La rebelión egipcia nos deja cada vez más perplejos Esta visto que en la historia no hay nada escrito y que en cualquier momento un pueblo aparentemente manso y sumiso es capaz de romper las cadenas y enfrentar a sus carceleros.
El común de los mortales identificaba a Egipto con las pirámides, Tutankamón y Cleopatra. Tambien las agencias lo publicitaban como un destino ideal para pasar unas vacaciones exóticas. Nadie sabía a ciencia cierta dónde estaba ese país ni quién lo gobernaba. Pero ¿para qué? si nada más se trata de un país pobre plagado de esclavos.
Pero de repente de la noche a la mañana Egipto se ha convertido en el protagonista de la actualidad informativa mundial; los programas de radio y televisión todo el día trasmiten las últimas noticias sobre el alzamiento; en la prensa y en las revista copa todos los titulares. En Internet ni se diga es la estrella de las redes sociales como Facebook o Myspace, en los teléfonos móviles se envían sms de apoyo y solidaridad con su causa. El Twitter casi ha colapsado. No hay duda que es un producto que vende y hay que aprovechar el tirón.
Ahora que ya sabemos donde está Egipto y que el tal Mubarak no es más que un sucio dictadorzuelo que lleva casi treinta años en el poder ahora nadie sabe dónde meter su cadáver. Parece mentira que hasta hace unos días este abominable monstruo contaba con el beneplácito de todos los líderes del mundo civilizado ya que cumplía a rajatabla la encomiable misión de mantener a raya al integrismo islámico.
Todo eran elogios y agradecimientos al rais por su ejemplar defensa de la ley y el orden. Pero ahora sus compinches y amigotes de antaño le dan la espalda. Los periodistas e investigadores han sacado a la luz pública su intachable curriculum en el que cabe destacar un prontuario criminal lleno de torturas, desapariciones, corrupción, autoritarismo, latrocinio y mil y una violaciones de los derechos humanos.
Cuando Mubarak asistía a las cumbres y cónclaves internacionales nuestros presidentes y primeros ministros se descubrían a su paso, le daban golpecitos en las espalda y hasta besos y abrazos. Se notaba que había algo más que camaradería en esta actitud tan cariñosa ¿algo más? Sí, intereses económicos y geoestratégicos. Egipto es un país clave para mantener la paz en Oriente próximo y asegurar de este modo nuestro suministro petrolífero sin ningún contratiempo.Además cualquier amago desestabilizador en la zona sería muy peligroso para la supervivencia del estado judío, que es la niña de los ojos de Estados Unidos y la Unión Europea. El sionismo internacional había apostado firmemente por Mubarak pues veían en él a su mejor aliado y amigo. Por eso nunca nadie se atrevió a exigirle que rindiera cuentas sobre el genocidio que cometía contra su pueblo pues las tomaban como simples rumores y habladurías inventadas por la oposición y los organizaciones de derechos humanos.
Y todos tan panchos brindando con champagne en los banquetes y cenas de gala con tío Hosni ¡qué viva el rais! ¡Qué buena gente es este tipo!
Mubarak y su sanguinario aparato militar controlan Egipto igual que lo hizo Franco durante 40 años en España. Eso sí con una ostencible diferencia y es que los egipcios ha demostrado tener más huevos que los españoles pues se han lanzado a la calle para tumbar al tirano.
Cuando nos enteremos la verdadera dimensión del genocidio y los crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen egipcio nos echaremos las manos a la cabeza y exclamaremos horrorizados ¡oh Dios mío, pero cómo es posible! Disculpen, no lo sabíamos. Los acompañamos en el sentimiento. Con todo el descaro la Unión Europea y Estados Unidos dotaron al ejército egipcio del más sofisticado armamento e intruyeron a sus oficiales para que aplicaran las más avanzadas técnicas de guerra. ¿Guerra? Si pero no contra Israel, sino contra su propio pueblo.
El apellido Mubarak, que en árabe significa «el bendito», que ironía este bendito maldito tenía las espaldas muy bien cubiertas pues ha contado y cuenta con amiguitos tales como el Rey de España, Mitterrand,Chirac, Sarkozy, Berlusconi, Felipe González, Aznar, Zapatero, Kohl, Bush padre e hijo, Clinton, Obama, el finado papa de Roma Juan Pablo II, su heredero Ratzinger, y un interminable lista de crápulas que no viene al caso enumerar. A Mubarak se le consideraba el campeón de la democracia pues ganaba todas las elecciones con el 98% de los votos. Su partido el PND estaba afiliado a la Internacional Socialista y se le consideraba como uno de los más grandes benefactores de la ONU, la Unesco, la FAO o la OMS. Ahora el único truhán que osa sacar cara por él es el ninfómano de Berlusconi que lo tildó de «sabio protector del alto y bajo Egipto». Los demás se hacen los locos y juran y perjuran que jamás tuvieron relaciones con ese individuo tan despreciable.
La política a veces se torna surrealista y uno no sabe que pensar. Lo único cierto es que estamos en manos de patanes de la peor calaña. Tío Hosni se cree inmortal, un dios viviente engendrado y no creado. Él nunca imaginó que su propio pueblo lo traicionaria de esa manera. Sus queridos hijos, que se cuentan por millones, vociferan por las calles: ¡Vete al infierno asesino! Que humillación más grande. Qué se habran creído estas cucarachas. Es tal la soberbia del tirano que al contemplar las masivas manifestaciones que exigen su dimisión respondió sin sonrojarse que « él es el único capaz de brindarles seguridad y bienestar » y que si renuncia el caos se apoderará del país. De lo que si se ha apoderado este pillo es de aproximadamente 40.000.000 millones de euros representados en inversiones, propiedades y cuentas bancarias en Londres y Suiza.
Puestos a especular me he atrevido a lanzar una hipótesis un poco descabellada ¿por qué Hosni no podría ocupar la poltrona de Lendakari cuando renuncie? No podemos desaprovechar el conocimiento de un estadista tan valioso que cuenta con 30 años de experiencia en asuntos tan turbios como el terrorismo de estado. El rais de Lendakari contribuiría a una mayor eficacia en el accionar de la Guardia Civil, la Policía o la Ertzaintza. En cada esquina un soldado haciendo guardia y en los pueblos y ciudades miles de agentes secretos olfateando a los sospechosos. La frase favorita del dictador es «la seguridad es la madre de la democracia» Sobre todo en en lo que se refiere a meter en cintura a los extremistas etarras, jóvenes gudaris que sólo entienden el lenguaje del garrote y los latigazos.
Mubarak, en la Lehendakaritza, junto a Patxi López y el Rodolfo Ares conformarían una tripleta de ensueño. Fíjense con que firmeza el «rais» ha conseguido criminalizar y anular toda oposición en su contra. Desde hace 30 años que está vigente la Ley de Emergencia, ha militarizado todo el país, ha amedrentado a los ciudadanos, y las cárceles se quedan chicas pues se encuentran repletas de presos políticos. Qué extraño pero en Euskadi el aparato represivo de la monarquía española se comporta de una manera muy parecida. El españolismo como el mubarakismo cuenta con instituciones muy favorables para llevar a cabo sus maquiavélicos planes como el Tribunal Constitucional, la Fiscalía General de la Nación o la Audiencia Nacional.
El código penal español es mucho más contundente y estricto que el egipcio pues además de la mentada Ley Antiterrorista cuenta con la « ley corcuera » « la ley kale borroka » « la ley de partidos » y la de « política de dispersión carcelaria ». Por ejemplo uno de los artículos de la ley antiterrorista sentencia lo siguiente: « todos los sospechosos de terrorismo pueden estar incomunicados por trece días en los calabozos » lo que supone una clara violación del derecho internacional pues el comité de derechos humanos de la onU, tras las reiteradas denuncias remitidas desde España por los abogados defensores, dictamina que: « toda detención incomunicada y prolongada puede facilitar la perpetración de la tortura y corre el riesgo de constituir una forma cruel y degradante en la integridad del recluso»
Se persigue a los ciudadanos por su filiación política, por su forma de vestir, por hablar en su lengua madre o por izar la ikurriña en el balcón de su casa. Las detenciones se multiplican pues se vincula a cualquier organización alternativa con el «entorno de ETA». Las redadas en el País Vasco son el pan de cada día. Los comandos especiales de la Guardia Civil tienen carta blanca para dar una patada en la puerta de cualquier domicilio en busca de los más « peligrosos terroristas ». Tras esposar a los sospechosos son inmediatamente remitirlos a la Audiencia Nacional en Madrid donde un juez de instrucción les tomará declaración para acto seguido confinarlos en un pestilente mazmorra.
Los testimonios de torturas y malos tratos en las dependencias carcelarias son innumerables: a los detenidos se les desnuda, se les humilla, se les golpea con técnicas sutiles para que no dejen huellas en sus cuerpos, se les escupe en la cara o se les baña con orines y excrementos. «Hay que doblegar la resistencia de esta raza maldita que ensucia el buen nombre de España» La finalidad es destruirlos psicológicamente para que confiesen sus crímenes y delaten a sus cómplices. La cifra de presos políticos vascos que cumplen condenas en las cárceles españolas y francesas se aproxima al millar y lo más seguro es que se amplie considerablemente en este año 2011.
Mubarak, como la derecha española, ha ilegalizado partidos, ha criminalizado a la oposición, los persigue y señala como enemigos del orden constitucional y del estado de derecho. « Estos terroristas ponen en peligro la paz y seguridad de Egipto y del mundo entero y no queda más remedio que actuar con mano dura» Me parece estar escuchando el mismo discurso de Rubalcaba.
La violencia política en Euskadi es de vieja data y tiene causas muy concretas ¿recuerdan el bombardeo Nazi de Guernika? ¿la guerra civil y la invasión falangista? ¿las deportaciones, los exiliados, las desapariciones, las masacres o los fusilamientos sumarísimos cometidos por el franquismo? Este macabro exterminio en masa ha quedado grabado a sangre y fuego en la conciencia del noble pueblo vasco ¿es posible perdonar tantas afrentas y humillaciones? Quizás si, pero nunca nadie del otro bando se ha dignado pedir las más mínimas disculpas. El franquismo prohibió el euskera y cegó de raíz las raíces culturales euskaldunas en un vano intento por desaparecerlos del mapa . ¡Qué aberrante! Tenían que integrase a la fuerza en la España una, grande y libre y con toda procacidad y alevosía se patrocinó el etnocidio de uno de los pueblos más viejos de Europa. Los culpables de estos crímenes y atrocidades cometidos por los militares golpistas durante la Guerra Civil y la mal llamada transición española han quedado impunes. Hacer justicia es de vital importancia para cerrar las heridas y encontrar el camino a la reconciliación. Desgraciadamente la ultraderecha españolista boicotea la apertura de las investigaciones y se niega a acatar la ley de Memoria Histórica.
Este conflicto que enfrenta a soberanistas e independentistas debe ser zanjado con un tratado de paz justo y equitativo igual al que firmó el IRA con la corona británico. Pero la alianza PP-PSOE, o sea, los firmantes del pacto antiterrorista, se niegan dirimir las diferencias en una mesa de negociaciones y prefieren utilizar métodos más ortodoxos como la represión policial y el castigo carcelario. Prefieren que se reavive la espiral de violencia pues en vez de elegir el camino del diálogo y el entendimiento prefieren sembrar el odio y la venganza. Están decididos a ilegalizar las ideas y conculcar los derechos políticos y sociales de una parte fundamental de la población vasca, un derecho constitucional que si no satisfacen lo más seguro es que se encuentren con una respuesta contundente a sus provocaciones.
Mubarak como Lendakari se rodearía de grandes figuras de reconocido prestigio: Mayor Oreja, Basagoiti, Leopoldo Barreda o Rosa Diez. El rais también podría contar con los buenos oficios del exgeneral de la Guardia Civil Rodriguez Galindo, el carnicero de Intxaurrondo, habilidoso en los interrogatorios y magnífico torturador y experto en desaparecer a sus víctimas en cal viva. El caso Lasa y Zabala es su carta de presentación más notable. Como lo es también para Mubarak el bárbaro asesinato del joven egipcio Khaled Said quien fue brutalmente desfigurado a golpes por sus esbirros. Tanto El GAL, los Grupos Antiterroristas de Liberación fundados por Felipe González y Alfonso Guerra, como los Servicios Secretos Egipcios son el ejemplo más claro de hasta donde puede llegar el estado en sus prácticas mafiosas.
Los partidos monárquicos o españolistas, PP y PSOE, saben que si la ilegalizada Batasuna se presenta en las elecciones municipales del mes de mayo sufrirán un serio revés electoral que les obligaría a convocar elecciones anticipadas. La mayoría vasca como los manifestantes que se enfrentan a la policía egipcia en la Plaza del Tahrir, es arrolladora.
En el Cairo la intifada triunfal está a punto de cumplir su cometido, la alegría enloquece la plaza del Tahrir y los manifestantes sólo esperan que Mubarak anuncie su renuncia para iniciar la fiesta. Mientras tanto en Euskadi las manifestaciones multitudinarias tampoco cesan por las calles de Bilbao o San Sebastián donde marchan codo con codo miles de ciudadanos que exigen libertad, el fin de la exclusión política y el regreso de los presos políticos a sus hogares. Es la hora de poner fin al conflicto armado y encontrar una paz duradera.
La máxima exigencia del pueblo Vasco es la autodeterminación e independencia. ¿Es acaso un delito? ¿Es un delito amar a su tierra y defenderla como también lo hacen los egipcios? Los luchadores vascos se enfrentan en desigualdad de condiciones contra dos potencias imperiales como España y Francia, especialistas en exterminar etnias, tribus o pueblos, como se ha demostrado en la colonización de África y América Latina. No hay otra alternativa que levantar el puño en alto y seguir el ejemplo de los patriotas egipcios resistiendo tras las barricadas la brutal agresión a que los tienen sometidos.
Carlos de Urabá 2010
Investigador de Colombia
Investigador de Colombia
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire