El área
metropolitana de Guadalajara (México) es el mejor ejemplo para comprender la
magnitud del drama medioambiental que atraviesa América Latina.
Cualquier
persona que se levanta por la mañana lo primero que hace es ir al baño a hacer
sus necesidades fisiológicas, después tira
de la cadena del inodoro, luego se ducha con mucho jabón o shampoo, mínimo 10 minutos;
se cepilla los dientes, escupe, tira otra vez de la cadena del inodoro; se
acicala, se peina, si son mujeres se
maquillan con diversos productos de cosmética, cremas, lociones, perfumes, el
fijador, el acondicionador, la brillantina, la laca, la gomina o el desodorante, acto seguido se van a la
cocina a preparase el desayuno; se sirven el café con leche, el pan con
mantequilla y mermelada. Se acabó la leche y tiran el envase a la basura, se acabó
el café y tiran el tarro a la basura; se toman un yogurt y tiran el envase a la
basura. Producimos desperdicios y aguas residuales que es necesario evacuar de
las zonas residenciales puesto que de lo contrario provocarían terribles epidemias
y pandemias. No importa pues para eso se pagan impuestos y luego vendrán los servicios
municipales de limpieza a recogerla para trasportarla a unos de los 12
botaderos de basura que existen en Guadalajara. Cada individuo de una familia normal y
corriente (4,1 personas) produce en residuos sólidos (materia orgánica e inorgánica)
un kilo y medio diario, o sea, media tonelada anuales. Entre los que sobresale especialmente:
plástico, papel, cartón, vidrio, latas, etc. la pregunta es: ¿adónde van a
parar todos esos deshechos que producimos empezando por el agua del inodoro, la
bañera, el lavaplatos, o la lavadora? pues a los desagües que conducen a los
tubos que se encuentran enterrados en la calle y que están unidos a los canales
del alcantarillado que lo distribuyen a la red unitaria que a su vez los lleva a un colector o una fosa séptica que en teoría lo descarga a una
planta de tratamiento de aguas residuales. Ojalá sea así, pero lo cierto es que
el 50% de las plantas de tratamiento están fuera de operación y tan solo el 2%
es purificada según lo reflejan las estadísticas del CIATEJ. Lo que significa que casi siempre todas estas
aguas negras acaban en los ríos, lagos, el mar o se filtran en los mantos
freáticos.
Los ciudadanos
pertenecen a un medio urbano antinatural y artificial y poco les importa lo que
ocurra con el medio ambiente. Pero en
todo caso sus casas están bien limpias e inmaculadas; las barren a fondo, las
trapean con lejía, y la perfuman con ambientadores. Según las necesidades meten la ropa sucia en
la lavadora, le echan detergentes y suavizantes, y claro más químicos y venenos
que van a parar a los desagües. Este es
en general el comportamiento de los ciudadanos de las grandes urbes no solo de Latinoamérica
sino en todo el mundo. Por supuesto que estamos hablando de aquellos que poseen
una casa y una red de distribución de agua potable. Según el INEGI 10.500.000 habitantes
no tienen suministro diario de agua, lo que representa una población de más de
44 millones de mexicanos. Sin duda el crecimiento desordenado de la población y
la explosión demográfica ha acrecentado aún más esta tragedia social.
En el área
metropolitana de Guadalajara de 8.000.000 de habitantes existen 12 basureros
que generan 5.500 toneladas de basura diarias, mientras los vertederos ciudad
de México producen 13.000 toneladas de basura diarias y en todo el país 37.5
millones de toneladas de basura anuales. Es tal la cantidad de residuos sólidos que
desechan los millones de habitantes de una ciudad que ya no queda espacio en
los basureros a cielo abierto o de relleno sanitario.
Capítulo aparte
es el de las pilas que están compuestas por elementos altamente contaminantes y
que se arrojan en cualquier lugar sin tomar las mínimas precauciones. ¿Cuánto
contamina una pila de litio de las que se utilizan en los componentes
electrónicos como computadores, tabletas o teléfonos celulares? Una sola
pila la de litio puede contaminar 600.000 litros de agua, una alcalina 167.000
litros de agua, ¿y una pila de mercurio o de plomo? el ácido de las baterías de
plomo es lo más peligroso; el mercurio es cancerígeno y bioacumulable, la alta
exposición a este mineral puede dañar el cerebro, los riñones o el feto y si
entra en contacto con el agua de los ríos puede fijarse en los tejidos de los
peces. El plomo que también es un componente básico en las pilas afecta
gravemente el sistema nervioso, los riñones y el aparato reproductivo. El litio
es neurotóxico y es nocivo para el riñón, la intoxicación por litio produce
fallas respiratorias depresión del miocardio, edema pulmonar y estupor
profundo. Y en casos graves daña el sistema nervioso hasta provocar estado de
coma e incluso la muerte. El litio puede
lixiviarse fácilmente y llegar a los mantos acuíferos. Su efecto puede alargarse
por siglos. Las botellas de vidrio tardan 4.000 años en desaparecer, las bolsas
y envases de plástico un plazo de 150 años y una botella de PET 1.000 años,
tetrabrik 30 años en degradarse, latas de refresco de aluminio 10 años en
degradarse.
La cuenca del
Lerma-Santiago y el lago Chapala ocupa una superficie de 132.000 kilómetros
cuadrados y se
extiende por varios estados del país (México, Querétaro, Guanajuato, Michoacán
y Nayarit) Estamos en la cuenca hidrográfica más contaminada de México y
quizás también del mundo. Aquí van a parar las aguas negras, los desechos
de metales pesados o los lodos tóxicos, compuestos orgánicos e inorgánicos
volátiles, materia fecal, papel, cartón, plásticos, chatarra, artilugios
tecnológicos, también los desperdicios de los mataderos, ladrilleras, la
agroindustria, factorías agrícolas como granjas de pollos, cerdos, ovinos,
caprinos, las tequileras (Casa Cuervo), cerveceras (Modelo) industria cárnica,
alimenticia (Nestlé, Hershey), textilerías, maquiladoras, ensambladoras (Honda
y ZF) industria química (Quimikao), fábricas de alimentación animal (Virbac) restaurantes,
hospitales, hoteles. Y de ahí la gran incidencia en graves enfermedades como la
insuficiencia renal crónica y el cáncer. Hasta los años cincuentas era el hábitat
de agricultores y pescadores, un paraje de ensueño que inspiraba a los músicos
y poetas, pero hoy no es más que una infecta letrina donde proliferan las
bandadas de zopilotes y cuervos o las plagas de ratas, zancudos y cucarachas. En
el año 2008 el niño Miguel Ángel López Rocha cayó accidentalmente a un
ramal del río Santiago y tras agonizar dos semanas en el hospital falleció
intoxicado por el arsénico que había absorbido su cuerpo. El resultado de las Investigaciones de los
científicos de la Universidad Autónoma de San Luis de Potosí informa
sobre el alto grado de contaminación en la cuenca Santiago-Lerma-Chapala.
Dictamen que las autoridades ocultaron para no crear alarma social y
desentenderse de sus responsabilidades. La empresa que registra los mayores
niveles de polución es la compañía estadounidense Zoltec, especializada
en la comercialización de fibra de carbono. A finales del 2019 el Gobierno de
Jalisco anunció la apertura de un nuevo parque industrial en el Salto con una
inversión de 110 millones de dólares.
Este es uno de
los más importantes corredores industriales de México y por tal motivo desde
hace décadas se encuentra seriamente afectado por la contaminación ambiental (pues no solo recibe las
descargas industriales sino también las aguas negras de las zonas urbanas) Entre
las sustancias toxicas reportadas en los análisis del instituto CIATEJ caben
destacar: flúor, cloro, arsénico, plomo, cadmio, mercurio, aguarrás, benceno, lindano,
benzinas, ácido sulfúrico, fibra de vidrio, polímeros sintéticos, monómeros,
polietileno, poliestireno, PVC, ácido sulfhídrico, corrosivos, disolventes,
desengrasantes, derivados del petróleo, las dioxinas o COP (contaminantes orgánicos
persistentes) coliformes fecales, residuos de DDT, glifosatos, agroquímicos,
insecticidas, pesticidas, fertilizantes,
herbicidas, fungicidas que pueden provocar a largo plazo cáncer, leucemia, enfermedades
cardiovasculares, alteraciones del sistema nervioso, esterilidad, afectaciones
de las vías respiratorias y de la piel ¡Atención! Son más de 1.000 sustancias
tóxicas. Residuos peligrosos como el
nonifenol son prácticamente imposibles de eliminar incluso aplicando la más avanzada
tecnología. Un gran porcentaje de estas sustancias anteriormente expuestas se
descargan directamente a los ríos, las lagunas, los humedales, los estuarios,
los manglares y por último al mar.
Muchos de estos
compuestos reaccionan unos con las otros y son capaces de provocar explosiones,
combustión espontánea o nubes tóxicas. Estamos
ante un escenario más propio de la guerra química y bacteriológica como queda
plasmado en las catástrofes San Juanico (México) en 1984 y del 22 de
abril de 1992 en Guadalajara que dejaron miles de muertos y cientos de
desaparecidos. No olvidemos que la Ley de la Conservación de la
Materia afirma que la materia no se crea ni se destruye, se transforma.
Entre los desechos
tóxicos industriales hay que reseñar los derivados del poliglicol, refrigerantes,
disolventes, varsol, el aceite de los carros, el aceite de uso doméstico que se
desechan en el alcantarillado o los vertederos y que se filtran en el subsuelo
y los cursos de agua. Florecen por doquier los basureros de llantas viejas que
se venden a las cementeras para quemarlas en los hornos produciendo el polvo
residual llamado Clinker que marca niveles altísimos de plomo, arsénico
cadmio, mercurio, selenio, etc. Son 19 metales pesados que expulsa a la atmósfera
como el dióxido de carbono y monóxido de carbono que son gases que potencian el
efecto invernadero.
Los niveles de
ozono y partículas nocivas supera hasta por tres veces lo establecido en los protocolos
de salubridad. Las víctimas son
seres invisibles que no se recogen en las estadísticas, hay miles de afectados
y cientos de muertos anuales. En las horas punta el caótico tráfico
automovilístico no deja más que una voraz humareda cargada de partículas
nocivas que superan hasta por tres veces lo establecido por la legislación
ambiental (muchos días alcanza los 90 puntos Imeca que se traduce de
regular a malo en la calidad del aire)
¿Qué se
necesita para descontaminar el río Santiago y Lerma y el lago Chapala? supone una
misión casi imposible de afrontar pues se requieren inversiones millonarias en
infraestructuras que por el momento están en fase preliminar -Según las
palabras del gobernador de Jalisco Enrique Alfaro- “se va a aplicar una
estrategia integral para la recuperación del río Santiago” Aunque a ciencia cierta
dichos proyectos requerirán varias décadas para materializarse. Pero los especialistas siguen obviando el
problema más urgente que es el de los vertidos industriales. Hay que atacar
a fondo la polución de las fuentes hídricas en el origen, es decir, desde el
estado de México (distante a unos 480 kilómetros) Para que el plan sea exitoso los
municipios tienen que responsabilizarse del saneamiento, y las fábricas e
industrias tratar con urgencia los desechos tóxicos construyendo plantas depuradoras.
Las inspecciones deben realizarse con asiduidad por parte de la CONAGUA
y ordenar el cierre por vía judicial de aquellos que incumplan las normas. Pero
como de costumbre las prácticas corruptas y los sobornos impiden que se hagan
efectivos dichos controles de vigilancia. Las afectaciones a las poblaciones
ribereñas deben ser consideradas un crimen de lesa humanidad como lo
refiere categóricamente el informe presentado por el sistema de datos renales
de EEUU. El municipio de San Pedro Itzicán (en el lago Chapala) contabiliza
el mayor número de enfermos renales a nivel mundial.
En el año 2012 fue
inaugurada por el propio presidente Felipe Calderón la planta de
tratamiento de aguas residuales y lodos industriales del
Ahogado que junto a la de Agua Prieta (ambos proyectos realizados por la
empresa española Renova Atlatec y que se consideran un fiasco. Ambos fueron diseñados para sanear el 85% de
las aguas negras de Guadalajara (pero hoy apenas procesan el 40%) Las
autoridades prometieron que para el 2030 todas las aguas residuales municipales
captadas en los sistemas de alcantarillado de Guadalajara contarán con plantas
de tratamiento de basuras, arenas y lodos.
Aunque México firmó
el Acuerdo de Paris para disminuir las emisiones de gases de efecto
invernadero el gobierno de la Cuarta Transformación de Morena ha apostado por
incrementar la producción de los combustibles fósiles (monopolio petrolífero de
carácter nacionalista) dejando a un lado los proyectos de energías renovables.
Han preferido aplicar una estrategia retrograda más propia del siglo XX inyectando
recursos a la construcción de refinerías, reparación de las antiguas y la exploración
de nuevos campos petrolíferos y gasíferos. Igualmente, no se ha detenido la
explotación a destajo de las minas de carbón para abastecer las centrales
carboeléctricas que producen el 9% de la energía del país. Hay más de 1.000
millones de toneladas de mineral en el subsuelo y los tecnócratas sostienen que
es necesario aprovecharlas al máximo-. La descarbonización de la economía se
aplaza indefinidamente. El
presidente López Obrador está empeñado en resucitar PEMEX que es la
empresa más grande y endeudada de México inyectándole 114.000.000 de pesos
(7.400 millones de dólares) Porque PEMEX debe convertirse en el motor del “crecimiento
de la patria” y “garante de la soberanía” En la actualidad el 80% de la gasolina
que consume México procede mayoritariamente de las refinerías de EEUU y de
otros 39 países.
Para rematar existe
un fenómeno que muy pocas veces se menciona y es el de la lluvia ácida que
se propaga gracias a la humedad del aire y que es capaz de extenderse por
cientos de kilómetros impulsada por los vientos y las tormentas. La lluvia ácida
es un cóctel venenoso compuesto por dióxido de azufre, trióxido de azufre y óxidos
de nitrógeno procedentes de los derivados del petróleo, del carbón, deshechos
de incineradoras, centrales eléctricas, humos de fábricas, vehículos o
aeronaves. Sus efectos son muy
perniciosos pues marchita la vegetación, empobrece el suelo, enferma la fauna
silvestre, flora, insectos o microorganismos. El salto de Juanacatlán,
llamado en su día el “Niágara mexicano”, es el mejor ejemplo de lo que
significa la aspersión de partículas volátiles tipo aerosol que respiran los seres
vivos en cantidades ingentes de monóxido de carbono, óxido de azufre, óxido de
nitrógeno y plomo. Muchas sustancias radioactivas permanecerán latentes por los
siglos de los siglos. Los biólogos han demostrado que la acción mutagénica de agentes
físicos, químicos o biológicos alteran o cambian la información genética del
ADN de los organismos. Mutaciones que a menudo producen cáncer y enfermedades de
la piel y cardiovasculares. Los pobladores de la cuenca desesperados organizan manifestaciones
de protesta y exigen a los organismos oficiales que ponga fin a este cruel
genocidio. Hasta la misma SEMARNAT (Secretaria de Medio Ambiente y
Recursos Naturales) está de acuerdo en que se declare de una vez por todas
la emergencia sanitaria.
En 2015 durante la Conferencia de París sobre el Clima
(COP21) 195 países firmaron el primer acuerdo para combatir el cambio
climático. El Acuerdo de París establece compromisos vinculantes para mantener
la temperatura global en este siglo muy por debajo de los 2 grados centígrados.
El
gobierno mexicano ratificó el Acuerdo de Paris el día 22
de abril del 2016, el cual debe entrar en vigor a partir del 2020,
comprometiéndose a disminuir progresivamente las emisiones de efecto
invernadero en un 25% de GEI y contaminantes climáticos 22% de GFI y 51% de
carbono negro, además de reducir las emisiones del sector industrial generando
un 35% de energía limpia en el 2024 y 43% en 2030 (donde tiene que ser
eliminados el 87 % de los precursores que genera ozono y alto contenido de
azufre) El efecto invernadero es corrosivo y daña la vida terrestre, acuática y
aérea.
3.000.000
vehículos de motor circulan diariamente en el área metropolitana de Guadalajara;
mientras en la ciudad de México ya son 5 millones de automotores. El estrés
oxidativo provocado por las altas cantidades de ozono liberado a la atmósfera
influye negativamente en el medio ambiente. Los niveles de ozono y partículas
nocivas supera hasta por tres veces lo establecido por las normas
internacionales y si no se toman las medidas oportunas podría aumentar en un 20%
en los próximos 10 años. Pero las pretensiones de la industria automovilística a
corto y largo plazo es multiplicar a la enésima potencia la producción de vehículos
pues las ventas están en números rojos. De
lo contrario se perderían miles de puestos de trabajo y la economía entrarían en
recesión. Algo que resulta un sinsentido cuando la promesa del nuevo gobierno es
elevar el bienestar y el poder adquisitivo de los ciudadanos. México por sus
características geográficas es uno de los países más amenazados de los efectos
hidrometereológicos que influyen en el desequilibrio ecológico: sequías,
inundaciones, heladas y tormentas, destrucción del hábitat y perdida de la
biodiversidad. De 8.000.000 de kilómetros cuadrados de selvas tropicales hoy
tan solo quedan 1.000.000 de kilómetros. Ecosistemas tan frágiles necesitan
siglos en regenerarse.
En el corredor
industrial de Guadalajara-Ocotlán el Salto-el Ahogado están asentadas unas 10.000
industrias, empresas multinacionales y factorías, además se localiza el Silicón
Valley mexicano donde se desarrolla la floreciente industria del
software con unas exportaciones de 148.000 millones de pesos y que genera
empleo a más de 100.000 personas. Existen 600 empresas de alta tecnología lo
que la sitúa en la quinta ciudad de América Latina con el mayor nivel de digitalización.
Sobresalen 15 grandes corporativos, principalmente de origen USA. Guadalajara es
la tierra de promisión, pero también el infierno de la contaminación
electromagnética, rayos gamma, rayos X, radiación ultravioleta y microondas con
serias incidencias en los tumores cerebrales. Jalisco ocupa el segundo puesto
en contaminación a nivel nacional, pero aporta un 7.0% del PIB mexicano.
Hay que elegir entre los pajaritos y las florecitas o los altos réditos de la
bonanza económica.
La medición del
el PH como una variable química maestra nos indica cuan alta es la concentración
de iones de hidrógeno que nos revela la acidez o alcalinidad del agua que es la
mejor forma de comprobar su mayor o menor grado de pureza. En este caso el
PH de dicha cuenca hidrográfica es incompatible para la vida acuática. Si
se hace un recorrido a pie por ese entorno opresivo es imprescindible usar
mascarilla para contrarrestar los malos olores y las emanaciones químicas que
en algunos casos provocan asfixia, náuseas, vómitos o diarrea. Aquí el
coronavirus se llama dengue hemorrágico que en el año 2019 ha ocasionado
casi 200 muertos.
La fábrica de
cerveza del grupo Modelo necesita de millones de litros de agua para
asegurar que su producción siempre esté en alza- se requieren tres litros de
agua para obtener uno de cerveza. Anualmente
consumen 51.3 millones de hectolitros de agua o, mejor dicho, 16.6 billones de
litros de agua. Con estas reservas se
podrían abastecer a 11.000.000 de mexicanos que no tienen acceso al agua
potable. El agua escasea cada vez más, hay desabasto en las colonias y
poblaciones marginales donde es racionada o se suministra mediante pipetas. En
un futuro no muy lejano se desertificará muchas regiones que hoy son fértiles valles
o vergeles.
Y encima las
cerveceras contaminan con sustancias tóxicas tanto los cauces fluviales como la
atmósfera. México ocupa el cuarto lugar en producción de cerveza en el mundo, y
es el primer exportador a nivel global.
Las áreas
urbanas se han extendido más allá del horizonte, no conocen
limites ya que las municipalidades han permitido edificar en las zonas verdes y
reservas naturales. Nadie es capaz de detener el ecocidio promovido desde las
altas esferas del poder. ¿Cómo salvar los bosques,
humedales, lagunas, campos de cultivo que han sido sepultados bajo una pesada
losa de cemento y asfalto? Hace unos 40
años el municipio de Zapopan era conocido como la “despensa del bajío” pero
en la actualidad por culpa de la especulación inmobiliaria no es ni sombra
de lo que fue. Se acabó ese edén de ensueño para dar paso a las autopistas,
rascacielos, colonias, condominios, y gigantescos centros comerciales. Según los gurús del neoliberalismo el
crecimiento económico tiene que mantener su curva ascendente. Infinidad de empresas
multinacionales se han instalado en la zona de Zapopan aprovechando las
grandes facilidades que ofrece la municipalidad con bajos impuestos, energía
barata y una normativa tolerante con la contaminación medioambiental. Sobre la
mesa hay nuevos macroproyectos -claves para atraer capitales-como
termoeléctricas, gasoductos, hidroeléctricas o plantas geotérmicas.
Cada día que
pasa los recursos hídricos se agotan y por más que se construyan represas y se
sobreexploten los acuíferos en muchísimos pueblos, barrios y colonias se
raciona el agua o deben ser abastecidos por carrotanques. Como el agua del grifo “no es recomendable
beberla” ya que es un riesgo para la salud -como lo acreditaron los
especialistas del instituto de ciencias químicas ambientales- la ciudadanía se
ha visto obligada a beber el agua embotellada favoreciendo el multimillonario negocio
que dominan compañías multinacionales como Danone, Nestlé, Dasani, Coca Cola y PepsiCo
(que facturan 67.000 millones de dólares anuales) Aunque los gobiernos
municipales están obligados por la Constitución mexicana a suministrar agua
potable a sus ciudadanos (para beber, bañarse, uso doméstico, además de dotar a
los barrios y colonias de drenaje, alcantarillado, y tratamiento de aguas residuales)
El agua es un derecho humano de primer orden
reconocido explícitamente por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Sin el agua no existiría vida sobre el planeta tierra.
La sociedad civil
se ha movilizado empecinada en salvar la cuenca del Lerma-Santiago-Chapala.
Valerosos han asumido el papel de escudos humanos, de guerreros indómitos que a
pecho descubierto enfrentan a un insaciable monstruo casi invencible. Sin su
compromiso y entrega solidaria seguramente hoy la tragedia sería pavorosa. Esta
es la oposición que fiscaliza al poder establecido y entabla demandas y amparos
judiciales que paraliza esos planes desarrollistas de carácter megalómano. Bajo
el lema: “el infierno ambiental en el paraíso industrial” se encuentran
en pie de lucha la Asociación del Foro Socio-Ambiental de Guadalajara presidida
por Enrique Lira, la Asociación Un Salto de Vida dirigida por Enrique Encizo,
la Fundación Cuenca Lerma-Lago Chapala-Santiago cuyo presidente es Manuel
Villagómez asesorado por el veterano activista Elías Rodríguez, también don Raúl
Muñoz Delgadillo Defensor de los Derechos Humanos del Salto y el colectivo Pueblos
en Resistencia de la Barranca.
Ante tamaña
actitud suicida se necesita urgentemente un cambio del modelo de vida más
próximo a la deconstrucción, o sea, desmontar la diabólica maquinaria
que rige el sistema capitalista empezando por el abandono del desarrollismo
extremo. Promover una vuelta al campo y a ser autosuficientes estimulando la
producción de productos orgánicos libres de contaminantes. (muchos cultivos se
riegan con aguas inmundas y pestilentes) Un sacrificio que por el momento los ciudadanos
no están dispuesto a asumir ya que no quieren renunciar a los privilegios que
les brinda la modernidad.
El presidente Donald
Trump se niega a reconocer que exista cambio climático y ha decidido retirar
a EEUU del Acuerdo de Paris. “no hay pruebas contundentes y más bien parece
que hace parte de la misma evolución del planeta” – El soberbio mandatario desprecia
las investigaciones de biólogos y ambientalistas que nos alertan de la grave
crisis ambiental que nos aguarda en un futuro no muy lejano. Para él lo más
importante es que la bolsa de valores de Wall Street se mantenga al
alza. De nada vale sembrar árboles pues lo más rentable es recoger la
cosecha de dólares. Está comprobado científicamente que el calentamiento
global es el causante del aumento de las temperaturas, la subida del nivel del
mar, el deshielo de los casquetes polares, las sequías extremas, las inundaciones
o los incendios de las selvas tropicales.
Por ese camino transita
también el gobierno de la Cuarta Transformación pues México, como tantos otros
países del Tercer Mundo, aduce que tiene todo el derecho a alcanzar el alto
nivel de desarrollo de las grandes potencias.
¿Es posible
remediar la catástrofe a estas alturas del siglo XXI? ¿Como
desactivar este peligro letal que amenaza a la humanidad? ¿Aparecerá algún
redentor divino o humano? Pero por más que se construyan depuradoras de aguas
residuales o plantas de reciclaje de basuras los ríos, los lagos, los mares parece
que están condenados a ser unas inmundas cloacas.
Tal y como
anuncian los predicadores de las sectas: “el juicio final ya comenzó” y
lo repiten hasta la extenuación: “estamos a las puertas del apocalipsis” Mientras
los fieles temerosos se arrodillan implorando clemencia. El paraíso está en el
cielo y no en la tierra, entonces lo mejor es dedicarse a orar en las iglesias
por la salvación de las almas.
Hoy la lucha
por la preservación del medio ambiente es una labor que llevan a cabo
organismos institucionales como ministerios, secretarias, también las ONG, las asociaciones,
las fundaciones e incluso hasta el Rotary Club se aprovecha de la coyuntura para
lanzar campaña de “redención universal”. La ecología está de moda y todos los
partidos políticos la incluyen en sus programas pues saben muy bien que es un
factor imprescindible para captar el mayor número de votantes. ¿quizás promueven
una revolución verde? Solo se trata de
una estrategia publicitaria más que solo sirve para imprimir bellísimas revistas
y folletos cuyo destino no es otro que ser desechados en los basureros.
Los pueblos que
quieran ser protagonistas de su propia historia deben optar por un compromiso colectivo
obviando el individualismo imperante, mejor dicho, toda la sociedad debe implicarse
en la lucha por la preservación del medio ambiente. Si en muchos países del Primer Mundo se toman
las medidas urgentes para frenar el cambio climático y el calentamiento global,
en el Tercer Mundo, por el contrario, no hay una conciencia crítica y prefieren
seguir alienados por la realidad virtual que castra cualquier relación con
la tierra. ¡alerta, alerta! suenan las sirenas mientras los ciudadanos ávidos
siguen devorando el orgiástico banquete capitalista.
Carlos de Urabá
2020