Héroe republicano y el
superviviente más viejo del campo de Buchenwald.
El pasado miércoles 6 de
julio ha fallecido en la localidad de Pau-Francia el miliciano Virgilio Peña -quien
hace tan sólo hace unos días fuera condecorado con la Legión de Honor por parte
del Gobierno francés-
Nacido en Espejo el 1 de
enero de 1914 este hijo de campesinos y jornaleros de la campiña cordobesa desde
la más temprana edad se propuso romper las cadenas de la opresión y la ignorancia
a la que habían sido condenados los de su estirpe. Ese espíritu rebelde y
combativo lo acompañó hasta el final de sus días. Con sus 102 años de edad ha
sido un testigo privilegiado de los hechos históricos más trascendentales de la
España contemporánea.
Con arrojo y valentía se
enroló voluntariamente en las milicias populares en defensa del legítimo gobierno de la república víctima
del golpe de estado perpetrado por una camarilla de militares traidores el 18
de julio de 1936.
Hizo parte del Batallón
Garcet que intervino en la campaña de la sierra de Córdoba y el sur de
Extremadura. Posteriormente dicho batallón fue movilizado a Talavera de la
Reina y al frente de Teruel para cubrir la retirada del ejército republicano. También
cumplió un destacado papel en la batalla del Ebro integrando la 226 brigada
mixta de la 42 división del XV cuerpo del ejército al mando del Teniente Coronel
Tagueña. En el frente de Gandesa cayó herido y por lo tanto tuvo que pasar a la
retaguardia. Tras la derrota del ejército
republicano se vio obligado junto con su batallón a exiliarse en Francia donde
fueron recluidos en el campo de internamiento de Argeles Sur la Mer. Allí debe
engrosar obligatoriamente las compañías de Trabajo instituidas por el gobierno francés
para aprovechar la mano de obra de los españoles derrotados.
A raíz de la invasión
hitleriana de Francia deserta de las compañías de trabajo y se dirige a la región de Burdeos (Gironde-Libourne) o Francia
Libre donde se dedica a la viticultura. Pero como buen revolucionario se niega
a resignarse a su suerte uniéndose a la
resistencia antinazi. Es delatado y detenido por la policía de Petain que lo
entrega a la Getaspo alemana. En castigo por sus actividades “terroristas” es deportado al campo de exterminio de
Buchenwald donde permanece 6 meses cautivo hasta el día su liberación el 11 de
abril de 1945. Entonces tras haber sobrevivido de milagro a las duras condiciones
de tortura y esclavitud regresa al sur de Francia a recuperarse en un hospital
pues su estado de salud es deplorable (apenas pesa 40 kilos).
Siempre quiso regresar a
España, y, sobre todo, a Espejo. Ese no sólo era su propósito sino el de tantos
otros republicanos en el exilio que
pretendían liberar a España del yugo nazi-franquista. Aunque a partir de la fracasada
operación del valle de Arán y el reconocimiento por parte de las potencias del gobierno
ilegítimo de Franco perdieron toda esperanza y tuvieron que aceptar su condición de exiliados.
Es entonces que aprende
el oficio de carpintero y fija su residencia en Billère- Pau donde se casa y funda
una extensa familia.
Ante la completa indiferencia
del gobierno español-que le considera todavía un forajido- al menos se ha visto
recompensado todo su sacrificio y entrega por parte de la república francesa que le ha rendido múltiples
homenajes (Como el de la Legión de Honor) Hasta el final de sus días declaró un
jornalero, un obrero del campo que es su verdadera identidad. Su inmenso amor por
su pueblo Espejo lo ennoblece y demuestra así su veneración por la tierra madre
a la que llegó a ofrendar su vida por protegerla.
Virgilio es un gran
ejemplo para muchos republicanos españoles en Francia y también en España por
ser una de las figuras más queridas de la memoria histórica. Jamás se amedrentó
y supo llamar las cosas por su nombre al recordarles a los españoles lo que significó
el nazi-franquismo y su nefasta herencia personificada en la abyecta monarquía borbónica.
Ha muerto un comunista de
la vieja guardia, un hombre comprometido con la causa del pueblo y de los trabajadores.
Y lo más importante: un hombre fiel que jamás renunció a sus ideales. Un
republicano de pura cepa que siempre soñó con una España de los pueblos democrática
y libre y soberana, una España obrera y campesina sin la tutela de reyes ni de
los herederos franquismo.
Antes de las pasadas
elecciones del 26 de junio lanzó también sus arengas a las fuerzas de izquierda
¡a ver si os espabiláis! Porque es necesario aunar esfuerzos para enfrentar a la
derecha corrupta y déspota. Él estaba al tanto de los acontecimientos políticos
que se desarrollaban en España puesto que no había perdido un ápice de su nivel
de conciencia y razonamiento intelectual.
Ahora nosotros debemos
ocupar su lugar en primera línea de fuego. Nuestra misión es mantener viva su memoria y luchar por hacer
realidad esa III república que él tanto añoraba.
Transmitimos a sus
familiares y amigos nuestras más sinceras condolencias y nos hacemos participes
de su profunda conmoción y dolor.
¡Hasta la victoria siempre,
Virgilio Peña!
Carlos de Urabá 2016
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