La mejor metáfora para describir lo que
ocurre con el pueblo andaluz es la tragedia del niño Julen que cayó accidentalmente
en ese pozo de 110 metros de profundidad en Totalán (Málaga)
Desde hace ya décadas que el pueblo
andaluz ha caído en el pozo sin fondo del saqueo, la marginalidad, el desempleo,
la miseria, la corrupción y el latrocinio. Este es el fatídico destino de uno
de los países más ricos de Europa. ¿Quién va a rescatar a Andalucía? ¿Quién la
va a sacar de ese pozo sin fondo de ingrata incertidumbre?
Acaba de tomar posesión el nuevo
presidente de la Junta el derechista del PP
Moreno Bonilla que asume el papel de
bombero, de rescatista juntos a sus aliados de Cs y Vox ¡Salvemos Andalucía de la podredumbre a que la ha condenado el partido único PSOE durante casi 40 años! -A los que
hay que sumar otros 40 años de dictadura franquista- ¡esto ya es el colmo 80
años de iniquidades e infamias! Pero nada
nos ha de sorprender si los costaleros masoquistas siguen cargando los cristos
de palo en semana santa ¿Y esa misión redentora la asume la derecha retrograda
lastrada por las corruptelas y el clientelismo?
Entonces, ya podemos seguir de rodillas en los altares pidiéndole al
altísimo que nos ampare y favorezca. Es paradójico que Andalucía -que es una de
las regiones más ricas de Europa- sufra el maldito flagelo del desempleo y la
emigración. Un retraso ancestral que la mantiene sumida en un estado de postración
perpetua. El mitológico “jardín de las Hespérides”
arrastra una fatídica maldición
imposible de exorcizar. El saqueo de sus recursos naturales y materias primas
no se detiene sino muy por el contrario se acelera hasta límites inauditos.
De aquel Al Andalus faro de civilizaciones poco queda en pie, no hay más que
ruinas en este erial infecundo. Parece mentira que aquí se produjera el primer
renacimiento europeo que encumbró a Córdoba como la metrópoli más esplendorosa del
mundo occidental. La cuna de filósofos, poetas, matemáticos, artistas,
arquitectos, astrónomos, científicos, agrónomos, políticos, exegetas ha pasado
a ser el estercolero de la incultura y el analfabetismo.
La reconquista cristiana supuso la más
espantosa decadencia tras la expulsión de judíos y musulmanes. No nos queda otra que remitirnos a la
nostalgia para intentar consolarnos con las viejas glorias del pasado: Alhambra.
Mezquita de Córdoba, Giralda. (Los monumentos más visitados y admirados en la
península ibérica) Andalucía en la actualidad es nada menos y nada más que una
base de la OTAN, colonia del
imperialismo en sus planes de expansión planetaria, parque temático del ocio y
el tiempo libre especializado en atender a cuerpo de rey a los turistas del
mundo entero. Buen tiempo, una tumbona en la playa, arena blanca y mar azul. Patria
y cantera de camareros y mucamas, cocineros y bufones, soldados rasos del
sector servicios que laboran a destajo para complacer a la clientela. “En el
sur mucho sol, mucho sol y poca luz” A “jartarse” de comer, de beber, de bailar y
fornicar ¡que comience la pachanga en bares y cantinas y demás garitos de perdición! El “fúrbol”, el
cubata y la cerveza como las virtudes más piadosas de la cultura popular.
¡Pase unas vacaciones inolvidables! Ofertas
y rebajas: habitación doble, desayuno incluido, la paella, la sangría, los
saraos y los toros, preciosas geishas o masajistas. El crecimiento económico no despega, el
consumo se desacelera y el número de parados aumenta imparable. El boom
turístico marca un nuevo record que engorda aún más las arcas de los empresarios,
tour operadores y banqueros. La Andalucía del futuro, según los maquiavélicos planes
de la Unión Europea, debe seguir siendo esa fábrica de alegría y felicidad a
orillas del Mediterráneo Una pieza más
en el engranaje del neoliberalismo explotador. La especulación urbanística, las
comisiones y la corrupción generalizada que han arrasado por completo el
medioambiente y sus ecosistemas: cadenas hoteleras, condominios,
urbanizaciones, parques temáticos, campos de golf, restaurantes, discotecas,
lupanares o centros comerciales.
Resignación que el “bujero” es profundo. Andalucía
sigue en caída libre, no paren de cavar, sin descanso y más profundo todavía,
mucho más que este “bujero” no tiene fondo.
Carlos de Urabá 2019
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