Trump, Bolsonaro, Duterte, Orban, Le Pen,
Abascal…
Aquellos que se pensaban que las grandes
manifestaciones por la unidad de España acaecidas en Cataluña en los últimos meses
eran algo folclórico o festivalero, se equivocan. Gracias al proceso independentista catalán Vox
ha conseguido un triunfo histórico e inobjetable en Andalucía y que se
proyectará en un futuro próximo al resto de España.
La proclamación de la república catalana
el día 27 de octubre de 2017 fue un acontecimiento que enfureció al
nacionalismo español. Todos esos sentimientos patrios se encontraban en letargo
hasta que de repente el volcán hizo erupción. ¿Cómo explicar que en los
balcones de las casas y de los edificios, en la mayoría de los pueblos y ciudades
españolas, se hayan colgado miles de banderas rojigualdas? España está en peligro
y con ardor guerrero miles de patriotas se lanzan a las calles al grito de ¡viva
España! Resucita la una, grande y libre, en defensa de la herencia sacrosanta de
la monarquía, el estado de derecho, la constitución y la democracia. ¡Vivan las
caenas! A luchar hasta la última gota de sangre en memoria de los héroes
gloriosos: don Pelayo, los Reyes Católicos, el Gran Capitán, el Cid Campeador y el caudillo Francisco
Franco por la gracia de Dios. España con 500 años de historia común es indivisible
tal como reza el dogma constitucional.
Y de repente en las elecciones andaluzas del
domingo 3 de diciembre, donde todo el mundo esperaba que el PSOE consiguiera
mantenerse en el poder gracias a una alianza de conveniencia con algún partido
comodín, estalló la bomba: ¡VOX 12
diputados y casi 400.000 votos! -
hace 4 años tan solo sacó 18.000 votos- Este cataclismo político de magnitud de 10 grados en la escala de Richter
con toda seguridad va a proyectarse a nivel nacional en las próximas elecciones
generales, municipales, autonómicas y europeas. La suma de la derecha del PP,
Cs y Vox (con 26, 21 y 12 respectivamente) les dan la mayoría absoluta.
Mientras tanto la izquierda en estado de shock se tira de los pelos y se rasga
las vestiduras ¡alerta antifascista!
¿Qué hemos hecho para merecer esto? ¿En qué fallamos? Y lo peor de todo es que VOX
ha conseguido conquistar los más diversos sectores de la sociedad que va desde
los albañiles hasta los oligarcas. Los analistas hacen esfuerzos sobrehumanos
por explicar este fenómeno tan insólito que los ha dejado medio groguis. Definitivamente
los electores más radicales decidieron escenificar la venganza en los colegios
electorales al meter el voto en la urna como si se tratara de un cuchillo que
corta la yugular de los enemigos de España. Al fin y al cabo Andalucía es el
bastión inexpugnable de la monarquía borbónica.
Pero existen unos antecedentes que no se
pueden pasar por alto. Rajoy y los partidos constitucionalistas no se atrevieron
a aplicar con todo el rigor el artículo 155 de la constitución para desmovilizar
al independentismo catalán. Obviaron cerrar
televisiones, radios, periódicos “golpistas”, asumir por decreto ley la
competencia en educación y seguridad y, especialmente, declarar al español como
la lengua oficial de la comunidad autónoma catalana. Según la extrema derecha debió llevarse a cabo una especie de limpieza
étnica y social con el propósito de demoler por completo las estructuras del
separatismo. Su máxima exigencia es que
la justicia condene sin contemplaciones por rebelión, sedición y traición a la
patria a esos políticos golpistas que “merecen pudrirse en las mazmorras”. Pero
quizás la gota que rebosó el vaso haya sido la moción de censura que derribó al
PP y elevó a la cima del poder a Pedro Sánchez,
con el apoyo de los “comunistas” de Podemos, separatistas catalanes y
los “terroristas” vascos. La suma de todos estos factores ha desencadenado el
apocalipsis electoral.
El pueblo andaluz ha demostrado un alto grado de incongruencia
y de ignorancia política pues un día son
capaces de votar por las opciones más progresistas y al otro por la ultraderecha más radical. Se
acostaron con la camiseta del che Guevara y se levantaron con el yugo y las
flechas. Este típico caso de esquizofrenia
colectiva denota que no existe memoria histórica,
ni conciencia social, pues arrastrados por la rabia y el odio han preferido
abrazar los principios fundamentales del “movimiento nacional”.
Asistimos estupefactos al rebrote de la xenofobia
y el racismo, la criminalización de los inmigrantes, especialmente a los de rasgos árabes
o africanos, VOX pretende derogar la ley de violencia de género, la ley de
memoria histórica, la ley del aborto, cerrar Canal Sur, reivindicar el
patriarcado, ese machismo españolista que condena a las mujeres a criar hijos y
a cocinar. Vuelve la España arcaica que
defiende los valores más retrógrados, la caza, la tauromaquia, el
nacionalcatolicismo de las misas y las procesiones de semana santa, el novio de
la muerte o el Cristo de la buena muerte.
Esta tragedia se ha consumado como consecuencia
de casi 40 años de Socialismo Andaluz
PSOE, partido único e institucional que no ha podido atajar los casos más
abyectos de corrupción, prevaricación y clientelismo, que se traduce en el robo
de millones y millones de euros de las
arcas públicas en un país donde campa a sus anchas el paro y la marginación
social. Hechos irrefutables que ha
propiciado un demoledor voto de castigo del ala más radical del nacionalismo
español.
Felipe
VI se ha revelado como el mejor jefe de campaña de Vox. Su majestad el
rey en su discurso del 3 de octubre del 2017 apasionado arengó a sus huestes: “todos
hemos sido testigos de los hechos que se han ido produciendo en Cataluña con la
pretensión final de la Generalitat de que sea proclamada –ilegalmente- la
independencia de Cataluña…” “con su conducta irresponsable incluso pueden poner
en riesgo la estabilidad económica y social de Cataluña y España…” “Han
pretendido quebrar la unidad de España y la soberanía nacional…” “es
responsabilidad de los poderes del Estado asegurar el orden constitucional…” Esta ha sido la mejor propaganda para los
nostálgicos del Imperio español que vuelve a resurgir. Castigo a los súbditos
catalanes desleales, ¡Make Spain great again! Es la hora de recuperar
el orgullo y levantar la moral; hierve la sangre y esa furia española que en su
día conquistara los cinco continentes. Que Cataluña quiera separarse de la madre
España y proclame la república es una
afrenta imperdonable ¡a mí la Legión! ¡Viva la Guardia Civil y la Policía Nacional!
¡Vivan los toros y la paella! que venga la Armada Invencible a imponer el orden
y la ley. “No nos engañan Cataluña es España”
VOX viene a hacer justicia y a poner de
rodillas a esa antiespaña de blasfemos y sacrilegios ateos que pretenden
profanar la tumba del caudillo Francisco Franco en el Valle de los Caídos.
El número
de andaluces y sus descendientes en Cataluña se eleva a más de un millón (9%
del población) llegados en la época de la emigración forzada -allá por los años
sesentas y setentas- a causa de la miseria y el hambre. Ellos han sido los
principales valedores de la derecha españolista -encarnada en Ciudadanos- y que
se convirtió en el partido más votado en las pasadas elecciones catalanas. Por
un efecto mimético ahora esta deriva se ha trasladado a su propia tierra
propiciando el resurgir de VOX que ha cambiado por completo el mapa político
andaluz.
La ultraderecha se fortalece a nivel
mundial y España no va a ser la excepción teniendo en cuenta que ningún otro
país europeo heredó el Jefe de Estado que juró los principios fundamentales del
movimiento nacional de un régimen fascista, ni mantuvo sus símbolos, ni
permitió la impunidad de los crímenes de lesa humanidad, ni la continuidad de
todo sus aparato represor.
Carlos de Urabá 2018
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire