La caravana de migrantes que salió de Tegucigalpa (Honduras) hace más de un
mes -convocada por el periodista y militante
de la izquierda hondureña Bartolo Fuentes- acaba de llegar a Tijuana. Es decir,
que han recorrido más de 5.500 kilómetros. Según la policía federal a su paso por Guadalajara se
contabilizaron un total de 7.000 migrantes (incluidos 100 menores de edad-entre
los cuales algunos viajan solos)
Policías federales mexicanos y agentes
migratorios intentaron detenerlos en Ciudad
Hidalgo (paso Tecún Umán-Guatemala) pero se vieron impotentes para contener
la marabunta que derribó las vallas de contención en la aduana ingresando
ilegalmente en México. Mientras otra gran multitud cruzó en barcas o a nado por
el río Suchiate. Los que quisieron
entrar legalmente quedaron detenidos en Tapachula.
En este tsunami humano de proporciones bíblicas
no solo vienen ciudadanos sino también campesinos que han sido despojados de
sus tierras por los terratenientes o las multinacionales. El mundo rural
agoniza a causa de la destrucción de la naturaleza y el cambio climático, el
hambre y la sed asolan las comunidades y la única salida es emigrar a las
ciudades o al extranjero.
El objetivo de esta marcha es muy claro:
cruzar como sea la frontera que separa México de EEUU. Aunque el nuevo
presidente de México el izquierdista López Obrador les ha ofrecido trabajo y
regularizar su situación migratoria la
inmensa mayoría repiten en voz alta que no se van a echar atrás porque su máxima obsesión es hacer realidad el “sueño
americano”. La estatua de la libertad es el faro que guía su camino.
Este
éxodo es el síntoma más claro del fracaso de los procesos de Paz llevados a cabo
en Centroamérica en los años 90 para poner fin a la guerra que desangraba
Salvador, Guatemala o Nicaragua. Las
guerrillas entregaron las armas desmovilizándose a cambio de reformas que incluyeran
mejoras socio-económicas para la población más vulnerable. Pero con el paso de los años todas estas
demandas se fueron aplazando hasta caer en el olvido. La “izquierda revolucionaria”
fue lentamente integrándose en la democracia burguesa atraída por las prebendas
burocráticas e institucionales. Algo que derivó en la imparable ascensión del neoliberalismo
más reaccionario que ha generado más precariedad y pobreza. Algunos sociólogos de la vieja escuela
sostienen que en América Latina la única oposición posible es la lucha armada.
Honduras históricamente se ha distinguido
por ser un satélite del imperialismo
norteamericano. En los años ochentas la Contra nicaragüense- entrenada por la CIA- instalaron sus bases en la
margen izquierda del río Coco con el propósito de atacar a la guerrilla
sandinista. Se hacía imprescindible neutralizar el avance del comunismo en la región
por medio de una guerra de
desgaste.
Al
final Centroamérica se ha convertido en una de las regiones más violentas del
planeta.
Washington premia a las élites del poder elegidas fraudulentamente en procesos “democráticos”
viciados y que ellos mismos certifican. Las multinacionales norteamericanas explotan
a destajo las riquezas y materias primas favorecidas por la oligarquía vendepatrias.
Estamos inmersos en el sistema capitalista
en el que impera una demencial alienación tecnológica y cibernética que ha instituido el consumismo
más atroz y despiadado. La propaganda que se transmite por la TV, las películas,
el cine, las revistas, o los periódicos o en Internet sublima y diviniza la
grandeza del imperio yanqui. Solo basta nombrar la palabra EE.UU para que los
migrantes recobren el aliento y se les marque en el rostro una sonrisa de felicidad.
Algunos incluso hasta portan la bandera de las barras y las estrellas para demostrar
que vienen en son de paz. “No somos delincuentes,
somos ciudadanos que venimos a trabajar”-aducen. Muchos piensan que el
gobierno de Estados Unidos va a otorgarles el estatuto de refugiados pues hacen
parte de una población vulnerable víctimas de la pobreza, el hambre y la
violencia. Así difícilmente nuestros pueblos van a romper las cadenas del
asistencialismo y la dependencia.
La consigna es coronar lo más rápidamente posible
para terminar de una vez por todas con este viacrucis. Nos conmueven escenas desgarradoras
de angustia y dolor, pero su capacidad de resistencia es memorable. A veces cunde la desmoralización y el
pesimismo pero puede más la atracción del dorado capitalista donde el genio de
la lámpara maravillosa les concederá todos sus deseos: casa, carro,
computadores, televisiones, teléfonos celulares, buena ropa y comida en
abundancia.
En los años sesentas o setentas del siglo
pasado una juventud ciento por ciento politizada deseaba cambiar el mundo e
imitar a sus ídolos el Che Guevara, Fidel Castro, Sandino, Farabundo Martí o
Camilo Torres. El idealismo los empujaba a empuñar las armas uniéndose a la
causa revolucionaria con la firme creencia de que su martirio liberaría a sus
pueblos del yugo imperial. Hoy esos guerrilleros han sido reemplazados por la
delincuencia común y las bandas criminales cuya ideología es la puñalada trapera
o el tiro en la nuca.
El lumpen proletariado ya no quiere
echarse al monte en defensa de sus derechos sino que prefieren escapar rumbo al
dorado capitalista. Su majestad el dólar posee una atracción fatal imposible de
contrarrestar. Los han estafado con tantas mentiras y falsas promesas. A
esas bestias de carga tan solo les
espera una larga y lenta agonía cuya única recompensa será una fosa común en el
cementerio.
No hay un proyecto de salvación colectivo
sino individual. Los más fuertes sin clemencia aplastan a los más débiles en
una clara demostración de darwinismo
social. Sin igualdad de oportunidades para poder progresar es casi
imposible asegurar un porvenir digno. Escapan de un sistema diabólico que solo
conduce al suicidio o la autodestrucción.
Si quieren cambiar radicalmente sus vidas Tío Sam es el único que puede redimirlos
y ofrecerles trabajo, seguridad, educación, salud, vivienda y, sobre todo,
dólares a punta de pala.
Por ahora no son más que unos espectros que
vagan por los caminos rogando caridad a ver si los buenos samaritanos se
compadecen de sus cuitas. Humillados piden limosna a los transeúntes, se
apostan en los semáforos o en la orilla de las carreteras repitiendo su triste letanía:
“una monedita por amor a Dios”
Si se les pregunta ¿cuál es su destino? sin
dudarlo contestan: Los Ángeles, San Francisco,
Miami, Virginia, New York, Chicago o Canadá (depende de sus preferencias
o si ya tienen familiares residiendo allí) –porque a los EEUU han emigrado
legal o ilegalmente millones de latinoamericanos deseosos de participar en el
gran banquete capitalista. El 75% de los
migrantes en EEUU son espaldas mojadas. Les han vendido que Coca Cola es la
chispa dela vida y este es un dogma irrefutable.
Los componentes de la caravana son los más
pobres entre los pobres; pertenecen a los estratos más bajos y despreciables cuyo
entorno social se desenvuelve en un medio delincuencial donde reina la drogadicción
y el alcoholismo. En esta marcha vienen desde bebes, niños, jóvenes, mujeres, madres
embarazadas, familias enteras, novios, matrimonios, viudas, huérfanos, abandonados,
hombres maduros, ancianos, ciegos, paralíticos, cojos, sordos, mudos,
retrasados mentales. La mayoría son de origen mestizo, indígenas, negros,
mulatos, zambos, en fin, todas las sangres todas. Estamos hablando del lumpen más miserable condenado a la brutalidad
y el analfabetismo. Incluso hay varios grupos de LGBTTTI víctimas de la
discriminación y la homofobia en unos países dominados completamente por el heteropatriarcado.
Han experimentado en carne propia como
asesinan impunemente a sus hermanos, a sus padres, a sus hijos, a sus
amigos, tienen que soportar la extorsión
y los chantajes por parte de las maras y otros grupos delincuenciales.
Sobrevivieron a la barbarie pero todavía les resta sobrepasar incontables obstáculos
hasta disfrutar de las mieles del “paraíso”. Todo joven de 12 o 13 años es
obligado a enrolarse en las pandillas; se solicitan mensajeros, fleteros, extorsionistas,
ladrones, vendedores de droga, secuestradores, proxenetas, sicarios. Quien se niegue a obedecer las órdenes que se
atengan a las consecuencias. Por lo general se ejecutan a los insumisos con el
fin de aterrorizar a la población. Otra modalidad es el rapto de niñas que
servirán de concubinas de los grandes capos. Desde luego que los parias han
nacido para protagonizar las noticias más espeluznantes de la prensa amarilla.
Esta caravana simboliza un grito de
protesta contra esos gobiernos corruptos y autoritarios que aplican una política
militarista de represión, torturas, asesinatos, y desapariciones forzadas -que
es el mejor método para eternizarse en el poder- Esta es la herencia que han
dejado los regímenes indolentes que desde hace siglos cumplen al pie de la letra su papel de esclavistas y
explotadores.
El pueblo mexicano está dividido entre los
que se solidariza con la causa de los migrantes centroamericanos -siguiendo los
preceptos cristianos de “ama al prójimo como a ti mismo”; y los que critican a
los invasores (apestados) pues vienen a crear más problemas sociales y a
mendigar en las calles. Dan por seguro que aumentará la delincuencia y la
inseguridad. Otros apuntan que muchos engrosarán las filas de los carteles del narcotráfico.
Se les criminaliza por su apariencia física, porque son pobres, carecen de
recursos, llegan sucios, andrajosos, enfermos, desnutridos con los pies llenos
de ampollas, cargados de bártulos y muertos
del cansancio. Por eso no es de extrañar que surjan manifestaciones de xenofobia
y de racismo.
Ya nadie habla de dignidad humana sino del
fútbol o las telenovelas. La indiferencia es la norma y mientras haya plata
para cargar el teléfono celular lo que le pase al vecino a mí me importa un
bledo.
¿Quién va a hacerse cargo de estos 6.000
migrantes y de los que vendrán? ¿Quién va a mantenerlos, darles de comer o facilitarles alojamiento?
Porque cada estado mexicano ha asumido sus propias responsabilidades para
afrontar una emergencia humanitaria sin precedentes.
La cúpula eclesiástica hace ingentes
esfuerzos para que Canadá acepte unos cuantos miles de migrantes. El Papa
Francisco los recuerda en sus oraciones diarias y se muestra muy preocupado por
la situación de población más vulnerable como los bebés, niños o ancianos.
El comité organizador de la marcha “Pueblos sin Fronteras” está integrado
por activistas de los derechos humanos
profesores, estudiantes, sacerdotes, artistas de los EEUU,
Centroamérica, mexicanos y europeos. Se necesita un compromiso inclaudicable de
la Cruz Roja, Cáritas, las ONGs,
distintos organismos de ayuda humanitaria, la oficina de la ACNUR de la ONU, voluntarios de las
iglesias, las parroquias, universidades, escuelas, la comunidad LGTBTTTI de Honduras, Salvador o
Guatemala y las donaciones particulares porque los mexicanos hacen gala de una
gran generosidad.
El gobierno mexicano no ha querido
detenerlos sino muy por el contrario les ofrece auxilio y apoyo para que
culmine su periplo. No han acatado las órdenes de Washington que les exigió
cerrar la frontera para impedir el paso de los “invasores”. Peña Nieto está a punto de finalizar su
mandato y por eso las responsabilidades de gobierno recaen en el nuevo
presidente López Obrador quien ha ordenado proteger y asistir a la caravana
por motivos humanitarios.
No es la primera vez que se produce este éxodo
migratorio puesto que México es un país de
tránsito constante de inmigrantes. Desde hace muchas décadas se han producido
con mayor o menor intensidad este tipo de fenómenos migratorios en el que están
involucrados los propios mexicanos, centroamericanos, caribeños,
suramericanos y más recientemente africanos, asiáticos y hasta de Oriente
Medio. Lo que no trasciende es que miles de ellos han muerto en el camino víctimas
de las enfermedades, los accidentes o los carteles que les cobran peaje, los
secuestran los esclavizan, asesinan o desaparecen.
La ruta clásica es abordar como polizones el
tren carguero “la Bestia” desde Tapachula o Arriaga (Chiapas) hasta Tijuana
(conocida como la ruta del Pacifico que es
la más larga pero la más segura) la ruta Noreste discurre de Querétaro a
Ciudad Acuña, la ruta Norte que va de Querétaro a Ciudad Juárez, la ruta del
Noreste de Querétaro a Tijuana, la ruta Suroeste de Tapachula a Tierrablanca.
La noticia del éxodo de migrantes centroamericanos ha trascendido a
nivel mundial y es portada de la prensa, radio, noticieros de TV y las redes
sociales. El efecto llamada hace que la caravana de migrantes empiece a crecer
desmesuradamente -según las últimas noticias se esperan varias oleadas más procedentes
de Honduras, Guatemala y el Salvador ¿Nicaragua? Y es que desde cualquier teléfono móvil -vía Facebook, Whatsapp-
es muy fácil animar o convencer sus familiares y amigos para que vengan a sumarse
a la marcha. El Secretario de Estado USA Mike
Pompeo ha dicho que “los migrantes
son un inaceptable riesgo para la seguridad de Estados Unidos”. Trump intenta
chantajear a los países Centroamericanos con retirar la ayuda económica sino
detienen inmediatamente la caravana. Además amenaza con deportar a millones de
indocumentados –“dreamers”-que en la
actualidad residen en los EEUU.
La crisis migratoria ha servido para que Donald Trump justifique -en aras de la
seguridad nacional- la construcción del muro de separación o del apartheid (calcado
al que levantaron los sionistas en los territorios ocupados). Ese ogro xenófobo y racista ha dado la
orden al “séptimo de caballería” de disparar contra de indios rebeldes que
pretenden violar la soberanía patria. -A esa “chusma infecta de matones y
pandilleros hay que fumigarla”. El gobierno de los EEUU impide solicitar asilo
a quien ingresa de forma ilegal en su territorio y está empeñado en derogar las
medidas migratorias de la era Obama: el Dream
Act y el Obamacare.
Se impone el discurso de odio para infundir
el miedo y señalar como enemigo al extranjero, al que es distinto por su color
de piel o su idiosincrasia. En EEUU actualmente
hay 11 millones de indocumentados.
A Tijuana, Mexicali y Ciudad Juárez comienzan a llegar los primeros migrantes
de la caravana despertando gran animadversión entre la población local.
El
alcalde Tijuana Juan Manuel Gastélum del PAN ha declarado a los migrantes “personas
non gratas”: “mano dura con esta bola de
vagos y marihuaneros” “Son
intrusos malolientes que vienen a
quitar puestos de trabajo a los mexicanos” Se nota que le Ku Klux Klan actúa a ambos lados de la frontera.
Tijuana es una ciudad fronteriza que viene
recibiendo desde hace años miles y miles de migrantes de distintas
nacionalidades cuya meta no es otra que cruzar la raya. Solo basta con observar
el caso de los 3.000 haitianos
(otros 19.000 ya han sido repatriados) que por ahora permanecen en el limbo a
la espera de que se resuelva su crítica situación. Estos náufragos fundaron en los suburbios de
Tijuana “la pequeña Haití” que es
una especie de gueto en el que se han visto obligados a atrincherarse. Para
sobrevivir trabajan de obreros, operarios en las maquiladoras, en los
restaurantes o los hoteles, etc. En este sitio talvez los migrantes centroamericanos
-ante el rechazo de las autoridades a su presencia en el municipio- no les va
quedar otra alternativa que instalar sus precarios cambuches de plástico y de
cartón a la espera del asalto final a los cielos (algo que puede tornarse
indefinido) Aparentemente la ONU va a aplicar en Tijuana la misma política
implementada en Oriente Medio con los refugiados de la guerra Siria.
El gobierno mexicano exige al Alto
Comisionado para los Refugiados de las Naciones Unidas (ACNUR) que le ayude
económicamente a afrontar la crisis
humanitaria pues también tienen que atender a millones de sus conciudadanos sumidos en la
pobreza extrema. Se prevé que antes de
fin de año lleguen a Tijuana, Mexicali o Ciudad Juárez unos 30.000
centroamericanos.
Estamos asistiendo igualmente a una rebelión
mística muy similar a la acontecida en el
nordeste del Brasil en 1897 y que tuvo como protagonista al líder espiritual Antonio Conselheiro en la conocida “Guerra de Canudos”. El Conselheiro se
dedicaba a peregrinar por el Sertao con el fin de captar devotos a los que les prometía la salvación eterna. Y así
fue como miles de campesinos, indios, caboclos y esclavos libertos se unieron a este líder
carismático que implantó el cristianismo comunitario y autosuficiente. Este profeta pretendía fundar un reino divino
en el Nordeste de Brasil. En sus
dominios no existía el hambre, el
sufrimiento y las leyes se inspiraban en el amor fraterno, la solidaridad y la
armonía entre los seres humanos. Tales principios anarquistas derivaron en el
enfrentamiento directo con gobierno central que movilizó al ejército en defensa
de la unidad patria. Hasta que al final y después de cruentas campañas
militares quedó completamente exterminado el movimiento.
Un siglo después Antonio Conselheiro resucita
encarnado Bartolo Fuentes,
periodista y político de la izquierda hondureña, defensor de los derechos
humanos y ex diputado por el partido Libertad y Refundación. Él fue quien colgó
en Facebook un llamado a unirse a la
caravana de migrantes con destino a los EEUU. La convocatoria tuvo un inusitado
éxito en las redes sociales pues los pobres siempre están ávidos de milagros.
Esta mezcla explosiva entre la ideología marxista, el catolicismo y las sectas evangélicas
surtió el efecto deseado. Porque los latinoamericanos hacemos parte de ese increíble
sincretismo en el que se mezclan creencias religiosas, paganismo, misticismo,
anarquismo o comunismo. Los oprimidos recuperan la conciencia y se dan cuenta
que valen menos que uno de esos perros de pedigrí que tanto miman los burgueses
y que si no reaccionan los van a
aplastar como cucarachas.
La caravana migrante se vio implicada en
serios incidentes de orden público al asaltar el paso fronterizo de Agua Caliente en la frontera guatemalteca (En
la actualidad cerrado por presiones de Washington) Entonces las autoridades de
ese país en un intento por desmovilizar la caravana, detuvieron a Bartolo Fuentes acusándolo de tráfico
ilegal de seres humanos. Tras deportarlo a Honduras de inmediato tuvo que
escapar al Salvador (donde está ahora asilado) pues peligraba su vida.
El gobierno hondureño presidido por
el presidente derechista Juan Orlando Hernández, aliado de las
mafias del narcotráfico y sus matones, lo señala de ser un “coyote” que se aprovecha de la ingenuidad
de los más humildes. Además se le acusa de querer tumbar el gobierno. En Guatemala el presidente es Jimmy Morales, conocido payaso
televisivo y pastor de la iglesia evangélica es la punta del Iceberg de un
sistema corrupto que busca derrotar a la Comisión contra la impunidad en
Guatemala, en Nicaragua el presidente Daniel
Ortega a raíz de las manifestaciones de protesta contrarrevolucionarias ha
ordenado a la policía reprimirlas a sangre y fuego. En los últimos seis meses
han muerto aproximadamente 500 personas. La crisis política, la falta de
recursos y desabastecimiento ha empujado 30.000 nicaragüenses a buscar refugio
en Costa Rica. En el Salvador el
presidente Sánchez Cerén del FMLN poco
pude hacer para contener la violencia de las maras y del crimen organizado.
Este pequeño país centroamericano –según Amnistía
Internacional- es donde más homicidios se cometen sobre la faz de la
tierra. Por ejemplo, entre enero y septiembre la mara salvatrucha ha asesinado a 260 menores de edad.
Como está escrito en el Antiguo Testamento
los muros de Jericó caerán cuando los
sacerdotes toquen sus cuernos y el
pueblo elegido lance su grito de guerra. Todos saben que el presidente Donald
Trump les tiene preparado un recibimiento sorpresa con el despliegue en la
frontera sur de 5.600 soldados del US Army y la Guardia Nacional. Para el ejército de Dios, protegido por ángeles y
arcángeles no hay ejércitos, ni murallas,
ni aviones o cañones que los detengan. Los ricos y poderosos por su soberbia y
egoísmo serán castigados por Jehová.
Ya son cuatro las caravanas que suben
hacia el norte –a pie y en autobuses-de manera escalonada procedentes de Honduras,
Salvador y Guatemala -aunque también hay mexicanos que se están sumando a lo largo
del camino. Según sostiene el sacerdote hondureño David Mateo en su obra “Jesús
Deportado” el hijo de Dios también fue un inmigrante indocumentado. En las
asambleas que se convocan regularmente por parte de los organizadores de la
caravana se discute la estrategia a seguir para captar la atención de la
opinión pública mundial, la ONU, el Vaticano, la Unión Europea. Se baraja la
posibilidad de realizar plantones, huelgas de hambre, cadenas de oración, para
visibilizar aún más sus reivindicaciones: respeto a los derechos humanos,
seguridad, justicia, reparación y
dignidad.
El Che
Guevara en algunos apartes de su famoso discurso pronunciado ante la
Asamblea General de la ONU en 1964 expresó: “porque esa gran humanidad ha dicho
¡basta! y se ha echado a andar” “Ahora sí la historia tendrá que contar con los
pobres de América, con los explotados y vilipendiados que han decidido empezar ellos
mismos, para siempre su historia” “Y esa ola irá creciendo cada día que pase y
esa ola no parará más”
La verdad es que en este caso no se han
cumplido sus predicciones porque esa gran humanidad en su impotencia en vez de decir ¡basta! y luchar
por su tierra y por su pueblo ha decidido huir con rumbo norte en busca del
imperio capitalista.
Carlos de Urabá 2018