La jaula

La jaula
por la emancipación de los pueblos

lundi 28 mars 2011

La chacha Inca

                                   



                                                                         Acto I:
                                                          Los anuncios clasificados

Se ve en escena a una mujer joven sentada sobre una maleta que consulta los anuncios clasificados del periódico.

En voz alta va leyendo las ofertas de trabajo: secretaria en oficina, multinacional ofrece buen salario, dama de compañía en club privado, mujer para cuidar ancianos, oficinista, interna en residencia familiar...

Pasa las páginas nerviosamente, se muerde las uñas y desde su teléfono móvil hace llamadas a diestra y siniestra.

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                                                                      Acto II:
                                                                 La entrevista.

                 Doña Clemencia entrevista a Magaly que se presenta elegantemente vestida

Doña Clemencia -habla con voz fuerte y ronca-:
-Vosotros los inmigrantes tenéis que aprender muchas cosas. Esta es la Moraleja, el mejor barrio de Madrid. Aquí vas a vivir como una reina pues no te va a faltar nada. Respeto ante todo, mucho respeto porque ya tuvimos que echar a una chica colombiana que se quiso pasar de lista. Como ves, la casa es muy grande, y necesitamos a alguien que trabaje con destreza, cuide a nuestro hijo Borja. ¡Ah!sin olvidar el jardín y nuestra mascota Mambo, claro. Bueno, y tantas cosas más que poco a poco ya irás conociendo. Nosotros somos una familia de postín y tú tienes que comportarte a la altura.

Doña Clemencia- con que Magaly Quispe Mamani, ¿no? Que apellidos más raros ¿de dónde eres?

Magaly- yo soy peruana, señora

Doña Clemencia-¡Oh del Machu Picchu! ¿Eres una Inca? ¡Sí, una auténtica Inca! no hay más que verte.

Magaly - No, señora, soy de Huancayo.

Doña Clemencia- ¿De Huancayo? Bueno, como si eres de la Cochinchina. ¿y tu experiencia?

Magaly-No tengo experiencia, señora. Yo acabé magisterio en la universidad y me vine para España.
Doña Clemencia. ¡Oh, que honor! toda una maestra. No te preocupes que para barrer, fregar o planchar no necesistas ser una lumbrera ¿tienes los papeles en regla?

Magaly -Estoy tramitándolos, señora, porque... 

Doña Clemencia no la deja terminar

- ¿cómo? ¿tramitándolos? con que ilegal, ¿no?

Magaly- No, no, señora,  sólo...

Doña Clemencia- Bueno, bueno, no nos importa. El sueldo es de 400 euros al mes incluído el cuarto y la comida. Es un chollo, hija. Tienes televisión por cable, calefacción, ducha caliente (le enseña su cuarto). Una privilegiada si te comparas con tantos inmigrantes que están a dos velas tirados por las calles.

Magaly cabizbaja reflexiona, piensa en su madre y sus hermanos allá en el Perú y no tiene otra alternativa.

Magaly - Señora, muy bien lo acepto. ¿cuando empiezo?
Doña Clemencia- ala, ala, vente mañana con tus cosas.
                                                                         
                                                                       Escena 2:
                                            Magaly es enviada a la primera línea de fuego

Magaly vestida de cofia y delantal trabaja hacendosamente; limpia, barre, plancha, va de aquí para allá ordenando la ropa, el cuarto, los juguetes, le da de comer al perro mambo, peina a Borja, y con un cucharon va revolviendo la sopa que se cocina en una olla.

Se escucha una campanita

Doña Clemencia- ¡Magaly, tráeme el café!

Magaly sale pitada a la cocina, prepara un café y se lo sirve a la señora

Doña Clemencia- Este café está amargo. No te olvides que a mi me gusta con dos terrones de azúcar. Tienes que aprender a servir las cosas con corrección. ¿Vale?
Magaly- ¿Le pongo más azúcar, señora?
Doña Clemencia- Cómo que asúcar, azúcar se pronuncia con z. Aprende a hablar que estás en España
A ver azzzzúcar. Vosotros estáis en la inopia. Lee a Cervantes hija, Cervantes, ¡vaya por Dios! y eso que eres una profesora.

Y Magaly repite azzzzúcar arrastrando la z.

Doña Clemencia- Ala, ala vete al mercado a hacer la compra.
Toma el carrito y aquí tienes la lista. Añade tomates y cebollas y patatas
¿sabes escribir?  ¡Vaya! papas no, p a t a t a, patata, tortilla de patatas, ala, ala

Magaly asiente con la cabeza y sale deprisa empujando el carrito.


                                                                     Escena 3
                      La señora Clemencia se peina frente al espejo mientras habla por teléfono

Doña Clemencia- ¡Hola Pili! ¿cómo estáis? Ah, ¿esta noche es el cóctel? Bueno, claro que iré con Álvaro como de costumbre.
Sabes, ya he conseguido la interna.... si, si, si una peruanita, sudaca como no, la pobre es tan ingenua. Mejor así no reclama. Se nota que salió de su país con una mano adelante y otra atrás. ja, ja, ja, di que sí una chacha Inca, tú los has dicho. Una monada
                                               Llega el esposo, Don Álvaro del Castillo

Don Álvaro - ¡Hola cariño! ¿ya vino la interna?
-Doña Clemencia- Sí, sí está haciendo la compra.
Don Álvaro-¡Oh, qué bien! por fin va a estar todo en orden. Y el niño todavía en el cole ¿no? ¡joder, pili! hoy han subido las acciones. Esto hay que celebrarlo a lo grande. -Se quita la chaqueta y la corbata y se tira al sofá. España va bien. Quien lo diría, nos estamos forrando en plena crisis, cojones.
                                                                       
                                                                     Escena 5                      
                                                         Una chacha muy exótica

Entra Magaly  cargada de bolsas de la compra. De repente, tropieza y se le cae una caja de huevos.

Don Álvaro se levanta del sofá sorprendido- ¡Me cago en Dios! ¿qué es esto!? la marabunta.
Magaly- Nada señor, perdón-agacha la cabeza- se me cayeron los huevos
Don Álvaro- Manda huevos. Bienvenida señorita. Mi nombre es Álvaro del Castillo.- Le estrecha la mano- Mientras, ella nerviosa recoge los huevos rotos.
Magaly- Mi nombre es Magaly Quispe Mamani, para servirle.
Don Álvaro- y tú de qué equipo eres ¿eh? ¿del Real Madrid o del Barcelona? La madre patria, es la madre patria. Tú tienes que estar con los ganadores y éstos se visten de blanco ¡hala al Madrid! Con que eres peruana ¿no?
Magaly-Sí, señor, de Huancayo
Don Álvaro- ¿de Huancayo? eso me suena a brujería. Vaya una Inca en nuestra casa ¡qué exótico!
Don Álvaro del Castillo se sienta frente al televisor, abre el periódico y se fuma un puro.
Cabreado comenta a regañadientes -Más pateras atravesando el estrecho de Gibraltar. Estos moros nos van a volver a conquistar.

                                                                       Escena 6 
                                                    El derbi Real Madrid-Barcelona
                                                   
 Magaly, plancha una camisa cantando una canción de José Luís Perales -y cómo es él, en que lugar se enamoró de ti...,apila la ropa, pone a funcionar la lavadora (se la ve entrar y salir en otros cuartos, etc..), fríe un huevo, las patatas fritas, la ensalada con pimientos y tomate, barre el portal y se limpia con un pañuelo el sudor de la frente.

En la sala se escucha un grito
 ¡Goooool del Madrid! ¡hala al Madrid! ¡hala al Madrid, cojones!
Borja que golazo, ¡la hostia! Madrid, Madrid! A estos catalanes nos los vamos a comer a bocados -Don Álvaro enarbola una bandera madridista- Borja que no hay quien nos pueda, somos los mejores.

Suena la campanita

Don Álvaro- ¿Cómo es qué te llamas? ah, Magaly, sí. ¡Oye!más vino, unas tapitas  y la Coca Cola para el niño. Vamos a brindar por los campeones, ¡coño!
                                                                               
                                                                       Acto 3
                                                                     Escena :7
                                           Magaly descansa en su alcoba. Una jaula de oro  

Magaly se encuentra recostada en la cama viendo en la televisión y con el mando distancia va cambiando de canal en canal, hasta sintonizar su telenovela favorita “la hija del Mariachi”. Se nota agotada y bosteza. 

De pronto, suena otra vez la campanita.

Don Álvaro- ¡Otra copa de vino, Magali!, cojones, deprisa y unas aceitunas con anchoas tampoco estarían nada mal, vale

Se pone el delantal encima del camisón de noche (arremangándolo para que no se vea) y sale a servirle al señor. Cumple a la perfección con su papel y vuelve nuevamente al cuarto dónde cae muerta de cansancio sobre su cama.

Otra vez suena la campanita

Don Álvaro- ¡Magaly, más anchoas, jamón y un pepito de tortilla! ¡ Magali, Magali, joder, ¡coño¡ que tengo más hambre que el perro de un ciego.
                                                                
                                                                    Escena 8
                                                  Al que madruga Dios le ayuda

Desde tempranas horas Magaly ya está en pie presta a cumplir con sus obligaciones y los requerimientos de sus amos.

Doña Clemencia: ¡Magali! tráeme el ABC y la bandeja del desayuno a la cama. (la voz sale del cuarto de los señores) -la señora le demanda con autoridad. 

Magaly deja de tender la ropa y apresurada sale corriendo a la cocina a preparar el desayuno de doña Clemencia de la Fuente.

Doña Clemencia- Acuérdate que a mi me gustan  las tostadas con aceite de oliva, tomate y ajo. ¡Ah!Y el café bien cargado con dos terrones de azúcar, vale

Magaly- Si señora, si señora lo que usted mande.

Magaly  entra al cuarto de la señora con la bandeja del desayuno y se lo sirve a doña Clemencia.

Doña Clemencia-(probando el café) Magaly, a este café le falta azúcar.¡ ay madre! cuando aprenderas A ver dame el ABC. -la señora le echa un vistazo- Lo que faltaba: van a legalizar los matrimonios entre homosexuales. España ya no es ni sombra de lo que era.

Magaly  vuelve a la cocina y le trae otro terrón de azúcar.
Doña Clemencia - Ahora ya puedes levantar a Borja que va a llegar tarde al colegio.

Magali se va hacia la habitación para despertar al niño.
                                                                              
                                                                   Acto IV
                                                                  escena 9
                                                          India del mucho pichu

 Magaly abre las cortinas de la habitación.

Magali- Borjita, Borjita, es la hora de despertarse, pues.

Borja- "cagaly", no me toques los huevos .-el niño refunfuñando le reprocha

La señora irrumpe en la escena:

Doña Clemencia- Borja, levántate que como me ponga de mala leche te vas a anterar

Magaly intenta quitarle las mantas.

Borja- te voy a dar una hostia india del Mucho Pichu -el niño le espeta arrebatado.
Doña Clemencia – Deja, deja, Magaly. Vete a pasear a Mambo que yo me encargo de esta fiera.
                                                                   
                                                                  Acto V
                                                               Escena 10
                                             En el salón de la lujosa mansión


Entra Don Alvaro bien abrigado y con un paraguas en la mano, se quita la gabardina  y le planta un beso en la mejilla a su mujer.
Don Álvaro- Hija, que frió que hace hoy ¡me cago en la madre que me parió!

El señor se dirije a Magaly en tono paternal

Don Álvaro- ¡ay, Magaly !debes darle gracias a Dios por tener una habitación y comida. Mira como malviven los inmigrantes hacinados en esos pisitos patera. Y lo peor sin un duro en el bolsillo. Con la que está callendo.  Yo no sé a qué venís a España. 

Magaly- Yo quería ser maestra, pero en el Perú se puso la cosa bien mala. Pedí prestado un dinero, que todavía estoy pagando, y me compré el pasaje para venirme a Madrid.-sonrojada le contesta justificándose- Mi papá se murió y yo soy la única que mantiene a mi mamá y mis hermanitos.

Don Álvaro- Joder, esto si que es un drama. Pero vosotros que os pensais que esto es Jauja, no os dais cuenta que en España hay más de cuatro millones de parados.

Magaly calla, toma la escoba y sigue barriendo la estancia.

                                                                 Escena 11
                             Magaly conversa por teléfono con su madre en Huancayo


Magali- Mamá, mamá ¡qué felicidad!.¿Cómo te encuentras, pues? Sí, sí estoy trabajando de secretaria en una empresa multinacional ...desde luego una tiene que aspirar a lo mejor. Mamacita, mañana sin faltar te mando la remesa. ¡ay, no! tú no sabes las maravillas que hay en Madrid, esta es una ciudad donde sobran los castillos y palacios. Sí, como en las películas. Todo es precioso; los centros comerciales, los restaurantes, el metro, el paseo dela Castellana. Hasta ya sé pronunciar la zeta como los españoles: escucha, escucha azzzzúcar. Definitivamente me estoy  integrado a pasos agigantados.  Un beso mamita. Te quiero mucho.Cuídate.
-Cuelga y ahora llama a una amiga-
Paty, Paty,  cholita ¿que tal? Si, estoy aquí en la residencia. No sabes lo que es esto. Me toca sudar la gota gorda pues los señores no me dejan ni un minuto de descanso. Aquí todos son gritos y groserías. Y la comida grasosa, cociditos, embutidos ¡ajh!, no aguanto más. Ya te contaré más cosas. Nos vemos el domingo en el parque del Retiro ¿vale? 
La interna acaricia un osito de peluche que hay colocado sobre su recámara; lo besa, lo abraza.
      Al cabo de unos instantes se escucha la campanilla ¡Magalyyyyyyy!
                                                                  
                                                                       Escena 12
                                                                       Nostalgia

Magaly mira pensativa a través de la ventana del salón, hace como si saludara a alguien, tal vez a su madre o sus hermanos allá en la lejanía. Todo el sacrificio y las fatigas que pasa se los dedica a ellos, lo hace todo por amor. En su imaginación saltan los gratos recuerdos vivídos allá en su barrio Umuto junto a sus amigos, las polladas, las peñas bailables, las fiestas patrias, los paseos a la laguna de Ñahuimpuquio co su primer novio. Soñar no cuesta nada mientras limpia los cristales al ritmo de tecnocumbia que a puesto en el radio cassette para matar la nostalgia.

                                                                     Acto VI
                                                                    Escena 13
                                                                  La conquista
                                      Magaly, los señores y su hijo en la sala comedor

Doña Clemencia- Magaly, cuando aprenderás a cocinar las recetas españolas.  Estoy cansada de repetirte cuales son los ingredientes y siempre te confundes. A ver, para la cena quiero de entrada un potaje de garbanzos con bacalao y espinacas y de segundo unas berenjenas con chipirón.Toma el libro de recetas y manos a la obra. 

A Magaly le había llegado la hora de demostrar sus habiliades culinarias. Y es que ella conocía a la perfección los secretos de la cocina peruna ya que desde muy pequeña le ayudaba a cocinar a su madre un restaurante del mercado central de Huancayo.
Desobedeciendo las ódenes de doña Clemencia se dedica a confreccionar un menú al estilo peruano para darle una sorpresa a los patrones.

Cuando sonaron las campanadas de las ocho de la noche Magaly  anunció a bombo y platillo que ya estaba lista la comida.

Magaly- Está servido señores. Pasen a la mesa, por favor.

Doña Clemencia- Bueno, bueno, Magaly espero que no me defraudes porque me muero de hambre.
Pero, ¡qué es esto! ¿dónde están el potaje de garbanzos y las berenjenas? Te has vuelto loca.
Magaly  agacha la cabeza asumiendo su culpabilidad.
Magaly- Perdone, señora, he confeccionado una receta peruana para que prueben mi sazón.
Doña Clemencia - Que sazón ni que ocho cuartos ¡aquí mando yo! Vamos, vamos a ver no entiendo nada. (todos ponen cara de enfado) ¿qué es esto? ¿comida de indios?

Don Álvaro con diplomacia tercia en el entuerto

Don Álvaro- Bueno, nos seamos tan intransigentes,  habrá que probar  lo que nos ha preparado antes de criticarla.
Doña clemencia le echa una mirada de reprobación a su esposo mientras Borja hace una mueca de asco.

Doña Clemencia: que sea la última vez que me llevas la contraria.

La señora de mala gana toma una cuchara y prueba un plato, lo va deleitando y lentamente la expresion de su rostro cambia.  En sus labios se dibuja una sonrisa,  sus ojos brillan , -mira a Magaly, mira a su esposo y a su hijo que expectantes esperan su veredicto. Todavía no dice nada porque sigue deleitando el platillo con parsimonia. Se relame los labios y exclama: ¡Delicioso! ¡una verdadera maravilla!

Don Álvaro no puede resistirse a la tentación y  con el tenedor y el cuchillo va dando buena cuenta de los manjares. Y le pasa lo mismo que a su mujer,se siente poseído por un espíritu extraño  y lanza un  ¡este es un placer reservado a  los dioses!

Le toca el turno a Borja, que le mete el diente y dice ¡qué guay!

Todos están encantados hasta Mambo comienza a ladrar exigiendo participar en el banquete. 
Doña Clemencia - ¿Cómo se llama lo que nos has preparado, querida ?
Magaly- ceviche de conchas negras con un poquito de rocoto y algo de cancha con camote.
Don Álvaro- Nunca he comido  algo tan sabroso. Me he quedado sin palabras.

Continua la cena  y Magaly en voz ceremoniosa va anunciando las siguiente tanda de platos: 
-Papa al huancayna,- Causa rellena,- y de postre suspiro limeño con mouss de lúcuma y un  Pisco sour para acompañarlo.

La familia va devorando los platillos uno por uno; los rebañan y no dejan ni las boronas. Ahora Magaly sacando pecho  les pregunta. ¿les ha gustado la comida de mi tierra?

A coro todos repiten: ¡Bueeenísima!
-Desde luego, hace tiempo que no comía algo tan delicioso -añade don Álvaro .

Magaly enciende el equipo de música y pone un Cd con Huaynos de los Andes que le envió su madrecita.
Magaly-Ahora van a escuchar a la agrupación Jakuy que interpreta la música típica de mi ciudad.
El pisco sour se les ha subido a la cabeza y todos comienzan a marcar el ritmo del huayno con las palmas de las manos. Inesperadamente Magaly  saca a bailar a don  Álvaro, y Borja con su Madre no se quedan atrás y los acompañan . Ahora todos alegres y contentos  se agarran de las manos y empiezan a dar vueltas por el comedor. 

Don Álvaro coloca su brazo en el hombro de  Magaly y le dice:
Gracias, gracias Magaly, esta ha sido una velada inolvidable ¡Qué ricura!  ¡para chuparse los dedos! y la música nos ha llenado de  felicidad.

Se imponía la ternura india, una dulzura especial que no habían experimentado jamás en esa casa. A Magaly se le cayeron dos lágrimas de la emoción cuando Doña Clemencia le dio dos besos en su mejilla.

Ellos tan acostumbrados al me cago en Dios, al me cago en la hostia y todo tipo de improperios y brusquedades se rendían a los pies de la chacha Inca. Embrujados quizás por algún elixir secreto que Magaly vertió en la comida. Ella había abierto una puerta secreta en el corazón de sus amos, su hijito Borja esbozó por primera vez una sonrisa y hasta el perro mambo movía la cola amistosamente. Se hizo la primavera en pleno invierno en la mansión de la familia del Castillo.

                                                                      Escena 14
                                               Por la noche todos los gatos son pardos

Magaly recoge la mesa y apaga las luces

Es media noche y don Álvaro del Castillo, aprovechando que a esta hora todos los gatos son pardos, camina de puntillas rumbo al cuarto de Magaly. Lleva entre sus manos un par de claveles. – con prudencia golpea la puerta.

-Magaly intrigada abre la puerta  –¡Don Álvaro, usted, a esta hora! ¿Qué se le ofrece? debió tocar la campanilla ¿ le sirvo un vino?
Don Álvaro- No, no, tranquila. Puedo pasar, por favor...
Magali -si señor, ni más faltaba  está usted en su casa.
Don Álvaro -Sabes esta noche has deslumbrado a toda la familia. Yo sé que te hemos tratado con algo de dureza y por eso quiero disculparme.  Me gustan tu acento tan especial y tu ternura. Ni punto de comparación con la de mi mujer que parece más bien un sargento de la legión. Quiero que me cuentes un cuento aquí acostados en tu cama. Sé que lo intentaste con Borja, pero él es un gamberro y sólo le interesa la play station y los juegos de marcianitos.
Magaly- Pero señor, por favor, la señora...
Don Álvaro- ni señora ni que niño muerto.ella está roncando a pierna suelta.
Magaly aparta su osito de peluche y  se tiende en la cama junto a Don Álvaro,  abre un libro de cuentos y comienza a leer: "Érase una vez una niña muy bonita. Su madre le había hecho una capa roja y la niña la llevaba tan a menudo que todo el mundo la llamaba Caperucita Roja. Un día........."

Don Álvaro lentamente se va quedando dormido mientras Magaly compasiva acaricia su rostro.

                                                                               Fin

Carlos de Urabá


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