El ejército Israelí con su
inmenso poder armamentístico se ensaña una vez más con la población palestina
de la franja de Gaza. Se ha iniciado la
invasión terrestre y las milicias de Hamas
y la Yihad islámica no tienen más
remedio que resistir el embate y demostrar una vez más su capacidad de aguante.
La población civil palestina, como suele suceder en estos casos, es la que va a
pagar el más alto precio en esta campaña “antiterrorista” o , mejor dicho, de
venganza (como la califican los altos mandos de la FDI y el propio Netanyahu) Hasta el momento se contabilizan 350 muertos y unos 2.500 heridos que es
el cruel tributo que deben pagar los palestinos en su lucha por su soberanía
y dignidad. Cobardemente la bestia de Sion sedienta de sangre
devora a los más débiles e inocentes, ya sean bebés, niños, jóvenes, mujeres o ancianos.
La comunidad internacional ni
siquiera se conmueve con las escenas que trasmiten la televisión y la prensa
mundial. Es algo que ya no les sorprende pues los sionistas han utilizado los
mismos métodos durante décadas. El
presidente de los EE.UU Obama ha
declarado que Israel no hace más que “ejercer su legítimo derecho a la defensa”
Los países occidentales, siempre tan preocupados por la violación de los
derechos humanos, al parecer poco les importa lo que suceda con esos “islamistas radicales que amenazan la paz
mundial”. Ya ni siquiera envían los
sufragios de condolencia y se limitan a confiar en que “las partes en litigio más temprano que tarde alcancen un acuerdo que
ponga fin a este inútil conflicto”.
De este modo se demuestra que el proceso de paz no es nada más que una
quimera pues el gobierno israelí sigue con sus planes de colonización de Cisjordania y renueva periódicamente
sus arsenales estratégicos (uno de los
más letales del mundo) Todos son falsedades y mentiras pues su finalidad es
ganar tiempo hasta lograr la completa
judaización de los territorios ocupados. Lamentablemente
vamos a tener que acostumbrarnos a una guerra perpetua de incalculables consecuencias.
Por tierra, mar y aire los
militares sionistas acorralan a los 1.8
millones de habitantes palestinos que sobreviven a duras penas enjaulados
en la Franja de Gaza. En este mes de
Ramadán de nada valen las oraciones
ni las imprecaciones a Allah pues la población civil no tiene a donde escapar.
La frontera con Egipto, la única salida de emergencia, permanece cerrada a cal
y canto por orden del dictador Al Sisi.
Tras el ultimátum lanzado por Netanyahu 100.000 palestinos del norte de Gaza, en especial del barrio Shujaiya, están condenados a abandonar sus hogares o de
lo contrario corren el riesgo de sufrir lo que los sionistas definen como “daños colaterales”. La operación
terrestre que se inició el jueves 17 de julio pretende neutralizar a los grupos
de resistencia islámica y destruir las lanzaderas de cohetes, (que se han
perfeccionado gracias a la ayuda iraní y siria transferida a través de los
túneles que comunican con el Sinaí) los
depósitos de armas, los bunkers los túneles secretos que se internan en
territorio “israelí” y capturar o eliminar a los líderes de Hamas o la Yihad
Islámica. Lo prioritario es brindar la
máxima seguridad a los invasores judíos residentes en el Negev occidental.
Pero Hamas y la Yihad Islámica, ejerciendo igualmente su legítimo derecho a
la defensa, han prometido enfrentarlos y, aprovechando la oportunidad,
capturar algunos soldados israelíes para forzar una negociación o intercambio
de prisioneros.- como ha sucedido en otras ocasiones- El apoyo de la Liga Árabe a la causa de Hamas es casi nulo, el Consejo de Seguridad de la ONU guarda
un silencio cómplice, Abu Mazen y Al Fatah se desentiende por
completo y, encima, la presión internacional contra Israel es
ínfima pues empieza la temporada de verano y la mayoría de los líderes
políticos disfrutan de sus “merecidas vacaciones”. En todo caso en el momento
menos pensado mandarán las migajas de la “ayuda humanitaria” para aliviar el
dolor de los damnificados.
Esta operación de castigo y
exterminio denominada “Margen Protector”
(que es la continuación de “Plomo
Fundido” (2009) y “Columna de Nube”
(2012) está justificada-según sus inductores- por el secuestro y asesinato de
tres jóvenes judíos en las cercanías de Hebrón
a finales del pasado mes de junio. Un argumento
perfecto que les da carta blanca para desahogar su odio y sembrar la
destrucción y la muerte. Los objetivos a batir van desde las infraestructuras
públicas, hospitales, mezquitas, colegios, universidades, terrenos de cultivo,
acueductos, hasta el Arca de Gaza,
el proyecto de cooperación con diferentes ONGs que se proponía romper el
bloqueo marítimo impuesto por Israel y que
ha quedado completamente reducido a las cenizas.
Desde la distancia impotentes no
podemos más que enviarles nuestro apoyo moral que realmente poco puede hacer
contra esa lluvia de bombas y misiles. No están solos pues detrás de ustedes
existen miles, millones de personas que
se solidarizan con su causa. La situación no puede ser más crítica pues
falta el agua potable, la electricidad, los alimentos básicos, las medicinas,
en fin, una emergencia humanitaria que se agrava aún más con el drama de miles
de refugiados causado por la agresión genocida.
No queda otra opción que resistir
y resistir y enfrentar cara a cara a la bestia
de Sion aunque sea a punta de palos, piedras, cócteles molotov o cohetes
artesanales con el único consuelo de ofrendar sus vidas en honor a la madre
tierra palestina.
Carlos de Urabá 2014
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