¿Ustedes se imaginan al Che Guevara de
traje y corbata? Es difícil que el glorioso guerrillero hubiera decidido
sentarse a negociar con el enemigo. Y menos pactar una reinserción en la vida
civil. Por eso su lema era “patria o muerte ¡venceremos!” Por el contrario el
cura Camilo Torres colgó la sotana para enfundarse el traje de guerrillero y
murió en un combate contra el ejército en Patio Cemento (Santander). ¿Estaría
dispuesto Manuel Marulanda “Tirofijo” a ocupar un escaño en el Congreso de la
República? ¿Después de tantos años en el
monte asumiría el papel de un pobre y triste burócrata?
Tras la caída del Muro de Berlín en 1989 los países aliados a la Unión Soviética
iniciaron el doloroso proceso de transición hacia el sistema capitalista. Como
consecuencia dcl colapso del comunismo el principal damnificado en América
Latina fue Cuba que tuvo que afrontar
con resignación el llamado “periodo especial” (agravado por el bloqueo o
embargo) Se pudo salvar del naufragio gracias a las divisas generadas por la industria
turismo que aportaron los ingresos necesarios para mantener a flote el “único
territorio libre de América” Bajo la consigna de “¡resistir, luchar y vencer! lanzada
por Fidel Castro el pueblo debía asumir el máximo sacrificio de la patria.
Pero ni los más connotados maestros del
realismo mágico hubieran podido imaginar el inesperado desenlace que se iba a
producir. Tras décadas de duelos y
confrontación- en las que hay que resaltar la crisis de los misiles y Bahía
Cochinos- a finales del 2014 Cuba y EE.UU reestablecen relaciones diplomáticas.
Se abren paso a una nueva era de “paz y entendimiento mutuo” cuando Raúl Castro
le estrecha las manos del presidente Obama.
Un gesto inédito de reconciliación pues continua vigente el embargo. Para colmo
antes de morir el comandante Fidel Castro reconoció que “la lucha armada no era
el camino correcto” (brindándole argumentos a la derecha para descalificarlo) Definitivamente la revolución envejece y sin sangre
joven que la renueve las perspectivas son muy pesimistas. En Venezuela el
comandante Chávez se mostró también contrario a la toma del poder por medios violentos:
“La lucha guerrillera es un anacronismo en el siglo XXI. Es la hora de apostar
por la vía democrática” El comandante de la revolución bolivariana se declaró a
favor de aplicar las nuevas tecnologías como arma revolucionaria: “Tenemos que
propagar a través del Twitter o el Facebook el socialismo del siglo XXI”
En
la sociedad actual se prima más el bienestar individual que el colectivo. Ya no existen
esa pasión y el entusiasmo revolucionario del que hacía gala aquella juventud de
los años sesentas y setentas. Se ha dejado de soñar renunciado al “asalto al cielo”. Figuras míticas como Bolívar, Martí, Sandino,
Farabundo Martí, Camilo Torres o el Che Guevara se hallan fosilizadas en los
libros de historia. En las escuelas y universidades ya no se habla de
revolución socialista ni de lucha armada sino de ampliar la democracia o de
participación ciudadana. Páginas gloriosas del pasado que ya hacen parte de la nostalgia y el romanticismo.
La guerrilla de las FARC surgió a mediados
de los años 60 con el propósito de combatir los abusos que sufrían los
campesinos por parte de los oligarcas y terratenientes. Este fue un fenómeno que se desarrolló
en el medio agrario donde a esos campesinos empobrecidos y analfabetos no les quedó otra alternativa que echarse al monte y empuñar las armas para
enfrentar al gobierno déspota y opresor. Las FF.AA o los paramilitares, mejor conocidos
como “los pájaros”, pretendían por
todos los medios exterminarlos siguiendo la consigna de “muerto el perro, se
acabó la rabia”. Incluso utilizaron bombas de napalm y armas químicas con el
fin de consumar sus diabólicos planes (operación
Marquetalia) Había que borrar del
mapa a esos “bandidos comunistas” “chulavitas” “cachiporros” que amenazaban los
principios constitucionales de libertad y orden.
El foco de la insurrección estaba situado
en la accidentada región andina de
Marquetalia donde su líder Manuel
Marulanda Vélez, alias Tirofijo, y sus camaradas -aprovechando la ventajas
que les ofrecía esas escabrosas montañas- crearon unas zonas liberadas o un
“país clandestino” en defensa de sus vidas y bienes. “el campesinado en
resistencia armada contra el estado tiránico” -así lo proclamó Jacobo Arenas, uno de los principales
ideólogos de las FARC. Colombia en todo el siglo XX ha estado en permanente
conflicto interno (entre liberales y conservadores) pero, sobre todo, la fecha
que marcó un punto de inflexión fue el día 9 de abril de 1948 cuando asesinaron
en Bogotá al caudillo liberal Jorge
Eliecer Gaitán.
La victoria de la revolución cubana
encabezada por Fidel Castro y la che Guevara fue un hecho extraordinario que
sirvió de inspiración para la izquierda latinoamericana. Se materializó la utopía
revolucionaria y las masas populares se apresuraron a seguir el ejemplo de
aquellos míticos guerrilleros capaces de enfrentar a pecho descubierto al
imperialismo.
Fiel a la doctrina del internacionalismo Cuba fomentó y patrocinó (con
apoyo económico y logístico de la Unión
Soviética) los movimientos guerrilleros de América Latina. No hay más que recordar aquel famoso mensaje
al mundo del che Guevara publicado en la
revista Tricontinental en el que hacía un llamado a “crear uno, dos, tres, muchos Vietnam” “nadie puede detener la revolución mundial”.
EE.UU pronto detectó que la conflagración comunista podría extenderse por todo
el continente y ante tamaño desafío planificó una respuesta contundente y demoledora.
En un mundo tan polarizado por la guerra fría su deber era impedir que la Unión
Soviética consolidara unas zonas de influencia en América Latina.
En las filas de la guerrilla se enrolaban
estudiantes, profesores, líderes comunales, intelectuales, sacerdotes, campesinos,
obreros, sindicalistas pertenecientes a todas las razas y clases sociales. Ideológicamente
los insurgentes se adherían a distintas tendencias tanto marxistas-leninistas,
otros trotskistas, estalinistas, guevaristas, maoístas o castristas. Aunque eso
si todos decididos a entregar sus vidas por la causa de la revolución
libertaria. “La forma más alta de lucha
y la más noble”. Por ese entonces existía una plena confianza en que estaba
muy próxima la derrota de la oligarquía esclavista cómplice del imperialismo.
El propósito de la guerrilla de las FARC
era muy claro: la toma del poder para instituir una república socialista y
popular. Es decir, una república sin
propiedad privada, comunidad libre y trabajo común sin patrones ni banqueros. Haciendo
énfasis en la colectivización de la economía al estilo de los Soviets (Organizados
de abajo a arriba en los que participarían principalmente obreros, campesinos e
insurgentes) Es decir, que estaban resueltos a imponer la dictadura del proletariado donde las masas populares asumieran el
control político del estado en detrimento de la burguesía explotadora.
Los procesos revolucionarios surgidos en
América Latina tenían un profundo arraigo en el humanismo cristiano. Porque la
religiosidad es consustancial al alma de nuestros pueblos. Es en la iglesia
donde habitualmente se reúnen las comunidades y pueden expresarse libremente bajo
la protección del párroco o el sacerdote. Cristo o la Virgen María son líderes
celestiales que tienen más poder que los propios seres humanos. El imperialismo
pronto comprendió que la colonización no solo debía ser material sino también
espiritual. Y por este motivo Washington infiltró las sectas evangélicas
cristianas, ya sean Mormones, Testigos de Jehová, Bautistas, Protestantes, Adventistas,
la misión Nuevas Tribus o los Niños de Dios, aparte de los cuerpos de Paz y el USAID. “Porque los hijos de Dios deben someterse a la
jerarquía y obedecer a la autoridad” que
es un principio básico para mantener el orden establecido. “Si los pobres se
portan bien encontrarán la recompensa en el cielo” “dedíquense a la revolución
espiritual”. El objetivo del imperialismo era cerrarle el paso a la Teología de
la Liberación y el movimiento cristiano de base. La doctrina social de la
iglesia (su opción por los pobres) se consideraba el principal propagador de
los ideales revolucionarios que desestabilizaban América Latina. -Las
guerrillas tienen un gran componente de marxismo cristiano.
La misión de las sectas es la desestructurar
las comunidades y crear un enfrentamiento fratricida.
Colombia fue el primer país de América
Latina en ser visitado por un Papa. En el año 1968 Pablo VI llegó a Colombia con un mensaje de amor y de esperanza: “En América Latina la fe está
despertando una gran caridad social y esperamos una creciente justicia
ciudadana” En la misa dedicada a los
campesinos colombianos y latinoamericanos (se reunieron medio millón en
Mosquera) del viernes 23 de agosto de 1968 pronunció las siguientes palabras
que ya quedan en el recuerdo como un manifiesto casi subversivo (solo el Papa protegido por su aura celestial
podía realizar tales denuncias) : “porque conocemos las condiciones de vuestra
existencia: condiciones de miseria para muchos de vosotros, a veces inferiores
a la exigencia normal de la vida humana. No estáis ahora escuchando en
silencio; pero oímos el grito que sube de vuestro sufrimiento que es el de la
mayor parte de la humanidad. No podemos
desinteresarnos de vosotros; queremos ser solidarios con vuestra buena causa,
que es la del pueblo humilde, la de la gente pobre. Sabemos que el desarrollo
económico y social en América Latina ha sido desigual; que ha favorecido a unas
clases pudientes y ha descuidado a la masa de poblaciones nativas, casi siempre
abandonadas a un innoble nivel de vida y a veces tratadas y explotadas duramente”
La II conferencia del Episcopado
Latinoamericano en Medellín -llevada a cabo en esas fechas- sentó las bases
de la nueva doctrina social de la iglesia: “denunciar las injusticias, bajo el
método de ver, juzgar y actuar” Principios que empujaron a muchos sacerdotes a
unirse a las guerrillas y empuñar las armas en su ineludible compromiso con los
pobres y oprimidos. (Génesis de la Teología de la Liberación)
El
gobierno nacional sostuvo desde un principio que en Colombia jamás habría una
nueva zona de despeje. De ninguna manera iban a aceptar que se repitiera lo
sucedido en el Caguán. Las FARC a raíz de los golpes militares que
debilitaron considerablemente su estructura interna y causaron importantes
bajas entre los miembros del Secretariado, renunciaron a su pretendida zona de
despeje en Florida (Valle) Por lo tanto tuvieron que tranzar. De este
modo se iniciaron las conversaciones secretas en las que actuaron como
intermediarios Frank Pearl o Henry
Acosta. El Alto Comisionado para la Paz Sergio Jaramillo participó en estas
conversaciones en las que planteó el siguiente dilema: “diálogo o la extinción
por vía armada”. La firma de una acuerdo
marco “Acuerdo General para la
Terminación del Conflicto” hizo que las FARC fueran reconocidas como fuerza
beligerante. Ya desde el año 2012 se
estableció una mesa preliminar de exploración en Oslo en la que intervinieron en representación del gobierno
colombiano Humberto de la Calle y
por parte de las FARC el comandante Iván Márquez. Lo que se ha intentado
ocultar deliberadamente es que Venezuela
ha sido el principal promotor de los acuerdos de paz de la mano del extinto
mandatario Hugo Chávez y el inestimable
protagonismo de la senadora Piedad Córdoba.
El gobierno colombiano se ha visto
obligado a invertir un astronómico
presupuesto para enfrentar a la insurgencia (y no solo la insurgencia sino también
a la delincuencia común) Se calcula que
en la última década ha destinado para dichos fines 230 billones de pesos (que supera con creces a lo que se gasta en
educación, salud o vivienda.) Desde 1999
El Plan Colombia ha invertido un total de 7.500 millones de
dólares (de los cuales EE.UU ha puesto 3.500 millones y la diferencia recae en
el estado colombiano junto con el apoyo de 26 países y 7 organizaciones internacionales)
El Plan Colombia se diseñó para fortalecer, la instituciones democráticas, la
economía y el aparato policial y militar. Su principal objetivo era frenar la
subversión y el narcotráfico. El
Programa estratégico de Seguridad Democrática - instituido en el 2002 por el gobierno del expresidente
Uribe Vélez- defendía un modelo de estado cuasi policial y militarista. Había que rendir a las FARC a base de bombardeos
indiscriminados, matanzas, desplazamiento forzado, el pago de informantes o delatores,
inteligencia militar, uso de tecnología punta, cooperación militar
internacional, recompensas, el programa
de desmovilización o el uso de la extradición a EE.UU a modo de chantaje o
intimidación.
Al comenzar el nuevo milenio la guerra se
trasladó del campo a la ciudad. Un salto cualitativo con el que las FARC pretendían
cercar los centros de poder. Un reto que fue respondido con un durísimo
contraataque por parte del ejército y los paramilitares. Durante los diálogos
de Paz con Pastrana (de 1999 a 2001) Colombia vive el período más sanguinario de su historia pues con el fin de quitarle el
apoyo social y político a la guerrilla
se llevaron a cabo espantosas masacres contra la población civil.
La verdad es que el principal objetivo de
estos tratados de paz es la reactivación económica por encima del factor social
o el humano. Porque el presidente J.M Santos, como buen empresario, sabe que
para atraer a los inversionistas tanto nacionales como extranjeros es
imprescindible crear un clima de confianza y seguridad. Para
que el dinero fluya la paz debe consolidarse en Colombia. Los empresarios
del turismo y los tour operadores también se frotan las manos pues se abren
grandes expectativas para este sector que en el año 2017 espera superar los
5.000.000 de visitantes extranjeros.
El conflicto interno colombiano ha
supuesto un gran obstáculo para el desarrollo del país. Si hay estabilidad se elevará el PIB y el
consumo interno, los bienes y servicios se reactivará, se disparará la
inversión pública y privada. Es
imprescindible estimular la innovación, abaratar las exportaciones para que el
país sea competitivo en este mundo globalizado. También rebajar la deuda externa, sanear las finanzas públicas y
elevar la fiscalidad para disminuir el déficit. La palomita de la paz es la que
pone los huevos de oro.
Ahora
resulta que la guerrilla de las FARC y el gobierno van a ser socios en el
negocio de la paz. A partir de la firma de los acuerdos de paz
de la Habana y su implementación se
prevé el inicio de una nueva era. Que reine la paz y la tranquilidad para
recoger así los beneficios de la bonanza. ¿Cuánto le ha costado el conflicto a
Colombia? En la renta per cápita el 0,5
de crecimiento anual. Ahora se pude
duplicar el PIB y en 8 años crecer del 4,5 al 9 por ciento. Para los analistas
financieros lo más importante es recuperar la confianza de los inversores
capitalistas que se ha ido a otras latitudes por culpa de la violencia y la
inseguridad. Por eso los principales interesados en sacar adelante los acuerdos
paz son los banqueros, inversionistas, los empresarios, las corporaciones
financieras que esperan colmar sus arcas con grandes dividendos. Siempre
ajustándose al marco macroeconómico y beneficiando a unas minorías (monopolios)
o lobbies capitalistas. Es necesario elevar la productividad en detrimento de
la microeconomía local y sostenible (creando aún más desempleo)
Estamos hablando de unas proyecciones
desmesuradas que el gobierno nacional alardea con optimismo. Aunque para
recoger los frutos a mediano plazo Colombia precisa perfeccionar las infraestructuras: carreteras, trenes,
aeropuertos, puertos, complejos industriales y parques tecnológicos. Hay que
poner en marcha la “locomotora del
desarrollo” -según palabras del presidente J.M Santos- El capitalismo
depredador va a iniciar una nueva fase que promete esquilmar aún más los
recursos naturales y las materias primas: petróleo, el hierro, oro, la
agroindustria, los biocombustibles. Estamos hablando de unos importantes
proyectos de reindustrialización en consonancia con los tratados de Libre
Comercio con EE.UU y Europa.
Según
la constitución colombiana las Fuerzas Armadas son las garantes de la “democracia” (el estado de derecho) y la
soberanía patria.
En Colombia desde la propia fundación como república los militares han sido los
encargados de tutelar las instituciones y brindarle protección a las clases
privilegiadas.
Las FF.AA gozan de su propia autonomía, de
sus propios fueros y su propia justicia. Los militares son un poder paralelo
dentro del estado. Administran industrias, empresas, colegios, universidades,
economatos, clubes sociales, hoteles, hospitales, emisoras de radio y de
televisión, periódicos, líneas aéreas. El presupuesto anual del ejército y la
policía se estima en 28,6 billones de
pesos.( Necesario para asegurar el progreso y el desarrollo de la Paz en
Colombia y el bienestar de sus 450.000 uniformados y servidores públicos) La industria armamentística poseen fábricas
como INDUMIL o Galil -en colaboración con Israel- Grupo Social y Empresarial de
Defensa (para el postconflicto) industria Naval COTECMAR, la Corporación
Industrial Aeronáutica Colombiana, Fondo Rotatorio de la Policía, CODALTEC (alta
tecnología para la defensa, radares y simuladores de aeronaves de combate) La
Industria militar colombiana ha
efectuado exportaciones por 12.000.000 de dólares en el 2016. Desde luego que el
Ministerio de Defensa es el más interesado en que continúe la guerra porque al fin y al cabo se alimentan de sangre y de
muerte.
El secretariado de las FARC-EP propuso la
isla de Cuba como el lugar más idóneo para sentarse a dialogar con el gobierno.
Entonces, designaron a Iván Márquez como jefe de la delegación mientras el presidente Santos nombró a Humberto de la Calle, su representante.
Para las FARC la isla de Cuba tiene un significado muy especial pues es el santuario de la revolución
latinoamericana. Algo que les ofrecía plenas garantías para su seguridad. El
presidente Raúl Castro y su hermano Fidel desde un principio se mostraron
favorables a acoger los diálogos de paz y demostrar así al mundo su
inquebrantable compromiso con la desmovilización de los grupos subversivos (Un
síntoma categórico del declive de la lucha guerrillera en América Latina) Los
EE.UU, antes del restablecimiento de relaciones diplomáticas, consideraban al
gobierno cubano un “patrocinador del terrorismo”. Quizás el principal error de
las FARC haya sido irse a negociar la paz en la Habana. Negociar la paz en el
exterior y a puerta cerrada y sin testigos en absoluto secreto con la mediación
de Enrique Santos o Frank Pearl y el
Alto Comisionado para la Paz Sergio
Jaramillo. Aunque lo cierto es que no cabía otra posibilidad pues los errores
tácticos y la arremetida imparable del ejército colombiano -que eliminaron a
importantes jefes guerrilleros- obligaron al secretariado de las FARC a
sentarse en la mesa de negociaciones. El plan maestro de lucha antiguerrillera -diseñado
conjuntamente con los EE.UU- costaba de las siguientes fases: El Plan Colombia,
El Plan Patriota, el Plan Consolidación, La operación Espada de Honor I (por el
total control del territorio nacional y que se perseguía despojar a los
guerrilleros de los recursos naturales y estratégicos y reducir su poder económico militar) Espada de Honor II y
Espada de Honor III (desarticulación total de las estructuras armadas al margen
de la ley en el postconflicto)
Los bombardeos de la fuerza aérea
colombiana y el empleo de tecnología punta ha sido un factor determinante para
que las FARC renunciaran a su ofensiva replegándose a las entrañas de la selva o las áreas más
remotas de la cordillera de los Andes. Incluso buscaron refugio en las zonas
fronterizas con Venezuela y Ecuador, Brasil o Panamá -como retaguardia-. Ante las cruentas operaciones militares tuvieron
que adoptar la antigua táctica (guerra
de guerrillas) en continuo movimiento para intentar eludir los constantes
bombardeos aéreos y terrestres de las FF.AA, propiciando emboscadas, golpes de
mano. Una estrategia condensada en el Plan Renacer (segunda independencia) cuya
autoría se le atribuye a Alfonso Cano
y en el que se recomendaba aumentar el uso de minas (para detener las acciones
del ejército) atentados contra infraestructuras, así como los ataques sorpresa por medio de
francotiradores.
A lo largo de tantos años de lucha las FARC extendieron unas redes socioeconómicas de
solidaridad popular a nivel regional. Para el movimiento bolivariano no existen
fronteras pues son ciudadanos de la Patria Grande. Desde el plano clandestino ejercían
una dura competencia al monopolio estatal controlando la explotación de
materias primas, la minería, el coltán, el oro (del que se obtiene el doble de
beneficios que la cocaína) las divisas,
el contrabando de armas, el control de las rutas del tráfico de
estupefacientes. Estrechando unas relaciones comerciales que repartían las
ganancias equitativamente. De ahí que uno de los principales propósitos del
gobierno colombiano fuera reducir el poderío económico-militar de la guerrilla.
Si el dilema que se les puso encima de la mesa de negociaciones fue el de “diálogo
o extinción por vía militar” ellos también hubieran podido responder que la
guerra se eterniza pues una guerrilla
mientras no sea derrotada es victoriosa.
¿Cuál es la cifra de los caídos en combate
a lo largo de estos 50 años? Miles de jóvenes se inmolaron confiados en que su
muerte sería la semilla del hombre nuevo que habitaría en la patria nueva. Y
ahora no son más que los mártires de una revolución frustrada. Los guerrilleros
ofrendaban sus vidas creyendo que iban a alumbrar un nuevo amanecer.
En la ofensiva antisubversiva fue
determinante la intervención de la Casa Blanca, el Pentágono, la CIA, de los
asesores militares norteamericanos, ingleses
o israelíes. Definitivamente la intervención de EE.UU (armas y equipos
bélicos de última generación) ha inclinado la balanza a favor de las FF.AA
colombianas. Los mayores esfuerzos se concentraron en las labores de
inteligencia militar, del DAS o Agencia Nacional de Inteligencia, infiltrado
espías, pagando recompensas a los delatores o los desertores y perfeccionando
interceptación y escucha de las comunicaciones para localizar los campamentos
guerrilleros.
El guerrillero envejece y los cuadros no
se renuevan. Sin el reemplazo generacional es difícil mantener vivo el espíritu
revolucionario. Hoy los jóvenes tienen otras metas menos utópicas y más pragmáticas.
Inmersos en el consumismo capitalista se elige la opción más cómoda y que rinda
mayores ingresos o nivel de vida. La entrega, el sacrificio o el compromiso
social son conceptos arcaicos y obsoletos.
A través de la radio y la televisión el presidente Juan Manuel Santos, el premio
Nobel de la Paz, mientras esbozaba una sádica sonrisa emocionado daba el parte
de las exitosas operaciones militares: “Los gloriosos soldados de la patria han
dado de baja al Jefe de las FARC Raúl
Reyes; nuestro glorioso ejército ha dado de baja al bandido Alfonso Cano, en
una operación conjunta entre el ejército y la fuerza aérea se ha abatido al
bandolero Mono Jojoy. Orgulloso el ministro de Defensa (guerra) exhibía los “trofeos de guerra” ante la prensa
nacional e internacional.
Después de más de 50 años de lucha las
FARC tenían que cerrar de una manera digna y honorable este capítulo histórico
de su existencia. Estamos hablando de la
desmovilización de la última gran guerrilla de Latinoamérica. (Queda
todavía activo el ELN que también se encuentra en conversaciones de paz con el
gobierno)
La delegación de las FARC ha estado
residiendo estos últimos cuatro años en el antiguo barrio de multimillonarios
yanquis (expropiado por la revolución) conocido como el Laguito. Este es un complejo propiedad del gobierno cubano que
lo utiliza para recibir a las delegaciones extranjeras o huéspedes ilustres.
Allí se han concentrado bajo la atenta vigilancia
de las unidades del Ministerio del Interior. Porque el objetivo era negociar (a
puerta cerrada) con el gobierno colombiano una paz justa y duradera en el palacio de las Convenciones de la Habana.
Los más perspicaces críticos pusieron en tela de juicio los diálogos de la
Habana porque consideraban inmoral ver a los guerrilleros tomando el sol en las
playas, navegando en yate o disfrutando de cócteles y fiestas. “No es políticamente correcto que se hayan
llevado a cabo unas negociaciones secretas puesto que este es un asunto que concierne
a todos los colombianos” “¿Por qué se esconde la verdad, a qué temen? Santos ha
entregado a los guerrilleros el país” -declaraba amargo el expresidente Álvaro
Uribe.
¿Cuál
ha sido el presupuesto gastado en esta colosal operación de paz? Para empezar el
continuo puente aéreo Bogotá -la Habana, la Habana-Bogotá de las delegaciones
del gobierno y los miembros de las FARC. Son muchos años de idas y venidas y encuentros
entre los representantes o mediadores del gobierno para ponerse de acuerdo con
los negociadores de la guerrilla. Que si los hoteles, los restaurantes,
desayunos de trabajo, almuerzos de trabajo, cenas de trabajo, tour and shopping
center. Pero todo ese gasto de billones y billones de pesos al parecer se
justifica en nombre de la paz, la armonía y la reconciliación entre los colombianos.
En
las filas guerrilleras existen actualmente unos 7.000 combatientes (Hace una década
sobrepasaban los 20.000) Hay que contar hombres y mujeres y niños que se
reparten entre campesinos, obreros, estudiantes, profesores, sindicalistas,
pertenecientes a las más variadas extracciones sociales y étnicas (blancos,
mestizos, negros, mulatos, indígenas)
Ahora tendrán que desmovilizarse, someterse al estado de derecho y a las
reglas del juego “democrático”. A excepción de un mínimo porcentaje que ha
preferido continuar en el monte desobedeciendo las órdenes del Comando
Central. Las disidencias de las FARC
(que ya suma unos 500 guerrilleros) ya afecta a cinco frentes. Los jefes
guerrilleros más relevantes que se niegan a entregar las armas son John 40,
Gentil Duarte, Euclides Mora, Julián
Chollo, Giovanny Chuspas, Una disidencia que puede ir creciendo si el gobierno incumple
los compromisos pactados en los acuerdos de paz. Seguramente al ver pasar el
tiempo sin que se colmen sus expectativas los hará recapacitar y muchos
desertarán. Los servicios secretos colombianos se han infiltrado entre las
filas en prevención de cualquier movimiento sospechoso.
Pero en todo caso muchos de los jefes
guerrilleros tendrán que rendir cuentas o sentarse en el banquillo de los
acusados. Es necesario que respondan (guerrilleros
y militares) por sus delitos de “lesa humanidad” ante los Tribunales Especiales para la Paz (Justicia
Transnacional o el Tribunal Penal Internacional). Ninguno podrá ser extraditado
a EE.UU, ni pagará penas en las cárceles donde están recluidos los presos comunes.
Se les aplicará La “restricción de libertad” de 5 a 8 años en las respectivas
zonas veredales o territorios de paz para
todos los que confiesen los crímenes ante el TPI. Los que mientan o se nieguen asumir sus responsabilidades
serán condenados como mínimo a 20 años de prisión.
¿Qué se va a hacer con todos los guerrilleros? ¿Reconvertirlos en buenos ciudadanos para
integrarlos en la sociedad de consumo capitalista? Darles educación, escuela formación,
universidad y también, porque no, evangelizarlos para que se arrepientan de los
pecados cometidos, acepten la culpa y reciban el perdón cristiano según las
escrituras.
Los guerrilleros de las FARC – tal y como
está escrito en los acuerdos de la Habana serán trasladados a sus respectivas
zonas veredales (la mayoría situadas en
la Amazonia, los Llanos, el Pacifico,
Putumayo, Antioquia, Bolívar, Santander, el Cauca) -que es como
eufemísticamente se les ha bautizado a estos “campos de concentración”- Desde hace semanas las FF.AA rodean el área
demarcada de donde nadie puede salir sin previa autorización de sus
“carceleros”. Quien se atreva a evadirse será capturado y conducido a la
justicia ordinaria perdiendo todos los derechos como desmovilizados. Por lo
tanto están sujetos a la vigilancia policial y militar (para prevenir que
vuelvan a “delinquir”-asegura el gobierno) Miles de presos políticos recluidos
en las cárceles del país esperan que se aplique la Ley de Amnistía.
El gobierno colombiano ha invertido 60.000 millones de pesos en la
construcción de los campamentos veredales (a dedo se han contratado 5 empresas
que no cuentan con experiencia en este tipo de trabajos) En este momento los
guerrilleros se refugian en improvisadas carpas de lona a la espera de que se
levanten viviendas mínimamente habitables. La logística alimentaria también ha
recibido fuertes críticas ha sido concedida a la firma Soluciones JR. El gasto
diario en comida por cada guerrillero es de 87.000 pesos. Al mes sale la cuenta
de 2.610.000 pesos por guerrillero. Hacer realidad los acuerdos de paz ha
supuesto un desembolso extraordinario de millones y de millones de dólares. Estos
“Gastos especiales para la paz”
benefician a grandes contratistas y firmas en la alimentación y la
logística que han cometido inexplicables actos de corrupción. Este es un proceso integral lo que significa
que todo tiene que ir acompasado si se quiere cumplir con las distintas fases
previamente pactadas.
Son
26 las Zonas Veredales Transitorias de Normalización (Se supone que
tras la entrega de las armas deben desaparecer) donde tienen concentrarse los guerrilleros para entregar
las armas e iniciar el periodo de reinserción a la vida civil. El mecanismo de
Monitoreo de Cese el Fuego y Hostilidades se encargará de verificar que se
cumpla los establecido en el acuerdo. 1.200
funcionarios de la ONU (Las FARC querían que fuera la UNASUR) serán los
encargados de verificar las tres fases del desarme. (¿Que finalizará el mes de
junio del presente año?) Los guerrilleros recibirán una asignación de
normalización por una cuantía de 2.000.000 de pesos, una paga de 620.000 pesos
(90% del salario mínimo) durante 24 meses. Según palabras del presidente J.M Santos
y premio Nobel de la Paz, el estado colombiano hace gala de gran generosidad y
les brinda a los guerrilleros la oportunidad de iniciar una nueva vida. Si no se
acogen a los acuerdos de paz su único destino será una tumba en el cementerio.
Las zonas que permanecían bajo el dominio
de la guerrilla en este momento están siendo ocupadas por las bandas
delincuenciales mejor conocidas como BACRIM (herederas del paramilitarismo y el
narcotráfico) Entre las que cabe resaltar: las AUC, los Urabeños, el Clan del
Golfo, los Rastrojos, Renacer, los Machos. Autodefensas Gaitanistas, ERPAC, Águilas
Negras, oficina de Envigado. Quienes no se sometan a su autoridad se exponen a
represalias que van desde la tortura al asesinato. El éxodo de los “desplazados
de la paz” es cada día más numeroso.
Desde las más altas instancias del
gobierno se ha dado la orden para que la Policía, Armada y ejército ocupen los
bienes de la guerrilla. (Las FARC están obligadas a declararlos) La fiscalía ha detectado sociedades ligadas
con las FARC y sus testaferros por un monto de
282.000 millones de pesos. Por el momento en las zonas de influencia de los frentes 1 y 7 ya
empieza la incautación de tierras. Se supone que las fuentes de financiación
más comunes han sido la extorsión o impuesto revolucionario a los terratenientes,
sobornos, secuestros, y el cobro del gramaje a los narcotraficantes. Y ahora se
va a implementar un gigantesco proyecto de sustitución de cultivos ilícitos
(programa PNIS) A los campesinos se les
otorgará una línea de crédito especial y asistencia técnica para que se
dediquen a los cultivos de pancoger, abarco, borojó, copoazú, chontaduro, de
café o la palma africana. (Que tardarían aproximadamente tres años en generar
ingresos) El gobierno afirma que las familias que sustituyan coca recibirán 36
millones de pesos durante dos años. No obstante el último reporte de la DEA
afirma que el cultivo de coca ya supera
las 180.000 hectáreas y la capacidad de producir 700 toneladas anuales de cocaína. Las FARC han exigido al
gobierno nacional que se respete la integridad de miles de familias que
trabajan en los cultivos ilícitos ya que es su
principal fuente de sustento.
Los comandantes guerrilleros tratan de
calmar a la tropa que está ansiosa por reintegrarse a la vida civil y
reencontrase con sus familias. Pero
según los acuerdos de paz primero deben acogerse a los programas de reinserción
en el ámbito político, económico y social. Empezando por cedularlos y
afiliarlos al sistema de salud. También se espera que los jueces para la paz
emitan lo más rápidamente posible las amnistías para los guerrilleros. (Se
espera que recuperen la libertad 3.000 guerrilleros)
Lo prioritario es que los desmovilizados
reciban los cursos de formación por intermedio del SENA (Servicio Nacional de Aprendizaje) para que aprendan un oficio
con el que puedan ser útiles a la sociedad (reeducación) Los proyectos
productivos recibirán una ayuda de
8.000.000 de pesos para su puesta en marcha. El éxito de la reinserción consiste
en que sea económicamente viable. También los exguerrilleros pueden participar
en las tareas de desminado y la erradicación manual de cultivos ilícitos
(remuneradas) o de guardaespaldas de sus propios jefes guerrilleros. Según el
ex presidente Uribe Vélez este es un agravio comparativo pues los guerrilleros gozarán
de más privilegios que los propios soldados del “glorioso ejército colombiano”.
Pero todavía hay muchas dudas acerca de lo
que pasará una vez entreguen las armas
¿Los aceptará la sociedad civil? ¿Quién les va a contratar o dar
trabajo? Evidentemente tienen claro que llegarán marcados con un estigma de “terroristas”,
de “narcotraficantes”, y “bandoleros” ¿Es posible su integración? Pocas
simpatías despiertan entre la ciudadanía completamente manipulada por los mass
media oficialistas que durante décadas los han criminalizado.
Se ha obviado por improcedente cualquier
debate político entre marxismo o capitalismo. “La ideología comunista debe
reconocer la victoria de la globalización neoliberal” J.M Santos hace 6 años ya
se lo había advertido al presidente Hugo Chávez: “la revolución bolivariana
fracasó”. Y por lo tanto cualquier grupo político (en especial las FARC) que
defienda sus postulados está igualmente condenado al fracaso.
Los guerrilleros también serán los
encargados de hacer la pedagogía de los acuerdos de Paz. Eso quiere decir, que
tendrán que convencer a la ciudadanía de sus beneficios. Para ello podrán
utilizar las cadenas de radio, TV, centros culturales, escuelas o
universidades. 60 representantes de las
FARC podrán viajar por todo el país -con sus respectivos guardaespaldas- para
cumplir cabalmente con dicho objetivo.
Cuando a finales del mes de mayo las FARC
(que intentan ampliar el plazo) entreguen ¿todas? las armas entonces habrá
terminado el accionar de la organización guerrillera más antigua del
continente. (Fundada por Manuel Marulanda Vélez, alias Tirofijo y sus camaradas
en Marquetalia, Tolima, en el año de 1964) A los desmovilizados se les
facilitarán 1.200 escoltas adjuntos a la Unidad
Nacional de Protección para que velen por su seguridad, la de sus
familiares y la de aquellos que ingresen
en el partido político que constituyan (siguiendo las directrices del Partido Comunista Colombiano y el
Movimiento Bolivariano Nueva Colombia) Según los acuerdos de la Habana las FARC contarán a partir del 2018 con circunscripciones de paz -no ocupadas por cabecillas- 10 curules en el
congreso, 5 curules en el senado y 5 curules en la Cámara de Representantes. Cuotas de poder
político concedidas a la guerrilla como un gesto de buena voluntad.
Aunque reine un aire de optimismo también
existe bastante desconfianza y recelos pues no hay más que remitirse a unos antecedentes
nefastos y de ingrata recordación. Por
ejemplo, el genocidio de la Unión
Patriótica (brazo político de las FARC que surge en mayo de 1985 como producto
de los acuerdos de Tregua y Paz firmados entre el gobierno de Belisario
Betancur y las FARC) que dejó más de 5.000 asesinatos entre dirigentes
políticos y simpatizantes. Crimen atribuido al aparato policial y militar del
estado colombiano (el DAS hacia los seguimientos y señalaba los objetivos a
batir) en alianza con los grupos paramilitares. El objetivo era aniquilar
cualquier oposición revolucionaria que intente participar en política. En el
proceso de paz con el M19 (primer
grupo armado que firmó la paz con el gobierno)
sucedió lo mismo pues más de 200 de sus miembros (se trasformó en el partido
político Alianza Democrática M19) fueron asesinados a sangre fría. Los muy
ingenuos creyeron que con los votos podrían construir una “nueva Colombia” pero
la única respuesta que recibieron fue ráfagas de ametralladora o tiros en la nuca.
La impunidad sigue reinando hasta el presente y poco o nada se ha hecho para
esclarecer estos execrables delitos.
Históricamente
la oligarquía no acepta el paso del contradictor armado en contradictor
político. Ellos son los que ejercen el monopolio del poder y nadie puede
hacerles sombra.
Hay señales muy inquietantes al respecto pues en los últimos 14 meses se han
incrementado los asesinatos y atentados contra los defensores de los derechos
humanos, sindicalistas, líderes comunales y políticos de izquierda que ha dejado
el trágico saldo de 150 muertos. La
ONU denuncia la muerte de 41 activistas defensores de derechos humanos en los
primeros meses de 2017. El Ministro de Defensa dice que se tratan de ajustes de
cuentas o casos relacionados con la delincuencia común. Como ha sucedido en
otras desmovilizaciones comienza a desarrollarse una brutal campaña de limpieza
social por parte el sicariato y el paramilitarismo. Un Sector cívico-militar
muy influyente ha decidido boicotear el proceso de paz. Los guerrilleros más
incrédulos comentan: “cuando cumplan los acuerdos paz entregamos las armas”
Los insurgentes ahora ya sin las armas en
la mano tendrán que confiarse en la buena voluntad del estado y el brazo
protector de las fuerzas armadas o de la policía –sus eternos enemigos- (menos
mal que los soldados ya hicieron el curso intensivo en derechos humanos) El
comandante supremo, el premio Nobel de la Paz, Juan Manuel Santos, delfín de
Uribe, ha prometido que cumplirá lo firmado en los acuerdos de la Habana. Y es
que uno no sabe en qué momento se va a aparecer el ángel exterminador con su
larga espada cortando cabezas a diestro y siniestro.
Ambas partes han elegido a dos
personalidades de reconocido prestigio como los garantes de los tratados de Paz.
Por un lado las FARC nombraron a José Múgica, ex presidente de Uruguay, y como representante del presidente Santos
fue elegido Felipe González. Ambos
verificadores han sido sometidos a fuertes presiones por parte de la
ultraderecha. Según el presidente J.M Santos ellos serán un sello de garantía en el caso que se presenten algún inconveniente
o malentendidos en la implementación de los acuerdos de la Habana.
La
firma de los Acuerdos de Paz no significa más que un acto de sometimiento y
entrega de las FARC a cambio de algunas hipotéticas reformas y concesiones
políticas más teóricas que prácticas. Porque todos estos puntos que se han
consensuado en la mesa de negociaciones tienen que aplicarse y ya veremos si el
gobierno cumple lo pactado (el Mandato de J.M Santos caduca en el 2018) Por
ahora no son más que papeles lujosamente membretados con firmas y sellos de
autenticidad. ¿Darán sus frutos o se quedarán en meras promesas como ha
sucedido en otras ocasiones? Se pregona
el “renacer de una Colombia en justicia y paz” “Una Colombia más inclusiva y
social en la redistribución de la riqueza” Cómo no confiar en esos acuerdos tan
bien redactados por gramáticos y lingüistas de reconocido
prestigio. Se ha cuidado mucho la forma, el acabado impecable, sin un error de
ortografía pero lo cierto es que en el fondo no son más que palabras aún sin
materializar.
Entre
las clases altas colombianas prevalece la endogamia, es decir, las
uniones entre individuos pertenecientes a la misma casta social; especialmente entre
las familias aristocráticas y de apellidos ilustres. Esa burguesía feudal que
habitan en condominios bunkerizados (castillos medievales) protegidos por muros
y barreras electrificadas, cuentan a su servicio militares, guardias privados o
celadores que velan 24 horas del día por su paz y tranquilidad (el pie de
fuerza en seguridad privada supera los 300.000 efectivos y genera unos
dividendos por encima de los 7 billones de pesos) Se aplica disimuladamente un régimen de apartheid imprescindible para mantener
a raya a la plebe. Sus centros de reunión son los clubes privados y exclusivos donde
no se admiten intrusos que manchen su rancio abolengo. La oligarquía siguiendo un patrón muy
parecido al de las casas reales ha forjado pactos de sangre que perpetúen sus
privilegios. En las altas esferas, en esas sectas herméticas es donde se toman
las decisiones y se reparten las cuotas de poder. Aunque se declaren los más
fervientes patriotas lo cierto es que las élites se sienten más orgullosas de
obtener una visa americana que por el propio pasaporte nacional.
Pero a la alta sociedad le ha salido un
competidor muy poderoso en el de los grandes capos del narcotráfico,
esmeralderos, contrabandistas, la mafia de la minería, de las apuestas (chance),
traquetos, jefes paramilitares, delincuentes de altos vuelos megalómanos y
arribistas, jefes paramilitares, los nuevos millonarios megalómanos y arribistas
decididos a coronar sus delirios de grandeza.Como se comprobó en el caso de Pablo
Escobar cuando quiso postularse a la presidencia de la república comparando los
avales y adherentes del partido liberal.
¿Tal vez pronunciando connotados discursos
de admirable oratoria o de retórica sublime
se podrán demoler las ancestrales estructuras del poder oligárquico? El riesgo
es que se vuelva a repetir el mismo guion de otras desmovilizaciones de grupos
subversivos tanto a nivel nacional como internacional que han terminado en un
fiasco.
El partido político Centro Democrático de Uribe ya ha dicho que si gana las próximas elecciones
presidenciales del 2018 exigirá una minuciosa revisión de los acuerdos de paz o
quizás su derogación “Este no es un
conflicto armado sino amenaza terrorista y el estado debe imponer las
condiciones”. Uribe repite hasta la extenuación que los militares no pueden
fungir de interlocutores ante los de “terroristas”. “Los guerrilleros solo se
merecen un ejemplar castigo ¡todos a la cárcel!”. “Las FARC son un grupo terrorista
aliado de Venezuela, Hezbollah y al
Qaeda” “No al dialogo y si a la derrota militar del mayor cartel de cocaína del
mundo (Según la revista Forbes)” “Que les caiga todo el peso de la ley a la
guerrilla que es la responsable directa de los sobornos, chantajes, secuestros,
extorsiones, reclutamiento forzoso o abortos”. Su táctica es desmovilizarse,
pero no todos, pues han trasferido un tanto por ciento a las BACRIM (Bandas criminales emergentes).
Los sectores más reaccionarios de la sociedad están empeñados en que la guerra
continúe. Porque la guerra es un gran negocio del que se lucran los mandos
militares, la industria armamentística y los traficantes de armas.
Uribe exige que actué con toda la contundencia
la justicia trasnacional para que los guerrilleros sean condenados y se cumpla
fielmente la entrega y destrucción de armas. “Si no entregan todas las armas no habrá paz”. Se tiene que hacer un conteo preliminar en el
que se incluya el arsenal moderno y sofisticado no el anticuado o inservible. Es obligatorio que los guerrilleros
arrepentidos participen en la erradicación de los cultivos de coca y los
laboratorios de procesamiento, que revelen las rutas y sus contactos con los
narcotraficantes, que entreguen los millones de dólares o el oro ocultos en
caletas. Todo este patrimonio debe transferirse al fondo de indemnización para
reparar a las víctimas. “Hay que impedir que los “terroristas” formen un
partido y sean elegibles” “Por Colombia ¡Mano
firme, corazón grande!”
J.M Santos pertenece al partido Social de Unidad Nacional (eficacia,
transparencia y rendición de cuentas) mejor conocido como partido de la U –que es
una disidencia del liberalismo. Sus principios ideológicos se decantan por la “tercera
vía” de Tony Blair. Aunque desde su
época de universitario el presidente ha sido un gran admirador de Roosevelt y su política económica del New Deal. Ahora al ganar el premio
Nobel de la Paz habla apasionadamente del “capitalismo
humano”
El presidente J.M Santos para enfrentar el
reto del postconflicto decidió convocar a los distintos partidos como el
Conservador, el Liberal, Cambio Radical e incluso el Polo Democrático
Alternativo (de tendencia izquierdista) a participar en el Gabinete para la Paz. A este último pertenece la ministra de Trabajo
la señora Clara López (quien en su
momento decidió apoyar la reelección de J.M Santos) que a pesar de las intransigencias de los empresarios y la
patronal está decidida a cimentar la tan anhelada justicia social. Según las
últimas noticias Clara López ha
renunciado al Polo Democrático (por
persecución política en su contra) y también a su cargo de ministra con la
intención de lanzar su candidatura a las elecciones presidenciales del 2018 (ya
sea con Alianza por la Paz o en las filas del liberalismo junto a Humberto de
la Calle)
Realmente tras la entrega de las armas por
parte de las FARC la única oposición al régimen derechista del presidente
Santos la ejercerá la ultraderecha encabezada por Uribe Vélez -su padrino y hoy
su más encarnizado rival. El partido Centro Democrático incluso ha utilizado
las escuchas ilegales y los servicios de hackers profesionales para intentar
sabotear el proceso de paz. Asombrados presenciamos un enfrentamiento inédito
entre derecha y ultraderecha representados por estos dos siniestros personajes.
Se ha consensuado entre el gobierno y las
FARC que no habrá ninguna foto
humillante de guerrilleros entregando armas al ejército (que es lo que
busca el expresidente Uribe) El desarme significa perder un instrumento vital
de protección o defensa propia. Ahora los guerrilleros tendrán que vivir en
permanente estado de alerta concentrados en lugares específicos y bajo la estricta
vigilancia de las fuerzas del orden. No gozarán de libre circulación hasta que
pasen un “periodo prudencial de tiempo”. El regreso a la vida civil es un
aspecto que conlleva muchos riesgos. Según los acuerdos de la Habana las armas
que entreguen los guerrilleros serán fundidas para hacer 3 monumentos a la paz y
al amor que estarán situados en EE.UU, Colombia y Cuba. Mientras tanto el
ejército colombiano continúa sin ninguna objeción su carrera armamentística.
Cabe preguntarse si una vez desmovilizados
los guerrilleros ¿podrán caminar libremente por las calles? ¿Ir al cine?
¿Tomarse un helado o un café? ¡Atención! que están desarmados en cualquier
momento les puede tender una emboscada y coserlos a balazos. En Colombia es muy común que se produzcan
este tipo de ataques a traición. Solo hay que recordar los atentados mortales a
líderes políticos como: Carlos Pizarro
del M19, José Antequera de la UP, Bernardo Jaramillo PCC, Jaime Pardo Leal de
la UP. Porque todavía hay mucha rabia, odio y venganza y los escuadrones de
la muerte se mantienen en guardia listos a apretar el gatillo en el momento
menos pensado. “Los comunistas amigos del castro-chavismo son un peligro para
la patria”. La inteligencia militar utiliza tácticas de desinformación para
inventar ese enemigo interno que tanto les interesa.
Son muy claros los nexos del
paramilitarismo (que es un proyecto de estado) y los carteles del narcotráfico
con la clase dirigente y las FF.AA. Es
algo que se viene produciendo desde hace décadas pero que es difícil de
demostrar ante los tribunales de justicia. Unas acusaciones tan graves pueden
significar para el denunciante o los denunciantes su condena a muerte. Jueces y
fiscales son bandas criminales al servicio de mafia y de los políticos Hay grandes intereses económicos en juego:
dinero sucio, blanqueo de capitales, desfalco de los presupuestos estatales o
de las ayudas internacionales. Aquí existe un cartel dedicado a sobornar a
funcionarios públicos y a los políticos para hacerse con jugosas licitaciones
que engrosarán en sus cuentas particulares o financiarán las campañas
electorales de los partidos políticos (incluida la tradicional compra y venta
de votos). Como es bien conocido el
sonado caso Odebrecht que ha supuesto uno
de los mayores escándalos de los últimos tiempos.
El futuro de los acuerdos de paz está
lleno de incertidumbres. Y no puede ser de otra manera porque hay muchos
interrogantes aún por resolver. Por tal motivo es fundamental hacer un repaso de lo que
sucedido con los acuerdos de paz en Centroamérica (Salvador, Nicaragua o Guatemala)
Hoy los guerrilleros desmovilizados se han integrado completamente en la
sociedad burguesa capitalista. Muchos de los comandantes y líderes subversivos
ahora vestidos de traje y corbata han asumido el papel de funcionarios y
burócratas de alto vuelo. Obscenamente se codean con la oligarquía y disfrutan a
sus anchas de los parabienes del poder.
Por ejemplo, los tratados de paz de
Esquipulas I, II, y III. (Nicaragua) -gracias a la mediación del presidente Oscar Arias de Costa Rica (obtuvo el
premio Nobel de la Paz en 1987)- pusieron fin a la cruenta guerra entre los
Sandinistas y la Contra (apoyada por EE.UU) Los Sandinistas firman la paz y
convocan elecciones democráticas en las que participa la oposición. El
resultado es la victoria de la UNO
(pro yanqui) de Violeta de Chamorro
en el año 1990. La derecha conservadora se mantiene en el poder por varios
lustros hasta que en el 2006 el FSLN vuelve
a ganar la presidencia en la figura del ex comandante Daniel Ortega -quien la
detenta hasta el presente-. Al integrarse el FSLN en la democracia burguesa
muchos dirigentes fueron acusados de contrarrevolucionarios y de plegarse a los
dictados de EE.UU. En la actualidad en el FSLN tan solo quedan tres de los
nueve comandantes de la dirección nacional en tiempos de la revolución. Aquella
época gloriosa ha pasado a la historia pues ahora Daniel Ortega se ha autoproclamado el jefe
supremo nombrando vicepresidenta a su esposa Rosario Murillo (primera en la
línea de sucesión al trono). Ambos han sido acusados de autócratas y de querer
fundar una dinastía para perpetuarse en el poder. Su línea ideológica ha dado un giro hacia la
social democracia (centrista) y en ocasiones han forjado pactos con sus
antiguos enemigos de la derecha. El narcisismo y el culto a la personalidad es
uno de los fenómenos más criticados por sus propios correligionarios. La
metamorfosis de los sandinistas ha sido muy dispar: el ex comandante Humberto Ortega (su hermano) es un
flamante empresario que reside en Costa Rica, el excomandante Bayardo Arce está acusado de montar una
infraestructura empresarial basada en los bienes económicos asignados al FSLN. Mientras
que los antiguos camaradas Herty Lewites (el tigre judío) exalcalde de Managua
y candidato a la presidencia por del Movimiento de Renovación Socialista,
Carlos Mejía Godoy, Ernesto Cardenal, Sergio Ramírez, Gioconda Belli se
encuentran enfrentados a la dirección del FSLN. El famoso, Edén Pastora, “comandante cero”, (fundador del ARDE con el que
comenzó a realizar acciones armadas en contra de sus propios compañeros
sandinistas) hoy es un empresario y
asesor de Daniel Ortega para el proyecto del dragado del Río San Juan.
Actualmente tiene una orden de búsqueda y captura emitida por la INTERPOL
acusado de invadir territorio
costarricense.
El “acuerdo
de Paz firme y duradera” firmado en ciudad de Guatemala en 1996 finiquitó
36 años de conflicto bélico en Guatemala. A partir de su entrada en vigor la
URNG participa por primera vez en unas elecciones democráticas en el año 1999. Una justa que se tradujo en gran decepción
pues el candidato Álvaro Colom apenas pudo alcanzar un 12,36% de los votos. En el 2003 se presentó a
las elecciones presidenciales el
comandante Gaspar Ilmo que obtuvo un pírrico 2,58% de los votos. Más adelante,
los partidos de izquierda se coaligaron a los indigenistas para intentar
alcanzar la presidencia en el 2007. La candidata y premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchu tan sólo consiguió el
3,27% de votos emitidos. Es difícil que las fuerzas de izquierda adquieran un
peso relevante en una sociedad
guatemalteca tan militarizada y bajo el dominio las sectas evangélicas. El campesinado sigue sumido en el abandono
secular mientras que el gobierno y las instituciones están implicadas de lleno
en la corrupción y el desfalco. La delincuencia organizada ha forjado alianzas
con los carteles de las drogas mexicanos
o colombianos amparados por miembros del gobierno y de alto mandos militares. Existe
un aterrador ambiente de inseguridad donde el dominio de los barrios y
distritos populares ha quedado en manos
de las maras. La lucha revolucionaria por la vía democrática no tiene ningún
futuro contradiciendo los postulados del comandante del EGP Rolando Morán que ingenuamente pensaba
que aplicando una política cultural y educativa podría transformarse el país.
Muchos de los antiguos guerrilleros hoy son distinguidos empresarios que detentan
florecientes negocios, otros industriales y hasta algunos han incursionado en
el mundo de las sectas religiosas convirtiéndose en exitosos predicadores evangélicos como es el
caso del excomandante Eduardo Pérez.
En todas las elecciones convocadas hasta
hoy en día los indígenas -que se suponen
son su máxima cantera electoral y por los que lucharon y dieron sus vidas- la
UNRG) paradójicamente no les han brindado su voto de confianza. Las comunidades
indígenas más bien se decantaron por los candidatos que promovían las sectas
evangélicas o a la extrema derecha guatemalteca (ligada a los militares o sus
verdugos) El comandante Pablo Monsanto
rompe con la URNG y forma el partido ANN (de tendencia socialdemócrata) hoy
Convergencia por una “Revolución Democrática”. En las elecciones del 2011 se
integra en el Frente Amplio que presenta como cabeza de lista a Rigoberta Menchu
(Winaq) que obtiene un exiguo 3.27% de los votos. Una nueva derrota de la
izquierda guatemalteca que la sume en la decadencia absoluta. Al final Pablo
Monsanto por oportunismo pasa a asesorar al presidente Álvaro Colom en el
asunto del Acuerdo Socioeconómico y Situación Agraria. Que muchos analistas han
criticado por su clara deriva neoliberal. Por otro lado el general Ríos Montt (de 91 años) -que fue
condenado en 2013 a 80 años de prisión por el Tribunal Supremo (A de Mayor
Riesgo) por delitos de lesa humanidad y genocidio- hoy goza de total libertad.
Su sentencia se anuló por presiones de los poderes fácticos. Hoy la Corte Constitucional
lo ha declarado “mentalmente incapaz” y lo remite a su residencia para que se
recupere ante el grave deterioro que pueda sufrir su estado de salud. Como
vemos la impunidad es una de las lacras más acuciantes de Guatemala. No podemos pasar por alto que
la AVEMILGUA (Asociación de
Veteranos Militares de Guatemala) es capaz de movilizar a 50.000 afiliados y
las tenebrosas PAC (patrullas de Autodefensa
Civil) que protegen a los patrones y empresarios y latifundistas tienen igualmente
una gran influencia política y económica.
En 1992 se firman los acuerdos de Paz de Chapultepec (México) entre el
gobierno salvadoreño y la guerrilla del FMLN. Los insurgentes se acogen a la ley
de amnistía y aceptan integrarse en el sistema democrático burgués. Se
intentaron implementar algunas reformas económicas,
políticas y sociales como el control de capital, la reestructuración de las
fuerzas armadas, el desarrollo agrario y el urbano que tuvieron muy escaso
impacto. La derecha salvadoreña se impuso durante dos décadas en todas las
elecciones presidenciales hasta que en el año 2009 el FMLN se alzan con la
victoria en la figura de Mauricio Funes. El FMLN busca alianzas con la nueva
derecha salvadoreña. En el curso de su mandato sería acusado por sus propios
compañeros de armas de traición a los principios socialistas. “tenía en su casa
80 pares de zapatos nuevos de marcas italianas, cien camisas nuevas y obras de
arte valoradas en 43.000 dólares”. Funes actualmente se encuentra prófugo en
Nicaragua donde ha pedido asilo político pues se le acusa de malversación de
fondos públicos y enriquecimiento ilícito. El FMLN aún no lo ha desligado del
partido. Otro claro ejemplo de latrocinio y corrupción en las altas esferas
gubernamentales propiciadas por antiguos guerrilleros que causa estupor entre
los sectores de la izquierda revolucionaria.
Habría que resaltar el caso del comandante
guerrillero Joaquín Villalobos,
asesino confeso del poeta rebelde Roque
Dalton, comandante revolucionario del ERP reconvertido en politólogo y
consultor de “resolución de conflictos internacionales”. Hoy se jacta de ser un
gran amigo de Uribe Vélez y seguidor incondicional de su “política de seguridad democrática”. Se ha
revelado como un gran crítico con la izquierda latinoamericana a la que define
de “arcaica y retrograda” por su apego al romanticismo de los años sesentas. El
FMLN renuncia al marxismo-leninismo y eligen el modelo social-demócrata más
acorde con los tiempos que corren. Otro de los líderes de la guerrilla que ha
cambiado el uniforme de camuflaje por el traje y corbata es Rubén Zamora, embajador del Salvador en
EE.UU (que fue unos de los firmantes del acto fundacional del FMLN en la
legalidad junto con el finado comandante Schafik
Handal) En Washington en ese
ambiente diplomático de actos protocolarios en el que reina el lujo y la opulencia
es difícil entender que hace un guerrillero estrechándole la mano a Bush o a
Barak Obama. Para nadie es un
secreto que los grandes vencedores de la guerra civil fueron el imperialismo
norteamericano y los fascistas de la ARENA. Las escisiones en el seno del FMLN han dado paso a las
tendencias más reformistas como es la corriente encabezada por el exguerrillero
Facundo Guardado que se desligan del
marxismo-leninismo para pasar a la social-democracia siguiendo el mismo patrón
del PSOE español.
En todo caso los problemas sociales del
Salvador no han variado en lo más mínimo, sino más bien por el contrario se han
acrecentado hasta niveles intolerables. La emigración de nacionales hacia EE.UU
es la única salida para escapar de la crisis económica. La inseguridad mantiene
en vilo a la ciudadanía que contempla impotente
como el crimen organizado, las mafias, las maras, las bandas delincuenciales y
los narcotraficantes se apoderan del país.
Centroamérica
se ha convertido en la región más violenta del mundo.
El objetivo de los acuerdos de Paz en Nicaragua,
Guatemala y el Salvador no ha sido otro que el de castrar la utopía revolucionaria. Es decir, que las nuevas generaciones
renuncie a la lucha armada y sumisas acepten el modelo capitalista como única
alternativa viable. En conclusión la metamorfosis de los movimientos
guerrilleros los ha conducido de la clandestinidad a engrosar las filas de la
burocracia estatal donde se han integrado en las redes de la corrupción y el
clientelismo.
Así que no nos debe sorprender que al cabo
de algunos meses o años tengamos ingratas sorpresas y decepciones en el proceso
de paz colombiano.
Según
reza en los acuerdos de Paz las FARC en el momento en que entreguen las armas
están autorizadas a constituirse en un partido político. (Con una
asignación de 5.200 millones de pesos) Ahora deben demostrar en las urnas cuál
es su verdadero apoyo popular. “Con los acuerdos de paz cambiamos nuestra forma
de lucha. Ahora con el poder de las palabras trabajaremos para cambiar el
actual modelo” Lo que pretendían con las
armas ahora tendrán que realizarlo con los votos. Es decir, cambiar las balas por votos. “Pero
el que cuenta los votos siempre gana” -como bien lo dijo una vez el cura
guerrillero Camilo Torres. El fraude es
la principal lacra de las justas electorales que más bien deberíamos llamar “el
circo democrático”.
El partido de las FARC- (que no será
identificado con esas siglas sino más bien con Paz y Justicia Social-o el
“Partido de la Esperanza”) tiene
intención de presentarse a las próximas elecciones presidenciales del 2018. Para
tal efecto en todas las zonas veredales se están estudiando las 61 tesis políticas de la guerrilla. Lo
más seguro es que forje alianzas con fuerzas afines como la
Marcha Patriótica (Piedad
Córdoba) que es un movimiento político de izquierdas bolivariano que busca
alcanzar la segunda y definitiva independencia, la UP, Maíz, Alianza Verde,
ASI, Sergio Fajardo, Polo Democrático (Enrique Robledo) la CUT, OCC,
(Organización Campesina del Cauca) CRIC. Es necesario elegir un candidato de
consenso que haga frente a los partidos de derecha y la ultraderecha que parten
como favoritos. Ahora su proyecto
político revolucionario tendrán que defenderlo en el Congreso de la República o
la Cámara de Representantes. Es decir, en el nido de corrupción, paramilitarismo
y la mentira institucionalizada. Desde esta perspectiva cualquier esfuerzo por cambiar el país
será inútil y estéril. Los obstáculos
que les esperan son prácticamente infranqueables.
Hay que tener en cuenta que en
muchas zonas de Colombia el voto no es secreto sino que se sabe perfectamente
quién ha votado por quién. Así que el miedo juega a favor de los partidos más
reaccionarios. Y para rematar la compraventa de votos es una práctica habitual.
Los analistas prevén que las FARC por
culpa de la campaña de desprestigio y la actual crisis de Venezuela no
sobrepase más del 15% de los votos. La poderosa maquinaria de propaganda
mediática oficialista los han satanizado. Una minoría monopoliza el espectro
electromagnético y trasmite una versión sesgada de los hechos a la opinión pública.
El incesante bombardeo mediático machaca
el cerebro de una masa cada día más alienada y sumisa.
Recordemos lo que aconteció con algunos
líderes del M19 y guerrilleros desmovilizados que al cabo de unos años se
pasaron a los partidos tradicionales (liberales y conservadores) e incluso
algunos hoy son destacados miembros de la ultraderecha uribista (como es el
caso de Rosemberg Pabón y Everth Bustamante) Hay muchísimos
intereses en juego y premios a repartir como dietas, carros, sirvientes, restaurantes, mansiones,
haciendas, viajes y, por supuesto, jugosas prebendas o regalos para pagar
favores. El enriquecimiento ilícito es una de las principales lacras del
sistema político colombiano.
Los países garantes de los acuerdos de Paz
son Noruega y Cuba, aunque también participan como países acompañantes
Venezuela y Chile y los delegados de EE.UU, la UE, y la ONU. El mediador
internacional estrella es Dag Nilander
-nombrado por el reino de Noruega- que lleva 10 años facilitando los diálogos
de Paz – (Por estas conexiones a J.M Santos le han entregado el Premio Nobel de
la Paz)
Colombia ha recibido 3.300 millones de dólares en donaciones: Suiza (22 millones de
dólares) la UE (fondo fiduciario de 95 millones de euros), EEUU. (Obama prometió 450 millones de dólares)
México, Canadá, Japón aportarán un fuerte apoyo financiero y logístico. Igualmente existe un serio compromiso por parte
del fondo común de las Naciones Unidas, Banco Mundial el BID, FMI. ONG, ONU,
FAO, UNICEF, OMS. Administrar la paz genera también una burocracia y
funcionariado al que hay que retribuir generosamente (en dólares)
Como es común en estos casos existen grandes
probabilidades de que buena parte de la ayuda humanitaria caiga en manos de
redes mafiosas institucionales.
Para
las víctimas de la guerra se han destinado 12 billones de pesos. Lo cierto es que
se necesitarían 40 billones de pesos anuales para acometer el postconflicto. El gobierno nacional proclama que ellos son
víctimas y no victimarios (lo mismo dicen las FARC) Estamos hablando que la
paz no va a salir gratis y habrá que pagarles a los acreedores la inversión
millonaria que han realizado. Este no es un asunto de filántropos sino de empresarios,
intermediarios y negociadores y países garantes que esperan ver retribuidas con
creces sus donaciones a fondo perdido. Factura que habrá que adjuntar a la
impagable deuda externa
El
día de 26 de septiembre del 2016 solemnemente se firmó la paz entre el gobierno
colombiano y la guerrilla de las FARC. El presidente J.M Santos y Rodrigo
Londoño alias “Timochenko” con un apretón de manos sellaron el acuerdo. Como testigos se hicieron presentes en Cartagena los delegados de la república de Cuba y el reino de Noruega, Chile
y Venezuela (los países acompañantes) y 15 presidentes, primeros ministros, 27
cancilleres, tres expresidentes. Entre los que hay que incluir a Bernie Aronson, el enviado especial del
presidente Obama, y el rey emérito de España Juan Carlos I.
El “show” de la paz ha cumplido el guion
preestablecido por el gobierno nacional. Después de que se anunciara el cese el
fuego bilateral el día 29 de agosto de 2016
el presidente J.M Santos ejerció como maestro de ceremonias de la
apoteósica y teatral firma de la paz en
Cartagena. “Aquí no hay vencedores ni
vencidos” declararon los
negociadores en la Habana “todos hemos ganado”
Después de tanto tiempo inmerso en la guerra nadie sabe muy bien los que
significa la paz. No hemos acostumbrado
a la muerte, al morbo, el amarillismo.
Con la presencia de miles de asistentes o
invitados especiales (previamente seleccionados) todos vestidos o uniformados de liqui liqui
blancos (el color de la paz) y luciendo palomitas de la paz en la solapa de sus
camisas. Una ceremonia que nos recordaban esas películas de Walt Disney en las
que siempre hay un final feliz. Hay que
tener fe para creer en este cuento rosa de palomitas y corazoncitos, de misas y
Te Deums solemnes y bendiciones papales.
Estamos hablado más de una paz más virtual
que real que ha servido de propaganda al régimen, un espectáculo folclórico más
propio de un reality show que pretende exacerbar aún más el sentimentalismo tan
característico del pueblo colombiano. Según
la constitución colombiana la paz es un derecho y es un deber de obligatorio
cumplimiento.
Después de las celebraciones (en la que no
faltaron los opíparos banquetes) a la
semana siguiente sobrevino la hecatombe. La
opción por el SI perdió el plebiscito del 2 de octubre del 2016 convocado por
el gobierno y la guerrilla para
refrendar los acuerdos de paz. Es increíble pero el pueblo colombiano
víctima de una sucia campaña de desinformación y manipulación echó por la borda
4 años de negociaciones con la guerrilla en la Habana. Sorpresivamente y contra
todo pronóstico la ultraderecha uribista se alzó con la victoria demostrando de
este modo que gran parte de la sociedad está en contra de cualquier tratado de
paz con las FARC. La opción por el No
venció en el plebiscito por un 50, 21% de votos. (El sí debería contar al
menos con el 13% del censo-4.200.000 de votos para ser válido) El 62% de la población se abstuvo, es decir,
que no ejerció su derecho a voto por desinterés e indiferencia.
Lo cierto es que la guerra no se acaba con
la firma de la paz, la guerra no se termina con actos protocolarios e
institucionales de carácter mediático o propagandístico, ni mucho menos con
elevar oraciones al supremo hacedor a ver si se produce un milagro.
El Papa Francisco vendrá de visita a
Colombia el próximo mes de septiembre decidido a respaldar los acuerdos de paz con su presencia.
Desde un principio el santo padre se comprometió a prestar un apoyo moral a las negociaciones entre las FARC y el
gobierno colombiano. “Dios está con Colombia y el Sagrado Corazón de Jesús la
protege de todo mal”. Otro multitudinario espectáculo (que tendrán que pagar
los sufridos contribuyentes) que a buen seguro aprovechará el premio Nobel de
la Paz J.M Santos para elevar aún más su de egolatría y narcisismo.
Los
colombianos en general han vivido de espaldas del conflicto armado interno. Por indiferencia y hastío ignoran y no comprenden
sus causas. En los grandes centros urbanos el impacto ha sido muy limitado ya
que los combates se han desarrollado con mayor virulencia en el medio rural.
¿Por qué hay guerra y Colombia? Es difícil
que los ciudadanos den una respuesta imparcial y razonable puesto que los
medios de comunicación oficiales no ofrecen una versión imparcial de los
hechos.
Todavía queda pendiente una reforma agraria que penalice la concentración
de la tierra en unas pocas manos. ¿Es imposible seguir aplicando un modelo
agrario desigual? Las FARC demandaban la desactivación del latifundio, la
derogación de la propiedad privada y los privilegios de la casta gobernante. La
reforma Agraria es un reclamo inmemorial que siempre se ha pospuesto en defensa
de los intereses de los grandes terratenientes y multinacionales. Ahora tras la
firma de los Acuerdos de Paz el gobierno se propone entregar a los desplazados terrenos
baldíos o expropiados a los paramilitares y narcotraficantes. Cualquier titulación de
tierras es una trampa para que ese campesinado miserable tenga que venderla o
arrendarla a los grandes propietarios porque carece de recursos para mantenerlas.
Para sacar adelante cualquier cosecha es necesario una fuerte inversión en insumos,
semillas, fertilizantes o plaguicidas. Al final los que recogen las ganancias
son los intermediarios o acaparadores que distribuyen y comercializan los
productos agrícolas en los mercados de las grandes ciudades.
La ley General de Tierras y Desarrollo Rural
para restituir las tierras a los desplazados y víctimas de la violencia ya he
generado varios asesinatos, coacciones y amenazas a quienes las reclaman. La
Seguridad Democrática -implementada durante el mandato Uribe Vélez - llamaba a
los campesinos “guerrilleros vestidos de civil”
En un principio las FARC exigieron 59 zonas de reservas campesinas (resguardos
guerrilleros con cierta autonomía para evitar atentados e intimidaciones de
grupos al margen de la ley) con un total de 9.000.000 de hectáreas. Esta es la
última etapa del “plan Renacer” En estas reservas se iban a aplicar planes de desarrollo
agrario, cooperativas rurales (producción, venta y exportación) y que contarían
con el respaldo de la ley de Zonas de Conflicto. Propuesta que fue refutada por
el gobierno en los debates en la Habana al calificarlas de “repúblicas
independientes”.
Al inicio de la década de los setentas se
dio la mayor movilización rural del siglo XX los campesinos organizados en la ANUC (Asociación Nacional de Usuarios
Campesinos) fundada en 1967 de manera
autónoma e independiente de los partidos tradicionales liberal y conservador.
Fueron los promotores de la reforma
agraria que intentó aplicar el presidente Lleras
Restrepo. Sus dirigentes fueron calificados de subversivos y comunistas pues
se hicieron constantes en esa época la
toma de tierras y los paros campesinos. Como respuesta los latifundistas y ganaderos
se reunieron y firmaron el acuerdo de Chicoral
en 1972 que sería el germen de las autodefensas
en alianza con la policía y el ejército para detener la movilización campesina
mediante el uso de la violencia. De esta forma la movilización popular fue
aniquilada imponiéndose el modelo latifundista de agro-exportación. (Ganado y
algodón) y también los cultivos ilegales de coca y la marihuana. El papel de
los campesinos -según sus promotores- se
limitaría a la servidumbre o la semiesclavitud. Y es que en Colombia se
incrementa el monocultivo que es un lujo que solo se lo pueden permitir las grandes
multinacionales pues son las que reciben el aval de las más importantes
corporaciones financieras.
8
millones de hectáreas
arrebatadas a sangre y fuego por los paramilitares y el ejército.
El programa de Agro Ingreso Seguro –implementado por Andrés Felipe Arias- ministro de Agricultura de Uribe- con el fin
de entregar subsidios a los agricultores de escasos recursos en realidad beneficiaba a los terratenientes y
paramilitares. Lo que se puso en marcha con todo el descaro fue una contrarreforma
agraria patrocinada desde el mismo seno del estado. Muchas de las tierras robadas a los
desplazados pasaron a manos de los
terratenientes, de jefes paramilitares, empresarios, políticos o
narcotraficantes. Como es el caso de Jorge
Pretelt, presidente de la Corte Constitucional -que es la encargada de
tomar las decisiones legislativas del país- quien aprovechándose del drama de
esos campesinos víctimas de la violencia se apropió de sus tierras en el Urabá
titulándolas a su nombre. Y es que estamos hablando de un gran total de 8 millones de hectáreas arrebatadas a
sangre y fuego por los paramilitares y el ejército. El alambre de púas marca perfectamente las
fronteras de la propiedad privada en Colombia. Se da la paradoja que 24 millones
de cabezas de ganado están mejor alimentadas que los propios seres humanos
(muchos de los cuales pasan hambre). La Federación de Ganaderos (FEDEGAN) ha sido una de los principales
impulsores del paramilitarismo. A esta organización muy “respetable e
influyente” está afiliado el senador Uribe Vélez.
Una de las tareas más urgentes es la restitución
de las tierras a los desplazados. Aunque en los acuerdos de Paz queda bien
claro que la propiedad privada es
intocable. En un principio no se les expropiará la tierra a los
terratenientes y, si entregan algunas a los campesinos, serán las más improductivas
y estériles. El INCODER (Instituto
colombiano de desarrollo rural) -que ha sido liquidado por corrupción- tenía la
misión de recuperar baldíos pertenecientes al estado ocupados ilegalmente por
particulares. Álvaro Uribe Vélez está siendo investigado por la Contraloría por
acumulación irregular de baldíos en su finca “el Ubérrimo”
Desde luego que el principal damnificado
de esta guerra es el mundo rural. Los campesinos han sufrido un espantoso
genocidio prácticamente imposible de revertir. Colombia es unos de los países
con mayor desplazamiento forzado de todo el mundo (8 millones de personas) -solo
comparable con la tragedia de Siria e Irak. Los campesinos tuvieron que escapar
a las ciudades a causa de la sanguinaria arremetida del ejército y los paramilitares. Ahora
vagabundean por las calles y avenidas rogando una limosna o ejerciendo trabajos
informales mal remunerados. El poder tenía
bien claro que era imprescindible desocupar el campo ya que se había convertido
en la cantera de los futuros guerrilleros. Los campesinos debían ser expulsados
a la fuerza de su cumpliendo al pie de la letra ese precepto de los manuales de
contraguerrilla que rezan: “quitar el
agua al pez”. La misión del glorioso ejército colombiano era neutralizar
“el enemigo interno”, o sea, la población civil. Y lo más paradójico es que en las filas de
las FF.AA básicamente se nutre de hijos de campesinos y obreros pertenecientes
a los estratos más bajos de la sociedad.
Por ley están obligados a cumplir el servicio militar y luchar por los
intereses de la clase dominante en una guerra fratricida que enfrenta a los
pobres contra los pobres.
El desplazamiento forzado es un drama
humano de incalculables consecuencias pues las víctimas aparte de perder sus
tierras y sus bienes han sido despojadas de sus raíces, de sus tradiciones y costumbres.
La cultura popular es un patrimonio intangible que irremisiblemente agoniza.
La
desaparición de las FARC significa la derrota de revolución agraria y el
triunfo del modelo urbano capitalista.
Es por esta razón que la soberanía
alimentaria corre un serio peligro. La producción agrícola ha disminuido considerablemente
pues las tierras más fértiles se reservan para los cultivos más rentables.
Entre los que caben destacar el cacao, café, banano (postres para el primer
mundo) las flores (exportación) la palma africana, el maíz, la caña de azúcar
(como materia prima de los biocombustibles). El cruel destino de los campesinos, de los
indígenas o de las comunidades de afrocolombianos es engrosar los cinturones de
miseria de las grandes ciudades. Sencillamente se han convertido en la mano de
obra barata que explotan los patrones y empresarios en la industria, la
construcción, sector servicios, el
trabajo doméstico, o para engrosar la leva de reclutas en las FF.AA. Colombia es en su esencia un estado racista y
xenófobo que ha instituido una especie de “apartheid
criollo”. La política gubernamental es la de brindarle todas las facilidades
a las trasnacionales en detrimento del bienestar de su propio pueblo.
La
oligarquía exultante proclama que el “glorioso ejército colombiano ha vencido a
los narco-terroristas”. Uribe Vélez afirma que “los tratados de paz son
ilegales pues conceden grandes beneficios a los bandidos de las FARC”. “Todos
deben ser proscritos, son traidores a la patria” a renglón seguido: “¿Qué
pueden exigir los derrotados? Nada más que clemencia” “Los guerrilleros no
pueden participar en política ni ocupar cargos públicos. La cúpula de las FARC
debe ser encarcelada o en su defecto extraditados a los EE.UU” Estados Unidos expidió más de cincuenta
órdenes de captura de altos jefes guerrilleros acusados de narcotráfico y
terrorismo. “se ha demostrado que el cartel de las FARC tiene nexos con Hezbollah y Al Qaeda”
El premio Nobel J.M Santos es el directo
responsable de impartir las órdenes a sus generales para que exterminen sin contemplaciones
a los guerrilleros (terroristas) y de paso a la población civil supuestamente “cómplices
o auxiliadores”. Durante su desempeño
como ministro de la Guerra (Defensa) de Uribe y posteriormente como presidente
de la república o jefe supremo de las Fuerzas Armadas, se llevaron a cabo innumerables
operativos minuciosamente planificados
junto a los asesores de la CIA, el M16 inglés y el Mossad.
Además, debemos añadir a su luctuoso
prontuario: los falsos positivos o ejecuciones extrajudiciales, torturas,
desapariciones, desplazamiento forzado. El
premio Nobel de la Paz J.M Santos autorizó la operación militar denominada “Fénix” planificada junto con la CIA,
el servicio M16 inglés y el Mossad con el objetivo destruir el campamento del
jefe supremo de las FARC Raúl Reyes
(situado en Sucumbíos –Ecuador). Violando sin ningún reparo la soberanía de un país
vecino y causando una pavorosa masacre.
Según las últimas investigaciones Alfonso Cano, jefe de las FARC (sucesor
de Tirofijo) fue capturado vivo y luego asesinado vilmente por el ejército en
Suárez (Cauca) durante el desarrollo de la operación “Odiseo”. El responsable de este crimen de guerra es el premio
Nobel de la Paz J.M Santos, quien tuvo que dar directamente la orden a sus
subalternos para que lo ejecutaran.
¿El
desarme afectará también a las FF.AA colombianas? ¿Apartarán de sus filas a los oficiales y a
los altos mandos que han tenido y tienen relaciones con los paramilitares o las
bandas delincuenciales? ¿Serán juzgados aquellos mandos o soldados que hayan
cometido violaciones de los derechos humanos y crímenes contra la humanidad? A
los tribunales de Justicia Especial para la Paz se acogen igualmente los militares
condenados por delitos de lesa humanidad para recibir las correspondientes
amnistías.
Los mandos y oficiales de las FF.AA son
reconocidos psicópatas graduados con las mejores notas en las academias
militares más prestigiosas del mundo (West Point, Escuela de las
Américas-Instituto de Defensa para Cooperación de Seguridad Hemisférica,
comandos Rangers o SEAL) En la cúpula militar existe un hondo arraigo y
simpatía por el ideario hitleriano que han inspirado en buen medida su forma de
actuar. Especializados en el arte de la
tortura y de la muerte no les tiembla la
mano a la hora de ordenar las operaciones de exterminio o de tierra quemada sin
importarles la integridad de la población civil. El estamento militar cuenta con una justicia
propia que les otorga carta blanca e impunidad. Los paramilitares también están
protegidos por la ley del fuero militar. Si por caso algún militar tuviera que
ser juzgado ante un caso muy grave que alarme
a la opinión pública, se les condena a mínimas penas de prisión que cumplirán
en los propios cuarteles (centros vacacionales)
gozando de grandes privilegios y facilidades. No hay porque sorprenderse
de que el gobierno otorgue el indulto a los militares que cometen crímenes de
lesa humanidad para pagarles sus “grandes sacrificios por la patria”. La
palomita de la paz como por arte de magia se trasforma en un maldito escorpión
que te clava el aguijón en el momento menos pensado. El gobierno levanta la
bandera del pacifismo cuando su naturaleza es guerrerista. Las armas quedan en
poder de la oligarquía que como siempre se reserva el derecho a usarlas en el
momento en que esté en peligro su status quo.
Con una actitud sumisa nuestros gobernantes
se han plegado a los designios de Washington.
Desde el mismo día en que la US Navy tomó Panamá en 1903 (el “I took Panamá”
del presidente Roosevelt) nuestra independencia
y soberanía la detenta los EE.UU. El imperialismo ha hincado sus garras
en el corazón del continente tras acuerdo
firmado entre Uribe Vélez y Barak Obama en el 2009 que dio luz verde a la instalación
de siete bases militares yanquis (Palanquero, Malambo, Apiay, Málaga,
Cartagena, Tolemaida y Tres Esquinas) El combate del terrorismo y el narcotráfico
para fortalecer la seguridad y la libertad. El Nobel de la Paz J.M Santos como
buen cadete de la Armada nacional ha
decidido integrar a Colombia en la estructura de la OTAN -Quizás ansioso por participar en la guerra contra el
terrorismo mundial.
J.M Santos durante su etapa como de
Ministro de Defensa de Uribe Vélez suscribió contratos con la industria militar
israelí GALIL, KFIR Aeronautic
convencido de la enorme eficacia conque el sionismo combatía la resistencia
palestina. J.M Santos expresó en una
rueda de prensa conjunta con Ghabi Ashkenazi, jefe del ejército de Israel, en
el 2008 que “el terrorismo se combate sobre
todo y ante todo con inteligencia y es mucho lo que nos puede enseñar Israel y
ayudar en este tema” Se sabe extraoficialmente
que la “operación Jaque” fue
planificada por asesores judíos (CST Global) que consiguieron interceptar las comunicaciones entre los distintos
campamentos y frentes de la guerrilla. Uno de los asesores de J.M Santos para
los Diálogos de Paz es el ex ministro israelí de Asuntos Exteriores Shlomo Ben Ami.
El gobierno cínicamente culpabiliza a las
FARC de ser el principal causante de los males que afligen a Colombia. “Porque
el propósito de la guerrilla no es otro que sembrar la destrucción y la muerte
y sabotear el desarrollo económico y social” “los narco-terroristas son los responsables
del desplazamiento de millones de campesinos, y de financiarse con la cocaína, la
heroína, de fomentar la violencia, los secuestros, la pesca milagrosa, sobornos y chantajes, el boleteo, las
extorsiones, la voladura de oleoductos, puentes y carreteras. Los medios de
comunicación oficialistas -como parte de la guerra psicológica-los retrata como
unos “monstruos desalmados”
Timoleón
Jiménez “Timochenko” ya
ha pedido perdón en nombre de la guerrilla por los “crímenes de lesa humanidad”
cometidos durante el conflicto armado. Otros jefes guerrilleros se han visto
igualmente obligados a retractarse públicamente y reconocer sus culpas. Pero
por el contrario, el premio Nobel de la
Paz y presidente J.M Santos ni la cúpula militar piensan asumir sus
responsabilidades a pesar de los innumerables casos de terrorismo de estado (masacres, bombardeos
indiscriminados, desaparición forzada, falsos positivos o ajusticiamientos
extrajudiciales)
¿La clase dirigente devolverá las
incalculables sumas de dinero expoliadas? ¿Las tierras robadas a los campesinos
les serán restituidas? ¿Saldrán los norteamericanos de las 7 bases instaladas
en suelo colombiano? ¿Se retirarán los asesores yanquis o sionistas o los
mercenarios que trabajan para el gobierno colombiano?
Colombia sufre una devastadora crisis
medio ambiental que la condena a un futuro nada prometedor. En medio siglo se han perdido 7.000.000
hectáreas de bosques húmedos tropicales. Los expertos afirman que el país
posee el 10% de la biodiversidad de la tierra aunque buena parte de esos ecosistemas
están en peligro de extinción. El proceso de colonización ha sido nefasto por
culpa de la deforestación, la sobreexplotación agrícola y ganadera, la
industria maderera, la minería extensiva, la extracción de oro, plata, platino,
petróleo, cobalto, telurio, níquel, cianuro, cobre, el cultivo de coca, de
amapola, el uso de los precursores que se vierte a las fuentes hídricas, las fumigaciones
con glifosato, la quema de bosques que incrementan la creciente
desertificacion. Además en las últimas décadas el cambio climático ha causado graves
sequías y temporadas de lluvias devastadoras que desbordan los ríos y provocan cientos
de muertos y miles de damnificados. La guerra no solo se limita al
enfrentamiento entre seres humanos sino que también implica a la naturaleza. Comprobando
una vez más el espíritu autodestructivo que nos caracteriza.
¿Cómo
resolver el problema atávico de la pobreza extrema? el hambre azota sin
compasión muchas regiones de Colombia, la desnutrición aguda amenaza a los
niños más pobres y los casos de muerte
por inanición son incontables. En el Chocó el 70% de la población sobrevive por
debajo del umbral de la pobreza. En los acuerdos de paz la guerrilla exigió al
gobierno tomar medidas urgentes aunque estas resoluciones deben ser aprobadas con
anterioridad por el Congreso de la República. ¡Con un decreto ley se acabará
con el hambre! Lo que se sabe a ciencia cierta es que los presupuestos de
solidaridad que se giran a los entes departamentales en buena medida caen en
manos de los políticos corruptos que por arte de magia los trasfieren a sus
cuentas personales.
Colombia es un país de 47.000.000 millones
de habitantes que se concentran mayoritariamente en las zonas urbanas andinas. La
pobreza crónica afecta al 40% de lo población que carece de vivienda digna, salud o educación. Ante una crisis económica tan
acuciante millones de personas tienen que recurrir a la economía sumergida o el
trabajo informal para poder sobrevivir. La tasa de informalidad laboral supera
el 58%. La desestructuración social afecta a las familias con menos recursos
económicos en donde se producen los mayores casos de abandono infantil, hijos
no reconocidos, mujeres abusadas o violadas, pederastia y pedofilia,
prostitución, la violencia intrafamiliar, violencia machista, fracaso escolar, alcoholismo,
drogadicción, proxenetismo. Un pueblo
desmoralizado y con una baja autoestima es difícil que pueda luchar por su
dignidad.
El gobierno colombiano para combatir la
pobreza endémica ha aplicado políticas de asistencialismo y caridad. Es ahí donde interviene la iglesia católica, las ONG y los organismos
internacionales de ayuda humanitaria que suplen las obligaciones
constitucionales que debería asumir el estado con sus ciudadanos. Entre los
retos del postconflicto está el estimular el desarrollo social y elevar el
nivel de vida de los ciudadanos.
Tanta lucha y tanto sacrificio, tantos
muertos, heridos, desaparecidos, viudas, huérfanos, tanta destrucción, miseria
o desplazamiento forzado no pueden caer en el olvido. El principal peligro es
que se imponga la ley del silencio.
El terror silencia la verdad y estimula la amnesia. Se rumorea que en el
Congreso de la república se va a proponer una Amnistía general (ley de punto
final) tanto para los guerrilleros, militares y paramilitares. Olvido y perdón
cristiano para sellar la reconciliación entre los colombianos.
El conflicto interno colombiano -declarado
uno de los conflictos más cruentos del hemisferio occidental - se ha cobrado la
vida de más de 230.000 personas (el 80% de las víctimas son civiles desarmados).
Además hay que añadir 100.000 desaparecidos, 5 millones de exiliados tanto
económicos como también políticos, 27.000 secuestrados, 1800 masacres y 10.000 víctimas de las minas
antipersonas. Colombia es el país con mayor número de desaparecidos en América
Latina. La impunidad tapa el 90% de las
violaciones de los derechos humanos. Las comunidades negras e indígenas
representan el 60% de las víctimas -que apenas han tenido visualización en las
mesa de negociación de la Habana. Las mujeres y grupos sociales más vulnerables
tampoco han logrado el reconocimiento deseado.
Aún no ha llegado a valorarse en su justa
medida el trauma psicológico que han sufrido millones de colombianos durante el
conflicto armado. Esta es una herida en el espíritu y el alma que va a ser muy
difícil de sanar. ¿Se puede hablar de reconciliación después de haber generado
tanto dolor, la angustia, pérdida de seres queridos, el desarraigo, la
marginalidad, la humillación o la impunidad?
Mientras
no se desmantelen las estructuras del poder feudal, jamás habrá paz en
Colombia.
Porque la oligarquía medieval mantiene intactos sus privilegios. Las élites
poseen más del 85% de la riqueza nacional y usufructúa de las mieles del poder.
Existe
claramente una guerra de clases y los ricos están ganando. En los bancos suizos,
los paraísos fiscales o en manos de testaferros es donde en buena medida se
encuentra cautivo el patrimonio expoliado al pueblo colombiano. La democracia
burguesa hiede, es un cadáver putrefacto. Los votos tienen el poder de
convertir a ladrones y corruptos en respetables funcionarios. El monstruo de la
corrupción se ha devorado 50 billones de pesos (que representa un alto
porcentaje del presupuesto nacional) Por ejemplo, entre 20 a 30.000 millones de pesos es el
dinero que se necesita para ser elegido gobernador.
¿Se puede sanar un estado enfermo y
corrupto? ¿Cómo acabar las desigualdades
y sacar de la pobreza a millones de colombianos? Un sistema acostumbrado al
clientelismo, el tráfico de influencias, el carrusel contrataciones, el cobro
de comisiones, el blanqueo de capitales, los tratos de favor a las grandes empresas y
multinacionales. Como lo revela el escándalo del caso Odelbrecht que involucra de lleno a la clase dirigente (se pagaban
sobornos a los políticos uribista y santista) y que incluye, por supuesto, al presidente y actual
premio Nobel de la Paz J.M Santos. Un fraude cifrado en más de 12 millones de
dólares.
El combate contra la corrupción y el desfalco
de las arcas públicas es una labor prácticamente imposible de realizar por
métodos pacíficos. Los magistrados y funcionarios de altas cortes protegen a
los carteles mafiosos. (La fiscalía estima en 1.3 billones perdidos en 300
casos de corrupción) La oligarquía no
entiende otro lenguaje que el de las armas,
la coacción o la intimidación. Así se ha demostrado en los conflictos
desarrollados a lo largo de la historia colombiana.
Si
no se legalizan las drogas es difícil que se consolide la paz, si no se
erradica el paramilitarismo la guerra se perpetuará.
Colombia
lo que realmente necesita es una refundación, una limpieza a fondo de todas sus
instituciones (ejecutivo, legislativo y judicial). Empezando por democratizarlas:
exigir que por votación popular pueda elegirse al procurador, al fiscal general
del estado, al contralor general y al defensor del pueblo. Es necesario romper
el monopolio del centralismo bogotano propugnando una regionalización o
descentralización, El poder adquisitivo de la clase media año tras año se
desploma. Acuciados por los altos impuestos, y la privatización general de los
servicios públicos (seguridad social, la educación, la salud, el trasporte, la electricidad
o el agua) y unas pensiones irrisorias
que condenan a los ancianos a la indigencia absoluta. El costo de la vida que
este último año ha subido un 8%.
Las FARC han cedido en puntos tan trascendentales
como la convocatoria de una Asamblea
Constituyente, la formación de un
poder popular (cuarto poder) que vele por un estado de bienestar universal por
un sistema electoral diferente que
erradique el fraude y la compra-venta de
votos. En Colombia tan solo el 39% de la población sale a votar. La abstención
en algunas regiones llega al 65% y al 70% del censo electoral.
Igualmente las FARC para no trabar un
acuerdo global tuvieron que renunciar a una de sus principales exigencias: la
liberación del comandante Simón Trinidad
(que purga una condena de 60 años en la cárcel de Florence, Colorado-EE.UU). Se
cedió en este punto confiados en que una vez firmada la paz Obama le concedería
el indulto.
Uribe busca repetir la exitosa coalición
del NO para la campaña a las elecciones presidenciales del 2018. “La aplicación
forzada del acuerdo de paz demuestra el carácter antidemocrático del partido de
gobierno”, declaró a la prensa. Por el momento ha recibido el espaldarazo de la
Casa Blanca pues junto al ex
presidente Pastrana (Ambos son
contrarios a los acuerdos de Paz y ganadores del referéndum) han sido recibidos
por Donald Trump en el club privado
de Mar-a-Lago en West Palm Beach (Florida) A Donald Trump le comunicaron que “los narco-terroristas
de las FARC y el ELN quieren implantar un régimen castro-chavista en Colombia”.
“la gran alianza” denuncia que el proceso de paz favorece a la guerrilla que
intenta entrar en las instituciones del estado sin entregar la totalidad de sus
armas. El gobierno de J.M Santos ha bajado la guardia en las fumigaciones con
glifosato pues aumentaron considerablemente los cultivos ilícitos, y que
cientos de guerrilleros desertores se han unido a las BACRIM demostrando el
fracaso de la desmovilización. En las próximas elecciones presidenciales del
2018 se tendrá que dilucidar cuál va a ser el futuro de los acuerdos de paz. El
partido Centro Democrático del expresidente Uribe -cómplice del narcotráfico,
el paramilitarismo y el terrorismo de estado- se presenta como el único que
puede rendir sin condiciones a las FARC.
La Comisión
de la verdad y la reconciliación -para que no se repita la violencia, según
los responsables del gobierno- se trata de un órgano temporal, de carácter
extrajudicial, que se ha creado históricamente en procesos de transición (de
dictaduras a las democracia y de conflictos armados a la paz) para esclarecer
patrones de violencia. “No es un mecanismo para administrar justicia sino para
contribuir a la verdad y reconocer los derechos de las víctimas” La Ley de Víctimas y la Comisión de la Verdad
pretende pasar la página de la guerra y mirar hacia adelante. Porque la verdad
es la primera víctima de la guerra “para civilizar una sociedad que ha estado
sumida en la violencia es imprescindible dignificar a las víctimas” Aunque la
experiencia internacional es más bien desalentadora pues polarizan aún más la
sociedad y la división política. Por su naturaleza no pueden tener efectos
judiciales. Las confesiones no podrán ser usadas como prueba ante los
tribunales.
Colombia lleva grabado en su ADN el karma
de la violencia. Desde su origen como nación no han cesado los enfrentamientos
fratricidas (liberales y conservadores en
la Guerra de los mil días que causó más de cien mil muertos y que fue la
culminación de 21 guerras civiles acontecidas entre 1830 y 1903) Una eterna lucha de clases: los campesinos
contra terratenientes; obreros contra patrones; pobres contra ricos. El propio nombre de Colombia es ya de por si
una declaración de guerra. Rendirle honores a Cristóbal Colón el pionero de la
conquista, colonización y destrucción del Nuevo Mundo es poco menos que
denigrante. Los padres de la patria decidieron homenajear al “descubridor de
América” despreciando por completo a nuestros antepasados indígenas a los que
calificaban de “salvajes sin alma”. Desde ese momento se el modelo occidental (europeo o norteamericano)
como patrón de nuestra identidad y razón de ser.
La
delincuencia es también otra guerra popular. Las altísimas tasas de desempleo
y la falta de oportunidades arrastran a los excluidos por la senda de la
criminalidad. La única ideología es el dinero fácil obtenido en el menor
espacio de tiempo. Si hay un estado criminal mafioso a nadie debe sorprenderle
que proliferen las organizaciones delictivas al margen de la ley. Y no solo a
nivel nacional sino internacional pues existe una alianza de los carteles de la
droga colombianos con los de Centroamérica, México, el Caribe y otros países
suramericanos. En la economía sumergida el primer renglón de exportación hacia
los países del primer mundo es el de los estupefacientes (cocaína, heroína, o
marihuana) El narcotráfico ha permeado todos los ámbitos de la sociedad
colombiana sin que se sepa muy bien hasta donde llegan sus tentáculos.
Los distintos gobiernos siempre han creído
que la delincuencia se erradica por medio de métodos represivos o punitivos.
Aplicando la ecuación de a mayor represión mayor paz social. Si hay más
policías o militares, habrá menos delincuencia. Con la complicidad de los
grupos de limpieza social. Hoy en Colombia existen 138 cárceles (hombres y
mujeres) en las que se hacinan 120.000 presos. No existe un plan integral de
integración social, ni de rehabilitación efectivo. La Ley de Seguridad Ciudadana, implementada por el ministro del Interior Vargas
Lleras, se instituyó para frenar las protestas sociales (huelgas, plantones,
tomas de tierras) y así acallar las voces de disidencia y de rebeldía que
surjan en el postconflicto.
Los más creyentes y supersticiosos todavía
esperan que un hecho sobrenatural nos redima. La propaganda mediática pretende
mitificar al excelentísimo señor doctor Juan Manuel Santos, el pacificador, el nuevo profeta Bochica que salvó a su pueblo
del diluvio universal. Aquel que ordenaba rematar con un tiro en la nuca a los
supervivientes de los bombardeos se coloca en la solapa de su fina chaqueta
Savile Row de 2.000 dólares una inocente palomita de la paz. Las futuras generaciones estudiarán en los
libros de historia los milagros del
santísimo Santo de la paz coronado por el sumo pontífice, distinguido brigadier
general de la OTAN, emérito patriarca del sionismo y consumador de la doctrina
Monroe.
En el momento en que el ELN estampe su firma
en el acuerdo de paz-que actualmente negocia con el gobierno colombiano en Ecuador-
podríamos afirmar que, con excepción de algunos pequeños grupos como el EZLN,
Sendero Luminoso o el EPP paraguayo, las
guerrillas quedan erradicadas del continente americano. Los planes de
seguridad y defensa del Departamento de Estado USA se han cumplido con creces. “Es
inútil insistir en la vía armada como motor del cambio social en América Latina”-Rex
Tillerson.
Carlos de Urabá 2017