En el año 1934 el fuhrer
Adolf Hitler y su ministro de propaganda Goebbels encargaron a la cineasta Leni Riefenstahl la
realización de un documental con motivo del VI congreso del partido nacional-socialista
en Núremberg. Los nazis necesitaban imperiosamente exhibir el glorioso esplendor
de una Alemania renacida tras la derrota en la I Guerra Mundial
Con una impresionante
movilización de medios técnicos y logísticos “El Triunfo de la Voluntad” se
destaca por su extraordinaria puesta en escena y teatralidad donde intervienen
miles de militares empeñados en eternizar la memoria del III Reich. El aparato propagandístico Nazi pretendía encandilar
a las masas con un mensaje mesiánico y triunfalista.
La disciplina y el trabajo son los ejes centrales de un guion insuperable y muy
bien estudiado.
Los realizadores utilizaron
varias cámaras para darle una mayor versatilidad al film haciendo especial énfasis
en las tomas panorámicas y las vistas aéreas. Desde luego el método ideal para
describir tan majestuosa megalomanía. Igualmente los primeros planos buscaban
acentuar la superioridad de la raza aria llamada a dominar el mundo. Sin olvidar la luminotecnia y los claroscuros
que imprimen a la trama un carácter
mítico y épico.
Psicológicamente había
que elevar la moral de un pueblo alemán que coronaba a Hitler como su redentor.
“El Triunfo de la Voluntad”
es considerado por los expertos una obra maestra en la historia del cine documental.
Sin pretender hacer ningún
tipo de comparaciones la 58 peregrinación militar internacional al santuario de
Lourdes (Francia) -que se desarrolló entre
el 20 al 22 de mayo del 2016 (con la participación de 44 países y 12.000
militares) no se queda atrás en boato y pomposidad. Vídeo: https://youtu.be/FoQlYJy_kmA
En esta peregrinación no se
sublima la figura de un líder supremo o caudillo sino que se reverencia la imagen
de la santísima virgen de Lourdes. La madre de Dios se convierte en la
protagonista de esta apoteósico cónclave clerical-castrense que se intenta
enmascarar bajo la apariencia de un “encuentro humanistas y espiritual”. Una
ocasión perfecta para que los brillantes cerebros de la Santa Sede se luzcan en
el diseño de una obra melodramática capaz de competir perfectamente con las
mejores procesiones de semana santa. (Un espectáculo que se transmiten en vivo
y en directo a través de innumerables
cadenas de televisión cristianas)
El encuentro militar se
desarrolla -según sus organizadores- en un ambiente festivo y fraternal movidos
por la fe y el amor a María, la Madre de Dios. “La puerta de Dios siempre está
abierta” “seamos los promotores de la paz. Que cada uno ore por su patria y ore
por todas las patrias”.
Los jerarcas de la santa
madre iglesia saben la importancia estratégica del “parque temático” de Lourdes
en una época en la que el paganismo materialista domina la sociedad occidental.
En Lourdes nos produce vértigo
el contemplar esa mezcla de clérigos, frailes, monjas, prelados, vicarios,
nuncios papales, obispos, soldados, sargentos, capitanes, generales y almirantes
que nos retrotrae a épocas nefastas marcadas por el fascismo o el
nacional-catolicismo.
Con marcialidad la casta clerical-castrense
marca el paso al ritmo de los clarines y tambores; un dos, un dos, ¡ave María
purísima! sin pecado concebida… La espada y la cruz desde siempre han
simbolizado la Santa Alianza entre estos dos estamentos para gloria del padre,
del hijo y del espíritu santo.
Tantas contradicciones
son difíciles de asimilar de ahí que los teólogos y eruditos se esfuercen al
máximo por justificar que un avión cargado de misiles no es otra cosa que una
inocente paloma de la paz. Mientras los santos
guerreros luchan a brazo partido en el frente de batalla los clérigos se
dedican a la oración para que afinen la puntería y no yerren en el blanco.
Occidente culpa al islam del
clima bélico que reina en el mundo. El Islam se ha criminalizado y es el
enemigo a batir. Si antes fue el comunismo pagano y ateo (como estaba escrito
en las profecías de Fátima) ahora los musulmanes son la bestia negra.
El expresidente George Bush
siempre hizo gala de un discurso religioso cristiano fundamentalista: “Estados Unidos es un país engendrado por la concepción
inmaculada” “Venceremos en la operación “Justicia
Infinita” que hace parte de la lucha colosal entre el bien y el mal” “si Dios está contra el terrorismo, tiene que
estar al lado de la cruzada antiterrorista” “nuestra nación ha sido bendecida
para crear un mundo mejor” “yo tengo una tarea que realizar con las rodillas
doblada, y con las rodillas dobladas pido al buen Señor que me ayude a
cumplirla con sabiduría”
El mismísimo presidente
Obama, jefe del ejército imperial más poderoso de la tierra y premio Nobel de
la paz, asistía (y asiste) de manera regular al Trinity United Church of Christ
de Chicago (protestante). Él reconoce que la biblia es su libro de cabecera y
que reza todos los días. Si tiene que tomar decisiones primero la consulta con
Dios. De ahí que buena parte de su
discurso también este imbuido de tintes religiosos cristianos: “América es el pueblo elegido por Dios” “Jesucristo
murió por mis pecados y ahora yo los estoy redimiendo a través de él”. “EEUU es
la fuerza impulsora del bien y la libertad” “esta época nos recuerda que Dios está siempre
con nosotros en el sufrimiento y en la celebración” “Dios nos dará la victoria
porque Dios está con el bien y el bien lo representa un país como EE.UU (los
guardianes de la democracia y la libertad del planeta)”
Mientras tanto Donald
Trump, ¿el futuro candidato republicano?, es aún más radical y se muestra
abiertamente favorable a promover una cruzada cristiana que pacifique de una
vez por todas Oriente Medio.
Occidente se niega a
reconocer la existencia del “yihadismo” católico o el “salafismo” cristiano.
Estos calificativos no encajan en su filosofía fraterna y humanista. Pero tan sólo hay que remitirnos a hechos
históricos irrefutables para demostrarlo. El Vaticano desde la antigüedad lanzó bulas y
proclamas favorables a la cruzada contra los infieles y herejes (especialmente
en la conquista de “tierra santa”). Aunque ahora la situación es aún más grave
con el advenimiento de las sectas cristianas evangélicas (en EE.UU) en las que
sobran los predicadores del odio y la venganza.
Muchos creían que a estas
alturas del siglo XXI el factor
religioso quedaría relegado al mito o la
leyenda. Vivimos inmersos en un mundo dominado por la ciencia y la tecnología
donde la fe se deriva al campo de las supersticiones. Pero lo cierto es que la
influencia de la religión prevalece y mantiene una gran preponderancia en el
ámbito político, económico y militar. ( como sucede especialmente en EE.UU)
Aunque el catolicismo se
halle en franca decadencia Lourdes después de Roma es el segundo destino en
importancia con 6 millones de visitantes anuales. Esta mina de oro espiritual
reporta incalculables ganancias económicas que se reparten equitativamente los
clérigos y los mercaderes. Se da la paradoja que buena parte de los
propietarios de estos negocios (tiendas, hoteles y restaurantes) son de origen
judío.
Los capellanes castrenses
han cumplido con éxito el
adoctrinamiento de la tropa a la que preparan para cumplir su “misión universal”. “Misiones
humanitarias” planificadas por el Pentágono, la OTAN o la CIA.
Los cristianos también
aspirar al máximo sacrificio siguiendo el ejemplo del mártir más famoso de la
humanidad: Jesucristo, el hijo unigénito de Dios. “El martirio es una gracia
especial”. El mártir se sumerge en la muerte de Cristo para resurgir con él a
la vida nueva. Es un orgullo y un honor
para un soldado alcanzar la palma del martirio. “Compartamos pues con el
todopoderoso la vida eterna en el paraíso”. “Que la virgen santa nos ampare y
nos favorezca”
Uno de los rituales más
conmovedores de la peregrinación internacional es el “homenaje a los caídos”.
Como no dirigido por la plana mayor de los capellanes castrenses que se
desviven en letanías implorando al Dios
todopoderoso que acoja en su seno el alma de los difuntos (mártires). La madre
de Cristo que ha sufrido en carne propia la pérdida de su hijo es la única
capaz de comprender tan aciago dolor. Estos son los momentos más emocionantes y
desgarradores pues se rinde homenaje póstumo
a aquellos soldados que dieron su vida en nombre de la paz y la libertad del
mundo Suena el cornetín del llamado a la
oración y los soldados cariacontecidos guardan un minuto de silencio en honor
de los santos mártires. “A la espera de la resurrección de los muertos, la vida
del mundo futuro. Amén”
Pero el momento cumbre de
la peregrinación es sin duda alguna la “procesión
mariana de las antorchas”. Por su
magnificencia y majestuosidad esta gran parada militar es la que goza de mayor
fama y renombre. Los mandos y la tropa luciendo sus mejores galas desfilan por
las calles de Lourdes portando velas, cirios y antorchas que los trasmuta en ángeles del Señor. La virgen inmaculada sale
en procesión a hombros la Guardia Suiza mientras las unidades especiales
conformadas por sus hijos más valerosos cargan la cruz del nazareno.
Estas
escenas nos recuerdan a algunos pasajes del documental “el Sueño de la Voluntad”
de Leni Riefenstahl. El fuego fatuo ilumina la oscuridad de la noche y los continuos cantos de adoración a la
virgen María se repiten en un eterno mantra: ¡ave, ave, ave María…!
Un himno celestial que
retumba por toda la ciudad provocando un sobrecogedor éxtasis místico.
La liturgia cristiana no está
exenta de loas a la grandeza de Dios, la virgen, los apóstoles o los santos. Si
¡Allah Ukbar! gritan los musulmanes igualmente con brío y apasionamiento los
cristianos repiten alto y fuerte: ¡Dios es Grande! o ¡viva la madre del rey del
universo! ¡Ave María purísima sin pecado concebida! ¡Salve nuestra señora!
Los cristianos representan
el bien o los ángeles del cielo; mientras los musulmanes representan el mal o los
demonios que nos acechan. Este apocalíptico enfrentamiento entre ángeles y
demonios hace parte de la mitología cristiana que ha pervivido durante siglos y
se proyecta hasta el presente.
La virgen inmaculada se apareció
en la gruta de Massabielle (1858) a una humilde pastorcita llamada Bernardette.
Por intermedio de ella la madre de Dios envió un mensaje a los creyentes: “yo
mando que en este lugar se construya un santuario dedicado a la oración y la
penitencia” “reza por los
pecadores” “carga la cruz de Cristo”. “yo
te prometo que te haré feliz no en este mundo sino en el otro”
Hasta esta cueva de Massabielle
se acercan por turnos las delegaciones militares que desean fervientemente rendirle
pleitesía a la inmaculada concepcion. Es el momento de rezar el santo rosario y
pedir por la paz mundial. La guardia
Suiza preside la ceremonia para dejar constancia que el Vaticano ejerce la
soberanía sobre este santo lugar.
Es increíble que la república
francesa -aparentemente un estado laico y aconfesional- promueva y patrocine
este tipo de encuentros donde se hace una exaltación del militarismo
imperialista.
Mientras en Lourdes
desfilan altivos los santos guerreros de la yihad católica el mismísimo Papa
Francisco, representante directo de Dios en la tierra, guía de la fe (ayatola),
y perpetuo vicario de Cristo predica la no violencia, el desarme y la paz
El domingo, el día del
señor, se celebra la santa misa internacional con la presencia de los altos
mandos, las delegaciones militares, la jerarquía eclesiástica, las autoridades
civiles y el cuerpo diplomático (católico) Desde luego que los poderes fácticos
están más unidos que nunca. La basílica de
san Pio XII (de 12.000 metros cuadrados y capacidad para 25.000 almas) se convierte
literalmente en un cuartel que acoge a miles de soldados de los 44 países que
enarbolan los estandartes y banderas invictas. Muchos de ellos lucen elegantes
trajes de gala en los que no faltan sus medallas y condecoraciones ganadas en
franca lid en el campo de batalla. Tal es el descaro que algunas
representaciones castrenses que sin consideración alguna desfilan con los
uniformes mimetizados y botas de campaña. Desde luego que este es el signo de
los tiempos. “Jesucristo regresará liderando un poderoso ejército” Cristo ya lo
dijo: “no he venido a traer la paz sino a traer la espada” “todo el mundo debe
adquirir un rifle AR-15 porque eso es lo que Jesús habría hecho” -sabias
palabras del teniente general de los comandos de operaciones especiales USA.
William Boykin.
En Lourdes se reúnen las
facciones más conservadoras y fundamentalistas del catolicismo: el Opus Dei, los guerrilleros de Cristo Rey, la Legión de María, los Warriors of Lourdes -
adscritos al ejército USA- los Knights of Colombus, Our Lady of Lourdes, los Caballeros de la Virgen,
la Hermandad de Nuestra Señora de los Ejércitos.
Todos han venido aquí a
orar por la paz y la sanación del mundo ¿“sanación”? Sí. Aunque parezca
estúpido hoy realizan una campaña de “sanación” movilizando miles de soldados, aviones,
helicópteros, cazabombarderos, navíos y submarinos con el propósito de
exterminar a los fanáticos yihadistas del califato EI.
Aquellos responsables de
apretar el gatillo humildemente vienen a implorar el perdón de sus pecados y la
protección de la santísima virgen de Lourdes. Deben primar los valores eternos
de la misericordia, la caridad, la solidaridad como está escrito en las
sagradas escrituras.
Tal vez lo más asombroso sea
la presencia de cientos de veteranos de guerra muchos de ellos heridos, lisiados, mutilados que en sus
sillas de ruedas o en camillas ocupan un lugar preponderante frente al altar
mayor. Movidos por su fe albergan la postrer esperanza de que la virgen
obre un milagro igual al que realizó su hijo Jesucristo en Betania cuando le
dijo a Lázaro: “levántate y anda”.
El reino de España envió una delegación de 150 militares (tierra, mar y aire) compuesta por los capellanes
castrenses (arzobispado castrense), los funcionarios del Ministerio de Defensa, cónsules y agregados
militares, la Guardia Real (Casa de su majestad el Rey), la Guardia Civil y la UME. Una variopinta y folclórica “armada
invencible” cuyo viaje y estancia (hoteles y restaurantes de primera categoría)
se carga a la cuenta de los presupuestos generales del
reino (fondos reservados) Ellos han venido hasta Lourdes con la gloriosa misión de rezar por la paz del mundo y rogar
la misericordia de Dios en esta época de tribulación.
El capellán militar mayor
y obispo castrense del ejército francés Luc Ravel (al que le gusta exhibirse en
traje de camuflaje en sus múltiples visitas a los cuarteles) concelebró una multitudinaria homilía el domingo 22 de mayo a las 10 de la
mañana en la basílica San Pio X. Con motivo de la fiesta de la Santísima Trinidad,
pronunció un emocionante sermón del que vamos a destacar algunos apartes: “recuperemos la misericordia de Dios en estos
tiempos de guerra y la bondad de Dios en el campo de batalla” “Dios le da a todo cristiano la fuerza y el
coraje que jamás le faltarán” “hay
demasiada violencia en el mundo y nosotros no podemos dejar que gane la muerte ”
“el cristiano con certitud y serenidad sabe que jamás le faltará Dios ni antes,
ni durante, ni después de la guerra” “en el campo de la muerte Dios siembra su
gran amor” “es el aliento de libertad
que nos entrega el Espíritu Santo y esta libertad del Espíritu Santo es más que
nunca necesaria en esta Tercera Guerra Mundial combatida a plazos -como ha
dicho el papa Francisco-” “la misericordia de Dios es la única que nos salva de
la locura de la guerra” “En tiempos de guerra el amor se convierte en perdón”
“Dios hace el soldado de un amor inoxidable” “nosotros no vamos a pasar
fácilmente esta página del terrorismo hace falta comprometerse”.
El obispo castrense Luc
Ravel tras consagrar la hostia santa invita a los presentes a recibir el
sacramento de la comunión. Tras el perdón de los pecados ahora sin
remordimientos pueden seguir aniquilando enemigos en el campo de batalla. “Dios
nos atiende cuando nosotros le demandamos la victoria” Ego te absolvo a
peccatis tuis.
Los sangrientos atentados
de París y Bruselas han desencadenado una ola de indignación incontenible. La virgen de Lourdes llora entristecida la pérdida
de sus hijos más queridos y es necesario
aplicar un castigo ejemplar a los culpables. El poderío militar francés se
despliega en Siria e Irak para cumplir las profecías del apocalipsis.
El ejército y la policía
francesa se encuentran en estado de alerta permanente pues es muy probable que
se produzcan nuevos ataques terroristas. Lourdes no es una excepción y por lo
tanto los gendarmes con sus metralletas en ristre patrullan las calles mientras
los agentes secretos disfrazados de turistas vigilan el más mínimo movimiento
sospechoso.
Definitivamente la guerra que se desarrolla en Oriente Medio se ha
trasladado a Europa y nadie puede bajar la guardia. “el precio de la
civilización, como el de la libertad, es la eterna vigilancia para mantener la
seguridad”
Se ha creado el mito de la
guerra buena y justa, una guerra buena y justa en la que Occidente interviene por motivos “humanitarios
y altruistas”. Los soldados buenos y justos se merecen todas las bendiciones. Tras los retiros espirituales es la hora de
sentarse en las terrazas y restaurantes
a deleitar de la gastronomía nativa y brindar con el mejor champagne para que
Dios les otorgue la victoria en esta
guerra buena y justa.
Carlos de Urabá 2016
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