 4X4 de cristales polarizados se presentó por sorpresa en el campamento. Todo el mundo acudió a darles la bienvenida esperanzados en que ya traían la ayuda humanitaria. Se abrieron las puertas de los lujosos automóviles y descendieron un enjambre debrigadistas extranjeros; gringuitos rubios y de ojos azules con porte de actores y actrices, unos ángeles de la guarda igualitos a los de las pinturas de la iglesia de San Clemente. Dizque venían a hacer el censo de los damnificados. Les preguntaban por sus nombres, el número de cédula, los hijos, los padres, abuelos, los muertos, desaparecidos o cuáles eran sus necesidades prioritarias. Y ellos sin inmutarse escribían las respuestas en sus computadores. Al final les entregaron una ficha donde debían estampar su firma o en su defecto la huella dactilar. Antes de atardecer acabaron la encuesta y les prometieron que muy pronto regresarían con la tan añorada ayuda humanitaria. Ese anuncio les subió la moral y comenzaron a aplaudirlos y a vitorearlos. Los brigadistas con un gesto de cumplido se subieron en los jeeps y arrancaron dejando tras de si una polvareda irrespirable.

A continuación, para rematar, le tocó el turno al curita de la parroquia que cual cuervo diabólico vestido con una sotana negra venía a predicar en el camposanto. Portando una cruz entre sus manos comenzó a sermonear a los dolientes con que había que tener fe, que Dios no los iba a abandonar en este trance. Luego, abrió la biblia y leyó algunos salmos para consolar a los deudos, a los huérfanos y heridos advirtiéndoles que sus familiares, por fortuna, ya estaban en el cielo a la diestra de Dios padre y no aquí en la tierra pasando las duras y las maduras. En el preciso momento en que el cura rezaba el padrenuestro se escuchó una especie de bramido que brotaba de las mismísimas entrañas de la tierra.

La gente empalideció y quedó paralizada de espanto. ¿Sería tal vez un nuevo remezón más? A lo lejos el oleaje del mar amenazaba con inundar la tierra firme. Entonces, alguien gritó ¡tsunami! y toditos salieron corriendo como almas que lleva al diablo hacia las colinas más próximas. Abrazados unos a otros cayeron de rodillas presas del pánico con las manos en alto implorando clemencia al todopoderoso. ¿Qué habían hecho para merecer esto? ayayay ni que Pisco fuera Sodoma y Gomorra. Diosito no paraba de castigarlos y ni los ruegos y oraciones servían para aplacar su furia.

A los dos o tres días regresaron nuevamente los brigadistas del USAID en sus jeeps todo terreno. Los refugiados al verlos venir corrieron a recibirlos como si se tratara de la carroza de papá Noel. Y es que de veras estaban con la soga al cuello pues apenas si comían una sola vez al día un plato de arroz con fríjoles, mientras las guagüitas no hacían sino llorar de pura inanición. Los brigadista bajaron varias cajas de los jeeps y empezaron a repartir tarros de leche Gloria y paquetes de galletas Quaker para intentar calmar el hambre de las fieras. La jauría se empujaba y pisoteaba desesperada por conseguir algo de comida. Hasta tal punto que se desató un motín y los soldados tuvieron que disparar al aire para reestablecer el orden.

Con un altavoz en mano tomó la palabra Mr Smith, un gringo flaco y alto de pelo rubio que en un mal español les advirtió: No problema. Tener que conformarse con lo que hay pues la cosa demora. Para distraerlos un poco comenzaron a organizar los grupos de ayuda mutua: las ollas comunitarias, la recogida de basura, la construcción de las letrinas, el dispensario y una guardería. Por suerte Reyna Condori salió elegida ayudante de cocina. Una señora de sombrero vaquero y gafas de sol de nombre Katy les explicaba las medidas más urgentes que tenía que tomar: hervir el agua, lavarse las manos, no tirar desperdicios en el suelo y hacer sus necesidades en las letrinas para prevenir las epidemias. Tras la charla los formaron en el patio donde varios policías izaron la bandera del Perú. Emocionados al contemplar la enseña blanca y roja o­ndear en el cielo todo el mundo  se puso la mano en el pecho y comenzó a cantar el himno nacional. Al menos los símbolos patrios les reconfortaba el dolor y les levantaba la moral.

Al grito de ¡viva el Perú! rompieron filas y cuando  los refugiados  se retiraba a las tiendas de campaña algo extraordinario sucedió. No se sabe bien porqué diosito iluminó a Reyna Condorí. El gringo Mr Smith la llamó para conversar en privado. Sin mayores prolegómenos él le propuso que se fuera a trabajar a Lima en su residencia familiar. Tal vez el hecho de que ella perdió a toda su familia le rompió el corazon al mister y compadecido de la pobre huerfanita quiso brindarle una nueva oportunidad ¿Y ella qué iba a responder? Sin saber cómo se le apareció la virgen en medio de esa pampa estéril y no le quedaba más remedio que partir con ellos a la capital. Así que metió tres o cuatro trapos sucios en una bolsa de plástico y sollozando se despidió de sus compañeros. ¡Qué envidia! la cholita se iba para Lima a trabajar de sirvienta en la casa del jefe de la misión. Se montó en uno de los jeeps de la caravana y desapareció junto a los brigadistas rumbo al país de las maravillas.

Mr Smith era el director de la oficina del USAID para el Perú, un organismo internacional de reconocido prestigio. El hombre vivía a cuerpo de rey junto a su mujer Charlotte y sus dos hijitos Alfred de 5 y Jessica de 7 añitos en tremenda mansión de 1000 metros cuadrados con piscina y gimnasio en el barrio de Miraflores, uno de los más elegantes de Lima. Además a su servicio tenía dos secretarias, la camioneta y el chofer. Ya estaba programado que Reyna se encargaría de la cocina y la crianza de los niños. Sin duda alguna ese era su destino y la razón de su existencia.

La cholita observaba alucinada un nuevo mundo de opulencia y  de derroche. Algo  que jamás imaginó experimentar pues sólo lo había visto en las películas de la televisión. Esa alacena repleta de comida; latas, cereales, spaguettis, galletas, chocolates, pasteles y la nevera ni se diga, el tesoro de los Incas, sin hablar del bar donde no faltaban las botellas de licor de las mejores marcas. A Reyna se le salían los ojos de la impresión.Y es que apenas unos días atrás estaba comiendo un engrudo de papa, arroz y fríjoles que le causaba tantas náuseas.

Seguro los patrones pensaban que como era una chola bruta no iba a enterarse de nada. Y confiados le dieron carta blanca en la intimidad del hogar. Con sigilo ella supo cumplir con su papel para luego hacer estas exclusivas revelaciones. Desde el primer momento Reyna se destacó por su viveza y aprendió rapidito los deberes. En pocos días se había transformado en una diestra mucama; ya hacía las compras en el mercado; que si la mejor carne cortadita de tal y cual manera,siempre el pescado más fino o el marisco más fresco, las frutas, las verduras, las hortalizas. Ella cocinaba y cuidaba a los niños por trescientos soles al mes (110 dólares) aparte de la habitación que le dieron en el patio trasero junto a la casita de los perros. Eso si le tocaba estar pendiente las 24 horas del día de los patrones y su único entretenimiento se limitaba a ver la televisión o ir a pasear con los niños el domingo al parque de Larcomar. No podía quejarse de nada si se comparaba con sus hermanos en Pisco que seguro estarían aún abandonados en la pampa esperando la ayuda humanitaria.

Mr Smith todo el día estaba ocupado con los computadores, rodeado de papeles, contestando las llamadas por teléfono y haciendo cuentas y más cuentas, documentos y más documentos vitales para el ejercicio de su importante misión.Tenía la responsabilidad de velar por el bienestar de los pobres, protejer a los huérfanos como ella, dar de comer a los hambrientos y redimir a la humanidad desvalida. En fin, lo de la solidaridad es un quebradero de cabeza difícil de entender.

Reyna también debía demostrar su agradecimiento y siempre tan atenta le servía al señor un wiskie en las rocas o un vasito de Coca Cola helada mientras Mr Smith, con el ceño fruncido, cuadraba las cuentas, los números y el balance semestral de los proyectos. A su mujer, Charlotte, en cambio, le gustaba pasárselo bien y salir a pasear con sus hijos a los centros comerciales, visitar la peluquería o si no compararse sus modelitos en las boutiques de moda. Reyna Condori siempre la acompañaba para que ella se explayara con más libertad. Por la noche la familia se sentaban frente a la pantallota gigante de la sala de televisión a ver las noticias de los canales internacionales y las películas extranjeras. Al tiempo que Reyna hacendosa preparaba la cena, bañaba a los niños, les dabade comer y los acostaba para después atender a los patrones.

Casi todos los fines de semana en la residencia se reunía la flor y nata del funcionariado extranjero; los diplomáticos, los directores de las O­ngs, los ejecutivos y activistas del programa contra el hambre, los de la oficina de los refugiados de la ONU, de la cooperación internacional de España AECID, la OPS, Mission Humanitaire, Save the Childrens, y algunos que otros peruanos de la pituquería, políticos del gobierno o presidentes de fundaciones que venían a estrechar sus lazos de amistad y hacer sus componendas. Reyna preparaba varias mesas en el patio junto a la piscina y allí se servían los más suculentos manjares. A los comesales les encantaban los mariscos, los centollos, las langostas o si no el pate de foie gras, los chorizos y salchichones, todo de primera e importado. Se pegaban tremendas panzadas de cebiche de conchas negras, ají de gallina, filet mignon, churrasco, sin que les faltaran los más exclusivos vinos franceses o españoles, la cerveza alemana, el wiskie escoces, el Baylys o el Amareto pues tan respetables doctores no se contentaban con cualquier cosa. Y aunque ustedes no lo crean a altas horas de la madrugada ya bien prendiditos en medio del bailongo con música salsa y criolla se pasaba en una bandeja la “caspa de Atahualpa”, o la cocaína, como postre.

¡Qué orgías gastronómicas en nombre de los hambrientos y desvalidos, carajo!Al terminar la pachanga Reyna Condori recogía la mesa y le echaba las sobras a Trosky y Pluto, las mascotas de la casa. Ella observaba con gran remordimiento como los perros devoraban regocijados los más ricos platillos de la comida internacional. A Reyna le entraba una gran pena y se tapaba la cara de verguenza pues no podía olvidar a sus hermanos en desgracia allá tirados en la pampa dejados de la mano de Dios ¡concha de su madre eso era peor que clavarle una puñalada en el corazón! Berreaba al recordar los más de 600 muertos y casi ochocientos heridos y 120.000 damnificados que dejó el terremoto de Pisco. Su papacito, su mamacita y sus hermanitos desaparecidos o, mejor dicho, muertos debajo de los escombros de esa maldita ciudad. Reyna realmente se sentía una traidora y ese cargo de conciencia le carcomía el cerebro hasta tal punto que se pasaba muchas noches sin dormir. Ahora que su cuerpo esquelético comenzaba a revitalizarse y a presentar un aspecto rozagante tenía que elegir entre su instinto primario o la dignidad humana, entre seguir esta comedia de Cenicienta o volver a la pampa con los suyos.

Carlos de Urabá
Investigador de Colombia.

Este testimonio fue obtenido por Raúl Tinoco en el barrio de San Luís, Lima, Perú, quien conoció de primera mano la historia de Reyna cuya verdadera identidad nos la reservamos por razones obvias.

mardi 20 novembre 2012

Una mortaja de fuego sobre el cadáver de Gaza


Los cuerpos aprisionados por los cascotes de concreto y metralla son extraídos por las equipos de rescate. Suenan nuevamente las sirenas anunciando una nueva oleada de castigo. Las brigadas Ezedin Al Kasem responden lanzando cohetes Kazam hacia le territorio israelí. Apuntan quizás a Beer Sheva, Ashdod, Ashkelom, Sderot, Tel Aviv o Jerusalén aunque tiene que confiar en la baraka de Alah para dar en el blanco. La novedad es que Irán ha logrado transferirles misiles de medio alcance Fjar-5 que les han conferido un mayor plus de peligrosidad.

Gaza fusilada en el paredón lanza un alarido de espanto. En las mezquitas se repiten las plegarias en memoria de los mártires amortajados con la bandera blanca y verde de Hamas donde se resalta la inscripción de la Shahada. Los muertos se exhiben como testimonio al mundo entero de los crímenes cometidos por el ejército judío. La mayor parte de las víctimas son niños, mujeres o ancianos, escombros humanos, « daños colaterales » tan comunes en las guerras modernas. Gaza lleva 60 años sitiada por las fuerzas de ocupación, cercada con muros, alambradas y campos de minas, bloqueada por tierra, mar y aire. Un pueblo condenado a sobrevivir gracias a la ayuda humanitaria prestada por las Ongs, la ONU y demás organismos internacionales.

No se saben de dónde aparecen los helicópteros y aviones de combate F16 que sin piedad disparan sus misiles de alta precisión. De repente, se escucha un rechinante silbido y enseguida explota su carga mortífera dibujando una bocanada de fuego en el cielo. Parece que los matarifes sionitas disfrutan infligiendo dolor a la población civil. Juegan al tiro al blanco apuntando con alevosía sobre los niños tiernos, las madres en cinta o los candorosos adolescentes.

Gaza es una ciudad que se resiste a claudicar como tantas otras en las historia. Pienso en Guernika, Madrid, en Sarajevo,en Hiroshima o en Nagasaki. Los sicarios hebreros han conseguido ocupar la práctica totalidad de Palestina y no contentos con su « gloriosa misión » ahora han decidido terminar con el sucio trabajo. Su objetivo es exterminar a los legítimos propietarios de esta tierra, borrar sus huellas y proclamarse sus auténticos herederos. No hay quien calme la sed del Dios supremo Jehová Adonai que exige una alta cuota de sangre. Aquí sólo vale el lenguaje de las armas, la palabra no tiene ningún sentido y es casi imposible abrir vías de entendimiento. Me temo que tendrán que pasar cien mil generaciones para limar las asperezas ¿ Quién puede perdonar este atroz genocidio? La ley del Talión « Ojo por ojo diente por diente » es el código que rige la existencia. Genéticamente marcados con el fierro candente del odio y la venganza

La ofensiva sobre Gaza no se detiene, al contrario, se alistan tropas y tanques de combate para iniciar la invasión terrestre. Todo está perfectamente planeado en los despachos desde hace meses o talvez años. Los espías y colaboracionista han señalado los objetivos a batir y sólo hay que colocar las coordenadas en la pantalla del computador y apretar el botón. Los drones surcan el cielo espiando cada calle, cada avenida, nada ni nadie puede eludir la sentencia. Se trata de un método higiénico, quirúrgico y práctico. Los asesinatos selectivos, las ejecuciones extrajudiciales-según los verdugos- se justifican porque « hay que eliminar esos fanáticos terroristas que ponen en peligro la seguridad del mundo civilizado y los valores sagrados de la paz y la libertad » « El islamismo es el principal enemigo de la humanidad e Israel cumple a cabalidad su papel de muro de contención neutralizando su accionar »

A Gaza no le queda otra opción enfrentar en desigual batalla a un enemigo superior que cuenta con una máquina de guerra infernal. Ya sea con comandos suicidas o cohetes artesanales venderá cara su piel. Y aunque se firme una tregua entre las dos partes en litigio, al cabo de un tiempo se volverá a repetirse las misma historia. Mañana, aparentemente, reinará la calma, esa tensa paz del gueto jaula a la que se han acostumbrado los presidiarios.

Los sepultureros no dan abasto, tienen que laborar horas extras pues los cadáveres se hacinan en la morgue. Aunque aquí no queda espacio ni para los vivos menos para enterrar a los muertos. La densidad de población en Gaza -un millón y medio de habitantes en apenas 360 kilómetros cuadrados- es una de las más altas del mundo. Esta brutal agresión es una ofrenta a toda la humanidad. ¡No hay derecho! Israel con todo su armamento de última generación y la tecnología punta que posee cobardemente masacra a un pueblo que no tiene capacidad para defenderse. En vivo y en directo se transmite por televisión las imágenes del exterminio de un pueblo. Desde luego un buen filón a explotar por los mass media porque el morbo genera millones de dólares de beneficios. El espectáculo debe continuar: construir, destruir, reconstruir y vuelta nuevamente a destruir son los desquiciados ciclos que señala el miserable destino.

El cadáver escuálido de Gaza yace tirado a orillas del mar Mediterráneo. En su cuerpo desangrado se marca un rictus mortis que envilece el alma. Demasiado sufrimiento, demasiado dolor. Porque no acabar ya de una vez con esta agonía, porque no pasan con las excavadoras y aplanadoras por encima y los entierran vivos como ya lo hicieran en tantos otros lugares donde han levantado sus colonias y asentamientos.

Podremos seguir así años y años quejándonos, rasgándonos las vestiduras, descargar a diestra y siniestra nuestra impotencia e indignación. Es la típica pataleta contra un audaz enemigo que ha ganado la partida gracias a la complicidad de las potencias mundiales. La Unión Europea exige « contención » y le envia a los deudos preciosos ramos de flores y poéticas esquelas de pésame . Estados Unidos, mientras tanto, los respalda y sostienen que Israel tiene todo el derecho a defenderse. Ellos son los agredidos, por supuesto.

Si Israel lo quisiera ya hubiera iniciado una ofensiva terrestre contra Gaza, no le temblaría la mano pues está ansioso por exterminar a Hamas, la Yihad Islámica o lo que se atraviese en su camino. La limpieza étnica es su método preferido y posee la capacidad militar para realizarlo y acabar completamente con su enemigo. Lo que ocurre es que a partir de las intifadas árabes han estructurado un nuevo orden. Egipto se ha comprometido a salvaguardar a Gaza y al gobierno de Ismail Haniya, Turquía también le da la mano, Irán tampoco se queda atrás y mueve sus fichas. La posición geoestratégica de Israel ha quedado sensiblemente debilitada y si quiere sobrevivir a largo plazo va a tener que adaptarse a unas circunstancias muy desfavorables. El islamismo resurge con vigor en todo el Oriente Medio y su principal objetivo es liberar a Palestina del « xaitán sionista » y ese cometido lo cumplirán aunque pasen un millón de años.

Carlos de Urabá 2012
Mar Muerto.

dimanche 11 novembre 2012

Jenin sigue llorando a Juliano Mer-Khamis Teatro de la Libertad (Palestina)

 

Este cobarde asesinato cometido por radicales islamistas es una puñalada en el corazón a todos aquellos que estamos comprometidos con la causa del pueblo palestino.

El alevoso asesinato de Juliano a manos de los radicales islamistas en Jenín en el mes de abril del año pasado aún nos sigue estremeciendo. Nadie puede comprender por qué cometieron un crimen tan ruin y perverso. Lo cierto es que había recibido amenazas e incluso en un par de ocasiones incendiaron el Teatro de la Libertad pero él no se dio por aludido y valientemente decidió desafiar el reto de los grupos afines a Hamas y la Yihad Islámica. Lo acusaron de « corromper a la juventud y propagar ideas contrarias al islam » « un infiltrado judío instructor de colaboracionistas » Por este motivo lo condenaron a muerte y sin compasión ejecutaron a sangre fría al actor y director de teatro israelo-palestino ¡Cómo es posible que un judío venga a sembrar la cizaña en los territorios ocupados! ¡Qué se habrá creído ese antiguo paracaidistas de las fuerzas especiales del Tzáhal! Es intolerable que en un escenario se mezclen mujeres y hombres en actitudes poco decorosas o que unos niños interpreten el papel de cerdos en la representación de la « Rebelión en la Granja » Esta es una advertencia para todos aquellos intrusos o infieles extranjeros que vienen a entrometerse en asuntos que no les incumbe.

Poner en tela de juicio la religión, las tradiciones ancestrales, la familia y la autoridad patriarcal es una provocación imperdonable. Soliviantar a los jóvenes lanzando críticas veladas contra los fundamentos más sagrados de la sociedad musulmana, irreverente. Desde luego que es lícito rebelarse, sí, pero sólo contra el enemigo sionista. Exigir un cambio social haciendo énfasis en la igualdad de género, el laicismo o denunciando la corrupción de la ANP, inadmisible. La ortodoxia islamista considera el arte poco menos que pecaminoso, es « haram » porque despierta el libertinaje y las tentaciones de la carne. En Palestina el arte es visto con menosprecio, es algo inútil pues no produce ninguna rentabilidad económica. A los artistas se les considera unos bohemios muy proclives a violar los principios éticos y morales que rigen los estrictos códigos sociales.

A Juliano le advirtieron que no volviera a Jenín, que los palestinos no necesitaban redentores ni mesías o, de lo contrario, que se atuviera a las consecuencias. ¿Qué se le ha perdido aquí a este individuo hijo de padre cristiano-palestino y madre judía, un infiel « kufar », anarquista y comunista? Pero él ya no podía dar un paso atrás pues se consideraba uno más de ellos. No se dejó intimidar y pago cara su osadía. Esta muerte ha dejado huérfano el proyecto de resistencia pacífica más importante de los últimos tiempos. Él afirmaba que « la tercera intifada sería cultural, una intifada donde no se dispararían balas sino poemas » Reconstrucción o autodestrucción, he ahí el dilema.

Con esto queda demostrado educar para la paz y el respeto a la vida es una quimera. Menos aquí en Jenín donde se hallan cercados por muros de hormigón, metidos en una jaula y continuamente agredidos por el ejército de ocupación ¿para qué sirve el arte, el teatro, el cine? No son más que expresiones de la decadente sociedad occidental -afirman los Chejs (autoridades religiosas) El pueblo palestino ha sufrido tremendo trauma psicológico producto de las guerras y el despojo, ha corrido mucha sangre, millones de personas condenadas al exilio, miles de muertos, prisioneros, torturados. Se ha generado infinito dolor que rezuma rabia y desprecio. Cómo olvidar aquel día 3 de abril de 2002 -en la segunda intifada- cuando Ariel Sharon dio la orden de arrasar el campo de refugiados Jenín, centro neurálgico de la resistencia armada palestina, causando una espantosa masacre. « Que escriban su historia en las lápidas de los cementerios » Los jóvenes deben asumir su papel revolucionario, vengar a los caídos y convertirse en guerreros invencibles que reconquisten Al Quds, Jerusalén. El objetivo prioritario: borrar del mapa al estado de Israel. Por eso es preferible patrocinar escuelas de mártires, instruir suicidas, bombas humanas que se inmolen en nombre de Alah. Esas fantasías del cine y el teatro desmovilizan al personal y mutilan la conciencia. Lo principal es orar en las mezquitas y prepararse para la yihad. En las dos intifadas salieron desde Yenín más de 25 suicidas que cometieron sangrientos atentados en suelo israelí.

Es duro reconorerlo pero las posibilidades de entendimiento entre las dos comunidades son prácticamente nulas. Existen obstáculos infranqueables: facciones Palestinas que se niegan a negociar con el enemigo o grupos ultraortodoxos judíos que jamás darán su brazo a torcer. Nadie quieren ceder ni transigir en sus reivindicaciones. Cualquier concesión al enemigo sería vista como una traición.
Juliano se declaraba ciento por ciento Palestino y también ciento por ciento judío. Su actitud contestataria era bien conocida ya que en ocasiones criticó públicamente a las autoridades sionistas por su política de apartheid, los asesinatos selectivos, demoliciones, o la sistemática construcción de colonias en los territorios ocupados. Para reafirmar dicho compromiso junto con Zacaria Zubeidi, antiguo líder de las brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, Jonatan Stanczak y Dror Feiler fundaron en Jenín el Teatro de la Libertad en el año 2006. Su principal objetivo desarrollar procesos creativos que contribuyan a la reconstrucción física y espiritual de las víctimas del conflicto. De todos es bien sabido el trauma causado a los niños y los jóvenes que en carne propia han sufrido todo el rigor de la agresión armada. El mejor antídoto para sacarlos de ese entorno enajenante, de ese círculo vicioso donde impera la desesperanza, la frustración y el fracaso es la expresión artística y la terapia de grupo.

¿Es posible la coexistencia pacífica entre el pueblo israelí y el palestino? -tal vez suene algo utópico pero hay que correr el riesgo y eso es lo que intentaba hacer él. ¿podrán convivir en paz y armonía en un sólo país ambos pueblos como ya lo hicieran en el pasado? ¿es válido apostar por un proyecto de futuro? ¿o es que acaso no hay futuro? Abrir un diálogo entre árabes e israelíes escenificado por la sociedad civil y no por la clase política, un pacto sin intermediarios es la clave, romper el inmovilismo, los muros mentales y los rencores atávicos. Este es un conflicto iniciado hace más de cien años por el sionismo internacional en su afán por conquistar y colonizar la tierra prometida. Un plan muy bien diseñado que contó con el aval de las potencias mundiales y las Naciones Unidas. La declaración de Balfour (fechada el 2 de noviembre de 1917) es un claro ejemplo de ésto. En ese entonces el ministro de exteriores británico, Arthur James Balfour, le envió una carta a Lord Rothschild, un líder de la comunidad judía de Gran Bretaña, en la que expresaba la “simpatía británica con las aspiraciones judías sionistas” y la aprobación del “establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío”.

El estado de Israel con todo el descaro ha decidido suspender todas las negociaciones de paz. Lo primordial para ellos son los hechos consumados. Gracias a las victorias militares en las guerras del 1948, 1956, 1967 y 1973 han conseguido apoderarse de la práctica totalidad del territorio palestino. ¿Cómo hacer frente a un ejército poderosísimo dotado de armamento de última generación y tecnología punta al que no le tiembla la mano a la hora de apretar el gatillo y eliminar a sus enemigos? ¿A base de comandos suicidas y cohetes artesanales talvez? Según Simón Peres « los derrotados deben comprender que Jerusalén es la capital eterna e indivisible del gran Eretz Israel » ni hablar del desmantelamiento de las colonias ilegales o el regreso de los refugiados -últimamente el mismo Abu Mazen ha declarado que renuncia a esta exigencia. Con EEUU y la Unión Europea guardándoles la espalda no hay nada que hacer. Ellos saben que han ganado la partida y lo único que les preocupa es expandir sus colonias y judaizar al pueblo palestino. Dejar que pase el tiempo, que inexorable pase el tiempo y se cumplan las profecías de la Torá.

Palestina es deficitaria en recursos de agua, electricidad o hidrocarburos, depende por completo de la economía israelí y, sobre todo, de las dádivas repartidas por la ONU, los países donantes, las Ongs y demás organismos de ayuda humanitaria. Hoy de nada valen los discursos revolucionarios de los años setenta cuando Yasser Arafat y de tantos líderes de la OLP y Al Fatah prometían alcanzar la victoria y eliminar de raíz el « cáncer del sionismo ». A estas altura del siglo XXI la situación geopolítica ha cambiado drásticamente: se acabó la guerra fría, el bloque soviético se ha extinguido y el capitalismo sin oposición alguna se erige majestuoso como el sistema hegemónico a nivel mundial.

El 4 de abril del 2011 cuando Juliano tras una intensa jornada de trabajo se disponía a regresar a su casa en Haifa fue tiroteado en el interior de su auto por varios encapuchados. A consecuencia de las gravísimas heridas causadas por los disparos, murió en el acto. De esta forma mataron también una vía de reconciliación entre dos sociedades históricamente enfrentadas. Qué importa un muerto más en este desquiciado conflicto, argumentarán los más fríos analistas.

¿Cuántos voluntarios no llegan del exterior costeándose el viaje, su manutención, desafiando los controles aduaneros? miles de cooperantes procedentes de medio mundo dispuestos a solidarizarse con el pueblo palestino, e incluso, en ocasiones, hasta entregar su propia vida -como sucedió con Rachel Corrie aplastada por una excavadora cuando pretendía detener las sistemáticas demoliciones de viviendas ordenadas por el gobierno israelí en la franja de Gaza. Una actitud altruista que los enaltece aunque a veces la recompensa sea regresar a su tierra natal en un ataúd.

Todavía estábamos conmocionados por tan luctuosa noticia cuando de repente una semana después, el 15 de abril, fue secuestrado en Gaza, por un grupo salafista afin a Al Qaeda, el activista italiano Vittorio Arrigoni miembro del Movimiento de Solidaridad Internacional. Sus captores exigían la puesta en libertad de varios de sus compañeros detenidos en las cárceles de Hamas, entre los que se encontraba su líder Abu Al Whaleed Al Maqdisi. Vittorio se había convertido en un símbolo de resistencia, en un defensor de los derechos del pueblo palestino en especial de la asediada franja de Gaza. Su compromiso era incondicional hasta el punto de elegir el puesto más sacrificado: escudo humano para que los agricultores pudieran cultivar sus campos o los pescadores salieran a faenar en la mar. Aunque, como en el caso de Juliano, de poco le sirvieron tan meritorios antecedentes pues sus captores cruelmente lo estrangularon bajo la acusación de « difundir vicios occidentales entre la juventud gazatí ». « Es un cristiano, un hereje, un europeo o cruzado perteneciente a un mundo hostil a la « umma musulmana » Estereotipos y prejuicios a los que se conceden mucha credibilidad.

Todos los que luchamos por una palestina libre, activistas, cooperantes, voluntarios, periodistas, realizadores, intelectuales sentimos como si nos hubieran propinado una puñalada en el corazón. Estas no son dos muertes más que se contabilizan en las macabras estadísticas. No, sin duda en un mundo donde capea a sus anchas el desdén y la indiferencia han eliminado a unos personajes irrepetibles. Jenín sigue llorando a Juliano, un año y medio después lo llora desconsoladamente. Así lo comprobé en mi visita hace una semana al Teatro de la Libertad -que por cierto sigue funcionando a pesar del duro golpe recibido y a las redadas a que se ve sometido por el ejército hebreo que lo allana muy a menudo en busca de potenciales « terroristas »- La amargura y la tristeza se palpa en el ambiente, todos sus amigos y conocidos no pueden disimular el profundo dolor que les embarga.

Como era de esperar el crimen de Juliano sigue sin esclarecerse, los culpables han conseguido su objetivo: aterrorizar y coartar la libertad de expresión imponiendo la inquisitorial censura. También algunos manipuladores especulan con que todo esto hace parte de una conspiración del Mossad. Claro, lo más comodo es cargarle el muerto al enemigo y cínicamente eludir las responsabilidades. Estos rumores intoxican aún más la resolución de un caso que nos tememos se archive por imposible.

Hoy en Jenín, como en el resto de Palestina, la situación socio-económica es desesperante, y en el campo de refugiados, aún peor. El bloqueo israelí los tiene asfixiados. Los pobladores afirman sin tapujos que están preparados para la Tercera Intifada pero esta vez no contra los judíos, sino contra al propio gobierno de la ANP. Las protestas populares acusan al primer ministro Salam Fayad. y el presidente Mahmoud Abbas « the six million dollar man » (apodo que le han puesto por la mansión que se compró en Ramala fruto de sus turbios negocios humanitarios) de alta traición a la patria.

No hay vuelta de hoja el gobierno palestino se encuentra en bancarrota y no le queda otra opción que hincarse de rodillas y estirar la mano rogándole a sus valedores: Arabia Saudita, los países del Golfo Pérsico, Estados Unidos o la Unión Europea que le remitan con urgencia las divisas necesarias para capear el temporal. La verdad es que 120.000 funcionarios de la administración no cobran su sueldo desde hace meses, los conductores de taxis o del transporte público se echaron a la huelga porque la gasolina se ha puesto por las nubes. -el litro subió de 6 a 8 shékel, es decir, a 1.50 euros- Con salarios mensuales de 300 euros o 1600 shékel no hay quien sostenga una familia y deben hacer milagros para sobrevivir dignamente. Para colmo el desempleo se eleva por encima del 50% y el encarecimiento de los productos básicos sigue su escalada. Jenín no aguanta más, sus habitantes desesperados intentan tramitar un permiso de trabajo, la tarjeta azul, expedida por las autoridades israelíes que les permita laborar en los asentamientos donde hay una gran demanda de obreros de la construcción, basureros, jardineros o agricultores. Los sueldos se duplican y al menos pueden dar de comer a sus familias sin mayores sobresaltos.

En este gueto jaula custodiado por los carceleros israelíes reina desde hace décadas el estado de sitio. La estrategia del gobierno Netanyahu para doblegar la resistencia es la del palo y la zanahoria. O sea, si se portan bien gozarán de los parabienes de la sociedad de consumo: los teléfonos móviles, televisiones de plasma, computadores, centros comerciales bien surtidos o de lo contrario, cualquier atisbo de rebeldía, traerá como respuesta el castigo colectivo. Se intenta domar el legítimo derecho a la resistencia, amansarlos para que comprendan cuales son las reglas del juego y se olviden de sus « delirantes reivindicaciones » « Acuérdense que si tiran piedras recibirán a cambio misiles y bombazos »

Carlos de Urabá 2012
Mar Muerto



samedi 10 novembre 2012

La diosa suicidada. Lina Marulanda

 Lina te fuiste, te llevaste al más allá tu belleza y sensualidad. Lástima, yo que había colocado tu afiche en la cabecera de mi cama y todas las mañanas me despertaba lanzándote besitos para luego arruncharme a mi almohada creyendo que eras tú la que tenía entre mis brazos.

Se fue para siempre una niñita bien de la alta sociedad paisa, hija de papito y de mamita, nacida en cuna de oro y mimada por coimas y mucamas. Para Lina los mejores regalos, para Lina los mejores juguetes, los mejores vestidos, todo importado y de primera. Creciste rodeada por una corte de aduladores que te echaban flores y piropos: la más preciosa, la más linda rosa del jardín.

Pero detrás ese cuerpo escultural se escondía una muñequita engreída y caprichosa.- Espejito mágico, espejito de oro, quien es la más linda, dímelo tesoro -egoístas los demás que no piensan en mi- el yo sublimado, el súper yo, yo soy Lina, el centro del universo, la tentación de la carne.

Un ejemplo para las nuevas generaciones, una mujer ultramoderna e independiente, segura de si misma, una paisa incomparable, una chica pila, seria, disciplinada, estricta y cumplidora del deber como ninguna-así la definieron sus amistades- La primera, la más fotogénica, la mejor presentadora, la mejor modelo, toda una diosa caída del cielo.

Aunque para triunfar en la sociedad colombiana tan sólo se necesita un cuerpo perfecto, es decir, una inteligencia 90-60-90. Una ramera de lux ¿quizás? no quiero ser tan crudo pero qué hay de malo en venderse. De alguna manera todo el mundo lo hace, cada cual tiene su precio, ¿no? Lo importante es obtener un buen billetico y conquistar la cima del éxito: el apartamento, la finca, el carro último modelo, la tarjeta visa oro, viajes exterior, vacaciones en Miami, New York, las joyas, los trajes de los modistos de vanguardia, comer en los mejores restaurantes, en fin, la dolce vita, el placer y la felicidad.

Todos los machos se rinden a sus pies. Lina era una mujer sexi, excitante y explosiva. El amor platónico por antonomasia, una chica de modales finos, inteligente, pila, egresada de los colegios y universidades más prestigiosos, una mujer 10, ambiciosa y arrolladora que se comía el mundo a bocados. Dicen que le faltaba cariño, que lo hizo por despecho, que se sentía sola a pesar de tener un marido tan guapo o de estar rodeada de amigos y admiradores.

La sociedad colombiana  ha engendrado estas mujeres narcisistas y ególatras, amantes de los lujos, aburguesadas hasta la médula de los huesos. Mujeres que no se conforman con cualquier cosa, que precisan de atenciones especiales: una cena romántica en Andrés Carne de Rés, el fin de semana en las playas de Cartagena, el día de los novios en el shopping center de Miami, y nada de baratijas, las joyas más valiosas, los collares de oro, los diamantes y las esmeraldas.

Pero fracasó el experimento. La mejor alumna, la más deseada, la más guapa, se dejó embrujar por el estúpido juego de las apariencias y la hipocresía.

En ella se encarnaban todas las virtudes; el porte estilizado, la elegancia natural,la carita de ángel  y unas curvas de escándalo, es decir, una niña de diseño, un producto de exportación paisa con calidad certificada.  Lina, mamacita, una muñequita de porcelana; blanca, monita, de ojos color de miel, sublime e incomparable.

A los 29 añitos ¡por Dios! en  la flor de la vida, inexplicablemente Lina montó en cólera, tal vez, le llevaron la contraria y en un segundo perdió la cabeza. A lo mejor sólo quería meterle un susto a sus padres o a su ex esposo para que escarmentaran. A pesar de los regalitos, los lujos y las excentricidades tomo la decisión de auto eliminarse. No le quisieron rendir pleitesía y desató su venganza. Pero se le fue la mano con el cóctel explosivo de pastillas y alcohol. Salió al balcón y no estaban por allí precisamente los mariachis que solían darle serenatas, sino que la esperaba Caronte para llevársela en su barca. Ella quiso volar como un angelito, como no iba a volar una diosa coronada, pero el angelito por más que batía las alas cayó del cielo estrellándose contra el pavimento. Ahorita de nada valen las oraciones al Sagrado Corazón y al Divino Niño porque esta película ya no se puede rebobinar.

Colombia llora desconsolada su muerte, en la radio, en la prensa, en la televisión no se cansan de repetir la noticia una y otra vez: se mató Lina Marulanda, ¡oh! no, ¿un accidente? ¿Se resbaló con un jabón en el baño? ¿Un suicidio? ¿Tal vez estaba aburrida? ¿O en quiebra? ¿Quizás las malas compañías? ¿Quién sabe? No es posible, debe ser un error como se puede apagar una estrella que brilla con luz propia.
Qué brille la luz perpétua. La prensa amarillista hace su agosto a costa de su última actuación. ¡Vaya morbo! los chismes, las fotos, los recuerdos, la historia secreta, los amores clandestinos, su biografía no autorizada. Al parecer ya nadie aguantaba sus manías y paranoias, perdió el trabajo, se divorció y al carajo. No sé, todo un enigma, pero al fin y al cabo un éxito en ventas.

Mientras tanto millones de mujeres colombianas sobreviven en la miseria absoluta, mujeres sin rostro, sin nombres y apellidos, jamás, ni por casualidad, nunca han sido ni serán protagonistas de su historia. Condenadas al olvido por una sociedad excluyente, mil veces oprimidas, luchan infatigable día a día, hora a hora, minuto a minuto; sin empleo, sin tierra, sin techo, desplazadas, con seis o siete hijos a cuestas. Son las mujeres del pueblo, las campesinas, las obreras, las coimas, las siervas, las lichigas, la escoria que se desprecia a escupitajos. ¡qué humillación más grande! Ellas nunca salen en las noticias o en la revistas Don Juan o Soho ¡qué va! Y si salen es para encabezar los titulares de las páginas judiciales o de la crónica negra. Ellas pertenecen a los parias que nacieron para ser explotados. ¡Qué injusta es la vida! y Lina porque papito no le compró un helado le entra tremenda pataleta y se tira por la ventana.

Lina hacía parte de la aristocracia colombiana, de esa élite corrupta y pervertida que usufructa el poder y las riquezas. Tipejos como el banquero Sarmiento Angulo que en el último bimestre obtuvo ganancias por encima de los 1250 millones de dólares.

La cifra de suicidios en Colombia, -según los expertos- es la más alta de toda Latinoamérica. Es el pan de cada día y los psicólogos están muy preocupados pues incluso se quitan la vida niños de 9 o 10 años. Parece increíble que a tan temprana edad se pierda toda esperanza. Muy bajo hemos caído, muy bajo. Hasta los ancianos se aplican ellos mismo la eutanasia tirándose desde un puente o ahorcándose con la corbata. El sistema capitalista es abominable y nos envenena el alma, estamos enfermos, muy enfermos, enloquecidos por el estrés, la competencia, el llegar los primeros y tocar el cielo con las manos.

Inmersos en una sociedad machista que manipula y usa a las mujeres como reclamo publicitario. Igual que se invierte en bolsa también hay que sacarle el jugo al cuerpo más atractivo y deseado; explotar las piernas, el culo, las tetas o a esos labios carnosos y sensuales. El secreto es estimular la líbido de la masa y embobarla con orgasmos virtuales, masturbaciones mentales o fantasías eróticas que eleven los índices de consumo y multipliquen las ganancias.

Además Lina era la parcera y paisana del presidente Álvaro Uribe, la reina de la seguridad democrática y los falsos positivos, una chica que sin ningún reparo aplaudía en público los bombardeos y masacres del glorioso ejército colombiano. Para rematar comprometida de lleno con la campaña presidencial del matón de Juan Manuel Santos. Claro,como no, ella estaba al servicio del poder y de los patrones.

¿Qué tienen que hacer las mujeres para triunfar? En esta sociedad tan hedonista la carne adolescente se cotiza en alza y sin escrúpulos se exhiben en catálogos, se venden al mejor postor las reinas de belleza, las princesas, las modelos o las artistas de renombre. Las más premiadas, son las mejores hembras de la hacienda, los mejores potros, culos y tetas. Un harén siempre dispuesto a hacer los sueños de los clientes realidad. No hay ética ni moral que valga y es difícil rechazar tan tentadoras ofertas en dólares bien fresquecitos. Nadie quiere comprometerse con nada pues impera un individualismo reaccionario completamente opuesto al ideal colectivo de una revolución. Es preferible dedicarse a la parranda, a la rumba, a tomar trago, esnifar coca o fumar marihuana que dar la batalla por transformar esta malparida sociedad?

Y de repente se escucha un grito de espanto y sin despedirse, cae en picado la flor más linda del jardín. Muere una chica plástica y se derrumba el mundo, muere una campesina descuartizada por los paramilitares y se la echan a los perros.

Se hizo añicos la muñequita de porcelana y ahora todos se rasgan las vestiduras. No hay más que llantos y quejas, en qué hemos fallado. ¿Por qué? Si lo tenía todo, no le faltaba nada. Tel vez le faltaba lo más importante el amor propio y la dignidad humana.

En Colombia la vanidad mueve un negocio de 6 billones de pesos anuales. Que si los cosméticos, los perfumes, las cremas, las lociones y un montón de pendejadas. Por arte de magia se ha impuesto el canón de belleza europeo y americano, la barbie gringa o la madame francesa es el patrón a imitar; una muñequita de piel blanquísima, ojos azules, el pelo rubio y cabello liso, bien, bien liso aunque las negras sufran una verdadera tortura al querer alisárselo. La vanidad made in Colombia es todo un suceso, la cirugía estética el no da más, los cirujanos plásticos no dan abasto y se han hecho multimillonarios. Los clientes a cualquier precio desean transformar su imagen y ser eternamente jóvenes; quitarse las arrugas, empinar el culo, inflarse las tetas, la naricita respingona, una liposucción y todos tan contentos porque hemos resucitado.

Pertenecemos a una sociedad pretenciosa y arrogante que se niega a reconocer sus límites ¿Será posible regresar a una vida mas sencilla y austera? Obnubilados por los delirios de grandeza queremos ser más, comprar más, poseer más, abarcar más, en fin, más divinos que humanos. Pero no siempre se cumplen nuestros propósitos pues los mortales somos imperfectos. Nos creemos ángeles y cuando se desata la crisis a lo mejor terminamos como una cucaracha destripados contra el pavimento.

Carlos de Urabá 2010
investigador de Colombia

dimanche 4 novembre 2012

El regreso del rihla Ibn Battuta. Un viaje a pie por Jordania - I parte

A continuación quiero compartir con todos ustedes la memoria fotográfica de mi viaje a pie por Jordania. Desde hace mucho tiempo que sigo los pasos de Ibn Battuta, famoso viajero musulmán que en el siglo XIV. Me siento su reencarnación y para demostrarlo he aquí la prueba feaciente de que su espíritu guía mis pasos.


Ibn Battuta fue mucho más importante que su contemporáneo Marco Polo pues visitó el oeste, norte y centro de África, el sur y el este de Europa, Oriente Medio, la India, Asia central, el sureste asiático y China.

Partió de Tánger (Al-Andalus) el 2 de rayab del 725 de la Hégira, 13 de junio de 1325, de la era cristiana. Tenía 22 años y no regresaría hasta 24 años más tarde luego de recorrer más de 120.000 kilómetros de un extremo al otro de la Umma (comunidad musulmana) y fuera de esta.

Este es mi sentido homenaje a Ibn Battuta a quien todos los vagabundos y peregrinos le debemos pleitesía.

















Sevilla 1992, estado de sitio y represión policial. ¡V centenario maldito aniversario!


A continuación presentamos un resumen de las protestas llevadas a cabo en aquel entonces contra la celebración del “V Centenario del descubrimiento de América”

En el año 1992 el reino español a la cabeza del monarca Juan Carlos I y el gobierno socialista de Felipe González tiraron la casa por la ventana para celebrar el V Centenario del Descubrimiento de América. España tenía que ingresar por la puerta grande en el club de las naciones más poderosas de la tierra. Los delirios de grandeza y la megalomanía fueron los rasgos característicos de este período histórico en el que sin duda alguna se gestó el gran desastre económico que estamos padeciendo en el presente.

Hay que resaltar que también existieron voces disonantes, grupos alternativos y contestatarios que, aunque de forma minoritaria, intentaron boicotear la Expo 92 de Sevilla y poner en tela de juicio el despilfarro y la corruptela de los gobernantes de turno.

El día 12 de octubre de 1991 el movimiento “500 años de Resistencia Indígena Negra y Popular” junto al colectivo “Desenmascaremos el 92” convocaron una manifestación en la Torre del Oro en Sevilla, con el propósito de denunciar la gesta criminal y genocida del descubrimiento y la conquista del continente americano.

El evento culminó con la toma de la catedral de Sevilla y la profanación del sepulcro del abominable pirata Cristobal Colón, elevado a los altares por las huestes españolistas. Tan valerosa acción fue reprimida violentamente por las hordas de la Policía Nacional que al grito de ¡Santiago y cierra España! desalojaron el templo mayor del nacional-catolicismo.

Una semana antes de la inauguración de la Expo 92 se iniciaron en Sevilla unas jornadas cuyo objetivo era dar a conocer una visión sobre el V Centenario. Por tal motivo la delegación de gobierno de Sevilla prohibió cualquier tipo de acto de protesta en las calles. No obstante el día 19 de abril varios colectivos organizaron un concierto Anti 92 en el barrio sevillano de la Alameda en el que participaron los grupos “Maniática” y “Sin Dios” y “Reincidentes”. Al finalizar el mismo se improvisó una manifestación reivindicando el derecho constitucional de libertad de expresión.

De inmediato la policía cargó contra los activistas resultando cientos de personas detenidas y otras tantas heridas de bala. El Reino Español no podía permitir la disidencia, no podía tolerar las voces críticas pues estaba en juego la imágen de España, un país moderno y europeo que comenzaba a brillar con luz propia en el concierto internacional. La capital andaluza fue literalmente tomada por las fuerzas del orden que impusieron el estado de sitio. De la manera más salvaje practicaron detenciones arbitrarias confinando a aquellos sospechosos en las mazmorras de la comisaría de Blas Infante donde muchos de ellos sufrieron torturas físicas y psicológicas. Los tercios imperiales demostraron con creces cual es la táctica que se debe aplicar contra aquellos que se atrevan a contradecir los principios fundamentales de la España una, grande y libre.

Como podemos observar la Policía Nacional desde hace décadas ha venido ejerciendo con saña una política represiva cuya misión es la de aterrorizar al pueblo y defender el estado de derecho, es decir, la seguridad y el patrimonio de la burguesía monárquica. Lo ocurrido en Sevilla 1992 no nos debe sorprender ni tampoco, veinte años después, la violencia desatada contra los Indignados, la Marcha Negra o la convocatoria Rodea el Congreso el 25S. Irremisiblemente la historia se repite y nos tememos que estos métodos dictatoriales se perfeccionen en un vano intento por someter las revueltas sociales que se avecinan.

Carlos de Urabá 2012
Mar Muerto