En la historia de los distintos grupos insurgentes
de América Latina indudablemente que el EZLN ocupa un lugar de relevancia. Cuando
ya se creía que las guerrillas habían pasado a la historia de repente surge en 1994 un levantamiento indígena en el estado
de Chiapas (México). Lo increíble del caso es que muy pocos sabían localizar en
el mapa dónde quedaba este ignoto territorio. Una izquierda deprimida tras el derrumbe del comunismo por fin recobraba el aliento
confiada en el renacer de los ideales revolucionarios que un día alumbraran esa
época gloriosa de los años sesentas y setentas. Para muchos jóvenes románticos formar
parte de una guerrilla y sacrificarse por la humanidad era su máxima aspiración.
El levantamiento del EZLN supuso un golpe
demoledor contra el régimen priísta de Salinas
de Gortari que celebraba ese 1 de
enero de 1994 el ingreso oficial de México en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Ya en los albores
del siglo XXI el gobierno mexicano en sus delirios de grandeza aspiraba matricularse
en el club de los países más desarrollados
del planeta. Ignorando descaradamente que casi tres cuartas partes de sus
ciudadanos sobrevivían en la pobreza y la marginalidad.
En esa aventura revolucionaria participaron
intelectuales, estudiantes y profesores pertenecientes al México mestizo o
urbano en alianza con las comunidades indígenas mayas. El EZLN organizó en el
máximo secreto y en la clandestinidad un aparato logístico e ideológico preparado
a asestar un golpe contundente a la
dictadura priísta déspota y corrupta.
Y es que en el fondo en el estado de Chiapas subsistían y subsisten
las estructuras feudales de una sociedad
racista constituida por señores y
siervos, ladinos e indios, oprimidos y opresores. En la cima de la pirámide social se sitúan los blancos
católicos y apostólicos, criollos o los mestizos gachupines fanáticos de la cultura
europea o norteamericana, Estos seres elegidos por Dios ejercen su autoridad
sobre las castas inferiores de indígenas, trabajadores, obreros y campesinos. Sobre los que se ha ejercido el más vil tutelaje al considerarlos menores
de edad.
Desde hace 500 años que las comunidades
indígenas vienen sufriendo una degradante agresión; primero por parte del
imperio español y luego por los gobiernos republicanos criollos. El México
indígena lo habitan unos seres sin voz, ni voto, espectros embrutecidos por la ignorancia y en estado de
perpetua agonía.
La limpieza étnica siempre fue una opción contemplada
por los ladinos para librarse de esas “tribus salvajes” que representan un obstáculo
para el desarrollo y el progreso. El odio al indio ha derivado en una terrible
venganza casi imposible de aplacar.
La conquista continua. Solo hay que
observar el auge de las sectas religiosas que pugnan en una demencial
competencia por acaparar el mayor número de los fieles. Porque la fe es la
única esperanza de los pobres. El amargo
fruto de la evangelización llevada a cabo por los pastores y predicadores no es
otro que la desintegración de las comunidades. Un plan minuciosamente estudiado
para desmovilizar las luchas sociales y el peligro que supone la teología de la liberación tan afín a
los postulados del socialismo o el comunismo. Esos indígenas y campesinos desdentados
y famélicos son la viva imagen del nazareno en su viacrucis al Gólgota. ¿Está
justificado liberarse de este yugo oprobioso? La oligarquía dominante cuenta
con los medios suficientes para aplacar cualquier conato de rebeldía.
Hoy el indígena sigue mendigando una limosnita
por las calles a ver si al menos pueden echarle al buche un mendrugo de pan tieso. En este teatro
del absurdo hacen parte del paisanaje, son exóticos, folclóricos y hasta
fotogénicos. ¿Patrimonio de la humanidad?
Lo que pretende el estado centralista es
que se integren en la cultura mestiza criolla mexicana. La cultura de la
histeria futbolística, las telenovelas, los mariachis y el tequila. Los coletos
terratenientes y finqueros utilizando el terror, la coacción, asesinatos y
masacres por medio de grupos paramilitares propician el desplazamiento forzado para despojarlos de sus
tierras de labor.
La única respuesta para enfrentar a los
gamonales y finqueros es la resistencia activa inspirada en los héroes de la
revolución mexicana Emiliano Zapata o Pancho Villa.
En una orografía donde en cualquier
momento los volcanes hacen erupción o los terremotos estremecen la faz de la
tierra, esas fuerzas telúricas expresan
igualmente toda la amargura y angustia de sus hijos desahuciados.
En
1983 se funda el EZLN
como una escisión del movimiento de renovación de la antigua el FLN (corriente
maoísta) con la participación de un puñado de guerrilleros y de guerrilleras
indígenas y mestizos inspirados en el agrarismo zapatista y nostálgicos de la
revolución cubana. “Que importa dónde
nos sorprenda la muerte si nuestro grito de guerra es escuchado” -che Guevara.
Herederos de las luchas y confluencias históricas
que se han venido desarrollando en América Latina como es la revolución cubana,
el sandinismo, el frente Farabundo Martí el ELN de Colombia, las FARC, Quintín
Lame, El Ejército Guerrillero de los Pobres en Guatemala, la minga de
resistencia indígena colombiana ONIC, el movimiento Tupak Amaru de Perú, el
Túpac Katari de Bolivia, los mapuches en Chile y Argentina, o la CONAIE en
Ecuador. En una lucha sin cuartel contra la intervención imperialista en
complicidad con los gobiernos traidores.
El estado de Chiapas, situado en el
sureste mexicano, desde hacía siglos que se venía gestando la asonada. Así lo constató
en sus crónicas fray Bartolomé de las
Casas: “padecer he visto, por cuya falta y penuria ¡cuántos daños, cuántas calamidades
cuántas iacturas, cuántas despoblaciones de reinos, cuántos a esta vida y a la
otra hayan perecido y cuánta injusticia en aquestas Indias!”
La lucha del EZLN se emparenta de alguna
manera con la revuelta de Túpac Amaru II
en Perú allá por los años 1780-1783 que se desató en contra de las reformas
borbónicas que decretaban el alza en los impuestos o alcabalas (tributo que
debían pagar al rey los indígenas confinados en la mita, el resguardo, la
encomiendas)
A principios de los años ochentas del
siglo XX llegan a Chiapas más de 100.000
refugiados guatemaltecos víctimas de la guerra civil que se libraba en ese
país entre las guerrillas comunistas y la dictadura militar fascista. De alguna manera el Ejército Guerrillero de los Pobres, que tenía campamentos al otro
lado de la frontera y recibía el apoyo de las comunidades hermanas, influyó de
manera decisiva en los movimientos izquierdistas mexicanos.
A finales de 1993 todas las comunidades indígenas
zapatista votaron a favor de iniciar la guerra: “¡Hoy decimos basta! Somos los herederos
de los auténticos forjadores de nuestra nacionalidad, los desposeídos, somos
millones y llamamos a nuestros hermanos para que se sumen a nuestro levantamiento
como único camino para no morir de hambre. Siglos y siglos de explotación y de
miseria, la dignidad humana pisoteada justifica la toma de las armas en defensa
propia y de las comunidades. Dispuestos incluso
hasta el martirio en la madrugada del 1
de enero de 1994 se movilizaron los
guerrilleros hacia las cabeceras municipales de las Margaritas, Ocosingo,
Chanal, Altamirano y San Cristóbal de las Casas. Se trató de una operación
meticulosamente planificada en el máximo secreto y con años de anticipación por
parte del aparato logístico y táctico del EZLN.
Una de las principales causas de la
rebelión fue la reforma del artículo 27 de la Constitución que significaba el fin de la
propiedad social y el comienzo de la
revolución neoliberal. De esta manera se ponía fin al reparto agrario y
anulaba la aspiración de los campesinos sin tierra a disponer de una parcela
para su cultivo y usufructo. En contradicción con el postulado zapatista de “la tierra es para quien la trabaja”. De
otro lado para los Mayas la tierra es sagrada y no se puede comprar, ni vender porque
sería algo así como prostituir a la madre. Desde tiempos ancestrales los indígenas
practican el comunismo real mucho antes
de que lo teorizara Marx en el
Capital.
Según el primer comunicado de la selva Lacandona
el levantamiento estalló como respuesta a los 500 años de humillaciones y
despojos “Por la tierra, la libertad, la paz, el trabajo, la justicia, la democracia,
el techo, la alimentación, la salud, la educación y el reconocimiento de los
derechos de los pueblos y de las culturas
indígenas” Exigían el fin del saqueo de los recursos naturales y
materias primas. Aunque estuvieran bendecidos por una naturaleza rica en
petróleo, uranio, energía eléctrica, gas, madera, café, maíz o ganadería la mayor parte de la población subsistía en la
miseria.
Así que teniendo en cuenta todos estos
antecedentes es fácil comprender el por qué se produjo la asonada Zapatista del
1 de enero de 1994.
En un momento dado y ya en medio de los
combates el comando central quiso dar la orden de avanzar sobre la ciudad de
México. – Eufóricos esperaban sumar por
el camino a la mayor cantidad de población civil obsesionados con la toma del
poder político –quizás imitando a lo acontecido en la revolución cubana. Algo
que posteriormente llevaron a cabo en el año 2001 con la “Marcha
del color de la tierra”
La respuesta del presidente Salinas de Gortari a esa “conspiración comunista” -con la participación
de elementos extranjeros del castro-guevarismo- fue la militarización del
estado de Chiapas. El ejército se desplegó por las zonas más calientes con el
propósito de reprimir con fiereza la asonada. Acción que supuso un considerable
número de víctimas entre muertos, heridos, arrestados y desaparecidos. La
guerra que duró del 1 al 12 de enero de 1994 creó un cisma histórico en México.
El gobierno en un intento por neutralizar
la rebelión ofreció a los insurrectos el perdón a sus delitos si deponían las armas.
A lo que respondieron: ¿tenemos que pedir perdón? ¿De qué nos van a perdonar? ¿De
no morirnos de hambre?
Chiapas fue ocupado por el ejército
federal que sobrevolaba constantemente con helicópteros la selva Lacandona a la
caza de esos “terroristas” que pretendían desestabilizar la patria. A partir
del alto el fuego anunciado el 12 de enero por el gobierno de Salinas de Gortari comienza entonces la guerra de las palabras. Enfrentamiento dialéctico en el que el EZLN, gracias
a una infatigable labor propagandística, logra ganarse la simpatía de la
opinión pública nacional y mundial. Algo que debemos considerar una gran hazaña
pues en ese entonces en México no existía el Internet, ni los teléfonos
celulares.
El subcomandante Marcos o Galeano es un
mestizo (caxlan) criollo monolingüe perteneciente a la sociedad mexicana occidental
que hace una deconstrucción o camino de vuelta a los orígenes. Él supo
despojarse de los prejuicios en aras de su conversión a ese mundo mágico religioso
de los Mayas. Muchos de sus detractores lo
ven como una especie de “mesías” que manipula a los indígenas.
Se produjo una extraña y sorprendente simbiosis entre el
indianismo, la teología de la liberación cristiana, las corrientes protestantes
o evangélicas, el marxismo leninismo, el maoísmo, el socialismo libertario, el
guevarismo, el anarquismo, el feminismo o el pacifismo.
El EZLN se define como un movimiento
antiglobalizador, anticolonialista y anticapitalista, étnico y heterogéneo, que
se rige por la democracia abierta o asamblearia sin estructura, sin mando y sin
jerarquía. Aunque existe un Comité Clandestino Revolucionario-Comandancia General
que se encarga de las labores organizativas. “El zapatismo
no quiere el poder sino un mundo nuevo”
Al subcomandante Marcos la inteligencia
militar en principio lo definió como un sacerdote jesuita o secular,
periodista, antropólogo, economista o profesor. No lograban identificarlo hasta
que en el año 1995 en una rueda de prensa el presidente Zedillo reveló su supuesta identidad: Rafael Sebastián Guillen Vicente.
El héroe enmascarado tan metido en el inconsciente
colectivo de los mexicanos: el “santo”, “el
zorro”, el “llanero solitario” o el
Robín Hood protector de los desvalidos. De carácter afable y finos modales, fuma
su pipa al estilo Che Guevara y habla con un lenguaje poético y filosófico (sus
lecturas favoritas son las de los teóricos franceses Althusser, Derruida,
Foucault) completamente incompatible con el carácter indígena que es mucho más parco,
introspectivo, taciturno y silencioso. Hay comunidades indígenas que apenas dominan
el español -lengua extranjera de imposición- (Muchos aprendieron el “castilla”
en los campamentos de resistencia)
El pueblo indígena nunca ha podido
expresar sus ideas, ni decir si estaban o no de acuerdo con las decisiones
tomadas por los coletos, los ladinos y mestizos gachupines. Víctimas de un tremendo
complejo de inferioridad y una baja autoestima preferían callar. Quién le va a hacer caso a un indio, a un “naco”
de palabras cojas, que balbucean esos “malditos dialectos mayas”, unos campesinos ignorantes acostumbrados a recibir
órdenes. Por los siglos de los siglos han cargado sobre sus espaldas la riqueza
que explota el patrón y que lo hace cada día más rico, mientras ellos son cada día
más pobres. La postración y mansedumbre secular se mantiene intacta. En este
valle de lágrimas el único consuelo que les queda es postrarse de rodillas en
los altares a ver si diosito los premia con el paraíso celestial.
Marcos asumió el cargo de vocero del EZLN
para transmitir ese mensaje de rebeldía a través de los medios de comunicación de
masas de los cinco continentes. En alianza con la prensa independiente y
alternativa, la radio, la televisión, el Internet, las redes sociales o los teléfonos celulares.
No estaban solos pues detrás tenían el apoyo de grupos antisistema comprometidos
incondicionalmente con su causa. La
solidaridad internacionalista ha sido clave para la supervivencia del EZLN.
“Un mundo en el que cupieran muchos mundos”
Así fue como Marcos poco a poco se erigió
en un símbolo del movimiento alter mundialista y referente indiscutible de la
izquierda libertaria. Ese héroe sin rostro, cubierto con un pasamontañas ha
pasado a ser un mito viviente aunque el gobierno mexicano haya intentado
convertirlo en un bandido acusándolo de sedición, terrorismo y traición a la
patria.
En el momento más álgido del conflicto escritores,
intelectuales y filósofos de México y de
otras partes del mundo peregrinaron al encuentro del legendario subcomandante
Marcos, la reencarnación del Che
Guevara. Un personaje más propio de novelas caballerescas, el guerrillero quijotesco capaz enfrentarse junto
un puñado de indígenas a los molinos de viento del neoliberalismo. Gracias a su
verbo florido el encapuchado más famoso del siglo logró cautivar a sus
interlocutores con una retórica plagada
de sublimes metáforas. Durante todos estos años han recibido la
visita de Saramago, García Márquez Vázquez Montalbán Paco Ignacio Taibo II,
Jorge Volpi, Carlos Monsavais, Hermann Bellingahusen Eduardo Galeano, Ignacio
Ramonet, Elena Poniatowska, Enrique Krauze, Regis Debray, Noam Chomsky,
Bertrand de la Grange, Maite Rico, Alain Touraine.
Al cumplirse el 25 aniversario del
alzamiento zapatista se convocó del 26 al 30 de diciembre en el en el centro
Huellas de la Memoria subcomandante insurgente Pedro Cumplió en
Guadalupe Tepeyac (selva Lacandona) el encuentro de redes de Resistencia y
Rebeldía de apoyo al CIG (Consejo
Indígena de Gobierno) donde participaron delegados de México, América Latina,
EEUU, y Europa.
Allí se llevaron a cabo debates y
coloquios sobre “el futuro de resistencia
y contra el olvido” Aunque el camino
sea largo y lleno de obstáculos se va afianzando el poder popular de los Caracoles. Se concluyó que había que mejorar las redes
de cooperación y de apoyo al CNI y el CIG,
denunciar a los gobiernos que ataquen al zapatismo, los que estén implicados en
entrenamiento militar y venta de armas a México, asegurar la soberanía
alimentaria, migración, la especulación, la usura bancaria, la criminal
globalización, y la dictadura de las
multinacionales, denunciar la violencia de género, el feminicidio. Gran parte
del encuentro estuvo dominado por las feministas de Europa o de México quienes
lanzaron una ¡alerta roja! para enfrentar al heteropatriarcado. Porque el
fascismo machista hoy más que nunca amenaza la integridad de las mujeres. Una
de las conclusiones más relevantes fue que desde ahora en adelante la
revolución se hará desde Internet y las redes sociales.
El proceso revolucionario zapatista contó
por activa y por pasiva con el apoyo incondicional del obispo de San Cristóbal de las Casas Samuel Ruiz. Igualmente fundador del Centro de Derechos Humanos fray Bartolomé de las Casas y
comprometido de cuerpo y alma con la opción por los pobres. Él fue el impulsor
del nuevo evangelio de la iglesia indigenista y brillante promotor del
ecumenismo. Además voluntariamente cumplió funciones de mediador en los
acuerdos de paz de San Andrés. No podemos ignorar la destacada labor del sacerdote francés Miguel Chanteau, párroco de Chenalhó, dedicado a tiempo completo en la
defensa de los derechos humanos. Valientemente acusó al gobierno de Zedillo
de ser el inductor de la masacre de
Acteal en connivencia con grupos paramilitares a los que se les encomendó
la misión de acabar con las bases de apoyo zapatistas. Por su compromiso a
favor de las comunidades indígenas y alentar la toma de tierras fue detenido
por el ejército y deportado a Francia en el año de 1998.
En 1997 se produce la matanza de Acteal perpetrada por el grupo paramilitar priísta Mascara Roja que asesinó a 45 indígenas Tzotziles pertenecientes a
la Sociedad Civil las Abejas. Según confesaron los sicarios para “matar
las semillas del mal”. En todo caso los
paramilitares pertenecientes al PRI, PVEM, PAN, PR siguen sembrando el terror
en todo el estado de Chiapas provocado el desplazamiento forzado de miles de
indígenas. La guerra de baja intensidad
se mantiene latente para que el EZLN deje de expandirse.
El EZLN
cuenta ya con 27 municipios autónomos y
cinco Caracoles (poblados de resistencia hacia un nuevo amanecer) En concordancia con la línea programática de
los frustrados acuerdos de San Andrés
que reconoce el derecho de las comunidades a asociarse libremente. (Que
podríamos calificar de autodeterminación) Por tal motivo el gobierno mexicano los
calificó de “separatistas”. Y es que
la Constitución no ha reconocido a los pueblos indígenas como sujetos de
derecho público.
Si el EZLN quiere asegurarse un futuro
promisorio la única alternativa es el autogobierno. Es imprescindible separarse
del estado mexicano burocrático y corrupto
instituyendo las juntas de buen gobierno y el poder desde abajo, que la
colectividad tome las decisiones en asamblea, liberarse de las ataduras del centralismo
y la partidocracia. Como bien lo recoge el lema “A mandar obedeciendo” Recuperar las tierras que les han sido
usurpadas, romper con las cadenas de la dependencia y del asistencialismo que promueven
las ONG y demás organismos de ayuda humanitaria. Es fundamental que manejen su
propio presupuesto, su cultura, la lengua – ya hay fundadas un centenar de
escuelas zapatista- centros de salud,
proyectos agroecológicos, de ganadería, banco comunitario, redes alternativas de
comunicación, programas de radio y televisión, la promoción de las mujeres y de
igualdad de género, capacitación de oficios: carpinteros, soldadores, albañiles,
etc. el arte, el cine, la pintura, teatro, proyectos educativos o de sanidad, bodegas,
cooperativas de café, artesanías, bordados, deporte, publicaciones, editoriales, radio insurgente la voz de los
sin voz. El EZLN es el único movimiento indígena
mexicano que ha desarrollado con éxito su autogobierno.
El zapatismo ha expandido su influencia tanto
a otros estados mexicanos como a nivel
internacional.
Su ejemplo se transmite y
se siembra como el caso de los Movimientos Sociales, el EPR en Guerrero, la fundación el 12 de
octubre de 1996 del CNI (Congreso
Nacional Indígena) que agrupa a más
de 30 pueblos originarios de toda la república.
“De nuestro dolor nació la rabia, de la rabia nuestra rebeldía y de la
rebeldía nacerá la libertad de los pueblos del mundo” “porque el capitalismo se
alimenta de nuestra sangre” “La
globalización económica pretende eliminarlos” En el año
2006 el EZLN enterró el hacha de guerra renunciado a la lucha armada para
dedicarse a la defensa de su autonomía y
el buen gobierno. Igual que el caracol avanzan lenta pero inexorablemente hacia
la conquista de la verdadera independencia.
El subcomandante Marcos -que cambió su nombre de combate por el de “Galeano”
en honor a José Luis Solís López “Galeano”
asesinado cuando intervenía en una mediación de ejidatarios en la Realidad- desde el 2009 viene restringiendo sus
apariciones públicas por motivos de seguridad (su cabeza tiene precio) En la
actualidad se dedica a escribir sus ensayos, cuentos, relatos, textos políticos
que se publica en la revista Rebeldía. El día 24 de mayo del 2014 abandona sus
funciones de vocero del EZLN consciente de que tras veinte años en este cargo ha
sufrido un severo desgaste mediático. Saben que han pasado de moda y que tienen
que reinventarse. Las revoluciones envejecen, los líderes caducan y si no
existe un relevo generacional efectivo están condenadas al fracaso. Lamentablemente el EZLN ya no ocupa primeras planas de los
periódicos y han dejado de ser noticia
de actualidad porque así lo han decidido las grandes corporaciones
informativas. Estamos ante una etapa de repliegue y el atrincheramiento. La epopeya
romántica tiene que continuar porque son la
vanguardia mundial contra el capitalismo.
Los actos con motivo de los 25 años del
levantamiento armado del EZLN se iniciaron con una multitudinaria parada militar
llevada a cabo en la plaza mayor de la Realidad.
Sorpresivamente y como surgidos de la nada desfilaron más de 5.000 guerrilleros y guerrilleras zapatistas
ataviados con los clásicos pasamontañas negros y luciendo uniformes de color café y pañuelo rojos
anudados al cuello. Las tropas marcando el paso marchaban altivas y desafiantes
golpeando rítmicamente bolillos de madera mientras el subcomandante Galeano con
un pito en la boca dirigía el buen funcionamiento de la ceremonia.
Antes de que sonaran las doce campanadas
el Comandante Moisés dio inicio a su
alocución con un saludo fraterno a todos los invitados: “empezamos nuestra batalla
para despertar al pueblo mexicano y al mundo hace 25 años; fuimos a decirles a
los pobres del campo y de la ciudad, salimos
solos y hoy nos encontramos solos. Pero
dejamos nuestra semilla. Nadie nos presta atención. Son miles y miles de
soldados protectores del capitalismo los que nos amenazan. Pero no tenemos
miedo.
¿Tenemos miedo compañeros? –los guerrilleros zapatistas gritan al unísono
¡no! No vamos a permitir que se instale en
nuestras tierras cualquier proyecto explotador de los ladinos. Siempre estaremos firmes en defensa de la
madre tierra. Este gobierno mañoso encabezado por un nuevo finquero nos quiere
engañar. Hay que preparar a nuestros jóvenes para enfrentar la agresión
neoliberal. Los intelectuales, los estudiosos no tienen ni idea de lo que
significa la revolución aunque se llamen progresistas porque hay que estar aquí
y vivir aquí para comprenderlo. Si nos vienen a provocar, nos defenderemos.
La
guerra ahora es contra el olvido. El presidente de la cuarta transformación
representa a los ladrones corruptos del PRI, del PAN y de MORENA.
Acto seguido comenzó la gran fiesta de fin
de año con el lanzamiento de cohetes y la actuación de grupos musicales zapatistas
que amenizaron la velada hasta el amanecer. Son instantes de felicidad, de una
felicidad efímera que ya pertenece a la nostalgia.
Los zapatistas creen que los megaproyectos
que tiene pensado implementar el gobierno de López Obrador van en contra de
los pueblos indígenas. El “nuevo capataz” -como despectivamente lo
llaman- está decidido a iniciar la construcción del tren Maya o los planes de
desarrollo en la frontera sur. Que es una demostración más que palpable de las
políticas neoliberales. Se produce entonces una fractura con Morena que aísla aún más al zapatismo
pues desprecia a 30.000.000 ciudadanos que le han otorgado su voto de confianza
a López Obrador. Los ataques y ofensas contra el presidente se multiplican sin
tener en cuenta que su candidatura ha
sido decisiva para derrotar a la mafia institucional corrupta y depravada del PAN y
el PRI.
El
gobierno de MORENA
está decidido a poner en marcha el proyecto Regional de Desarrollo del
Sur-Sureste (agropecuario, pesquero, alimentario, e industrial) en el estado con mayor rezago económico y
donde un 27% de la población se halla en
pobreza extrema. Aparte de la carencia de servicios públicos, la sanidad,
vivienda, educación, seguridad social o empleo. Se trata de desarrollar
proyectos productivos que impulsen la modernidad “forjada desde abajo”
subvencionando a las poblaciones
vulnerables como adultos mayores o los jóvenes -especialmente de las comunidades
indígenas. Porque ese rezago milenario
hay que atajarlo de raíz y convertir a
esos campesinos miserables en obreros y jornaleros de las factorías, industrias
y maquiladoras. La verdadera integración en el seno de la patria pasa por el
factor economicista, es decir, que puedan adquirir un nivel adquisitivo que les
permita garantizar una vida más digna.
EEUU
y México anunciaron en el mes de diciembre pasado que invertirán 35 mil
millones de dólares en el desarrollo de la frontera sur. El objetivo es generar empleo y desarrollo que
dinamicen la economía y eleven el nivel de vida de las poblaciones tanto
mestizas como indígenas. La fórmula es crecimiento, bienestar y seguridad. Los núcleos de industrialización y
maquiladoras servirán para detener el flujo migratorio a las ciudades o a los
EEUU. La clave es entregar subvenciones y otros beneficios sociales como salud
o educación que propicie que las comunidades indígenas se desentiendan del EZLN.
Estamos ante unos maquiavélicos planes de desarrollo que van a estimular aún
más el abandono del medio rural. Priorizar la inversión pública y privada a
favor de la agroindustria y las multinacionales en detrimento de los pequeños
productores significa la muerte del
campesinado. El EZLN afirma que no permitirán que violen su soberanía y se
muestran muy preocupados con la creación de la Guardia Nacional.
En la entrada de las comunidades zapatistas
hay letreros que aparte de darnos la bienvenida nos advierten que estamos en un territorio libre de drogas y alcohol. Y es que históricamente se han
utilizado estos métodos criminales para hundir en el degeneramiento y la
decadencia a los pueblos indígenas. Qué fácil es sobornar o chantajear a las
comunidades cuando la dieta básica son tortillas y frijoles, donde las tiendas
apenas ofrecen los productos básicos, no hay Internet y tampoco se capta la telefonía
móvil o la señal televisiva, sin cantinas, discotecas ni diversiones a la mano.
El mundo libre significa drogas, alcohol, prostitución, pornografía, consumo y alienación. Si la emigración de los jóvenes a las
ciudades aumenta, el proyecto zapatista se hunde.
México con sus casi 2 millones de
kilómetros cuadrados y sus 130 millones de habitantes más que un país es un
continente. Un continente que padece unos problemas sociales extremos,
especialmente en asuntos como la pobreza y la marginalidad. Estamos ante una
sociedad amenazada por el voraz flagelo de la violencia en donde capean a sus
anchas las bandas criminales, los
carteles de las drogas en complicidad con los poderes fácticos. Y en donde
además los gobernantes se han dedicado a tiempo completo al latrocinio y la
corrupción. Las cifras no mienten y
aunque se quieran ocultar las estadísticas nos dicen que en estos últimos catorce
años más de 250.000 personas han sido asesinadas, otras 35.000 están desaparecidas y para colmo a lo largo y ancho de su geografía se
multiplican las fosas comunes. Es por
esta razón que el conflicto del EZLN ha pasado a un segundo o tercer plano e incluso podríamos decir al ostracismo.
Por eso no es de extrañar que desde lo profundo de la selva Lacandona los
zapatistas hayan declarado la guerra contra el olvido.
Carlos de Urabá 2019
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