La jaula

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por la emancipación de los pueblos

dimanche 4 novembre 2012

Sevilla 1992, estado de sitio y represión policial. ¡V centenario maldito aniversario!


A continuación presentamos un resumen de las protestas llevadas a cabo en aquel entonces contra la celebración del “V Centenario del descubrimiento de América”

En el año 1992 el reino español a la cabeza del monarca Juan Carlos I y el gobierno socialista de Felipe González tiraron la casa por la ventana para celebrar el V Centenario del Descubrimiento de América. España tenía que ingresar por la puerta grande en el club de las naciones más poderosas de la tierra. Los delirios de grandeza y la megalomanía fueron los rasgos característicos de este período histórico en el que sin duda alguna se gestó el gran desastre económico que estamos padeciendo en el presente.

Hay que resaltar que también existieron voces disonantes, grupos alternativos y contestatarios que, aunque de forma minoritaria, intentaron boicotear la Expo 92 de Sevilla y poner en tela de juicio el despilfarro y la corruptela de los gobernantes de turno.

El día 12 de octubre de 1991 el movimiento “500 años de Resistencia Indígena Negra y Popular” junto al colectivo “Desenmascaremos el 92” convocaron una manifestación en la Torre del Oro en Sevilla, con el propósito de denunciar la gesta criminal y genocida del descubrimiento y la conquista del continente americano.

El evento culminó con la toma de la catedral de Sevilla y la profanación del sepulcro del abominable pirata Cristobal Colón, elevado a los altares por las huestes españolistas. Tan valerosa acción fue reprimida violentamente por las hordas de la Policía Nacional que al grito de ¡Santiago y cierra España! desalojaron el templo mayor del nacional-catolicismo.

Una semana antes de la inauguración de la Expo 92 se iniciaron en Sevilla unas jornadas cuyo objetivo era dar a conocer una visión sobre el V Centenario. Por tal motivo la delegación de gobierno de Sevilla prohibió cualquier tipo de acto de protesta en las calles. No obstante el día 19 de abril varios colectivos organizaron un concierto Anti 92 en el barrio sevillano de la Alameda en el que participaron los grupos “Maniática” y “Sin Dios” y “Reincidentes”. Al finalizar el mismo se improvisó una manifestación reivindicando el derecho constitucional de libertad de expresión.

De inmediato la policía cargó contra los activistas resultando cientos de personas detenidas y otras tantas heridas de bala. El Reino Español no podía permitir la disidencia, no podía tolerar las voces críticas pues estaba en juego la imágen de España, un país moderno y europeo que comenzaba a brillar con luz propia en el concierto internacional. La capital andaluza fue literalmente tomada por las fuerzas del orden que impusieron el estado de sitio. De la manera más salvaje practicaron detenciones arbitrarias confinando a aquellos sospechosos en las mazmorras de la comisaría de Blas Infante donde muchos de ellos sufrieron torturas físicas y psicológicas. Los tercios imperiales demostraron con creces cual es la táctica que se debe aplicar contra aquellos que se atrevan a contradecir los principios fundamentales de la España una, grande y libre.

Como podemos observar la Policía Nacional desde hace décadas ha venido ejerciendo con saña una política represiva cuya misión es la de aterrorizar al pueblo y defender el estado de derecho, es decir, la seguridad y el patrimonio de la burguesía monárquica. Lo ocurrido en Sevilla 1992 no nos debe sorprender ni tampoco, veinte años después, la violencia desatada contra los Indignados, la Marcha Negra o la convocatoria Rodea el Congreso el 25S. Irremisiblemente la historia se repite y nos tememos que estos métodos dictatoriales se perfeccionen en un vano intento por someter las revueltas sociales que se avecinan.

Carlos de Urabá 2012
Mar Muerto

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