Astutamente el multimillonario republicano
ha utilizado la candidatura a la presidencia de EE.UU para promocionarse no sólo
a nivel nacional sino también mundial. Los diarios las televisiones, la radio,
las redes sociales, Twitter, WhatsApp, la prensa, las revistas del mundo entero
solo hablan de este un tipo de carácter bronco e irreverente que tiene contra
las cuerdas al “establishment”.
“Truhán,
mentiroso e hipócrita” así le califican al magnate muchos de sus detractores
mientras él se sonríe socarrón. Dios apuesta por Trump. Un revolucionario
capitalista cuya fortuna se calcula en toneladas de millones de dólares.
Por su personalidad extrovertida y
desquiciada se ha ganado la antipatía de millones pero también el respaldo de
otros tantos millones. La crisis económica
ha dejado hondas heridas sociales tras ocho años de obamismo. El más grande
charlatán, megalómano y ególatra encarna a la perfección su papel de encantador
de serpientes. Con todo su poderío el majadero se alza altivo en el trono de
oro en el que lo endiosan.
Trump es implacable con las razas
inferiores: mexicanos, chicanos, hispanos, latinos indios malolientes, árabes “terroristas” que
se atreven a poner en tela de juicio la
supremacía anglo-aria-caucásica. Hay que
preservar la pureza racial de esos seres
rubios de ojos azules y metro noventa de estatura que ha conquistado y sometido
los cinco continentes. Es intolerable que un mulato cuarterón como Obama sea el
inquilino de la Casa Blanca.
"El ogro del Ku Klux Klan” está decidido a
levantar un muro de separación en la frontera entre EE.UU y México para frenar
la invasión de los Pieles Rojas que amenazan la soberanía patria. Que vuelva el
Séptimo de Caballería para que haga el trabajo sucio –La población inmigrante
es como una plaga de langostas que se reproducen desmesuradamente y pronto
serán mayoritarios. La batalla demográfica está a punto de estallar. Igual que en la época del far west es
necesario domar esos forajidos, delincuentes,
narcotraficantes, émulos del
chapo Guzmán que vienen a (paradójicamente mano de obra barata también que ha
sabido explotar en sus empresas para elevar la plusvalía) demoler los cimientos
del imperio.
La propaganda multiplica por los medios de
comunicación. ¡Trump, Trump, Trump! ¡Make America Great Again! hasta en la sopa.
El verdadero objetivo de este magnate es elevar a la enésima potencia el nivel
de ganancias de sus empresas.
El máximo peligro para USA (y la
humanidad) -según Trump- son los musulmanes. A estos habría que expulsarlos en masa de la tierra
prometida pues no se sabe en qué momento el alacrán te clava al aguijón. De ahí que sea un admirador de la política de
exterminio que aplica su amiguito Putin en Siria– Putin le ha enviado mensajes de apoyo:
“Súper Trump, ánimo muchacho que eres uno de los nuestros”
“La yihad pronto no solo será musulmana
sino también latina, y hasta negra pues esas razas se van a aliar con el
propósito de destruir a EE.UU”. Él sabe utilizar la estrategia del miedo, del
terror que es la mejor táctica para recoger una inmensa cosecha de votos. Este gánster
es el nuevo héroe de la clase media norteamericana. El as escondido debajo de
la manga de la ultraderecha USA. Es un narcisista admirador de Mussolini y de
Hitler. No se cansa de repetir que si
gana repartirá armas entre todos los ciudadanos para que se defiendan de la
amenaza terrorista. Energúmeno y psicológicamente desequilibrado según los
siquiatras. “No es un loco, es un verdadero patriota”- responden sus incondicionales.
Es común en Hollywood para explotar el
sentimentalismo crear un protagonista de las películas pobre; un latino o
un negro. Pero ahora el argumento es
totalmente inusual: se sublima al triunfador, el patrón capitalista. Trump a pesar de su baja formación y casi nulo
nivel cultural con mucha caradura y
arrogancia sabe que la mejor defensa es el ataque. Lo acusan de abusador y
hasta de violar mujeres y él responde altanero sin inmutarse: “Ellas me aman. El
culo, las tetas, la vaginas la ha hecho Dios para algo” “Las que me odian son las
más cerdas, gordas y feas” El organizador de concurso de belleza Miss Universo
ha afirmado sin ruborizarse: “Si pudiera yo saldría hasta con mi propia hija” Es
increíble pero las mujeres aman los tipos duros -incluso las mismas latinas que
ha humillado lo adoran y se postrarían de rodillas ante este iracundo vejestorio
por un buen puñado de dólares.
“EE.UU está en decadencia por culpa de los
negros, de los latinos (la mejor reserva de trabajadores domésticos) o de los
árabes. Se tiene que hacer una limpieza
a fondo si se quiere iniciar un renacimiento”
El reconocido y confeso racista se ha
autoproclamado el redentor de la América blanca anglosajona y contra viento y
marea sigue en la brega. Incluso tras
haber sido defenestrado por su propio partido republicano. El muy soberbio no tiene ningún reparo en
disparar a quemarropa improperios y groserías contra sus contrincantes.
Su rival Hillary lleva marcado en su
frente ese humillante estigma de cornuda y apaleada. Y todo por culpa los devaneos sexuales de su marido el
expresidente Bill Clinton. Esto es algo
que nos deja estupefactos. El Partido Demócrata presenta a una mujer sumisa y tolerante
con el adulterio, una mujer que se deja pisotear por un macho. Algo que contradice
los ideales feministas que ha defendido históricamente. ¿Dónde quedan los
derechos de la mujer y su lucha por la emancipación? Al Parecer a Hillary poco le
importa compartir su cama con otras
damiselas y barraganas. “Si Hillary no es capaz de satisfacer a Bill, que le
hace pensar que pueda satisfacer a los americanos” –Trump le lanza un misil a
bocajarro.
En esta campaña no existe ni la ética ni
la moral ni mucho menos la honra pues lo único que interesa a los candidatos es
alcanzar el poder. El uno por convertirse en el patrón más poderoso del universo;
y la otra por convertirse en la primera presidenta de los EE.UU. Y harán lo
imposible por conseguirlo aunque tengan que venderle el alma al diablo. Así es
como funciona este decadente sistema que pisotea sin clemencia la dignidad
humana. Jamás había caído tan bajo la clase política; esto es algo sucio, apestoso,
que revuelve las tripas. Trump es el
becerro de oro ante el que adoran sus más fanáticos seguidores. El misógino y machista se alza cual estrella
fulgurante del firmamento. Ya ha ganado la partida aunque el veredicto de las
urnas le otorgue la victoria a la cornuda de Hillary.
Rusia, el principal rival del imperio
yanqui, le está ganando la partida. En Ucrania ha devorado la península de Crimea donde ha instalado las baterías de
misiles con cabezas nucleares que apuntan directamente a las bases de la OTAN. En Siria la diplomacia norteamericana ha sido
sigilosamente engatusada por la maquiavélico Rasputín ruso interesado en expandir su poderío por Oriente Medio y el
Mediterráneo Oriental. Y Barak Obama débil y timorato no ha sabido reaccionar a
tiempo y ha caído en la trampa.
Los gringos necesitan un tipo fuerte y enérgico, es
decir, un macho que dé un puñetazo encima de la mesa y diga basta. Es urgente la
recuperación económica porque el poder adquisitivo de la clase media se ha ido
a pique. La crisis social no admite atajos ni soluciones temporales. La mayoría de los ciudadanos mantienen su
poder adquisitivo gracias a los préstamos que piden a los bancos y cuyos
intereses tendrán que pagar de por vida. En EE.UU todo el mundo está endeudado o
empeñado pues prefieren pagar a crédito con tal de mantener su estatus incólume
aunque tengan que esclavizarse y trabajar a destajo horas extras incluidas. Esta es una sociedad de consumo complemente macdonalizada dispuesta a devorar la basura
que le echen. Pero ¿qué dirán esos 40 millones de miserables excluidos del gran
banquete capitalista?
Los anglosajones se sienten agredidos e
intimidados por la invasión de inmigrantes ilegales y clandestinos. EE.UU ha perdido su esencia y su pureza
racial. Donald Trump es el sheriff bravucón
que desenfunda los pistolones y viene a poner orden en el condado. Aunque sea
un defraudador de impuestos, un acosador, un abusador de mujeres, aunque
explote a sus empleados y obreros, él encarna ese espíritu de superación que es
el ejemplo a seguir por todo aquel que quiera hacer realidad el sueño americano.
Dios lo ha elegido y los pastores más reaccionarios están unidos en cadena de
oración para que se cumplan las profecías de las Escrituras. Los esclavos del
capitalismo aman al amo triunfador y no les importaría ser crucificados en su
nombre. Sus incondicionales son capaces
de votarle aunque se convirtiera en un asesino en serie. En este sistema de la
eterna competitividad neoliberal hay que
aplastar a los rivales con tal de alcanzar la gloria. Sin escrúpulos a los más
débiles, a los fracasados sólo les espera una fosa común en el cementerio. Así
son de crueles los postulados filosóficos
capitalistas. “No es un loco, es un patriota” “Si fuera pobre ya estaría en la cárcel,
pero como es un ricachón ¡arriba Trump!”
En USA se desarrolla la campaña más ruin y
degenerada de los últimos tiempos. Esto más bien parece un burdel donde las prostitutas se
tiran de los pelos y sacan a relucir las más denigrantes y cínicas blasfemias.
Un demoniaco vudú con un alto nivel de perversión y obscenidad. Hay que echar toda la leña al fuego:
corrupción, amantes, adulterios, drogas, violaciones, prevaricación, espionaje,
misas negras, escuchas telefónicas, WikiLeaks. Todo es válido con tal de desacreditar
al rival.
Los correos electrónicos que enviaba Hillary
mientras era Secretaria de Estado revelan que ha puesto en peligro la seguridad de los
EE.UU. El magnate le ha dicho en vivo y en directo que va a meterla en la cárcel
por tan irresponsable proceder. Esos correos con información clasificada y confidencial
(en su cuenta personal) podrían ser
usados por potencias enemigas. Mientras tanto
Rusia provoca ciberataques con el propósito de desestabilizar la justa
electoral. Una extraña coincidencia que deja entrever una inquietante conspiración.
EE.UU necesita reactivar su industria, sus
exportaciones y conseguir así un balance comercial favorable. “el calentamiento
global fue creado por y para los chinos con el fin de que la producción de
Estados Unidos no sea competitiva” Hay
que apretar el acelerador y poner en marcha la maquinaria
industrial y tecnológica. El nivel de vida de los americanos debe
mantenerse a costa de la pobreza y la miseria del resto del planeta. (La mano
de obra barata interna también que ha sabido explotar para elevar la plusvalía)
Que se acabe con la Reserva Federal, hay que
renegociar los Tratados de Libre Comercio y preparar a los soldados para
una larga guerra.
“Hillary está enferma, se desmaya y no
está capacitada para ocupar la presidencia”. “Hillary es un títere de las petromonarquías árabes
donde una mujer no vale un céntimo”.
Hay que elegir como heredero de tío Tom
Obama entre el ogro racista del Ku Klux Klan o la cornuda y apaleada de Hillary. Este un enigma que no se va a resolver hasta
que se contabilice la última papeleta de las urnas-según las encuestas publicadas
existe un estremecedor empate técnico-. Las espadas están en alto. El voto
oculto y la abstención decidirá quién será el próximo emperador (a) del imperio
más grande del universo.
Carlos de Urabá 2016
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