Esta pregunta
ofende. Por supuesto que SÍ. Y en mayúsculas. Es un rotundo sí, porque los
indígenas fueron salvos gracias a la mano benefactora del imperio español. Te
alabamos señor. Que unos salvajes rencorosos reclamen al rey de España que pida perdón por los “presuntos”
abusos cometidos durante la conquista es un monumental despropósito. Que se habrán
creído estos indios patisucios, cómo se
atreven a cuestionar la dignidad de su majestad. Este es un delito de odio que con toda contundencia debemos
condenar. La mentira de la leyenda negra expandida con saña por sus enemigos
para desacreditar la dignidad del Imperio donde jamás se ocultaba el sol.
Los conquistadores
españoles -muy por el contrario- vinieron a rescatarlos de ese mundo primitivo
plagado de supersticiones y herejías. Esas
razas inferiores paridas en el oscurantismo de la edad de piedra jamás tuvieron
uso de razón hasta que recibieron el perdón de las aguas bautismales. No hay más
que verlos medio desnudos con plumas en la cabeza y lanzando aullidos cual fieras ponzoñosas disparando
sus lanzas y flechas.
A esos antropófagos
se les enseñó a rezar a un solo Dios único y verdadero para convertirlos en
personas de bien, educadas en la fidelidad a las tradiciones y costumbres cristianas,
apostólicas y romanas. Hágase la luz y
la luz fue hecha. Su católica majestad con clemencia y misericordia se empeñó en proteger su integridad y consolar
sus cuitas. Indios forajidos y
rencorosos reconozcan el inmenso sacrificio que supuso a la madre patria
entregarles su santísima sangre benefactora. Por mi culpa, por mi culpa por mi gran
culpa. Han nacido para ser esclavos y sirvientes domados y redomados prestos a recibir
órdenes y dar la vida para gloria del rey nuestro señor. Arrepentíos indios desagradecidos
que no han comprendido en toda su dimensión la suprema gesta del imperio español.
Redimidos gracias al inmenso milagro de la evangelización civilizadora, su cultura,
su lengua, su herencia sacrosanta…. Arrodillaos infieles, besad la cruz que
España es generosa y sabe recibirlos amorosamente en su seno.
Carlos de Urabá
2019
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