Se cumplen cuatro años de
su asesinato a manos de un comando salafista en Gaza.
En la tragedia de Palestina
hay un capítulo que no se debe pasar por alto por su irracional crudeza. Si Romeo y Julieta es una historia de amor
eterno la de Vittorio Arrigoni con
Palestina también tiene un grado de intensidad y de pasión inverosímil. Esto es
algo aún más sublime pues no estamos hablando del amor por una mujer o una persona en concreto sino a todo un pueblo.
En esta obra de teatro el escenario está lleno de cadáveres y no asistiremos a
un final feliz. ¡Tanta muerte inútil! ¿Moriremos de hambre y pobreza o por los
bombardeos que nos obsequiarán cada vez que haya que hacer una limpia de “terroristas”?
Porque Israel ha diseñado una estrategia para demostrarle al mundo que los palestinos
merecen ser aniquilados. Gaza es la aplicación minuciosa de una tecnología de
exterminio lento.
El lugar preferido de los
gazatíes no puede ser otro que la playa. Allí el horizonte infinito del mar Mediterráneo al menos les sirve de consuelo para
sobrellevar la pesada condena. En especial los viernes, después del salat yuma, cientos de familias se
reúne a tomar el sol en la arena blanca donde extienden sus esteras y se
sientan a compartir la comida; fuman la arguila, juegan a las cartas o se bañan
en la playa. Según la época del año los niños elevan sus cometas que revolotean
en el cielo junto a las gaviotas.
Gaza ha sido calificada
como una “entidad hostil” y el
ejército sionista ha impuesto un férreo bloqueo que los mantiene completamente
aislados del mundo. Aunque en el año 2008 se produjo un hecho excepcional
cuando el barco Dignity de la
campaña “Free Gaza” consiguió entrar
de forma clandestina en la franja.
A bordo del mismo y haciendo
parte de un grupo de activistas del IMS
se encontraba el cooperante italiano Vittorio
Arrigoni.
Arrigoni nació en Besana, pero residía con su familia en Bulciago provincia de Lecco (Lombardia). Desde muy temprana
edad -según sus allegados- comenzó a manifestar
una personalidad rebelde y contestataria que lo marcarían para el resto de su
vida. Al fin y al cabo su abuela había
empuñado las armas para unirse a las filas de los partisanos en la resistencia contra
los Nazis en la II Guerra mundial. Entre sus lecturas preferidas se destaca el
libro “Homenaje a Cataluña” del
escritor inglés George Orwell en el que
relata sus experiencias como voluntario en las Brigadas internacionales durante la Guerra Civil española. Él se sentía heredero del espíritu de los brigadistas, heredero de aquellos
luchadores que defendían sin reservas los ideales libertarios.
En la escuela donde cursó
sus estudios bien hubiera podido elegir entre ser sacerdote o misionero, pero a
él no lo impulsaba ningún sentimiento religioso, sino más bien la filosofía humanista
que no necesita de un Dios o una teología para justificar sus actos.
En todo caso a él le
enseñaron que debía integrarse en el seno de una sociedad italiana, ocupar un
lugar en la cadena de producción, competir por un buen trabajo, por un buen
salario, velar por sus intereses personales y forjarse un porvenir exitoso. Pero nada de esto lo sedujo y prefirió renunciar
a las ambiciones materialistas para entregarse de cuerpo y alma a la causa de
los pueblos oprimidos del Tercer Mundo.
No sabemos muy bien que
lo llevó a enamorarse de una manera tan apasionada de Palestina. El caso es que cuando en el 2002 visitó Cisjordania
para colaborar con la ONG IPYL sufrió
un súbito deslumbramiento. Recordemos
que en el 2003 el ejército israelí asesinó cobardemente a Rachel Corrie y unos meses más tarde a Tom Hurndall, ambos miembros del ISM que realizaban labores humanitarias
en Gaza. Arrigoni a partir de esos
trágicos sucesos quedó muy impresionado y prometió que él iba a recoger el
testigo de sus compañeros.
Arrigoni sentía gran
admiración por aquellos valerosos niños y adolescentes que a punta de pedradas
y cócteles molotov enfrentaban a los tanques y a los soldados sionistas. A pesar de saberse en inferioridad de
condiciones persistían en el empeño de resistir hasta las últimas consecuencias. Desde su posición de activista
humanitario asumió el compromiso de denunciar al mundo todos los abusos
cometidos por las fuerzas de ocupación que por ningún motivo podían quedar
impunes.
Pronto fue fichado por
los agentes del Shin Bet e incluido
en la lista negra del Ministerio del
Interior. En el año 2005 cuando
pretendía ingresar en los territorios ocupados por el paso fronterizo de Allemby es expulsado por lo aduaneros judíos
aduciendo que “su presencia en
Cisjordania representaba un peligro para
la seguridad de Israel”. En ese
momento sufrió un golpe emocional terrible pues eso significaba que jamás
podría regresar a Palestina.
La franja de Gaza ha
tenido a lo largo de la historia un gran valor estratégico por encontrarse en
ese cruce de caminos entre Asia, norte de África y Europa. Por aquí han pasado muchos pueblos y
civilizaciones: egipcios, los griegos, romanos, bizantinos, mongoles, árabes,
mamelucos, turcos, británicos. Siempre fue una zona muy conflictiva en la que
se libraron batallas para hacerse con su dominio. Gaza desde la más remota
antigüedad destacó como un importante puerto comercial y estación principal de
las caravanas que transportaban viajeros y mercancías por Medio
Oriente. Pero con la apertura del canal de Suez y los medios modernos de
transporte comenzó su decadencia.
En la época bizantina se la describía como
una fértil planicie en la que se cultivaban frutales, trigo y viñedos. Durante el Imperio Otomano tuvo un gran
florecimiento y prosperidad como se puede observar en los magníficos edificios
que se conservan de aquella época (mezquita Al Omari, Qsar El Basha, Al Sayed)
En el trascurso de la Primera Guerra Mundial se libró la decisiva III batalla de Gaza entre las tropas
británicas al mando del general Allemby
y el ejército otomano aliado del imperio alemán. Al final los turcos caen
vencidos y a partir de entonces Gaza pasa a formar parte del mandato británico de Palestina.
Al estallar la guerra
árabe-israelí en 1948 la Liga Árabe
proclama la yihad y Egipto invade Gaza
con la intención de avanzar en dirección a Tel
Aviv y Beersheva. Pero el ejército
judío los rechaza y tienen que replegarse en la franja para afianzar sus líneas
defensivas. Con la firma del armisticio
de Rodas en 1949 Gaza queda oficialmente a manos de la administración
egipcia. A los cientos de miles de
refugiados palestinos que vinieron a buscar asilo no se les reconoce la
nacionalidad egipcia y sus derechos se ven seriamente restringidos.
En el año 1956 el
presidente Abdel Nasser, insigne
líder del panarabismo, nacionaliza el canal de Suez. Este hecho desata la guerra del Sinaí con la intervención de
las fuerzas anglo-francesas. El ejército
sionista, que firmó un pacto secreto con las dos potencias, invade Gaza y en el desarrollo de la operación Kadesh (el desbloqueo del estrechó de Tirán) fusila en Khan Younis a 257 jóvenes palestinos, y
en Rafah a otros 111 acusándolos de
pertenecer a los fedayines.
Pero el acontecimiento
clave y definitivo sin lugar a dudas se produce en la Guerra de los Seis Días en 1967. Los ejércitos árabes caen derrotados e Israel asume el control no sólo de la franja, sino
también de la península del Sinaí, Cisjordania y los altos del Golán.
En 1979 con la firma de
los acuerdos de paz de Camp David entre
Israel y Egipto la situación geopolítica de la región cambia por completo. Egipto renuncia al panarabismo, reconoce la
existencia de Israel y recupera la península del Sinaí. Igualmente se aleja de
la órbita Soviética para caer en brazos del imperialismo norteamericano.
Tal y como lo estípula el
tratado de paz Egipto debe garantizar la
seguridad de Israel y desplegar una
fuerza militar en la frontera entre Gaza y el Sinaí. Además ambos países están
obligados a trabajar en conjunto con el objetivo de combatir la amenaza del
terrorismo, el contrabando de armas y el
tráfico de inmigrantes ilegales.
En el año de 1987 un
camión judío mata en Gaza a cuatro palestinos y este lamentable suceso será el
desencadenante de la primera intifada
-que también se extenderá a Cisjordania- Es a partir de entonces que la escalada
bélica sionista irá in crescendo hasta transformarse en un holocausto.
La población de Gaza lejos
de amilanarse ejerce su legítimo derecho a la resistencia. En el año 1987 la
radicalización llega a su punto más álgido y se funda el movimiento islamista Hamas que lanza un llamado a la yihad en
defensa de la soberanía patria.
Vittorio Arrigoni poseía
ese espíritu soñador y romántico propio de aquellos revolucionarios que desean
cambiar el mundo a cualquier precio. Tal vez pretendía imitar la figura de Martin Luther King, de Mandela o de Gandhi. Ese joven utópico estaba empeñado en aplicar la resistencia
no violenta y el pacifismo activo y voluntariamente ocupó el puesto más
sacrificado en primera línea de fuego. Con un desprecio absoluto por su vida en
una demostración de amor supremo hacia una tierra extraña que él había asumido
como propia.
“Rompamos
el bloqueo” fue la consigna de los activistas
internacionales de la campaña Free Gaza
que a bordo del barco Dignity pretendían entrar en la franja por vía
marítima. Entre ellos se encontraba Arrigoni
que después de ser deportado de Cisjordania comprendió que la única manera de
retornar a Palestina sería de forma clandestina. El 20 de diciembre de 2008 los tripulantes del
Dignity consiguieron romper el bloqueo naval impuesto por Israel –que duraba
desde 1967- . Un día histórico que congregó
a miles de gazatíes en el puerto para brindarles una calurosa bienvenida. Esos
extranjeros les devolvían la esperanza, les levantaba la moral, no estaban solos
pues desde occidente llegaba un puñado de activistas dispuestos a sumarse a su
causa.
Unos días después de que
el Dignity cargado de ayuda humanitaria lograra burlar el bloqueo comienza la
operación “Plomo Fundido” como
respuesta al lanzamiento indiscriminado de cohetes por parte de Hamas y la
Yihad Islámica. El ejército de Israel
entre diciembre del 2008 y enero del 2009 castiga sin piedad por tierra, mar y
aire la franja con un diluvio de bombas de racimo, bombas de fósforo,
proyectiles de uranio empobrecido, misiles, y fuego graneado de artillería.
Arrigoni como era de
esperar se dedica de tiempo completo a ayudar a los médicos y enfermeros a
recoger a los heridos y trasladarlos en ambulancias a los hospitales. No hay calificativos para
elogiar su entrega solidaria pues en los momentos más críticos jamás bajó la
guardia ¿Quién puede permanecer pasivo al contemplar la morgue repleta de
cadáveres, los heridos agonizantes en la mesa de operaciones o los niños
descuartizados a bombazos?
Para él Gaza simbolizaba
una segunda Guernica puesto que las
escenas de muerte y destrucción que contemplaba eran las mismas que inspiraron
a Pablo Picasso para pintar su
célebre cuadro. Es difícil comprender el comportamiento de este italiano que
asumía en carne propia todo su sufrimiento, toda su angustia y orfandad. Porque él de alguna manera quería redimirlos,
liberarlos del terror en una infructuosa búsqueda de la libertad y la justicia.
Perteneciente a la era de una juventud nihilista subordinada por completo a las
leyes del capitalismo prefirió renunciar a una existencia relajada allá en su
Italia natal. La bella Italia que tanto admiran los turistas, un país del
primer mundo donde no le faltaba nada y podría gozar sin sobresaltos de los
parabienes de la sociedad de consumo.
Israel utiliza la táctica
de la guerra preventiva, de los asesinatos selectivos, -según los expertos-
operaciones quirúrgicas que tienen el propósito de descabezar a los líderes y
hundirlos en el caos. Gaza es como un campo de tiro donde experimentan con nuevos tipos de armas sobre la población
civil a la que han convertido en conejillos de indias.
La música de Gaza es el
llanto desconsolado de los padres y las madres,
de los hermanos, de las viudas o los huérfanos; no hay más que gritos de
rabia y de dolor por doquiera que uno vaya. Las oraciones por los difuntos que
son trasladados en andas a los cementerios por las multitudes nos rompen el
corazón. Un continuo cortejo fúnebre donde
la gente sólo pronuncia la palabra venganza.
¡Venganza en el nombre de Allah! No
existe resignación ni conformismo ¡Ni una lágrima más, dame un arma! De ahí que el único deseo de muchos jóvenes sea
engrosar las filas de la resistencia dispuestos al martirio. Han
decidido que la mejor manera de protestar es forrarse de explosivos e inmolarse
en honor a la patria.
Porque su patria ha sido
devastada, no ha quedado piedra sobre piedra. Los cazas y helicópteros
sionistas han destruido edificios públicos, escuelas, universidades, oficinas
gubernamentales, hospitales, mezquitas, plantas desalinizadoras, centrales eléctricas,
sistemas de riego; han arrasado miles de hectáreas de cultivo, árboles frutales,
olivares. Cualquier resquicio de vida intentan cegarlo de raíz.
Es entonces cuando Arrigoni
junto a otros compañeros del ISM deciden asumir la condición de “escudos humanos” ¿escudos humanos? Sí.
Como único método válido de proteger a
los pescadores o agricultores de las agresiones del ejército israelí. Ellos sabían
de antemano el riesgo que corrían porque a los soldados no les temblaba el
pulso a la hora de disparar contra los presuntos “terroristas” que se les atravesaban
en su camino. Los voluntarios con gran valor
y coraje se colocaban un chaleco reflectante y con un megáfono en mano advertían
a las patrullas del Tzahal a que se
abstuvieran de disparar sobre los indefensos trabajadores. Con el fin de
documentar cualquier incidente fotografiaban o filmaban con sus cámaras el
desarrollo de sus actividades diarias. Ya
se había producido gran cantidad de asesinatos y detenciones arbitrarias al
violar los jornaleros la zona de
exclusión que es donde están las tierras más fértiles.
De acuerdo a las leyes
internacionales los pescadores de Gaza tienen derecho faenar a 20 millas de la costa. Pero el gobierno
israelí, por motivos de seguridad, lo limita a tan sólo tres millas. Una
decisión arbitraria que les impide alcanzar los caladeros más productivos pues
Israel intenta boicotear este importante rubro económico de la franja.
Arrigoni acompañaba a la
tripulación de los barcos de pesca que salían a faenar colocándose en la proa empuñando
una bandera palestina. Así avisaba la presencia de los activistas del ISM para
que las patrulleras de la armada israelí no los abordaran. Un día que
sobrepasaron el límite permitido se les dio el alto y fueron apresados.
Arrigoni opuso resistencia y los marinos del Hel Hayam tuvieron que
reducirlo con una pistola eléctrica. Cayó
al mar inconsciente y por poco se ahoga.
Engrillado lo trasladaron al puerto de Askalon donde luego lo remitirían a la prisión de Ramle. Allí, según su testimonio, fue
torturado antes de que las autoridades lo deportaran a Italia.
Tras ser deportado
Arrigoni cabeza dura no se dio por
vencido y nuevamente embarcó a bordo de la nave Dignity rumbo a Gaza. Su única
obsesión era ocupar su puesto de escudo humano y velar por la seguridad de la
población civil.
Arrigoni, que se
distinguió como uno de los miembros más emblemáticos de la ONG Internacional Solidarity Movement, no sólo
condenaba la política genocida del gobierno israelí sino también el régimen
teocrático de Hamas y la actitud colaboracionista del gobierno de Fatha con Israel. Además despreciaba
por completo el nepotismo y los escándalos de corrupción completamente
injustificables teniendo en cuenta la marginalidad y la miseria que padece el
pueblo palestino.
¿Cómo entender una Palestina
dividida entre Gaza y Cisjordania? Sólo
hay que observar lo acontecido en las elecciones parlamentarias del 2006 cuando
la OLP y Hamas iniciaron una sangrienta guerra fratricida que se saldó con
cientos de muertos y heridos. La comunidad internacional no quiso reconocer la
victoria del primer ministro el islamista Ismail
Haniyeh pues Hamas es considerado un
movimiento que promueve el terrorismo y propugna la destrucción de Israel.
En Gaza existen infinidad
de facciones rivales con distintas tendencias políticas y sectarias entre las
que cabe destacar: Hamas, la Yihad Islámica, grupos salafistas pro Al Qaeda como
la Brigada de los Compañeros del Profeta Mohamed, Soldados de Allah, Ejército
del Islam, Ejército de la Nación, Brigadas de los mártires de Al Aqsa, Brigadas
Al Quds, el FPLP, el movimiento de resistencia Islámico Azzadin Al Qassam,
aliados de Hezbollah e Irán, Al Fatah. La
mayoría de estos grupos armados tienen cuentas pendientes entre si y por eso la atmósfera es muy tensa y enrarecida.
Es tal el delirio de persecución que
buscan desesperadamente por todas partes agentes infiltrados del Mossad, la CIA o del MI6. Por la más
mínima sospecha cualquiera puede ser detenido y acusado de colaboracionismo. E,
incluso, sin juicio previo, condenado a muerte ejecutándose la sentencia en
plena vía pública para que sirva de escarmiento. Existen una serie de líneas rojas que no deben cruzarse e ignorarlas
por un exceso de confianza puede resultar fatal.
Arrigoni era un personaje
muy popular al que se le veía muy a menudo recorriendo las calles del wasted balad de Gaza. No podía pasar desapercibido
con su gorra de marinero, fumando la pipa y anudado al cuello un pañuelo
palestino. ¿Quién podía recelar de ese muchacho alegre y afectuoso que hacia
las compras en el zoco, se sentaba a comer humus o falafel en los restaurantes
conversando con la gente o asistiendo a los partidos de fútbol internacional
que se transmitían vía satélite? Tal fue su arrolladora personalidad que el
mismísimo Primer Ministro Ismael Haniyeh
le hizo entrega del pasaporte palestino.
Arrigoni sin ningún pudor se exhibía en público con ropas
ajustadas, a veces con el torso desnudo enseñando la musculatura donde se
distinguían unos extraños tatuajes y una ceja atravesada por un piercing. Para los más fundamentalistas esa imagen poco
ortodoxa y su comportamiento
extrovertido era una provocación intolerable porque atentaba contra la moral y las buenas costumbres.
En los acuerdos de Oslo que firmaron Rabin y Arafat en el año 1993 se pactó la retirada del ejército hebreo de la franja y
el desmantelamiento colonias a cambio de la paz y el reconocimiento a la
existencia de Israel por parte de la OLP.
Se diseñó una hoja de
ruta que establecía una serie de plazos para que Cisjordania y Gaza alcanzaran
la plena autonomía. En 1994 con la firma
de los acuerdos del Cairo se
resuelve que Jericó y Gaza pasarán a manos de ANP antes de que termine la década.
Una decisión que fue retrasándose hasta que en el año 2005 la administración Sharon, presionada por EE.UU y la Unión
Europea, comenzó la evacuación de los 21 asentamientos de Gaza. A la fuerza
tuvieron que desalojar a los colonos que poseían la tierra más fértil donde se
dedicaban a cultivar principalmente flores y tomates (el 15% de las
exportaciones agrícolas de Israel)
Las armas que utilizaba Arrigoni
no eran otras que los teléfonos móviles,
Internet, You Tube o las teleconferencias. Escribía diariamente en su blog Guerrilla Radio, sigamos siendo humanos para
informar a la opinión pública mundial de todos los crímenes y las violaciones
de los derechos humanos que se cometían contra el pueblo palestino. Convertido
por la fuerza del destino en auténtico periodista curtido en los fragores de
los bombardeos y las operaciones de castigo.
Él intentaba remover las
conciencias de una sociedad occidental más preocupada por asuntos banales, una
sociedad occidental indiferente al sufrimiento del pueblo palestino y que
apenas reaccionaba ante las cruentas imágenes que se transmitían en vivo y en
directo. Tampoco los responsables de tomar las decisiones políticas mostraban ningún
interés en detener el humillante castigo colectivo al que se somete a Gaza; ni
el Consejo de Seguridad de la ONU, ni la Unión Europea o los EE.UU. Todos se
mostraban condescendientes con el genocidio cometido por Israel.
Arrigoni no se cansaba de
decir que la franja de Gaza era “la prisión a cielo abierto más grande del
mundo” un inmenso campo de concentración
o el nuevo gueto de Varsovia para
vergüenza de la humanidad. Sólo había
que observar los muros, las vallas electrificadas, las cercas de alambre de púas,
los campos minados que lo rodean. Aparte de los sofisticados sistemas de
control de seguridad como radares, satélites, globos sonda y drones para
reforzar su vigilancia.
¿Qué futuro se puede
esperar de una existencia bajo el estado de sitio perpetuo? La única salida es cavar túneles e intentar
desesperadamente romper el bloqueo. Esto es lo más parecido a una ratonera
porque a base del terror han querido deshumanizarlos, despojarlos de su
dignidad y decoro. No hay más que
recorrer sus calles y contemplar el paisaje devastador que ha dejado las
distintas ofensivas sionistas: cascotes de piedra, cañerías rotas, hierros
retorcidos, viviendas chamuscadas, edificaciones demolidas, en fin, parece que
se hubiera producido un violento cataclismo al que los agresores llaman
eufemísticamente “daños colaterales”
Muchas zonas carecen del suministro de luz o de agua. – Y lo peor
de todo es que los acuíferos de Gaza están completamente contaminados y no son
aptos para el consumo-
La Franja de Gaza con
localidades como Gaza capital, Jan Yunis, Deir al-Balah, Rafah, Jabalia, Beit
Hanoun ocupa una extensión de 360 kilómetros cuadrados. Una superficie que se ha quedado pequeña para acoger una
población que sobrepasa el millón y medio de habitantes. -El 85% de los cuales son
refugiados-. Esto significa que cuenta con la densidad de población más
alta del mundo. El 60% de la cual es menor de 21 años. La expectativa de vida
ante tanta marginalidad y miseria no puede ser más desesperanzadora. El deterioro
mental deja sus huellas perennes que tendrán que sobrellevar por el resto de
sus días.
Lo cierto es que su supervivencia sería imposible sin el auxilio
de las organizaciones de ayuda humanitaria como la UNRWA, la Media Luna Roja, UNICEF,
y las distintas ONGs que operan en la zona. Con tasas de desempleo altísimas
y una economía en quiebra son argumentos suficientes para entender el drama que
los aqueja.
El único interés de
Israel es el de forzar el colapso del gobierno de Hamas. Gaza es una “entidad hostil” que debe someterse a sus
designios o, de lo contrario, será domada a sangre y fuego.
Esta demencial agresión provoca
también recelos entre las diferentes milicias palestinas que intentan imponer
su ideología o dogmas religiosos. Porque no es sólo Israel el único enemigo y
todos saben que no pueden bajar la guardia.
Arrigoni recibió amenazas de muerte por el simple hecho de ser un ciudadano
italiano, un ciudadano europeo, un cristiano descendiente de los infieles Cruzados.
¿O quizás sería un ateo? un “kafir
corruptor” con ese piercing en la ceja y los tatuajes en su cuerpo no cabía la menor
duda ¿bebería alcohol? ¿cortejaría a las
mujeres? Seguro viene a fomentar el libertinaje y el vicio entre la juventud y a
sacarlos del camino recto del Islam. ¿Que se le habrá perdido por aquí?
“Es
inaceptable que un extranjero sea el protagonista de la lucha de liberación Palestina”
Arrigoni fue secuestrado
el día 14 de abril de 2011 por un
comando del grupo Tawhid Wal Yihad -un
grupo salafista pro al Qaeda -que
luchan por establecer un emirato islámico en Gaza- enfrentado abiertamente con
Hamas al que acusan de moderados- Con el rehén italiano en sus manos exigían a
cambio la liberación de su líder Heshamal
al Saeedni y otros militantes yihadistas prisioneros en las cárceles de
Hamas.
Ese mismo día se emite
por Internet un vídeo donde muestran a Arrigoni con los ojos vendados y advierten
que lo ejecutarán si no se cumplen sus exigencias. Es inconcebible esta afrenta
contra el hijo adoptivo de Gaza, aquel que orgulloso enarbola la bandera
Palestina, el escudo humano que afirmaba que por sus venas corría sangre palestina y que
con todas la fuerzas de su alma llevó hasta la extenuación su compromiso
solidario.
De madrugada -según los
informes policiales- Arrigoni fue ahorcado en un piso del barrio Sheikh Rudawan y luego su cuerpo
abandonado en una vivienda vacía del barrio Al Karama. Vilmente asesinaron
al brigadista internacional, al partisano de la paz. Con una soga en el
cuello le han pagado toda su entrega y lucha libertaria. Una verdadera tragedia
shakespeariana, una obra de un brutal dramatismo que ha tenido un desenlace
diabólico, inaudito y autodestructivo. Y cumplió su palabra al pie de la letra: sacrificó
su vida en el altar de la utopía. Mataron sin ningún escrúpulo a aquel que
asumió Palestina como su propia patria y juró defenderla por el resto de su vida
en una prueba de altruismo supremo que lo dignifica. Como a él le gustaba
decir: “a veces el vencedor simplemente
es un soñador que jamás ha desistido”.
Carlos de Urabá 2015